Desde luego, y aunque los críticos se rompan las vestiduras, el hecho de hacer una película muda imitando todos los aspectos del cine mudo, puede hacernos gracias, pero no es ni original ni novedoso; el cine amateur rodado en súper 8, tira de este rollo cada dos por tres (de hecho, uno de mis pocos cortos en súper 8 imita el cine mudo) y recordemos que Mel Brooks ya hizo lo mismo, aunque en color en LA ULTIMA LOCURA.
Es más, el hacer en estos tiempos que corren una película muda, es un snobismo de tres pares de cojones, así que en un principio, THE ARTIST, no era santo de mi devoción. Ahora, cuatro factores han sido decisivos a la hora de enfrentarme a ella; el trailer, me dejó boquiabierto. Un trailer tremendamente efectivo; El hecho de que la gente, tras verla, sale de la sala emocionada, e incluso bailando; y por ultimo, la autoría del director Michel Hazanavicius, responsable de dos “Explotations” bastante infectas de las pelis de James Bond facturadas en el nuevo milenio, que pasaron por nuestras salas con más pena que gloria: OSS 117: EL CAIRO, NIDO DE ESPÍAS y OSS 117: PERDIDO EN RIO. Con semejante curriculum, y a pesar de que esta película es carne de “gafapastosos” que no saben del reciente pasado del director, ni seguramente de cine mudo, me decidí a verla. Y efectivamente, es una pasada de peli. Pero ¡ojo!, no es una obra maestra como hay quien afirma en la prensa. Es una película muy bonita, muy entretenida y que destila un amor por el cine (¡¡Americano!! No confundirse…), que es el que ha hecho que me caiga tan simpática.
Favorita para las nominaciones en la carrera de los Oscar, no es ni de lejos un peliculón mítico y memorable, pero visto lo visto es de lo mejor que este año ha ofrecido la cartelera, pero, aunque bonita, no es para tanto. Pero es que la gente no está acostumbrada a ver cine, y cuando sale algo majo, pues ale, a fliparlo en colorines.
Ahora bien, huelga decir que sin ser fan del cine mudo, si que lo soy de Harold Lloyd (como Jackie Chan) y estoy acostumbrado a ver cine mudo, por culpa del de las gafitas y la mano de goma, EL HOMBRE MOSCA, ¡AY QUE ME CAIGO! y otras tantas.
Vamos con la peli.
George Valentin, es una estrella de cine mudo (que curiosamente, es estrella en películas de género), portador de un desmesurado ego y una gran fortuna, que conoce a una chica aspirante a actriz llamada Peppy Miller, a la cual, por simpatía, abre camino en la industria cinematográfica. Con la llegada del cine sonoro, aumenta la popularidad de la chica, mientras que, lógicamente, desciende la de Valentin, con lo que, es despedido del estudio para el que trabaja. Este, en un alarde de megalomanía y sin tomarse demasiado en serio el cine sonoro, gasta toda su fortuna en una súper producción muda, que obviamente, con el sonoro ya impuesto, le deja en la ruina. El resto… sería contar el desenlace.
Aunque procedente de Francia, la película está rodada en inglés (pero no oímos los diálogos ¡Ja!) y cuenta con mogollón de estrellas americanas en su reparto, como puedan ser Penelope Anne Miller, James Cromwell, John Goodman o Malcolm McDowell.
Bien, una historia sencillita, que gracias al buen hacer de Hazanavicius y la honestidad que desprende el film desde un principio (simplemente un homenaje al cine mudo), engancha, cautiva y se deja disfrutar durante todo el metraje. Pero el éxito de la película, no radica en su propuesta, si no en la presencia de Jean Dujardin, al que hemos visto haciendo de LUCKY LUKE y en las dos entregas de OSS117, enorme (por tamaño) actor gabacho que para la ocasión se deja de dar ostias y pegar tiros, y se le caracteriza con un look absolutamente deudor de los galanes del cine mudo, se antoja lo mejor de la película con su desmesurada interpretación. Desde luego, el personaje se presta a la desmesura.
Por lo demás, lo agradable de la película, lo sencillito del argumento y, por raro que parezca teniendo en cuenta el tipo de público para el que es reclamo, su falta de pretensiones, hacen el resto.
Muy maja.
viernes, 30 de diciembre de 2011
EL SER
William Osco, o Bill Osco, o Mr.Osco, es un personaje muy curioso e interesante cuya principal -pero no única- tarea en esto del séptimo arte era producir. A él debemos una de las primeras películas porno con argumento, "Mona: The Virgin Nymph" (que tuve ocasión de ver gracias a una colección editada en España y sorprendía lo tosca, cutre y chapucera que era... en el buen sentido), la famosa y divertida "Las aventuras de Flesh Gordon", seguida de la menos lograda pero curiosa "Alicia en el país de las pornomaravillas". Cansado de sexo, a inicios de los 80 el amigo Bill lo intenta en el exploitation, y lo hace de la mano de su -por entonces- mujer Jackie Kong en funciones de directora. De esta asociación nacen cuatro films, "El Ser", la descerebrada "Patrulla de noche" (que quiero revisar, en su época me molaba mucho), la más famosa y lograda del pack, "Blood Diner/Fonda Sangrienta" y la peor, "Loca academia de maleantes". Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de la señora Kong, y William Osco anduvo activo hasta el año 2008.
"El Ser" me pilló en pleno vendaval Kong. Lo había flipado mucho con "Fonda Sangrienta" y "Patrulla de noche" por lo que, en un intento de mero completismo, la alquilé ilusionado, llevándome la consiguiente hostia padre. La peli de marras (que por cierto, era el debut en la dirección de la muchacha) resultó ser una chapa insufrible. De hecho, me quedé totalmente roque durante su visionado y la di por imposible.
Pasados un buen porrón de años, decidí volver a verla ayer noche y aunque esta vez no me dormí, comprendo perfectamente por qué me decepcionó tanto en su momento. A ver, la trama es mínima y totalmente sobada... un monstruo, resultado de alguna extraña mutación propiciada por unos desechos radioactivos, causa el terror en un pueblo. Ni más, ni menos. Un detective se encargará de pararle los pies entre bostezo y bostezo. Sí, hay algo de gore, sí, hay unas pocas tetillas, sí, hay humor voluntario (aunque no especialmente inspirado), sí, el monstruo es un señor disfrazado bastante pobremente.... etc, etc... pero la ausencia total de garra o de brío, hacen que el visionado solo pueda efectuarse si antes te has tatuado la "p" de paciencia entre ceja y ceja.
Y como suele pasar en esto del cine de bajo presupuesto, lo más interesante está detrás de las cámaras. A la presencia de Bill Osco como productor, debemos añadir su protagonismo absoluto, escudado tras el alias de Rexx Coltrane. Por cierto, el colega aprovecha para vengarse un poco de todos esos "vigilantes de la moral" que, supongo, le darían la murga en su época de pornógrafo, haciéndolos aparecer en "El Ser" como unos hipócritas y como, obvio, carne de monstruo. Pero la cosa no termina ahí, contamos también con la participación de tres actores en plena decadencia, José Ferrer, Dorothy Malone y Martin Landau. Este último resulta especialmente gracioso, ya que en un momento dado se enfrenta al bicho del título, un muñeco inanimado de dudosa factura. Años después repetiría la hazaña, aunque en esa ocasión con intenciones paródicas, en la maravillosa "Ed Wood" de Tim Burton, donde Landau hizo una genial recreación de Bela Lugosi (que le valió el Oscar), incluida la titánica lucha con un pulpo de goma para el film "Bride of the monster". Ya entonces, el actor afirmaba entender perfectamente el caso Lugosi, en referencia a ese descenso a los infiernos del zetismo que él mismo había padecido (¿estaría pensando en "El Ser" cuando dijo eso?).
Pero dejando todas estas paparruchas fricosas a un lado (y sin contar la estupendamente falsa y cutre caratula Española), "El Ser" es un tochito de mucho cuidado que no recomiendo más que a curiosos y fans muy fans dispuestos a todo con tal de ver monstruos y un poco de sangre.
