miércoles, 16 de junio de 2010

EL PAPÁ DE LOS POLLITOS

Ya he dicho en otras ocasiones que el “home vídeo” mexicano está en auge, y como género madre de todas las madres, que te parten la madre, está el de los narcos. Cosa que prueba el último bombazo “Tex-Mex” de divertido título.
No deja de resultarme curiosa esta producción, que a base de pocos medios (video cámara, un par de petardos, escenarios naturales y tropecientos actores) retrata un ambiente del todo ostentoso.
Una familia mafiosa quiere hacerse con el control del narcotráfico a base de metralleta, y usurpando de modo muy violento a la familia que controla el cotarro.
Muy poco que decir. Mucho paliqueo, escenas de acción muy amateur, más paliqueo a base de “guey”, “chingados”, “te parto la madre”, “donde está la feria” “la mota” y “te haré hablar a putos chingarasos, cabrón”, diez minutos de disparos nada envidiables e incluso algún numerito musical en medio, esta gente se permite el lujo de aburrirnos y encima dejarnos a medias, anunciando al final de la película que está inconclusa y próximamente se estrenará la respectiva secuela. Creo que esa ya no la voy a ver.
Lo de “El papá de los pollitos” toma el nombre de un famoso corrido mexicano (corrido es una canción popular) en el que, más o menos, se da este mensaje: Aquí mando yo, y si quieres hacerte grande más te vale que te arregles conmigo o acabarás muerto. Y de esa filosofía, se sacan de la manga dos pelis, que en México se alquilarán como si no hubiera mañana.
El director es Alfonso Lara, siempre en el equipo técnico de productos de la misma índole, que debuta en la dirección con esta película.
Y en el reparto reconozco a Rogelio Guerra, eficaz actor de los “home videos” al que ya pudimos ver en la rara "La mata-viejitas".
Como curiosidad, vale, pero nada más.