Estando Martell “Too Sweet” en libertad condicional, y
llenándoseles a todos la boca con la frase “condenado por un crimen que no
cometió”, pretende despojarse de su pasado boxístico carcelario al que, sin
embargo, todos sus allegados quieren darle continuidad.
Un antiguo preso compañero suyo que se la tiene
jurada porque nuestro protagonista no accedió a ser enculado por él en la
celda, viola a una amiguita de Martell, por lo que de buenas a primeras, decide
colgarse los guantes para demostrar que puede ser alguien (¡).
Así que en el gimnasio le colocan a los
mejores entrenadores, entre los que figura Mr. T ¡¡haciendo de si mismo!!, con el
fin de volver a prisión a disputar un combate. Será vencido, no sin recibir
después la revancha. ¿Les suena esto?
Obviamente, para esta película, Fanaka se inspira
indirectamente en la saga de “Rocky” que tan buenos resultados le dieron a su
amigo Silvestre Stallone. De hecho, se rodó a la vez que “Rocky III”, y fue
Stallone quién sugirió a Fanaka que contratara como actor a Lawrence Thero a.k.a.
Mr.T, para un papelito. Y ahí le tienen, haciendo sus apariciones como entrenador terriblemente vistosas, acompañado de una lámpara de genio que expulsa una suerte de humo
violeta…
“Penitenciaría 2”, aunque menos pretenciosa que su
predecesora, no llega al (mínimo) nivel de esta, y a pesar de ser más de género, sin
embargo es terriblemente aburrida, larga, pero también se nota que el tema se
termina ya con la primera película, y aquí ya es estirar el globo hasta que
revienta.
Luego está el tema del humor; Fanaka se desmarca por ahí con
un par de gags, que no obstante, no funcionan. No así las dosis de humor
involuntario que también lo hay; valga como prueba el eterno plano final por
el que, superpuesto, va apareciendo el rodillo de créditos en el que
todos los actores, desde el ring, bailan y saludan a cámara, algunos de ellos
con la expresión de “por favor que el director diga ¡corten!” en sus rostros.
En cuanto al plantel, además de León Isaac Kennedy y Mr. T
(que hace de bueno, para cambiar de tercio), encontramos nombres a posteriori
populares, como los de Ernie Hudson (visto en “Cazafantasmas” o “Kamikaze Detroit”), Glynn Turman
(“Gremlins”, “Hombres de honor”) o un jovencito y diminuto Tony Cox, el elfo de
“Bad Santa” y un habitual de las películas de Aron Seltzer y Jason Friedberg,
quienes, por cierto, meten baza en la nueva “Scary Movie 5”.
Mala, malísima, sórdida y cutrona, “Penitenciaría 2” en
realidad ha perdido todo con el paso de los años. Es prácticamente
inaguantable. Aún así, Fanaka rodó, poco después, una tercera parte bastante
superior, convirtiendo el pifostio en trilogía.