lunes, 26 de febrero de 2024

ALMOST A MOVIE!

Durante lustros, la figura del director Michael J. Murphy ha sido ignorada. Si acaso reivindicada por tres o cuatro aficionados de paladar fino (y nosotros). Sin embargo, es un cineasta digno de estudio y vindicación, porque, pese a que en algún momento de su carrera logró hacer algo con sus películas (sin ir más lejos, “Qualen”, llegó a nuestros videoclubes), al final es un director eminentemente amateur con una trayectoria en la que, en su grueso, y a base de 8 y 16 mm, ha perdido más que ganado. Un tipo que ha dedicado toda su vida a lo que, al final, es una pasión. Nunca se hizo popular, nunca llegó a sacar dinero de su arte, nunca fue célebre y el culto que pudiera suscitar siempre fue paupérrimo.
Por aquí conocíamos cosillas suyas como la anteriormente mentada “Qualen”, “Death Run”  o “Invitation To Hell”. Nada que nos vuelva locos, pero sí lo suficiente para echar unas búsquedas en Google y ver quién era este tipo. Y, como siempre, al final el concepto es más interesante que las propias películas.
Por eso, me llamó poderosamente la atención el hecho de que "Indicator", el sello de Blu-Ray y DVD de origen británico que se dedica a publicar en formatos de lujo las más curiosas y variopintas obras de culto, lanzase un pack de 10 discos dedicado al trabajo de Murphy. Está todo, desde sus primeros cortos en super 8 —de un caserismo totalmente entrañable— hasta sus últimas películas en vídeo, pasando por la etapa más zetosa y ochentera.
J. Murphy es un tipo muy extraño y con una obra que deambula entre el melodrama y el cine de género, tocando diversos palos, pero siempre con un tono tristón y deprimente que finalmente resulta un sello distintivo.
“Almost a movie!”, vendría a ser una de las películas incluidas en esta antología (irán cayendo más por aquí) cuyo título poco o nada tiene que ver con el argumento, aunque hace justo honor al contenido porque, efectivamente, con su duración de 48 minutos y rodada en 16 mm amateuroides, sería casi un largometraje, ergo casi una película.
El argumento es de lo más extraño: El hijo de un director de cine acuerda pasar las vacaciones en algún lugar de Grecia con este y su esposa, una joven actriz. Cuando el individuo llega, se reúne con la muchacha, puesto que su padre está finalizando una película y se retrasará. En su ausencia, el tipo congeniará con ella, hasta que decide secuestrarla y someterla a mil y una perrerías. Todo en un tono excesivamente dramático y a base de eternas conversaciones de corte existencial entre el protagonista y su madrastra.
Una curiosidad como otra cualquiera. Más o menos bien rodada pero con un ritmo lento y tedioso, “Almost a movie!” es lo más aburrido que uno se puede echar a los ojos. Lo mejor se encuentra en su amateurismo feroz, tomado con la seriedad del que aborda una película de arte y ensayo, pero la incapacidad del que tiene cierto retraso mental. Porque Michael J. Murphy, es voluntarioso y apasionado, serio y sin ningún sentido del humor, pero con unas capacidades muy limitadas. Es un discapacitado fílmico.
Esta película en concreto es un trabajo de recuperación artesanal por parte del sello que la edita, que restaura el negativo original en 16, pero al faltarle alguna bobina, completa el montaje añadiendo las escenas  ausentes tirando del telecinado en VHS que descansaba entre las posesiones del director. Hacen un trabajo que ni siquiera él se molestó en hacer, consciente, quizás, del poco interés que tenían sus películas para el público. Y eso está muy bien.
Efectivamente, “Almost a movie!” es un peñazo importante, carente de interés, pero muy acorde con el espíritu recuperador del sello que la edita, que tuvo acceso a todo el material del director una vez este falleció hará ahora unos diez años.
Por supuesto, Murphy tiene cositas más de género en su extraña filmografía, me temo que igualmente aburridas y descastadas, pero poco a poco iremos dando cuenta de ellas por aquí (si se tercia). Porque al final un individuo como este, al margen del talento o de cómo sean sus películas, es siempre fascinante. Además de feo como un demonio en este caso.