miércoles, 28 de febrero de 2024

MINUTOS MUSICALES 20: M.D.C.

Hablar de "M.D.C." (que no "MCD" ¡cuidao!) supone hacerlo de una de las bandas estandarte de cuando el punk comenzó a mutar en hardcore. USA, inicios de los ochenta. La generación que ha crecido con los sonidos del punk setentero busca una alternativa a la aceptación y comercialización de este (o, lo que es lo mismo, la "New Wave") así, comienzan a radicalizarse, sonora y gramaticalmente.
Los "M.D.C." iban de palo panfletario, y de qué manera. También hacían gala de un sentido del humor muy agradecido, pero no lo suficiente como para tomarse menos en serio "Harry, el sucio" o "Rambo", películas que adoraba y sobre las que me sentaba fatal oírles rajar. Por eso nunca conecté bien con estas bandas tan politizadas. PERO en el tema sonoro era otro -nunca mejor expresado- cantar.
Obviamente, y sin traicionar las viejas costumbres, el mejor disco de los "M.D.C." es el primero. Suenan extremadamente intensos a base de cortes muy cortos. La gran mayoría altamente recomendables, pero me quedo con "Church & State", un alegato anti-religión organizada de tan solo 30 segundos (o menos) absolutamente perfecto, elemental, directo, conciso, ni sobra ni falta, mágico. Imposible expresarlo de otra manera. Mejor lo escuchan...

En principio las siglas "M.D.C." se traducían como "Millions of Dead Cops", "Millones de polis muertos". Ya les vale, ¡con lo que me encanta ver a la poli atizando ciertos engendros, sobre todo hinchas de fútbol! Tampoco a los "Crass" les molaba demasiado (aunque por otras razones). Así se lo expresaron al conocerse, añadiendo que si querían colaborar (con la banda británica incorporando a los yankis en su catálogo) tocaba cambiarlo. "M.D.C." no se lo pensó dos veces y mutó en "Multi Death Corporations". Una historia que deja muy mal a ambas formaciones, los primeros por imponerse y los segundos por ceder. A partir de entonces, la cosa se convirtió en costumbre y cada equis tiempo variaban el significado de las siglas, otros ejemplos: "Millions of Dead Children" o "Millions of Damn Christians".
"M.D.C." siguió sacando discos, potables pero desiguales. Uno de los mejores -sin ser tampoco la séptima maravilla- es "Hey Cop! If I Had a Face Like Yours ..." (que perra con meterse con la policía, oye), donde destacan el corte que abre, el del medio y, más notablemente, el que cierra. Un tema anti-navideño (argh!! estos cabrones se estaban ganando un excomulgado por mi parte) curiosamente bautizado "Black Christmas". Sí, como la mítica película.

Y entonces se produjo el milagro. Algo muy raro de ver en cualquier discografía de un grupo de este palo (siempre más bien limitados), con tanta carretera acumulada, es que, así sin comerlo ni beberlo, un día editen un LP genuniamente bueno. Ocurrió en 1993 con "Shades of Brown". No solo por el muy muy decente contenido (quizás un pelín más "metalizado", pero sin llegar a cargar. Incluía además un sorprendente tema hip-hopero tan digno que hasta recibió la aprobación de nuestro experto Víctor), también por el hermoso diseño de la cubierta y el nacimiento de un logo la mar de guapo (el que les dejo al final). A pesar de la abundancia de composiciones escuchables, a la hora de elegir una me he decantado por "Someone's behind you again", que suena like this...

Conscientes "M.D.C." que tal vez no serían capaces de repetir la jugada, se separan. Por poco tiempo. Lástima, "Shades of Brown" habría sido un broche de oro. Siete años después, Dave Dictor -frontman y único miembro constante- reúne a un puñado de amigos y, a pesar de la cantidad de grasa y arrugas acumuladas, regresan. Produciendo nuevos discos, algunos tan hardcore como los de su primera época (me pregunto si por genuina devoción creativa o para complacer a su nicho) y, en fin, tirando de nostalgia.