Extraña película semidocumental mexicana que haría las delicias de los amantes del cine quinqui, la cual no añaden a sus listas de películas del género, simplemente, porque no la conocen.
Se trata de un film de marcado contenido social —y ya sabemos que cuando se trata del contenido social se está a un paso de rozar el sensacionalismo— que nos muestra, en una combinación de lo más marciana, como vive la gente de los barrios más pobres de México D.F. al mismo tiempo que intercala estas duras imágenes con otras de varios conciertos en directo de diferentes grupos de rock (y hasta punk) de la escena local de los 80. Supongo que esta combinación responde al gusto que puedan tener esas zonas marginadas por la música rock, váyanse ustedes a saber…
La cosa es rodar la miseria tal cual les va viniendo a los cineastas, así, vemos niños conviviendo con ratas, parejas teniendo sexo a la intemperie sin importar la reacción de los viandantes, o jóvenes delinquiendo ante las cámaras, entre otros dramas. Lo que sucede, es que todas esas imágenes rodadas a lo cinema verité se nos presentan manipuladas, es decir, que hay una dirección y una ficción; es gente marginal real, pero actúa ante la cámara en según que momentos, a petición del director que cuenta con un guion previo. Sin embargo, lo que vemos no llega a ninguna parte porque, aun ficcionadas, esas escenas no pretenden contar ninguna historia. Simplemente es una colección de escenas que se nos presentan entre concierto y concierto con el fin exclusivo de retratar esa marginalidad.
No está mal. Un intento por hacer algo entre la denuncia y lo experimental que, por dinamismo, nos tragamos sin mayores aspavientos, y que incluso disfrutaremos gracias a la tosquedad de lo que intuyo que son 16 mm — o al menos, lo disfrutarán aquellos que aprecien este tipo de ornamentos—, la estética pobretona y las canciones de los grupos filmados que, algunas, son muy graciosas.
Por otro lado, creo que es una película tirando a chunga en la que en su México natal se la toma demasiado en serio. Se trata de un film que, rozando lo amateur, tiene mucho tirón entre los estudiantes de cine, y es una película a la que recurre el personal docente como ejemplo narrativo, o sea, que es una película que está bien considerada entre las instituciones mexicanas, a pesar de la pobreza de medios con la que es evidente que se rodó.
Se ve que, aunque firmada por un director, Paul Leduc, se trata de un trabajo conjunto del denominado CREA (Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud )en cuya dirección participaron otros directores, causándose polémica al respecto cuando uno de ellos, Jorge Carrasco, pidió que su nombre fuera retirado de los créditos tras renegar de ella, según este, porque los trozos ficcionados en los que la gente que se retrata actúa, se alejaban notablemente del concepto documental que estaban rodando en un principio. Un lío.
Por lo demás, “¿Cómo ves?” es una película de culto entre la intelectualidad mexicana y, supongo, un documento de interés para los amantes del movimiento popularmente conocido allí como “Rock en Español”, porque las escenas de los conciertos que sirven para enlazar unas secuencias con otras, documentan una música y una época que será de interés general, amén de ver a la peña malviviendo y delinquiendo, que eso es siempre muy morboso.
...¡AH! y FELIZ AÑO NUEVO!