"El Ser" me pilló en pleno vendaval Kong. Lo había flipado mucho con "Fonda Sangrienta" y "Patrulla de noche" por lo que, en un intento de mero completismo, la alquilé ilusionado, llevándome la consiguiente hostia padre. La peli de marras (que por cierto, era el debut en la dirección de la muchacha) resultó ser una chapa insufrible. De hecho, me quedé totalmente roque durante su visionado y la di por imposible.
Pasados un buen porrón de años, decidí volver a verla ayer noche y aunque esta vez no me dormí, comprendo perfectamente por qué me decepcionó tanto en su momento. A ver, la trama es mínima y totalmente sobada... un monstruo, resultado de alguna extraña mutación propiciada por unos desechos radioactivos, causa el terror en un pueblo. Ni más, ni menos. Un detective se encargará de pararle los pies entre bostezo y bostezo. Sí, hay algo de gore, sí, hay unas pocas tetillas, sí, hay humor voluntario (aunque no especialmente inspirado), sí, el monstruo es un señor disfrazado bastante pobremente.... etc, etc... pero la ausencia total de garra o de brío, hacen que el visionado solo pueda efectuarse si antes te has tatuado la "p" de paciencia entre ceja y ceja.
Y como suele pasar en esto del cine de bajo presupuesto, lo más interesante está detrás de las cámaras. A la presencia de Bill Osco como productor, debemos añadir su protagonismo absoluto, escudado tras el alias de Rexx Coltrane. Por cierto, el colega aprovecha para vengarse un poco de todos esos "vigilantes de la moral" que, supongo, le darían la murga en su época de pornógrafo, haciéndolos aparecer en "El Ser" como unos hipócritas y como, obvio, carne de monstruo. Pero la cosa no termina ahí, contamos también con la participación de tres actores en plena decadencia, José Ferrer, Dorothy Malone y Martin Landau. Este último resulta especialmente gracioso, ya que en un momento dado se enfrenta al bicho del título, un muñeco inanimado de dudosa factura. Años después repetiría la hazaña, aunque en esa ocasión con intenciones paródicas, en la maravillosa "Ed Wood" de Tim Burton, donde Landau hizo una genial recreación de Bela Lugosi (que le valió el Oscar), incluida la titánica lucha con un pulpo de goma para el film "Bride of the monster". Ya entonces, el actor afirmaba entender perfectamente el caso Lugosi, en referencia a ese descenso a los infiernos del zetismo que él mismo había padecido (¿estaría pensando en "El Ser" cuando dijo eso?).
Pero dejando todas estas paparruchas fricosas a un lado (y sin contar la estupendamente falsa y cutre caratula Española), "El Ser" es un tochito de mucho cuidado que no recomiendo más que a curiosos y fans muy fans dispuestos a todo con tal de ver monstruos y un poco de sangre.
jueves, 29 de diciembre de 2011
LA MANSION DEL TERROR SE JACTA DE HABER LEIDO "MALAS PERO DIVERTIDAS"
Oscar y Ángel de "La mansión del terror", famoso blog mutado actualmente a portal, me entrevistaron el pasado Lunes a propósito de "Malas pero divertidas" ("Raima ediciones"), y a la espera de que entrevisten a los otros dos cafres que se encargan de este blog y que escribieron el libro, aquí les remito a su portal dedicado al cine de terror y derivados. Pinchen ustedes aquí.
KUNG FU PANDA
Dreamworks Animation es la productora de Spielberg para películas animadas en 3D. Sus inicios no fueron muy bollantes, Antz era una película para niños con Woody Allen de protagonista, algo que no cuajo. La siguiente, El príncipe de Egipto, era una película bíblica para niños, que aquí no es que se estilen mucho pero en los USA hay cientos de producciones (de baja calidad) para campamentos ultra-religiosos donde lavan el cerebro a los chavales, así que pensaban tendría algo de éxito, y puede que si, pero yo me aburrí como una ostra en el cine. Le siguieron Chiken Run y Ruta hacia el Dorado. Con Sherk dieron el pelotazo aunque era una parodia que al final acaba como de lo que se reían (ergo una película hipócrita, aunque divertida, no así sus secuelas) Luego vinieron mas y mas porquerías (con la excepción de la película de Wallace y Groomit que produjeron) hasta que en 2008 sacaron esta Kung Fu Panda. Después en 2010 volvieron a dar la campanada con Como entrenar a tu dragón, pero volvamos a la que nos ocupa.
El guión de esta película podría estar perfectamente preparado para una película con actores reales en la cual el protagonista debería de ser si o si Sammo Hung, yo al menos mientras la veía ayer, cada vez que veía al panda veía al actor chino, y eso que en la versión original era Jack Black quien le ponía la voz, y sino estoy equivocado aquí en España Florentino Fernández. Al que se le agradece no meta ningún chascarrillo suyo, al contrario de lo que paso con la patética El Espantatiburones, también de Dreamworks Animation, con Fernando Tejero y su versión del portero de aquí no hay quien viva, lamentable.
Po es un panda que sueña con convertirse en un maestro de Kung Fu. Idolatra a los 5 furiosos, la tigresa, la grulla, la serpiente, el mono y la mantis. Pero Po no tiene un cuerpo atlético, es un panda, además su padre, un pato, dueño de un local de sopa de fideos, desea con toda su alma que su hijo herede el negocio. Pero todo cambia el día que se va a elegir al guerrero del dragón. Por accidente, Po es nombrado con tal gran honor, no estando de acuerdo ni el maestro Sifu ni los 5 furiosos. Así que lo primero es hacerle la vida imposible a Po, lo intentan echar como sea. Los entrenamientos iniciales no son mas que eso, una forma de que Po se rinda, pero la cabezoneria del panda, mas que la necesidad apremia, porque el antiguo alumno de Sifu que se volvió malote, ha escapado de su prisión y va al valle a cobrar venganza, hacen que Sifu se replantee entrenar en serio a su nuevo alumno.
Mientras los 5 furiosos, desobedeciendo a su maestro, van a enfrentarse al malo, Sifu y Po entrenan de la única forma por la que el panda se menea, con comida. Estas escenas son las típicas de las películas de Kung Fu con maestro y alumno, y siempre como en esas cintas, de lo mejor del filme. Luego llega el enfrentamiento final, no sin antes haber desvelado el secreto del pergamino de Dragón, en el que el protagonista sale victorioso como era de esperar.
Es entretenida, y perfectamente visible tanto para menores como para los adultos. No es la panacea, pero esta bien y como digo sigue el esquema habitual de las peliculas de Kung Fu, mas la típica moralina para los niños, que afortunadamente en este caso no chirría en exceso.
IMPACT
Aunque no soy muy amigo de la series de televisión, "Impact" cumplía unos requisitos mínimos para que hiciera una excepción. Por un lado su género "catastrofista", con una de mis tramas favoritas: "Objeto gordo apunta a la tierra". Por otro, que se trataba de una mini-serie de tan solo cuatro capítulos. Y oiga, así sí puedo intentarlo, ¿no?.
De entrada, ves el título y el cartel y dices "Otra vez el rollo del meteoro que choca contra nuestro planeta". Pero no, la gracia de "Impact" está en el giro que aporta, ofreciendo ciertas dosis de sabrosa originalidad: Lo que se estrella no es exactamente un meteoro, sino los residuos de una "enana negra" (un astro muerto, más o menos). Y no se la da en la tierra, sino en la luna. El mazazo es tal, y la densidad del objeto tan enorme, que de pronto nuestro satélite cambia de órbita. Si eso ya es un problema para las mareas u otras cuestiones conocidas, la cosa áun se agraba más cuando resulta que, empujada por el peso del cacho de "enana negra" sepultado en su interior, la luna ira dando vueltas a nuestro alrededor acercándose más en cada órbita... hasta estrellarse contra nosotros y pulverizarnos sin remedio.
No me digan que no se les pone morcillona con una idea tan cojonuda. Claro, al acercarse tanto, los campos magnéticos de ambos cuerpos (tierra y luna) chocan entre sí, creando espectaculares levitamientos de objetos pesados, ya sean enormes barcos de carga (y no veas el hostión cuando cae), coches o personas. Encima, los putos militares llevan a cabo su plan de emergencia y empeoran las cosas, adelantando la fecha del impacto. Es momento de jugársela a una carta y para ello, hay que ir a la luna... donde, por cierto, uno ya no da saltitos y se eleva, la densidad del intruso hace que moverse allá sea incluso más pesado que moverse aquí (sobre todo si eres un perraco).
