Este año en el Festival de Sitges voy a ver muy poco cine (como cada nueva edición), pero lo poco que vea será reseñado en este vuestro/nuestro querido blog. Ayer noche me zampé la primera de las llamadas Midnight Extreme, sesiones dedicadas a la proyección de varios títulos más o menos catalogables de extremos, o gore o... muy de genero, en definitiva.
"Smash Cut" prometía mucho, pues se trata de un tributo absoluto a Herschell Gordon Lewis, padre del gore con "Blood Feast" o "2000 Maníacos" y actor en esta ocasión (imita/parodia el aviso previo al contenido del film, tal que hiciera Thomas Wood en "Blood Feast" -o su trailer-, solo que en esta ocasión no debería causarlo el exceso de sangre y violencia, sino la baja capacidad que tiene "Smash Cut" de aportar algo potable). De hecho, el mismo H.G.Lewis in person fue quien introdujo la película ayer noche, intentado sacarle algo bueno. Supongo que no soy muy amigo de las comedias gore... pero es que aún lo soy menos de las comedias gore que no hacen reír, y los niveles de sangre y mutilaciones que muestran es mas bien escaso. "Smash Cut" está entre esas. Un director de cine de terror acabado, descubre cómo utilizando sangre real -y extremidades amputadas auténticas- se siente más realizado, ello le acabará conduciendo a la locura y matando a todo quisqui (o al tipo de personajes que, por lo visto, un realizador exploitation está obligado a detestar: críticos petulantes, video-artistas, ejecutivos, inversores... ¡y público!).
La única gracia de "Smash Cut" es su continua alusión a aspectos del universo real y fílmico de Herschell Gordon Lewis, el detective prota es idéntico al de "The Gore Gore Girls", la idea de base, y una secuencia en concreto, son puro "Color me blood red", la música, la estética, el look... lástima que también los defectos (los muchos defectos) del cine de Lewis se recrean, pero sin la gracia y el encanto de la obra original. Encima, los dos guiños actoriles del reparto, David ("La última casa a la izquierda") Hess y Michael ("Las colinas tienen ojos") Berryman resultan patéticos.
"Smash Cut", además de nada divertida, y menos gore de lo que prometía, es aburrida, monótona, sosa y deprimente.
La siguiente fue "The hills run red", primero anunciada como "torture porn" y luego como "Slasher". Se trata de una producción "Dark Castle" (aunque solo vemos a Joel Silver en tareas de producción) cuyo fin es homenajear el cine de acuchillamientos de los ochenta. No se si el mal sabor de boca que me dejó "Smash Cut" contribuyó a la buena impresión que acabé llevándome de este film, que de no haber visto en Sitges en un cine -proyectado en dvd, eso si- habría terminado alquilando y, seguramente, disfrutando moderadamente.
Un fan del cine de terror está obsesionado con un slasher oscuro del que solo se puede ver el trailer (muy deudor de "Thanksgiving" y la cargante estética "Grindhouse"... creo que rula por youtube), así que decide investigar al respecto con el fin de localizarlo y verlo. Se pone en contacto con la hija del desaparecido director (Sophie Monk, una auténtica morritos calientes que lo enseña casi todo y... bueno, quita el hipo) y, junto a su adúltera novia y su "amigo", parte en busca del bosque donde se rodó y la cabaña que habitaba el autor del ignoto film (interpretado por un adecuado William Sadler). Ni que decir que un psycho-killer enmascarado de chanante aspecto les pisa los talones.
El arranque de "The hills run red" es mejor que el desenlace, y es una lástima. Logran engancharte desde un buen principio, y te van alegrando la vista a ratos con un poco de gore burro (eso si, en CGI y muy muy Hollywoodiense tipo B) y sutiles guiños al género de asesinos enmascarados. Entonces aterrizamos en el tercer acto y la cosa se desmadra... sí, mucho grito, mucho sufrir, alguna tortura, bastante líquido rojo... la histeria propia del desenlace de "La matanza de Texas", pero estilizada y cargante.
De todos modos, la peli se aguanta bien, entretiene bastante y es perfectamente visible.