sábado, 11 de diciembre de 2010

THE BOOGENS

La verdad, no esperaba yo encontrarme con el logo de la "Paramount" cuando le di al "Play" de esta cosita. Menuda sorpresa. Estamos en 1981 y un aguerrido grupo de tele-currantes deciden aprovechar la oportunidad para parir un film (de los de verdad, de los que se estrenaban en salas) que les lance al estrellato. Lástima que sus ya deteriorados cerebros no pudieron dar más de sí y el resultado fue este "The Boogens", con un inevitable regusto telefílmico y que, obvio, no pasó a la historia, ni del cine fantástico, ni del cine en general.
Una mina, que ha estado tropecientos años cerrada a causa de unos extraños e inexplicables sucesos, es reabierta mediante explosivos. Naturalmente, ello dará pie a que unas horribles criaturas surjan de las profundidades y comiencen a papearse a todo aquel desaprensivo que pillen, incluídos los mineros y sus novietas que pasan el finde en una cabaña.
Produce nada menos que Charles E. Sellier Jr., es decir, el director de "Los aniquiladores" y "Noche de paz, noche de muerte" (films estos que, aunque no eran telefilms, hacían gala del mismo defecto que "The Boogens", ese acartonamiento y esa sosería implícita). El dire es un viejo colaborador de Sellier, James L. Conway. En tareas de guión encontramos a Jim Kouf (usando el alias de Bob Hunt), curiosamente también implicado en el libreto de "Los albóndigas en remojo". Y el reparto nos depara dos sorpresas, Fred McCarren (que también protagonizó "Class Reunion") y muy especialmente Anne-Marie Martin, quien unos años después sería la compañera de aventuras de "Sledge Hammer" en la mítica serie de culto.
¿Y la peli?, ay hijo, pues no sé. Se puede ver, ¿por qué no?, pero no esperes maravillas. El gore es limitadísimo, así como las tetillas. Para compensar -supongo- Sellier procura que los diálogos vayan trufados de tacos y referencias sexuales. Los bichejos no salen hasta el final, y bueno, aprueban por los pelos. En general, y como decía, se nota el origen televisivo de sus perpetradores pues todo carece de vida, de garra, es demasiado plano, limpio, ordenado... en realidad lo mejor de la peli es el perro protagonista, de nombte "Tigre", un verdadero encanto que se luce haciendo algunas gracias y piruetas muy efectivas. Lástima que acabe siendo víctima de los "Boogens" (y eso que escapa en una primera intentona), pero bueno, no se preocupen, que no se ve nada. En ese aspecto los humanos lo pasan peor, y yo que me alegro.
Curiosa y poco más.