El caso es que ayer noche me zampé esto de un tirón y sin pestañear. Según Imdb, cuatro horacas de telefilm que me pasaron bastante rápidamente (aunque yo diría que fueron tres) repartidas en dos cachos. Me entretuvieron, me impresionaron (más que por efectos, que son correctos, por conceptos) y casi me emocionan y todo. Reconozco que el primer macro-capítulo funciona mejor, tiene más ritmo y está todo mejor entrelazado. Al segundo le sobran momentos lacrimógenos, que ya están bien, pero no en dósis tan extremas. La ñoñería excesiva hace peligrar al conjunto... sin llegar a herirle mortalmente. El protagonismo de la buenorra Natasha Henstridge le da mucho color, todos lo hacen bastante bien y, en fin, aunque peca de ingenuo y moralista (los malos son las personas egoistas, y al final todos se vuelven buenos, ya no solo individuos, sino países enteros), no deja de ser un producto televisivo así que, ¿qué esperaba?.
Recomendada para pasar sanamente la tarde del Domingo, especialmente si, como yo, eres devoto del tema.
De entrada, ves el título y el cartel y dices "Otra vez el rollo del meteoro que choca contra nuestro planeta". Pero no, la gracia de "Impact" está en el giro que aporta, ofreciendo ciertas dosis de sabrosa originalidad: Lo que se estrella no es exactamente un meteoro, sino los residuos de una "enana negra" (un astro muerto, más o menos). Y no se la da en la tierra, sino en la luna. El mazazo es tal, y la densidad del objeto tan enorme, que de pronto nuestro satélite cambia de órbita. Si eso ya es un problema para las mareas u otras cuestiones conocidas, la cosa áun se agraba más cuando resulta que, empujada por el peso del cacho de "enana negra" sepultado en su interior, la luna ira dando vueltas a nuestro alrededor acercándose más en cada órbita... hasta estrellarse contra nosotros y pulverizarnos sin remedio.
No me digan que no se les pone morcillona con una idea tan cojonuda. Claro, al acercarse tanto, los campos magnéticos de ambos cuerpos (tierra y luna) chocan entre sí, creando espectaculares levitamientos de objetos pesados, ya sean enormes barcos de carga (y no veas el hostión cuando cae), coches o personas. Encima, los putos militares llevan a cabo su plan de emergencia y empeoran las cosas, adelantando la fecha del impacto. Es momento de jugársela a una carta y para ello, hay que ir a la luna... donde, por cierto, uno ya no da saltitos y se eleva, la densidad del intruso hace que moverse allá sea incluso más pesado que moverse aquí (sobre todo si eres un perraco).
El caso es que ayer noche me zampé esto de un tirón y sin pestañear. Según Imdb, cuatro horacas de telefilm que me pasaron bastante rápidamente (aunque yo diría que fueron tres) repartidas en dos cachos. Me entretuvieron, me impresionaron (más que por efectos, que son correctos, por conceptos) y casi me emocionan y todo. Reconozco que el primer macro-capítulo funciona mejor, tiene más ritmo y está todo mejor entrelazado. Al segundo le sobran momentos lacrimógenos, que ya están bien, pero no en dósis tan extremas. La ñoñería excesiva hace peligrar al conjunto... sin llegar a herirle mortalmente. El protagonismo de la buenorra Natasha Henstridge le da mucho color, todos lo hacen bastante bien y, en fin, aunque peca de ingenuo y moralista (los malos son las personas egoistas, y al final todos se vuelven buenos, ya no solo individuos, sino países enteros), no deja de ser un producto televisivo así que, ¿qué esperaba?.
Recomendada para pasar sanamente la tarde del Domingo, especialmente si, como yo, eres devoto del tema.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
TENGO 17 AÑOS
A parte de los rasgos meramente populares, existe una gran diferencia entre el cine español de ahora y el facturado antes de 1988; el filtro. ¿Qué es el filtro? Pues nada específico. Es algo más bien onírico, pero palpable al mismo tiempo. Verán, cuando vemos una película española actual (y subvencionada), esta tira para atrás, hablando, ya no solo de argumentos, si no esta vez de aspectos técnicos, en parte por ese agrio y grisáceo “filtro” (imaginario) que hace que se note que la película es española. Y te entran las ganas de vomitar, no ya porque Juan Diego Botto no sepa actuar o por los diálogos de vergüenza ajena, si no por ese repugnante aspecto que se gasta la imagen y el look impostado.
Así, con las mismas que digo que el cine Español actual es el peor cine del mundo, digo también que pocas cinematografías son mejores que la nuestra cuando el cine era cosa de inversores inmobiliarios. Y cuando había súper producción, había súper producción. Había un dinero en la película, no como ahora que se gastan lo mínimo en esta, para invertir el grueso en la cocaína que consume el equipo.
Como muestra, sin ir más lejos esta "Tengo 17 años", película-vehículo para lucimiento de Rocío Dúrcal en su etapa adolescente, que bailaba bien, cantaba mejor, y encima, estaba más buena que el pan, y al contrario que Maribel Verdú, no tenía que mostrar sus asquerosas tetas para triunfar.
A ver: No existe una sola película española actual que tenga la factura técnica que tiene esta película. Con un scope glorioso, un tecnicolor que duele a la vista de lo bueno que era, y unos decorados para según que numeritos musicales, en la primera mitad de "Tengo 17 años", que poco o nada tienen que envidiar a un "West Side Stort", o cualquier musical Hollywoodiense de la época. Y digo la primera mitad, porque el resto transcurre en un pueblo – Claro es que después de todo estamos en España, donde tira más un chorizo que el caviar- y ya entre vacas, cerdos y cabras, el nivel de espectáculo cede. Pero es igual, porque el tempo, dirección y montaje es inmejorable. Que aprenda Ricardo Santiago.
Así pues, tras la pataleta, vamos al filme en cuestión.
Rocío, que aspira a irse de gira con una compañía de teatro amateur, decide robar la pitillera de su padre para empeñarla y conseguir el dinero que necesita. En su casa pija, echan la culpa a uno de los criados, y tras confesar Rocío el delito, ni la policía ni su madrastra la creen, por lo que a base de autoestop y de mentiras, esta se escapa y llega a un pueblo, donde se cuela en la casa de un abuelo con su hijo y los cinco nietos, alfareros obsesionados con la formula química con la que podrán hacer el color Bermellón para pintar sus vasijas, que a cambio de que les haga la comida (que cocine, nada que ver con las felaciones…) y les planche la ropa, le dejarán cobijarse allí, mientras surge el amor por un lado, y una gran amistad con esa gente por el otro.
En definitiva, se trata de una versión muy “Sui Generis” del cuento de “Blancanieves y los siete enanitos”. Pues a estas alturas, y con casi 50 años de antigüedad, y si hacemos caso omiso del extremo nivel de ñoñería del que hace alarde la película, la verdad es que "Tengo 17 años", es una comedia romantico-músical que ha envejecido muy bien, que está muy poco trasnochada (los paletos del pueblo visten como los modernos actualmente); donde los actores son profesionales y no chirrían (no como los de ahora), y que se queda en el subconsciente de por vida. Verán, de pequeño esta película me gustaba mucho, la tenía en betamax y la consumía regularmente. Pero puede hacer fácil 25 años que no la veo, y anoche incluso soltaba diálogos durante el visionado. Vamos, que me acordaba de todo, como si se tratara de "E.T. El extraterrestre" o "Gremlins", y eso sin que hiciera efecto en mí el factor nostalgia, pues en años posteriores a la infancia, lo que tocaba era renegar de estas películas, hasta ahora que me hago mayor y las reivindico.
Muy maja, y sobretodo, muy bien hecha.
En el reparto divisamos, jovencísimos, a Pedro Osinaga, Emilio Gutiérrez Caba o Ricardo Palacios, gordo como una sabandija, en un simpático papel, con puyita incluida para los gafapastas de la época (si se dignan en verla, sabrán a que me refiero).
