lunes, 10 de octubre de 2011

TORMENTA POLAR

Los chicos de CineTel Films atacan de nuevo, con otra de sus producciones catastróficas escasas en medios, pero ricas en maravillosas ideas descabelladas. Esta se llama "Polar Storm", "Tormenta polar" si vives en Murcia (o "Tormenta Magnética" si te has agenciado el archivo en AVI).
La cosa va de un cometa que cruza la tierra. Lo hace demasiado cerca, tanto que la gravedad arranca un cacho y lo lanza contra Alaska, donde se estrella con una fuerza tremebunda. Al ser un paraje montañoso, los daños, aunque cuantiosos, no son inmensos, así que la tierra sigue su curso con la sensación de que lo peor ya ha pasado. Evidentemente, andan todos muy equivocados. El piño ha sido tan gordo, que el eje de nuestro planeta se ha movido de su sitio, lo que afectará al campo magnético. ¿Qué significa ello?, primero que se formarán auroras boreales donde no toca, luego que enormes campos de fuerza arrasarán con todo aquello que sea eléctrico (y pobre del insensato que esté cerca) y, finalmente, desaparecerá el campo magnético, dejando a la tierra huérfana de escudo protector contra los rayos solares, de modo que acabaremos todos achicharrados. El prota de la historia, un científico al que de entrada nadie cree, tiene una idea cojonuda: tirar dos bombas atómicas en lo más profundo de las Marianas, con ayuda de un submarino ruso, para compensar el giro y devolver todo a su sitio. ¡¡Viva la energía nuclear!!.
Joder, joder, joder... AR-GU-MEN-TA-ZO. Lástima que, como siempre, la falta de recursos le quite un poco de lustro a tal catálogo de hermosas ideas locas... sin hablar de los efectos CGI, tan costrosos como siempre. Pero vamos, que no importa mucho, la peli, con todos sus defectos y momentos para el ridículo (ojo a la risible electrocución de algunos extras) se soporta bastante bien, no aburre demasiado y ayuda a hacernos 80 minutos de nuestra miserable vida mucho más llevaderos. Y yo encantado, oiga.