viernes, 9 de agosto de 2013

PLUMP FICTION

“Pulp Fiction” fue lo suficiente pelotazo como para que los hacedores de parodias pusieran sus ojos en ella. Y pasados 3 años de su estreno, por fin, a alguien  se le ocurrió hacer un “Spoof” sobre el cine independiente, violento, y  sobretodo, sobre el de Tarantino. El problema es que la idea no se le ocurrió a las majors, si no a una productora bien independiente como es “Rhino Entertainment” más dedicada al mundo de la música, y a editar maquetas de las estrellas, de cuando todavía no eran nadie, como si fueran discos nuevos- dos de los artistas más perjudicados por el sello han sido “The Doors” y “Ice-T”·-. Con esa clase de chanchullos, ya se imaginan la clase de película destinada al mercado domestico que producirían estos piratas…
Así que, con el afán de parodiar “Pulp Fiction” y de reírse de este tipo de cine, “Rhino Entertainment”, y el director Bob Koher, parecen entrar a saco queriendo decir “El cine de Tarantino es una mierda, cualquiera puede copiarlo, y escribir sus diálogos, es lo más fácil del mundo”. Entonces, tras la puesta en escena, vemos que efectivamente, lo que hace Tarantino es muy fácil, cualquiera puede copiarlo, y en definitiva, tiene chispa, pero ningún mérito.
El problema es este “Spoof”, que no sus intenciones. Básicamente y cambiando un par de situaciones y personajes “Plump Fiction” se dedica a ir recreando, plano a plano, las escenas más célebres de “Pulp Fiction”, cambiándole los diálogos por otros supuestamente graciosos. Además, añade a esas escenas, otras en las que parodia  películas como “Asesinos natos”, “Reservoir Dogs” (cambiando a los tipos de “cools” trajes negros por monjas), "Forrest Gump" (¿a santo de qué?) y cosas por el estilo.
El resultado, es el “Spoof” con menos gracia del mundo, porque es que no te ríes ni una vez.
Una hez.
No por la falta de presupuesto,  si no ya por la incapacidad de los guionistas, negados hasta el punto de no hacer un solo dialogo, o un solo chiste merecedor de, siquiera, una sonrisilla. De hecho, lo más gracioso de la película, si es que acaso lo es, es el momento en el que la sosias de Uma Thurman entra en el “Quick Store” de “Clerks”, y allí, unos dependientes, que ni siquiera son los de la película, están hablando sobre pollas. El interior de la tienda es en blanco y negro, así que la tía se va a la puerta, le da a esta un golpe con el culo y exclama: “¡Más presupuesto!”.  Es decir, lamentable.
Con lo cual, por listos, la película les ha salido una puta mierda. Porque si tienes los cojones de hacer una película para reírte de otra, asegúrate de que eres mejor que tu oponente, o al menos, que eres más gracioso. Porque esto es como ir a pegar una paliza al tonto de la clase, y que este, te reviente la cabeza.
Una ful.  No dejo de pensar lo que hubiera sido de esta parodia si la hubieran acogido en su seno gente como los ZAZ, o los Wayans, que por aquellos años estaban en mejor forma.
Sin embargo, Bob Koher, el manazas del director, ha encontrado su camino en el mundo de la televisión, siendo esta su única película, pero habiendo rodado mogollón de capítulos de las series “Hanna Montanna”, “Los magos de Weverly place” o “El mundo según Jim”, por lo que no tiene ninguna pinta de volver a ponerse detrás de una cámara para rodar otra película.
En el reparto decir que asoman, sin ningún atisbo de genialidad ni nada que se le parezca por otro lado, caras conocidas como las de Tim Kazurinski (Sweetchuck en “Loca academia de policía”), Dan Castellaneta (doblador USA de Homer Simpson) Sandra Bernhard (vista en  “El rey de la comedia”  o “El gran halcón”) una Colleen Camp ya entrada en añitos o  Lezlie Deane, abonada al cine de terror, vista en “Pesadilla final: La muerte de Freddy” o “976, El teléfono del infierno” pero que tiene la mala suerte de que trabaja muy poquito.
Como anécdota, decir que como la caratula del vhs es muy parecida a la de “Pulp Fiction”, muchos garrulos incautos la alquilaron pensando que era la de Tarantino y a día de hoy lo siguen pensando, o bien, corrieron al vídeo club a devolverla, alegando que les habían engañado. Cosas que pasan.