viernes, 23 de febrero de 2024

MALDITO: O ESTRANHO MUNDO DE JOSÉ MOJICA MARINS

Uno de los primeros (y mejores) documentales sobre José Mojica Marins, “Maldito: O estranho mundo de José Mojica Marins”, concebido por André Barcinski e Iván Finotti (asimismo autores de las aclamadas memorias de Mojica Marins que llevan exactamente el mismo título que la película, las cuales me encantaría echarme a los ojos aunque sea en alguna edición inglesa) a base de entrevistas al propio cineasta / actor, a sus allegados y a estudiosos de su obra. Sería un buen documental sobre la figura de uno de los directores de cine más fascinantes del mundo, pero no el definitivo porque, pese a repasar toda su carrera a grandes rasgos, no profundiza en casi ningún aspecto, más allá de cómo la censura hundió la travesía de un individuo cuya creación más popular, Zé do Caixao, formaría parte, de una manera un tanto excéntrica y poco tradicional, de la galería de monstruos clásicos de la historia del fantástico.
El documental toca desde la etapa amateur de Marins, con esos cortos que parecen la tosquedad hecha película, hasta prácticamente el momento del rodaje del documental (2001). Se centra en la creación del personaje que le dio fama internacional y en el impacto de aquellas primigenias películas, así como el estropicio que las autoridades hicieron cuando José Mojica Marins ya estaba despegando, prohibiendo sus largometrajes alegando que lanzaban un mensaje anti-cristiano y mostraban un erotismo bastante depravado. Se especula en que fue por culpa de la censura que no llegó a convertirse en una estrella, viéndose en un momento dado sin un duro en los bolsillos y se nos muestran filmaciones de su paso por los distintos festivales de cine de terror del mundo (maravillosa la de su presencia en el Sitges de los 70), pero todo ello grosso modo y como pasando de puntillas. Asimismo, llegamos a la etapa pornográfica de Mojica Marins. Como estaba vetado en el cine convencional, la única forma de sobrevivir que este tenía era introduciéndose de lleno en el emergente cine mete-saca brasileño, pero llegados a ese punto, quizás porque Brasil es un país de naturaleza más bien particular, y hablando casi únicamente de la película “24 horas de porno explícito” que es la primera en mostrar una escenas de zoofilia (algo que me parece repugnante) entre un perro y una mujer, se habla de esta filmación de manera natural ensalzando las virtudes sexuales del can y destacando lo mucho que disfrutó la actriz follando con él… como si a esas alturas del 2001 este tipo de materia no estuviese mal vista (¡putos brasileños!). Como fuera, Marins se excusa diciendo que entró en el porno única y exclusivamente para poder comer. Pero también se incide poco en todas aquellas aberraciones sexuales que filmó en los 80. Incluso, parece omitirse esa etapa especialmente.
Hasta ese momento, se nos ha estado presentando al actor/director poco menos que como un mártir, pero lo cierto es que en ningún momento rehusó filmar un material tan desagradable como aquel, por lo que, y tras ver el segmento del documental en el que vemos al Marins de los ochenta anunciando a bombo y platillo que iba a filmar una operación ocular a la que se tenía que someter con el fin de incluir las imágenes posteriormente en su siguiente película, la verdad es que, como espectador, dejo de verle como mártir para pasar a mercenario. Por un poco de notoriedad, vendería hasta a su madre.
Por otro lado, el documental es bueno incluyendo material de archivo, aunque quizás se excede al mostrar demasiados segmentos de según qué películas. Por ejemplo, incorpora todo lo mejor de “Ritual do sádicos” a lo largo de varios minutos, casi la explican entera, y si sumamos la cantidad de escenas que se exceden en duración, al final la parte documental, reduce sus 60 minutos a míseros 40 de información útil. Una apreciación un tanto tiquis miquis, pero es que mientras contemplaba esas secuencias no hacía más que pensar “¡Quitadlo ya que nos estáis poniendo la película entera!”.
Asimismo, se habla mucho del artista incomprendido, de la importancia de su obra, vemos a Marins en su elemento, su hogar, mostrando su colección de comics, nos enseña en qué se han convertido los cines donde años atrás se estrenaron  algunas de sus películas con mucho éxito y se nos habla del tratamiento de bufón que ha recibido durante lustros en su país natal, en contra de cómo se le ha tratado en Europa, según él, “como a un cineasta”. Y entonces recuerdo yo el videoclip de los putos Fresones Rebeldes y me dan ganas de acercarme a su tumba y preguntarle: “¿Estás seguro de que en España esa panda de modernos no te trató asimismo como un bufón?”
Pero, como fuere, lo cierto es que “Maldito: O estranho mundo de José Mojica Marins” es un estupendo documental que sirve para conocer, en cierta medida, a una de las personalidades cinematográficas más inusuales del panorama internacional y su fantástica creación: Josefel Zanatas, alias Zé do Caixao, alias Coffin Joe… Aunque en realidad Marins era mucho más que Zé do Caixao.