
Claro que ahora ha quedado relegado al “Home Vídeo”, prospera empresa que genera más ganancias a la cinematografía local que sus películas para cine, escatimando en su producción hasta el último céntimo.
Y si algo destaco de los “Home Vídeo” es que, hasta ahora, sea cual sea el género a explotar (el de narcos y pandilleros está en auge en la actualidad) suelen ser, a pesar de sus muchas carencias, francamente entretenidos.
En "Atlantis al rescate" se retoma la figura del luchador que no se quita la máscara ni para ir a cagar, pero con muy poco sentido del pop, al contrario de lo que pasaba con aquellas añejas producciones del "Santo" o "Blue Demon". La escasez de medios hace de esta película algo sórdido, a pesar de la ingenuidad que desprende y que está destinada claramente a un público infantil. De hecho, el luchador "Atlantis" se proclama a sí mismo “el amigo de los niños”, sí, como "Espinete". Dice: “Allá donde un niño tenga problemas, allá estará Atlantis”.
La trama es de lo más sencilla. Una banda de mafiosos se dedica a secuestrar mocosos y, lógicamente, "Atlantis" se dedica a rescatarlos y desmantelar la red.
En la escasa hora y veinte que dura, la trama es lo de menos. El director Amado Portillo, con un montón de “Home Vídeos” en su filmografía como suele ser habitual, prefiere rellenar metraje a base de duros entrenamientos interminables pero excelentemente filmados o con eternas escenas -aparentemente reales- de lucha libre en el ring.
Añádanle niñito ciego al argumento y ya tenemos hostias y ñoñería a tutti pleni… pero tremendamente entretenida, y a su modo innovadora, pues, como he dicho antes, esto se aleja mucho de las películas de luchadores enmascarados de antaño… aunque en esencia sea lo mismo.