jueves, 1 de agosto de 2013

LUCIFER

Otro de esos indiscutibles clásicos menores del terror ochentoso con el que este hermoso blog tenía una cuenta pendiente, revisarlo y reseñarlo. Nada más adecuado que los intensos calores y ardores de la época estival para hacerlo. 
Todavía ahora recuerdo el miedo que daba el puñetero trailer de "Lucifer" cada vez que lo emitían por televisión. Con todo, resulta curioso lo poco que hoy día se la recuerda o, más notable aún, se la recupera/reivindica, ni en festivales, ni publicaciones del ramo. ¿Por qué?, yo no lo sé. Tal vez ello se deba a su director, Frank LaLoggia, un tipo bastante extraño y singular que no se ha molestado precisamente en alcanzar fama y gloria. En una entrevista comentaba que se sentía a disgusto en los parámetros del cine de su época y que lo que le molaría es haber sido cineasta durante los años 30 y 40. LaLoggia -autoetiquetado como "anacrónico"- tenía espíritu de "auteur", se negaba a rodar aquello que no le saliera del corazón y rechazó algunos encargos que, tal vez, le hubieran hecho ascender (entre ellos, el "Spiderman" de la "Cannon" que nunca se materializó). Por eso mismo dirigió tan poco, era el Kubrick del "fantastique". De "Lucifer", su primera peli, fechada el año 1981, hasta la siguiente, la extremadamente clásica/anticuada -y extremadamente aburrida- "La dama de blanco", pasaron siete largos años. Y de esta a la que, de momento, fue su última aportación, "Mother" ("Posesión maldita" en España), pasaron siete más. De siete en siete. Mmmmh, me temo que a estas alturas ya se le ha hecho tarde. Entre sus grandes proyectos se encontraba un "biopic" de Miguel Ángel que iba a titularse "The Giant", pero se quedó con las ganas. LaLoggia era un tio con clase, o eso pretendía. En "Lucifer" ("Fear no evil" en su versión original) dirige, escribe el pasteloso guión, compone la rimbombante banda sonora y produce junto a su primo Charles M. LaLoggia. Como dato curioso, mencionar su intervención actoril en la no menos peculiar "El mago de la velocidad y el tiempo". 
Una de las cosas que más perturban de "Lucifer" es su altísimo contenido religioso. Podríamos tildarla de "horror cristiano" y, por el mensaje que gasta, parece que su fin fuera infiltrarse en las líneas enemigas, es decir, las películas de miedo para adolescentes repletas de inmoralidades, táctica esta de la que "Lucifer" se vale y con gusto, sin por ello recurrir a un exceso de sexo y truculencia. En ese apartado la cosa anda justa. Ya se lo decía yo, el LaLoggia este, ¡menudo raro!.
Ha nacido el anticristo, que prepara su regreso a la tierra por la puerta grande. Claro que por ahí rulan tres arcángeles, ocultos tras forma humana, dispuestos a detenerle. Voila!, desde luego no se puede decir que el guión sea un dechado de originalidad. Afortunadamente, este viene plagado de pequeños grandes momentos y de cierta atmósfera inquietante muy conseguida. Cuando hizo "Lucifer", LaLoggia tenía 23 añitos, era un chico ambicioso que apostaba fuerte, y se nota, su película tiene un acabado más que solvente y, según leí, el director de fotografía se inspiró en cuadros de Rembrandt para obtener esa paleta de colores, luces y sombras tan bonita y variada que gasta la jodida. Todo muy "cool", sí, lástima que se vieran obligados a satisfacer a la bárbara audiencia juvenil y a los señores que iban a distribuir y explotar la obra, Avco Embassy. Para los primeros se incluyeron en la trama numerosas secuencias del diablo sufriendo sus años de adolescencia en el insti (aunque ninguno gaste look teenager, precisamente), con abusones y amores juveniles incluidos. Hasta un gracioso -gordito, cómo no- muy cargante, pero que sale poco. Y una banda sonora impuesta a base de grupos punk y new wave del calibre de "Ramones", Richard Hell, "Rezillos", "Boomtown Rats", "Sex Pistols" (muy ridícula pero molona la idea de hacer coincidir la frase "Yo soy el anticristo" berreada por Johnny Rotten con una imagen del prota, todo estoico y vestido de negro negrísimo), "Talking Heads", Patti Smith y "The B-52´s". Vaya lista!. Cierra la peli una canción de regusto heavy-moña-épico firmada por "Trybe". A los otros, los de la guita y la corbata, pues tuvo que contentarles incluyendo un puñado de zombies al final de la peli (con todo, muy potente la escena de la resurrección... aunque estos revividos matan estrangulando,  no devoran entrañas) y un montón de molestos, cantones, cutres y bastante ridículos efectos visuales de rayitos, lásers, estrellitas y colorines, supongo que para otorgar más espectacularidad al conjunto pero que, a la larga, le han hecho mucho daño.
Tampoco evitaremos comentar el notorio grado de homo-erotismo que impregna toda la peli, con escenas de ducha ente aguerridos muchachos (con especial fijación en el macarrilla de la clase y su micro-pene, al que en un momento dado le salen tetas de chica) o los modelitos que me gasta "Lucifer" al final de todo (a lo que tampoco ayuda el horripilante maquillaje). Ya, dicho así parece que se trate de una peli de esas para echarse unas risas, pero no (bueno, solo un poquillo), en realidad "Lucifer" está bastante bien, sí es algo chapas cuando se ponen a religiosear entre lágrimas y sobre actuaciones  pero, como decía, también tiene sus buenos momentos: la secuencia del gimnasio, la accidentada representación de "La pasión" que organiza la iglesia del pueblo, el angustioso drama que sufren los padres del anticristo o a este bebiendo la sangre de un pobre can sacrificado. Aunque el Oscar se lo lleva el acertadísimo emplazamiento donde se desarrolla todo el clímax, el castillo Boldt situado en un tétrico islote. Dice "Imdb" que fue descubrirlo y animarse a rodar una peli de miedo en el. No es para menos. Hoy todavía existe, aunque reformado.
El otro gran punto fuerte de "Lucifer" es su protagonista, Stefan Arngrim, actor infantil convertido a tio raro (y punki en la vida real, tuvo un grupo que hizo algo de ruidillo y tocó junto a los grandes). Con ese físico enfermo, esa mirada morbosa y ese modo de actuar basado en el abuso de tembleques y espasmos, estaba condenado a interpretar pues el tipo de personajes que le han hecho famosillo, el del mismo anticristo y como uno de los punkos malotes de "Curso 1984". Luego ha salido en un montón más de pelis, series y telefilms, incluso estuvo en la del "Equipo A" (haciendo de chalao, claro), pero yo no le sitúo, aunque, según fotos recientes, sigue siendo raro.
Un jovencito Joel Coen ronda por ahí, de cuando se dedicaba a ayudar a montar pelis baratas de terror... justamente como una que yo me sé.

Con todos sus aciertos y desaciertos, "Lucifer" es un pequeño clásico que hay que disfrutar y poseer, aunque sea cometiendo un acto tan pecaminoso y diabólico como descargarla ilegalmente.