miércoles, 14 de febrero de 2024

GALERÍA DE ESCANEOS BONITOS 34 (MARICONADAS VARIAS E)

Imágenes extraídas de las fermosas páginas de "Mad Movies", "L´Ecran Fantastique", "Impact" y otras revistas franchutes que me alegraron la adolescencia por ahí los años 80/90....

Y siendo hoy 14 de Febrero... con más razón aún.

En una reciente ocasión, el irritante pijillo de flequillo nervioso que se dedica a verborrear sobre libros ignotos (o de sus amiguitos) en "Cuarto Milenio", calificó al "Capitán América" de Albert Pyun, sin ápice de duda, como "la peor película de superhéroes de la historia". ¡Aaaaayyy el puto mainstream! como me cabrea cuando estos papanatas aseveran sobre materias que desconocen y atontan -aún más, si cabe- a su audiencia. Unos meses antes, Iker había mentado de pasada "Supersonic Man". Es decir, la conocía. Entonces, ¿por qué no interrumpir a su interlocutor para aclarar que hay pelis de superhéroes peores que la de Pyun? ¿pa qué? supongo que el ser española la libró de recibir tal desprecio (ya sabemos lo mucho que le pone la marcasssssspaññññña al rechoncho Don Jiménez), pero sería lo justo... y al lado que sitúen a "El hombre puma" o... "Thor: Love & Thunder" (jajajaaa!! y no, no es que nos apuntemos al linchamiento público de "Marvel Studios" -ya saben cómo es la gentuza-, pero esa era mala a rabiar). Independientemente de la más que discutible calidad del film de Albert Pyun, lo cierto es que siempre me han hecho mucha gracia cómo el Capi y su eterno enemigo Cráneo Rojo lucían en sus grumosos fotogramas.


Del griego de oro Nico Mastorakis hemos hablado ya unas cuantas veces por estos lares. Su historia no tiene desperdicio. Salió de las islas para hacer las Américas y lo consiguió. Eso sí, a base de subproductos y explotación... pero dentro de cierta categoría. Pudo contar con medios razonables y algún rostro más que popular. Sin embargo, superados los noventa, comenzó a rebajar el ritmo y, hoy, casi podría decirse que ha semidesaparecido. Por todo ello, valga la foto del hombre en acción en plenos ochenta junto a una cámara tocha de 35mm, nada menos. De cuando estos mercenarios aún podían permitírselas.
Debajo, una sugerente instantánea de uno de sus films más populares -y reconocible caratula para aquellos adictos al vídeo-club-, "Cita Ciega", en la que se delatan sus maneras y se aclara diáfanamente por qué Mastorakis nunca abandonó el panteón de los exploiters, por mucho que lo intentó.

En "The man who loved Hitchcock" el maestro del suspense in person (al que da vida el gran Peter Ustinov) es acosado por un fan obsesivo y peligroso, uno que comienza a cometer crímenes inspirándose en las películas de su héroe. Alfred abandonará la masiva ingestión de donuts para detenerle.
¿A que suena bien? pues entonces les disgustará saber que esta película jamás llegó a realizarse. Fue uno de los muchos proyectos chispeantes pero sin producir del legendario Larry Cohen. Si eso, por un lado, incrementa el dolor, saber que el tono iba a ser de comedia lo suaviza. Cada vez que el director de "La serpiente voladora" ha tirado de humor, le han salido churros considerables. ¿Recuerdan aquella cosa horrible titulada "Regreso a Full Moon"? ¿y no eran los pasajes graciosos de "The Stuff/In-Natural" altamente irritantes? Poseso.

Y hablando de poseso... de posesión... de... hummm.
Eventualmente nos da mucho gustito recurrir a imágenes de películas explotadísimas pero por las que sentimos distintos grados de estima. Si, además, dicha estampa no está demasiado sobada, pues entonces ¡¡cojonudo, oiga!! Es el caso aquí presente, con tía Henrieta (es decir, Ted Raimi) asomando por el sótano en "Terroríficamente Muertos" a la manera que lo hacía Cheryl en "Posesión Infernal". Una foto de naturaleza puramente promocional -o incluso nostálgica- ya que, asíN, no sale en la peli. "Mad Movies" la publicó en su día, cuando el estreno del film estaba aún pendiente, al menos en España. Así que, ¡se imaginan el subidón! ver un instante tan icónico actualizado resultó altamente regocijante.
Quien me iba a decir entonces que, con el paso de los años, lo vería recreado chorromil veces más, a cada cual con menos gracia.
Una tragedia y de las tochas.