Dirige con MAESTRÍA, José María Forqué, papá de Verónica Forqué y productor y director de montones de clásicos de nuestra cinematografía.
Así, con las mismas que digo que el cine Español actual es el peor cine del mundo, digo también que pocas cinematografías son mejores que la nuestra cuando el cine era cosa de inversores inmobiliarios. Y cuando había súper producción, había súper producción. Había un dinero en la película, no como ahora que se gastan lo mínimo en esta, para invertir el grueso en la cocaína que consume el equipo.
Como muestra, sin ir más lejos esta "Tengo 17 años", película-vehículo para lucimiento de Rocío Dúrcal en su etapa adolescente, que bailaba bien, cantaba mejor, y encima, estaba más buena que el pan, y al contrario que Maribel Verdú, no tenía que mostrar sus asquerosas tetas para triunfar.
A ver: No existe una sola película española actual que tenga la factura técnica que tiene esta película. Con un scope glorioso, un tecnicolor que duele a la vista de lo bueno que era, y unos decorados para según que numeritos musicales, en la primera mitad de "Tengo 17 años", que poco o nada tienen que envidiar a un "West Side Stort", o cualquier musical Hollywoodiense de la época. Y digo la primera mitad, porque el resto transcurre en un pueblo – Claro es que después de todo estamos en España, donde tira más un chorizo que el caviar- y ya entre vacas, cerdos y cabras, el nivel de espectáculo cede. Pero es igual, porque el tempo, dirección y montaje es inmejorable. Que aprenda Ricardo Santiago.
Así pues, tras la pataleta, vamos al filme en cuestión.
Rocío, que aspira a irse de gira con una compañía de teatro amateur, decide robar la pitillera de su padre para empeñarla y conseguir el dinero que necesita. En su casa pija, echan la culpa a uno de los criados, y tras confesar Rocío el delito, ni la policía ni su madrastra la creen, por lo que a base de autoestop y de mentiras, esta se escapa y llega a un pueblo, donde se cuela en la casa de un abuelo con su hijo y los cinco nietos, alfareros obsesionados con la formula química con la que podrán hacer el color Bermellón para pintar sus vasijas, que a cambio de que les haga la comida (que cocine, nada que ver con las felaciones…) y les planche la ropa, le dejarán cobijarse allí, mientras surge el amor por un lado, y una gran amistad con esa gente por el otro.
En definitiva, se trata de una versión muy “Sui Generis” del cuento de “Blancanieves y los siete enanitos”. Pues a estas alturas, y con casi 50 años de antigüedad, y si hacemos caso omiso del extremo nivel de ñoñería del que hace alarde la película, la verdad es que "Tengo 17 años", es una comedia romantico-músical que ha envejecido muy bien, que está muy poco trasnochada (los paletos del pueblo visten como los modernos actualmente); donde los actores son profesionales y no chirrían (no como los de ahora), y que se queda en el subconsciente de por vida. Verán, de pequeño esta película me gustaba mucho, la tenía en betamax y la consumía regularmente. Pero puede hacer fácil 25 años que no la veo, y anoche incluso soltaba diálogos durante el visionado. Vamos, que me acordaba de todo, como si se tratara de "E.T. El extraterrestre" o "Gremlins", y eso sin que hiciera efecto en mí el factor nostalgia, pues en años posteriores a la infancia, lo que tocaba era renegar de estas películas, hasta ahora que me hago mayor y las reivindico.
Muy maja, y sobretodo, muy bien hecha.
En el reparto divisamos, jovencísimos, a Pedro Osinaga, Emilio Gutiérrez Caba o Ricardo Palacios, gordo como una sabandija, en un simpático papel, con puyita incluida para los gafapastas de la época (si se dignan en verla, sabrán a que me refiero).
Dirige con MAESTRÍA, José María Forqué, papá de Verónica Forqué y productor y director de montones de clásicos de nuestra cinematografía.
EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS
¿Quien no ha visto ya esta película? ¿Quien no conoce la expresión Carpe Diem por esta película o el "Oh Capitán, mi Capitán"? Poca gente, y lo peor de todo es que sera gente joven que al ver el titulo o el argumento del filme se eche para atrás. El club de los poetas muertos no es una película sobre poesía (que también) sino una oda a la libertad, el librepensamiento y a esos pasos que damos en la adolescencia que son los que nos llevaran a ser como seremos en el futuro.
La historia empieza cuando se inicia un nuevo curso en una refinado internado masculino. Allí los jóvenes se preparan concienzudamente para ser hombres de provecho el día de mañana, pero todo cambiara con la llegada del profesor Keating, interpretado por un jovencisimo Robin Williams en el que para mi es el papel de su vida. Este profesor el primer día de clase incita a sus alumnos a arrancar el prologo del libro de literatura, ya que en el no hay nada de valor para comprender la poesía. Los jóvenes empiezan a sentir que las clases de literatura no serán como en años anteriores, pero aun no saben como les cambiara la vida. Quedan sorprendidos por las formas del Sr. Keating, así que buscan en su pasado y descubren que era miembro de un club secreto llamado como el titulo del filme. El profesor les explica que su grupo quedaba en una cueva los viernes a la noche para poder escapar durante unas horas del agobiante ambiente de la escuela, y además allí compartían versos y poemas que por una u otra razón les gustaban o transmitían nuevas ideas y valores. Los alumnos del Sr. Keating deciden emular a su maestro y refundan el club. Alentados por sus nuevos conocimientos y la recién descubierta libertad individual de pensamiento, sin tener que seguir las ordenes estrictas de sus padres, dan rienda suelta a sus deseos. Simples deseos como salir con una chica, actuar en una obra de teatro o ir a contracorriente de lo que haga la masa borreguil.
La historia quedaría coja si no hubiera un "enemigo", este es la fuerte disciplina tanto del colegio como de los padres con sus hijos. Ahí es donde se esconde el verdadero drama, con un padre en exceso autoritario que escudándose en que le esta dando a su hijo, unas opciones que el nunca tuvo, lo único que consigue es encarcelarlo en una vida futura que no es deseada, llevándole a un desenlace fatal.
Anoche, así como las otras veces que he visto la película, se me pusieron los pelos de punta con la escena final. Simple, sin florituras, solo unos chicos revelándose contra la autoridad para únicamente hacerle saber a su profesor que les ha cambiado la vida. Sencillamente genial. Aquellos que no han visto el filme, ya están tardando en "vivir el momento".
Acabar esta reseña, solo se puede hacer de una forma, poniéndome en pie y diciendo "Oh Capitán, mi Capitán"
AQUELLAS CARATULAS MARAVILLOSAS (5): EL MUSEO DE LOS HORROIDES (1ª PARTE)
No están aquí por las películas que representan (de hecho, no creo haber visto ninguna). Ni tan siquiera por su posible valor emocional. Están únicamente por ser peculiares.
Algo muy característico en el video-club de nuestras adolescencias, eran las carátulas simple y llanamente mal facturadas, hechas a toda prisa, o con todo desinterés, y con el culo. De ellas iremos hablando cuando surjan, a modo de "subserie" (El museo de los horroides) dentro de la serie "Aquellas caratulas maravillosas". Será divertido, será patético, será sorprendente, será indignante... lo será todo menos aburrido.
Algo muy característico en el video-club de nuestras adolescencias, eran las carátulas simple y llanamente mal facturadas, hechas a toda prisa, o con todo desinterés, y con el culo. De ellas iremos hablando cuando surjan, a modo de "subserie" (El museo de los horroides) dentro de la serie "Aquellas caratulas maravillosas". Será divertido, será patético, será sorprendente, será indignante... lo será todo menos aburrido.
Un maravilloso y desvergonzado "collage". ¿Más espectacular que
"Rambo 3"?... tal vez, pero no será por la caratula, digo yo.
"Rambo 3"?... tal vez, pero no será por la caratula, digo yo.
