Siendo yo una persona a la que le gusta el gore, también me
he dado cuenta de que me gusta dentro de un contexto puramente cinematográfico.
A mí cuéntame una historia y si tiene que haber violencia en ella, que sea bien
gore. Y artesanal a ser posible. Ahora, no me pases un
ultra-gore Alemán,
porque eso es repugnante pornografía, no para cinéfilos, sino para pajilleros
que disfrutan con la sangre y las vísceras. Es decir; me gusta el gore que nos
puede ofrecer, por ejemplo “
Maniac”, pero odio el que nos da “Necromantik”,
por poner un ejemplo, aún gustándome esta película por motivos ajenos al gore
extremo. Incluso, creo que el ultra-gore es un sub-sub-género muy para granudos
adolescentes y terriblemente de los noventa. Vamos, que a estas alturas ya no
solo lo veo anticuado y desfasado, sino que, si además, este gore es generado
por ordenador, apaga y vámonos. Para que hablar, si este, además, está
combinado con la estética de los vídeo- juegos.
Aún así, como la curiosidad mató al gato y sin salirnos de
Europa, descubro al colectivo Italiano –e independiente- Necrostorm,
capitaneado por
Giulio de Santi, que con
las miras puestas en el mercado internacional se rueda en inglés una serie de
películas donde lo que prima es el gore más desopilante, al estilo del ultra-gore
alemán, pero en plan contemporáneo y con la tecnología por bandera. Me llama la
atención este “Hotel Inferno”, así que cojo y lo veo. Se pegan la machada de
asegurar, erróneamente, que se trata de la primera película filmada en primera
persona: La cámara la lleva el protagonista en las gafas, y vamos viendo lo que
él ve. Vamos, como en un videojuego de “matamata”. Una vuelta de tuerca al “
found footage” que quieren darle estos mediterráneos, que en un principio podría
estar bien, pero cansa. Y con el rollo videojueguero ya se lo cargan del todo.
Pero no es
eso lo peor; lo peor es el
gore por el gore, el reventamiento de cerebros, extracción de cabezas
y órganos del que hace gala la película,
totalmente inofensivo –no me vayan a tomar a mí por un retrogrado- pero
tremendamente aburrido, poco original, y como ya he dicho, para
pajilleros.
Un asesino a sueldo es contratado por un excéntrico
millonario para que vaya a un hotel a matar a dos personas, con unas armas arcaicas
en concreto, y pagando una suma prohibitiva, para que triture sus sesos y remueva sus entrañas.
Así, le dan unas gafas para que ellos desde una central puedan ver como se los
carga. Pero, sin dar más explicaciones, tras matar a uno de ellos, una serie de
tipos, unos más monstruosos, otros menos,
empiezan a atacar a nuestro protagonista, que, como es natural, los irá
matando a todos de las formas mas brutas y violentas posibles. Y sin ninguna
imaginación. Como ver a Nacho Vidal atragantando a alguna adolescente con su maltrecha polla.
La cosa es tan aburrida, como ver jugar a un amigo tuyo a su
videojuego favorito, pero a eso hay que añadirle, el afán de provocar que tiene
de Santi, sin conseguirlo en ningún momento. Pura mierda.
Si estos son los derroteros que va a llevar el fantástico
Europeo, mejor me voy a ver la última de Adam Sandler.
Al cabo de los muchísimos visionados que me pego
diariamente, veo montones de películas que no me gustan, pero ninguna que me
guste tan poco como este “Hotel Inferno”. Y es que esta película no es para,
como ya he dicho antes, los amantes del séptimo arte: lo es para esos jóvenes
góticos que quieren llamar la atención en youtube diciendo que son satánicos y
que se van a suicidar; en definitiva, para la puta morralla.
Ahora, es sorprendente, como se impone el arte digital en el
cine independiente – casi amateur, paradójicamente-. Las cotas de perfección
del gore infográfico, son ya asombrosas y, sin embargo, accesibles para
cualquiera, lo que me da mucho, mucho miedo. No obstante, si te fijas bien, se
nota que es infografía… pero he de reconocer, que está tan perfeccionada, que
en un principio, y gracias a la decapitación que abre la película (y que le
gusta tanto a los patanes de sus responsables, que luego la vuelven a mostrar
en la película por segunda vez), no sabía si estaba viendo una película de
ficción, o un documental de Narcos Mexicanos y sus películas “Snuff” reales.
Sea como sea, puta basura.
Giulio de Santi, que podría usar su pericia con los F/X
infográficos, que también llevan su firma, para productos un poco más
interesantes, también ha puesto las imágenes al servicio de esta en otra
película anterior “Teater City” y se ve que a los pajillerros les gusta, así
que tendremos “Necrostorm” para rato.