
Pensando en ello (y cautivado, fascinado y alegre por los derroteros que se marca una compañía que ya desde sus inicios me cayó simpática), anoche decidí ver una de sus películas estandarte, la más entrañable y también una gran “explotation”. RATS.
El título del que se beneficia más, mas, que menos, es WILLARD, aquél peliculón en el que Crispin Glover, completamente chiflado, controla a las ratas del viejo caserón en el que habita.
En Rats, no tenemos a Crispin Glover, pero en su lugar contamos con un chalado de un hospital psiquiátrico, que dice tener telepatía con tan repugnantes roedores y lleva años alimentándolos con carne humana. De hecho, esa carne mas los experimentos científicos a los que fue sometida una de ellas, han hecho de esta un ser asqueroso, repulsivo y enorme, del tamaño de un perro, que dará cuenta en ese hospital, junto con otras ratas mas pequeñitas, pero igual de voraces (y con ojos rojos) de todo aquel que se cruce en su extraño camino, mientras una periodista se infiltra en el hospital haciéndose pasar por loca, con unos fines, de los cuales no acabo de enterarme muy bien cuales son.
Seamos serios, la peli es un porquería, es mas mala que el mismo demonio; una infografía de pena con la que detectamos, sin ningún tipo de problema, cuales son las ratas reales y cuales las falsas, un trama confusa y poco interesante, un descuido general de todo el material dramático… sin embargo, los señores de “Nu Image, saben muy bien que aquél que osa ponerse delante de la tele a ver una película de ratas asesinas, quiere ver eso, ratas comiéndose a toda esa panda de hijos de puta… Y de eso RATS, tiene a raudales, gore brusco, sangre a borbotones, cacas gigantes, descargas eléctricas, una rata gorda y grande de lo más chanante y un Ron Perlman pre-hellboy dándoselas de listo y recibiendo su justo castigo.
A ratos, es tremendamente aburrida, pero al final, cuando acaba, cuando ves que no has dado al avance rápido ni una sola vez, cuando descubres que en los momentos con chica has disfrutado como un enano, le das al stop, y te vas a la cama con un buen sabor de boca, y con mil ojos, no sea que debajo de la cama ande alguno de esos asquerosos roedores.
Y me encanta el rollito mainstream que lleva ahora “Nu image”, y todo por hacer tropecientas malas/buenas películas como esta.
Dirige Tibor Takacs el de LA PUERTA y LECTURAS DIABOLICAS, que a día de hoy sigue a este mismo rollito animalístico y/o catastrofístico y se hace cargo de bodrietes simpáticos como MEGA SNAKE, ARAÑAS DEVORADORAS o N.Y.C.: TORNADO TERROR. Todo un señor director, desde luego.