Perdón... ¿ha dicho usted KuMg-Fu?.
martes, 27 de diciembre de 2011
"MALAS PERO DIVERTIDAS" EN "RADIO SANT BOI"
Hace unos días el programa eminentemente cinematográfico de "Radio Sant Boi", "Charada", hizo un monográfico dedicado a la colección "Cine X Cine" de "Raima Ediciones". Obviamente, de entre los títulos tratados a profundidad estuvo nuestro flamante "Malas pero divertidas". Aunque el 90% del programa era en idioma autóctono, el amigo Víctor participó desde Madrid vía telefónica. Catalano parlantes, tienen la opción de escuchar el programa entero por ESTE enlace. Debo decir que, a pesar de lo muy agradecidos que estamos por la mención a este blog, no creo que nuestra especialidad sea el "cine malo". Aquí hablamos "de todo", sin problemas. Los verdaderos especialistas en mal cine son los de "Versión Española" (risa diabólica y mal intencionada).
THE AMITYVILLE HAUNTING
Una vez más, "The Asylum" apuesta por sus dos fórmulas preferidas (y económicas), la de la casa encantada y la del "falso documental". Meta a cuatro actores en una casa y ahórrese unos dólares. Grábelos en vídeo evitando toda "profesionalidad" en su acabado técnico, y ahórrese otros cuantos dólares más. Resumiendo, que "The Amityville Haunting" les habrá salido muy muy baratica. Bien por ellos. La falta de dinero no significa que el producto resultante tenga que ser necesariamente una mierda, ni mucho menos, pero la falta de talento sí... y me temo que los responsables de esta cosa no están muy duchos en esto de hacer pinículas.
La familia Cliché llega a su nueva casa. Tenemos a papá Cliché, un tio ultra-seguro de sí mismo, mandón y con pasado militar que, llegado el momento, se volverá tarumba y se marcará un numerito de "locura desatada" totalmente ridículo. Mamá Cliché, maruja sufriente desde que se levanta hasta que se acuesta y con cierta tendencia a la sobreactuación desaforada. Hija adolescente Cliché, muy mona ella, siempre de mala gaita y enganchada a su aifon. Hija pequeña Cliché, que habla con fantasmas y ha heredado de su madre la tendencia sobreactuadora. E hijo Cliché, un niño repelente que lo graba todo con su puta cámara y actúa que da pena. Todos ellos se enfrentarán a los horrores de vivir en la casa real de "Amityville" donde ocurrieron los terribles hechos que luego inspiraron novelas, pelis y telefilms (y remakes). Uno se pregunta: Conociendo los antecedentes del lugar, ¿por qué ir a vivir allí?. ¿Por qué tardar tanto en aceptar que hay fantasmas?, ¿por qué no marcharse pitando cuando en menos de 24 horas mueren dos visitantes en supuestos accidentes?. Absurdo. Y es que todo en "The Amityville Haunting" es absurdo... y aburrido, tremendamente aburrido. Hay tanta poca acción y terror como lo había en otra imitación asylera de "Paranormal Activity", la infame "Paranormal Entity". También aquí tenemos secuencias vistas desde cámaras de seguridad, sin olvidar los diálogos insustanciales, las eternas "rutinas hogareñas" que nos importan un pimiento, los momentos absolutamente risibles y los efectos especiales (pocos) de CGI ultra-deprimentes.
Con "The Amityville Haunting" los "Asylum" boys han ido hacia atrás, han regresado a terreno conocido: el de facturar auténtica mierda soporífera e intragable.
La familia Cliché llega a su nueva casa. Tenemos a papá Cliché, un tio ultra-seguro de sí mismo, mandón y con pasado militar que, llegado el momento, se volverá tarumba y se marcará un numerito de "locura desatada" totalmente ridículo. Mamá Cliché, maruja sufriente desde que se levanta hasta que se acuesta y con cierta tendencia a la sobreactuación desaforada. Hija adolescente Cliché, muy mona ella, siempre de mala gaita y enganchada a su aifon. Hija pequeña Cliché, que habla con fantasmas y ha heredado de su madre la tendencia sobreactuadora. E hijo Cliché, un niño repelente que lo graba todo con su puta cámara y actúa que da pena. Todos ellos se enfrentarán a los horrores de vivir en la casa real de "Amityville" donde ocurrieron los terribles hechos que luego inspiraron novelas, pelis y telefilms (y remakes). Uno se pregunta: Conociendo los antecedentes del lugar, ¿por qué ir a vivir allí?. ¿Por qué tardar tanto en aceptar que hay fantasmas?, ¿por qué no marcharse pitando cuando en menos de 24 horas mueren dos visitantes en supuestos accidentes?. Absurdo. Y es que todo en "The Amityville Haunting" es absurdo... y aburrido, tremendamente aburrido. Hay tanta poca acción y terror como lo había en otra imitación asylera de "Paranormal Activity", la infame "Paranormal Entity". También aquí tenemos secuencias vistas desde cámaras de seguridad, sin olvidar los diálogos insustanciales, las eternas "rutinas hogareñas" que nos importan un pimiento, los momentos absolutamente risibles y los efectos especiales (pocos) de CGI ultra-deprimentes.
Con "The Amityville Haunting" los "Asylum" boys han ido hacia atrás, han regresado a terreno conocido: el de facturar auténtica mierda soporífera e intragable.
lunes, 26 de diciembre de 2011
ENCANTADORA NOSTALGIA PARTE II, AL DÍA SIGUIENTE...
Hace unos pocos días les narraba lo acontecido en el mercadillo de los "Encants" de Barcelona. Pues bien, por lo visto aquellas imágenes atrajeron rápidamente a avispados rastreadores de viejo formato magnetoscópico, que en menos de 24 horas (¿qué digo 24?, ¡en menos de 4!) corrieron al susodicho mercadillo, pillaron las cintas más raras y valiosas y las metieron a la venta en Ebay a precios un tanto desorbitados. Mi amigo Norman, algo desconcertado, y consciente de que él, como co-descubridor, merecía su recompensa, volvió y se agenció unos pocos de los vídeos que la horda de cazadores había dejado. Entre ellos, el de "Mad Mission" para mi. ¡Gracias querido amigo!... y es que la generosidad del Sr.Llorente no conoce límites, porque también él fue quien el Viernes se pilló el VHS de "Andalucía Chica" para, posteriormente, regalármelo.
Ahí van unas pocas pruebas visuales de lo que les narro...
Ahí van unas pocas pruebas visuales de lo que les narro...
La copia en Video-2000 de "Mad Mission"...
que cuando Norman me dé en mano, la pondré junto a esta cinta para hacerles una
foto, la copia en Beta de la cuarta entrega de la saga...
foto, la copia en Beta de la cuarta entrega de la saga...
Y este es el vhs de "Andalucía Chica", tremebundo monumento al "trash" que,
cómo no, aparece en las páginas de nuestro "Malas pero divertidas" (reseñada por Víctor).
cómo no, aparece en las páginas de nuestro "Malas pero divertidas" (reseñada por Víctor).
viernes, 23 de diciembre de 2011
ATTACK THE BLOCK
Precedida por un par de premios en diferentes festivales, con el fandon haciéndosele el culo coca-cola ante la premisa de esta película, y estrenada comercialmente en salas españolas, me acerco como el que no quiere la cosa a echarle un vistazo, y mi veredicto es; que es una puta mierda.
Unos macarras de suburbio Londinense se disponen a atracar a una ciudadana de bien, cuando son sorprendidos por un extraño objeto que cae del cielo. Este resulta ser un extraterrestre, al cual uno de los macarras se lo carga a navajazos. Mientras enseñan su trofeo por el barrio, muchos de esos extraterrestres caen en distintos puntos del barrio tomando el bloque en el que los macarras viven, y que se convertirá en un centro neurálgico, desde el que se producirá una masacre alienígena por parte de los macarras.
Bien, que no les engañen. Me importa una mierda que en la producción esté Edgar Wright, y que Nick Frost tenga un papel. Esto no es ZOMBIES PARTY. Ni tan siquiera es una película de género. Se trata de una película de denuncia social, muy a la inglesa, que para salir un poco del tedio y colgarse una medallita a la originalidad, le cuelan una invasión alienígena. Pero de lo que en realidad va la cosa, es de hacernos ver a los espectadores, que aquellos que nos colocan una navaja en el cuello y nos roban el dinero, en realidad son personas como usted y como yo, que tienen su corazoncito y que en un momento pueden llegar a ser héroes. Francamente repugnante.
