viernes, 15 de junio de 2012

EL INTRUSO

Vamos a olvidar que "Alien, el octavo pasajero" no deja de ser una copia hecha a lo grande de "It!, the terror from beyond space" y "Terror en el espacio", y le otorgaremos el honor de ser la primera en su especie, así como de generar tropecientas imitaciones que, aún a día de hoy, colean. Hay pelis cuya estructura nunca dejará de ser imitada, por muchos lustros que pasen... "Rambo", "Viernes 13" y "Alien" son tres de ellas.
Teniendo eso en cuenta, y que el film de Ridley Scott fue parido el año 1979, es muy probable que "El Intruso", o "The intruder within", producida en 1981, sea una de las primeras copias del inmortal clásico del terror y la ciencia ficción facturadas en los USA (y recalco lo de "facturada en los USA" porque en 1980 los italianos ya habían confeccionado las suyas... claro que a esos nadie les gana cuando se trata de copiar). ¿Y es ese un mérito destacable?, hombre, pos pal caso, sí, porque no hay mucho más.
En una plataforma petrolífera se pasan el día perforando el subsuelo marino, tanta caña le dan que un día liberan a un bichejo que sale al exterior y le pega un bocado a un tío, matándolo. Junto al bicho, van unos moluscos que se abrirán y expulsarán unos líquidos desagradables (vamos, que son huevos). Uno de los currantes se infectará, se volverá medio loco y dejará preñada a una de las tipas, quien dará luz al bicho de la portada justo a tiempo pal clímax final.
Vale, así de entrada mola. Y de hecho, los primeros minutos de "El Intruso" están chulos, lástima que en realidad se trate de un producto televisivo, de cuando estos eran mojigatos, planos y aburridos (hoy día siguen siéndolo, pero al menos ya meten sangre), y el resto de la peli es mucho bla, bla carente de interés, pocos aspectos llamativos, nada de violencia, nada de sexo y un mostro reservado para los últimos 10 o 15 minutejos y que no compensa.
Peter Carter, director, es también culpable de la aburridísima "Rituals", conocida en España como "Deliverance 2", nada menos.

Resumiendo, todo lo bueno de "El Intruso" se reduce a su caratula. Contémplenla con placer y olvídense de ver la película que parapeta.