
Jackie Chan interpreta a un detective chulesco y ligón, que es contratado para llevar a una muchacha a su casa. Durante la búsqueda, acaba en un crucero que es tomado por un grupo terrorista.
Bien, pues una vez vista, lo único que puedo decir es que es una de las películas de Jackie Chan que menos me gusta. Si bien es cierto que es atípica, que hay mas tiros que artes marciales (estas hacen acto de presencia a duras penas) y que este cambio de registro podría ser un soplo de aire fresco en la carrera de Jackie, al final lo que queremos es verle haciendo Kung Fu y dejándose de ostias.
Aquí lo que intenta es clavar al personaje del cómic, imitando cada aspecto del manga e infringiendo un sentido del humor pretendidamente surrealista, que lejos de beneficiar la película, la daña, convirtiéndola en una tontería infantiloide que se queda al nivel del repugnante fango si la comparamos con la serie animada, mucho más políticamente incorrecta, mucho mas graciosa y mucho más adulta.
Para mas inri, esta debe ser una de las únicas películas de Jackie en la que necesita dobles… pero no se alarmen, que no lo usa para las peleas ni para las escenas de acción. En una secuencia, Chan toma prestado un monopatín; bien, cuando el skater de turno se pone a hacer virguerías con tan gilipollesco aparatucho, se ve claramente, que no es Jackie quien hace todos esos trucos, si no un tipo bastante más joven.
En definitiva, que la peli es un rollo, muy aburrida. Si hay que decir algo a su favor, es lo simpática que cae la chufla/ homenaje (¡¡Otra vez a los Japoneses!!) que se marcan a costa del mítico arcade “Street Fighter II”, aunque ver a Jackie Chan imitando a la perfección los movimientos de Chun-li, da vergüenza ajena… ¡Joni, que bien me vendiste la moto! ¿Dónde puedo ir a que me devuelvan el dinero?
Dirige Jing Wong, del que ya hemos reseñado por aquí DOBLE MORTAL.