Ahora, el fandom se llevaba las manos a la cabeza por el hecho de que los protagonistas, los que se cargan a los Aliens con sus improvisadas armas, son delincuentes de suburbio, y les cuesta empatizar con ellos… ¡Almas de cántaro, si es lo único bueno que tiene la peli, que se aleja de los estereotipos propios de las pelis de género, para aplicar a la peli, por el morro, los estereotipos propios de las pelis de ghettos finas!
Pero es que ni por esas se salva la película. En cuanto a todo lo extraterrestre, decir que los diseños de los aliens están chulos – negros, peludos, ciego s y con dientes luminosos-, que las escenas de acción está bien rodadas, que el escaso gore está chulo, pero tanta desmesura no esquiva el aburrimiento imperante por mucho que lo intente. Vamos que es un coñazo que encima pretende dejar huella más allá de donde debería – de hecho la vi en una sala de arte y ensayo- y quizás por eso, la película se ha dado un buen hostiazo en la taquilla de aquí,y de allá.
No obstante, es muy deudora de muchos títulos de serie B ochenteros y si debo decir algo bueno de ella, sería tan solo a la hora de definirla; esto es un “Critters dirigido por Ken Loach”, lo que ya es algo.
El director es Joe Cornish, proveniente de la televisión, y que por otro lado será guionista de EL HOMBRE HORMIGA para Marvel. Bueno, al menos lo intentaste, amigo.
Unos macarras de suburbio Londinense se disponen a atracar a una ciudadana de bien, cuando son sorprendidos por un extraño objeto que cae del cielo. Este resulta ser un extraterrestre, al cual uno de los macarras se lo carga a navajazos. Mientras enseñan su trofeo por el barrio, muchos de esos extraterrestres caen en distintos puntos del barrio tomando el bloque en el que los macarras viven, y que se convertirá en un centro neurálgico, desde el que se producirá una masacre alienígena por parte de los macarras.
Bien, que no les engañen. Me importa una mierda que en la producción esté Edgar Wright, y que Nick Frost tenga un papel. Esto no es ZOMBIES PARTY. Ni tan siquiera es una película de género. Se trata de una película de denuncia social, muy a la inglesa, que para salir un poco del tedio y colgarse una medallita a la originalidad, le cuelan una invasión alienígena. Pero de lo que en realidad va la cosa, es de hacernos ver a los espectadores, que aquellos que nos colocan una navaja en el cuello y nos roban el dinero, en realidad son personas como usted y como yo, que tienen su corazoncito y que en un momento pueden llegar a ser héroes. Francamente repugnante.
Ahora, el fandom se llevaba las manos a la cabeza por el hecho de que los protagonistas, los que se cargan a los Aliens con sus improvisadas armas, son delincuentes de suburbio, y les cuesta empatizar con ellos… ¡Almas de cántaro, si es lo único bueno que tiene la peli, que se aleja de los estereotipos propios de las pelis de género, para aplicar a la peli, por el morro, los estereotipos propios de las pelis de ghettos finas!
Pero es que ni por esas se salva la película. En cuanto a todo lo extraterrestre, decir que los diseños de los aliens están chulos – negros, peludos, ciego s y con dientes luminosos-, que las escenas de acción está bien rodadas, que el escaso gore está chulo, pero tanta desmesura no esquiva el aburrimiento imperante por mucho que lo intente. Vamos que es un coñazo que encima pretende dejar huella más allá de donde debería – de hecho la vi en una sala de arte y ensayo- y quizás por eso, la película se ha dado un buen hostiazo en la taquilla de aquí,y de allá.
No obstante, es muy deudora de muchos títulos de serie B ochenteros y si debo decir algo bueno de ella, sería tan solo a la hora de definirla; esto es un “Critters dirigido por Ken Loach”, lo que ya es algo.
El director es Joe Cornish, proveniente de la televisión, y que por otro lado será guionista de EL HOMBRE HORMIGA para Marvel. Bueno, al menos lo intentaste, amigo.
ENCANTADORA NOSTALGIA
Esta misma mañana los astros Alex Salgado y Norman Llorente, junto a un servidor (otro astro, claro que sí), nos hemos pasado por los famosos "Encants" de Barcelona City. Lo más llamativo de la experiencia ha sido una paradita (osea, un señor con mierda en el suelo) repleta de cintas de vídeo de los "good old days". Vamos, de los 80. La mala noticia es que todo era formato Video 2000. Y que estaban a tres euros por cinta, algo bastante caro dados los estándares de los "Encants" y dado que, después de todo, pagas por la carátula y su caja. La verdad es que, teniendo en cuenta el abuso de vídeo noventero que hay allí, toparse súbitamente con un material a priori tan jugoso nos ha puesto palotes. Luego, bajón... pero para el recuerdo hemos querido sacar algunas fotillos (cortesía de Norman) del material que allí tenían, parte de el realmente sabroso. Veamos pues...
Un vistazo en plan general al material... ideal para ampliar la foto y correrse de guszto...
Un servidor sobreexcitado sujetando una peli de Bruno Mattei
El amigo Norman inspeccionando
Pinículas y cabestros
"La montaña del dios caníbal" de Sergio Martino
¿Sabían que la secuela del "The Blob" original fue editada en las Españas en vídeo?... y
como era de ley, se resaltaba la presencia delante y DETRÁS de las cámaras
del entonces popular J.R. de la serie "Dallas"
como era de ley, se resaltaba la presencia delante y DETRÁS de las cámaras
del entonces popular J.R. de la serie "Dallas"
Esta es la única que he comprado (luego me he pillado un VHS en otra
parada, aunque ese lo pondré en otro momento), pero es para un
colega completista de Jesús Franco
parada, aunque ese lo pondré en otro momento), pero es para un
colega completista de Jesús Franco
Esta le mola a Víctor y va incluida en nuestro libro "Malas pero divertidas"
Estas son las que me hubiera pillado... incluidas aquí el primer "Mad Mission" y "Superman 3"
Seguidamente, y para rematar la faena, nos hemos ido a los llamados "Encants Nous", la versión más "modenna" de los viejos "Encants". Allí el friquismo se reduce a material impreso... ¡¡pero que material!!. Personalmente me han tocado la fibra la versión en fotonovela de la peli "Mazinger Z, el robot de las estrellas" (que ha adquirido Mr.Salgado... esperemos que me ceda imágenes en breve), un número de la revista "Jauja" con portada dedicada a "E.T. El Extraterrestre" y la joya de la corona, la revista "Pif". Había olvidado por completo la existencia de una publicación que de chaval me tenía fascinado, por su contenido y por los divertidos juguetes que regalaban para que te los montaras tú mismo. Esto último realmente ha sido un puñetazo a mi nostalgia. Casi me emociono y todo. Un entrañable viaje en el tiempo que he gozado como una furcia. Gracias amigos!!!.
jueves, 22 de diciembre de 2011
CECIL B. DEMENTE
Un grupo bastante rarito de cineastas Underground capitaneado por el outsider Cecil B. Demente (interpretado por el, a su manera, también outsider Stephen Dorlph), que apuestan por un cine en el que la técnica es una lacra, lo comercial una blasfemia, y lo establecido una prisión, planea el secuestro de una actriz reconocida de Hollywood (e interpretada por Melanie Griffit en un rol delicioso), con el fin de rodar con ella de protagonista, una película definitiva, en la que primará la realidad, el caos y el terror. Para tener energía durante el rodaje de esta, los miembros del equipo practicarán la abstinencia sexual hasta finalizar el rodaje. Con la comisión de cine de Maryland en contra, y de modo un tanto terrorista, llevarán esta producción a buen puerto.
Una de las ultimas películas de un irremediablemente estandarizado John Waters, pope del cine under más trash y plagiador confeso del maestro George Kuchar, que con aires de auto homenaje, homenaje al underground, e incluso, y si me apuran, al cine en general, que no siendo ni de lejos unos de sus mejores trabajos, si es cierto que con el tiempo ha ganado; hoy quizás, tenga más gracia que cuando de estrenó hace ya trece años.
Waters, irreverente con esta película hasta donde la censura se lo permite, al final crea una parodia cruenta en la que en definitiva, la conclusión que sacamos del cineasta underground, es que es un inadaptado, un ignorante con delirios de intelectual, un paleto, y un drogadicto. Y por desgracia el cineasta underground medio, responde al menos a uno de estos perfiles con total seguridad. Y alguno, a todos.
