La segunda entrega de la saga, comienza con el final de la primera, haciendo ver que este final, sale de un pantalla en la que se está proyectando PERROS CALLEJEROS. El propio De la Loma, se vanagloria de lo bien que le ha quedado la película, y pregunta al “Cornetilla”, que está ahí con el, como es que “El Torete” no ha venido a verla. Éste le responde que es porque está en busca y captura. Y se da paso, a una persecución en la que se nos presentan los títulos de crédito.
Esta vez, con mas ficción que realidad, nos hacemos la picha un lío con el tema de los motes, pues si al prota, de vez en cuando le llaman Torete, la mayoría de las veces le llaman “El Trompeta”, pero sin embargo, aquí está interpretándose a si mismo, a Ángel Fernández Franco... luego, al que en la anterior entrega llamaban “El Fitipipaldi”, aquí hace de “El Choto”, al que en la primera hacía de “El Corneta” ( O sea que hacía el papel de Ángel Fernández Franco en la primera, ya que se supone que este estaba haciendo de “El Vaquilla”), aquí se hace llamar “El Mandarina”.También aparece “El Pijo”, pero no es el maromo que aparecía en la anterior, sino que me da , que esta vez, del Pijo hace un actor... y por fin vemos a “El Vaquilla” interpretado por el Francés Bernard Seray (¡) que repetirá en la siguiente entrega de la saga.
Un lío espantoso, carente de sentido, que a poco que te enteres un poco de que va la cosa, te vuelves a perder con otro mote.
Después de ver como los macarras hacen mil y una fechorías, al Trompeta y al Pijo, se les acusa de un asesinato que no han cometido y tienen que recurrir a José Antonio de la Loma, para que les saque de el lío.
La peli, como es habitual en las pelis de maleantes, está entretenidilla, tiene buen ritmo y altas dosis de acción, pero si en PERROS CALLEJEROS se endiosaba al delincuente, en ésta ya, se nos dice que son buenos chicos y que los malos son los demás.
José Antonio de la Loma, tiene gran protagonismo en esta cinta, y encima tiene el morro de presentarse en la misma como el gran justiciero, el director de cine que va a defender a un macarra acusado de asesinato, sea cierto o no esto. Lógicamente, el Torete es inocente, un tío muy majo ( Hay que joderse), lo que no impide, que por segunda vez en una pantalla, Ángel Fernández Franco, muera de forma violenta.Quedaría otra entrega mas, que esa si que tiene tela....
Esta vez, con mas ficción que realidad, nos hacemos la picha un lío con el tema de los motes, pues si al prota, de vez en cuando le llaman Torete, la mayoría de las veces le llaman “El Trompeta”, pero sin embargo, aquí está interpretándose a si mismo, a Ángel Fernández Franco... luego, al que en la anterior entrega llamaban “El Fitipipaldi”, aquí hace de “El Choto”, al que en la primera hacía de “El Corneta” ( O sea que hacía el papel de Ángel Fernández Franco en la primera, ya que se supone que este estaba haciendo de “El Vaquilla”), aquí se hace llamar “El Mandarina”.También aparece “El Pijo”, pero no es el maromo que aparecía en la anterior, sino que me da , que esta vez, del Pijo hace un actor... y por fin vemos a “El Vaquilla” interpretado por el Francés Bernard Seray (¡) que repetirá en la siguiente entrega de la saga.
Un lío espantoso, carente de sentido, que a poco que te enteres un poco de que va la cosa, te vuelves a perder con otro mote.
Después de ver como los macarras hacen mil y una fechorías, al Trompeta y al Pijo, se les acusa de un asesinato que no han cometido y tienen que recurrir a José Antonio de la Loma, para que les saque de el lío.
La peli, como es habitual en las pelis de maleantes, está entretenidilla, tiene buen ritmo y altas dosis de acción, pero si en PERROS CALLEJEROS se endiosaba al delincuente, en ésta ya, se nos dice que son buenos chicos y que los malos son los demás.
José Antonio de la Loma, tiene gran protagonismo en esta cinta, y encima tiene el morro de presentarse en la misma como el gran justiciero, el director de cine que va a defender a un macarra acusado de asesinato, sea cierto o no esto. Lógicamente, el Torete es inocente, un tío muy majo ( Hay que joderse), lo que no impide, que por segunda vez en una pantalla, Ángel Fernández Franco, muera de forma violenta.Quedaría otra entrega mas, que esa si que tiene tela....