Divertida, enloquecida, autoconsciente, la película tiene un gran punto a su favor, que es el dar a conocer al gran público la incendiaria y sectaria figura del cineasta underground, (que paradoja, el reivindicar esto tan minoritario en una película que se estrenó en medio mundo ¿no?) de la mano de alguien que conoce bien la escena. Y además, se permite el lujo de mofarse del el. Como muestra, la escena en la que Cecil B. Demente se topa con un grupo de señoras ya maduritas, defensoras del cine comercial, que le recriminan a este su “modus operandi”, alegando que “sus películas son una mierda, y que solo podrá hacer películas en vídeo”. Por otro lado, tampoco me consta la existencia de otro referente fuera del cine underground, que trate el tema del cine underground, dentro de la ficción.
La verdad es que pasé un buen rato volviéndola a ver, y he de decir que aunque Waters ya no significa para mí lo que significó en la adolescencia (una absoluta influencia, por no decir que una autentica obsesión), he de reconocer que me encanta el estilo de la ultima etapa (LOS SEXOADICTOS me parece maravillosa) y que, despojándome de mis prejuicios, continuaré yendo al cine a ver la ultima de Waters… si es que le da por rodar de nuevo, y si se diera el caso, si esto llegara a nuestras pantallas.
Como anécdota, comentar que justo en la época en la que se estrenó esta película, aquí en España es asqueroso de David Trueba, estrenó OBRA MAESTRA, película con Santiago Segura y Pablo Carbonell, que tirando por derroteros mucho más dramáticos, el argumento es exactamente el mismo que el de CECIL B. DEMENTE, en teoría por pura casualidad. Es muy posible que sea cierto. El cualquier caso, y a pesar del asco que nos da por aquí el clan Trueba, he de decir, que OBRA MAESTRA, es muy buena película. Incluso mejor que la de Waters. Pero esto que quede entre ustedes y yo.
Una de las ultimas películas de un irremediablemente estandarizado John Waters, pope del cine under más trash y plagiador confeso del maestro George Kuchar, que con aires de auto homenaje, homenaje al underground, e incluso, y si me apuran, al cine en general, que no siendo ni de lejos unos de sus mejores trabajos, si es cierto que con el tiempo ha ganado; hoy quizás, tenga más gracia que cuando de estrenó hace ya trece años.
Waters, irreverente con esta película hasta donde la censura se lo permite, al final crea una parodia cruenta en la que en definitiva, la conclusión que sacamos del cineasta underground, es que es un inadaptado, un ignorante con delirios de intelectual, un paleto, y un drogadicto. Y por desgracia el cineasta underground medio, responde al menos a uno de estos perfiles con total seguridad. Y alguno, a todos.
Divertida, enloquecida, autoconsciente, la película tiene un gran punto a su favor, que es el dar a conocer al gran público la incendiaria y sectaria figura del cineasta underground, (que paradoja, el reivindicar esto tan minoritario en una película que se estrenó en medio mundo ¿no?) de la mano de alguien que conoce bien la escena. Y además, se permite el lujo de mofarse del el. Como muestra, la escena en la que Cecil B. Demente se topa con un grupo de señoras ya maduritas, defensoras del cine comercial, que le recriminan a este su “modus operandi”, alegando que “sus películas son una mierda, y que solo podrá hacer películas en vídeo”. Por otro lado, tampoco me consta la existencia de otro referente fuera del cine underground, que trate el tema del cine underground, dentro de la ficción.
La verdad es que pasé un buen rato volviéndola a ver, y he de decir que aunque Waters ya no significa para mí lo que significó en la adolescencia (una absoluta influencia, por no decir que una autentica obsesión), he de reconocer que me encanta el estilo de la ultima etapa (LOS SEXOADICTOS me parece maravillosa) y que, despojándome de mis prejuicios, continuaré yendo al cine a ver la ultima de Waters… si es que le da por rodar de nuevo, y si se diera el caso, si esto llegara a nuestras pantallas.
Como anécdota, comentar que justo en la época en la que se estrenó esta película, aquí en España es asqueroso de David Trueba, estrenó OBRA MAESTRA, película con Santiago Segura y Pablo Carbonell, que tirando por derroteros mucho más dramáticos, el argumento es exactamente el mismo que el de CECIL B. DEMENTE, en teoría por pura casualidad. Es muy posible que sea cierto. El cualquier caso, y a pesar del asco que nos da por aquí el clan Trueba, he de decir, que OBRA MAESTRA, es muy buena película. Incluso mejor que la de Waters. Pero esto que quede entre ustedes y yo.
IGNOTOS MONSTRUOS DE GOMA
Los conservo en una caja desde que era un chaval. Muy chaval. Un niño. Recuerdo que los compramos en el pueblo de Sant Cugat y desde el primer momento me resultaron absolutamente fascinantes. Su aspecto entre cómico y grotesco, divertido y terrorífico, no pasa inadvertido. Crecí y mi amor hacia ellos ayudó a que los tuviera bien cuidados... a veces colgando de la pared, otras metidos en cajas de zapatos, pero más o menos en buen estado (salvo el camarero, que le falta la mano con la bandeja). Curiosamente, unos años después, y ya adolescente, apareció una nueva colección que tenía puntos en común con aquella. Estos eran más grandes y temáticamente idénticos (los prisioneros de una celda). Todos los chavales de mi clase flipaban, mientras yo les intentaba hacer ver que no eran nada tan nuevo, que yo tenía unos parecidos y más viejos. Y como siempre, no lo conseguí. De esta nueva hornada me pillé dos... pero no me molaban tanto como los que me había agenciado siendo chaval.
A lo largo de todos estos años (y os hablo de tres décadas), nunca volví a verlos a la venta, ni en ninguna publicación (de papel o internetera) que los recordara o hablara de ellos (tal vez es que no supe buscar bien). Sea como sea, finalmente me he animado a dedicarles un justo espacio en este, nuestro/vuestro querido blog, a la espera de descubriros algo curioso, reivindicarlos y quien sabe si hasta saber de algun otro que también los tenga.
A lo largo de todos estos años (y os hablo de tres décadas), nunca volví a verlos a la venta, ni en ninguna publicación (de papel o internetera) que los recordara o hablara de ellos (tal vez es que no supe buscar bien). Sea como sea, finalmente me he animado a dedicarles un justo espacio en este, nuestro/vuestro querido blog, a la espera de descubriros algo curioso, reivindicarlos y quien sabe si hasta saber de algun otro que también los tenga.
Este -el boxeador- era/es mi absoluto favorito
Este es el único con un desperfecto de importancia, le
falta la mano con la bandeja
falta la mano con la bandeja
Y a partir de aquí hacia abajo, la colección que surgió siendo yo teenager...
martes, 20 de diciembre de 2011
LA SECTA
"La Secta" y "El engendro del diablo" son las míticas colaboraciones perpetradas entre Dario Argento y Michele "Aquarius" Soavi (si obviamos aquí el documental previo que el segundo dedicara al primero). En ellas, Argento producía y Soavi dirigía. Que si, que Michele y Dario eran muy colegas... aunque el primero que creyó en las capacidades directiles de Soavi no fue el director de "El pájaro de las plumas de cristal", sino Aristide Massaccesi/Joe D´Amato, que le produjo su film de debút. Después de la sorpresa y la buena prensa, Argento decidió poner su nombre a lo grande en las dos pelis del novatillo (con letra más pequeña). Ambas se estrenaron en las pantallas Barcelonesas. Y yo, enamorado entonces de los dos cineastas italianos, corrí a verlas. Del "Engendro del diablo" ya hablé en su día, pero baste resumirlo en que, con grados diferentes, ambas me decepcionaron enormemente. La del "diablo" me pareció una abominación ridícula, "La Secta" simplemente un coñazo. ¿Dónde estaba el gore, y los monstruos, y los crímenes retorcidos?, ¡¡uuuugh!!. Pero claro, os hablo de 1991, cuando yo era un mocoso atontao. Ahora que soy un adulto atontao, pero adulto al fin y al cabo, he visto "La Secta" y... en fin, lo que a inicios de los 90 me parecieron inconvenientes, en este nuevo intento se han transformado en virtudes. No es que me moleste el gore y las estridencias, me molan mucho, pero también me mola una buena historia de suspense, tirando a reposada, sin excesos de violencia, sin bichejos y especialmente apoyada en la atmósfera.
Kelly Curtis, retirada hermana mayor de Jamie Lee, interpreta a una profesora solitaria y reprimida que es liada por una secta satánica con un fin que, aunque no desvelaré, resulta sencillo deducir (la influencia de "La semilla del diablo" es notable). Dicha secta viene comandada por Herbert Lom. Ambos actores están a la altura, y es verdad eso que dicen de que una buena interpretación contribuye mucho al regusto positivo que te deja un film.
Lo más curioso de "La Secta" es que no parece italiana. No excesivamente, al menos. Soavi, dotado de innegable talento para esto del peliculismo, se contiene mogollón y apuesta por una sobriedad abrumadora, sin "italianeces" que den el cante (especialmente con los actores, que es donde se suele notar más). Sí que hay algo de gore (poco pero, por ello, más impactante), sí que hay algún actor habitual del fetuccini-horror (el inimitable Giovanni Lombardo Radice, quien por cierto interpreta a un personaje llamado Martin Romero. Recuerden que Argento y Romero son coleguitas, y este segundo hizo un -aburrrrrrrrrrrido- film titulado "Martin" -"El regreso de los vampiros vivientes", ¡glups!, en Spain-), y sí que hay algun delirio (el conejo que adquiere casi inteligencia humana), pero nada que moleste, de hecho tampoco escasean los buenos momentos, como el arranque, con un pseudo-Charles Manson matando a un grupo de hippies o la idea de representar al mal mediante agua.
"La Secta", como digo, es principalmente un thriller de personajes, solvente, resultón y que funciona. No es para guardártelo en tu videoteca tampoco, pero un visionado bien lo merece (eso sí, el final-final es HORRIBLE... aunque se perdona).
Kelly Curtis, retirada hermana mayor de Jamie Lee, interpreta a una profesora solitaria y reprimida que es liada por una secta satánica con un fin que, aunque no desvelaré, resulta sencillo deducir (la influencia de "La semilla del diablo" es notable). Dicha secta viene comandada por Herbert Lom. Ambos actores están a la altura, y es verdad eso que dicen de que una buena interpretación contribuye mucho al regusto positivo que te deja un film.
Lo más curioso de "La Secta" es que no parece italiana. No excesivamente, al menos. Soavi, dotado de innegable talento para esto del peliculismo, se contiene mogollón y apuesta por una sobriedad abrumadora, sin "italianeces" que den el cante (especialmente con los actores, que es donde se suele notar más). Sí que hay algo de gore (poco pero, por ello, más impactante), sí que hay algún actor habitual del fetuccini-horror (el inimitable Giovanni Lombardo Radice, quien por cierto interpreta a un personaje llamado Martin Romero. Recuerden que Argento y Romero son coleguitas, y este segundo hizo un -aburrrrrrrrrrrido- film titulado "Martin" -"El regreso de los vampiros vivientes", ¡glups!, en Spain-), y sí que hay algun delirio (el conejo que adquiere casi inteligencia humana), pero nada que moleste, de hecho tampoco escasean los buenos momentos, como el arranque, con un pseudo-Charles Manson matando a un grupo de hippies o la idea de representar al mal mediante agua.
"La Secta", como digo, es principalmente un thriller de personajes, solvente, resultón y que funciona. No es para guardártelo en tu videoteca tampoco, pero un visionado bien lo merece (eso sí, el final-final es HORRIBLE... aunque se perdona).
lunes, 19 de diciembre de 2011
domingo, 18 de diciembre de 2011
"MALAS PERO DIVERTIDAS" EN LA "BIBLIOTECA DEL CINE FANTÁSTICO"
El blog "Biblioteca del cine fantástico" publicó hace unos días una crítica/reseña de nuestro "Malas pero divertidas" ("Raima Ediciones"). Siempre mola cuando alguien que no conoces a nivel personal tiene una opinión favorable de tu labor, lo que es el caso. Así que muchísimas gracias al bibliotecario fantástico por su escrito, que puedes leer AQUÍ.
sábado, 17 de diciembre de 2011
EL CANÍBAL DE ROTHENBURG
Tenía yo ganas de ver esta ROTHENBURG, también conocida como GRIMM LOVE STORY y también conocida como ROTTENBURGUER, a sabiendas de que lo que iba a ver, teniendo en cuenta que está basada en hechos reales y siendo Alemana, se iba a alejar bastante del genero fantástico y se iba a adentrar en terrenos mas del cine de autor y el arte y ensayo. No iba mal encaminado.
Pero aún con esas, nos enfrentamos a un producto que camuflado de cine intelectualoide, lo único que hace es alimentar el morbo del famoso caso del caníbal que contactó con una victima para que esta consintiera ser comida por el. Y hecha la transacción, juntos, cocinaron y comieron el pene del consentidor
Obviamente, la historia no da para mas de lo que aquí cuento, así que el director Martin Weisz, que luego rodaría EL RETORNO DE LOS MALDITOS, se saca de la manga a una universitaria que hace una tesis sobre el caso, ahonda en las infancias de la victima y el verdugo, y nos vende la película como una historia de amor entre una pareja perfecta, la del tío que quiere comer, y el maricón que quiere ser comido.
Todo esto a un ritmo lento, con escenas sobre la universitaria que no me interesan ni una mierda, y como digo, en un producto que al final resulta ser más explotación que otra cosa.
Lo único que vale la pena, es cuando ya llevamos una hora larga de película, todas las secuencias de la cita de estos dos enfermos mentales. Total un cuarto de hora, que hubieran sido un corto maravilloso.
Pero como película, la cosa me péndula.
Pero aún con esas, nos enfrentamos a un producto que camuflado de cine intelectualoide, lo único que hace es alimentar el morbo del famoso caso del caníbal que contactó con una victima para que esta consintiera ser comida por el. Y hecha la transacción, juntos, cocinaron y comieron el pene del consentidor
Obviamente, la historia no da para mas de lo que aquí cuento, así que el director Martin Weisz, que luego rodaría EL RETORNO DE LOS MALDITOS, se saca de la manga a una universitaria que hace una tesis sobre el caso, ahonda en las infancias de la victima y el verdugo, y nos vende la película como una historia de amor entre una pareja perfecta, la del tío que quiere comer, y el maricón que quiere ser comido.
Todo esto a un ritmo lento, con escenas sobre la universitaria que no me interesan ni una mierda, y como digo, en un producto que al final resulta ser más explotación que otra cosa.
Lo único que vale la pena, es cuando ya llevamos una hora larga de película, todas las secuencias de la cita de estos dos enfermos mentales. Total un cuarto de hora, que hubieran sido un corto maravilloso.
Pero como película, la cosa me péndula.
viernes, 16 de diciembre de 2011
"MALAS PERO DIVERTIDAS" YA DISPONIBLE, POR NAVIDAD EN LA FNAC DE CALLAO
YAMADA TARO MONOGATARI
A finales del verano de 2009 me dio por bajarme Doramas, que para los que no lo sepan son series japonesas. La mayoria se componen de 11 episodios, algunas tienen un episodio 12º especial, pero son las menos. Pueden ser de comedia, drama, deportes, medicos... pero siempre habra algo de romanticismo por ahi. La que me ocupa hoy esta reseña es una comedia con tintes dramaticos (muy suaves) y un poquito de amor, vamos que lo tiene todo.
Yamada Taro (primero el apellido, luego el nombre de pila) es uno de los estudiantes modelo del instituto. Guapo (ejem), atletico (ejem) y el nº1 en notas. Al instituto que va, es un colegio especial para jovenes ricos, pero Taro es pobre. Gracias a sus notas tiene una beca, y aunque el no niega ni oculta ser pobre, sus compañeros no lo saben y aunque el se lo diga no le creen. Si a la pobreza extrema con la que vive el protagonista le sumamos una familia de seis hermanos pequeños, una madre que no esta muy bien de la cabeza y derrocha el poco dinero que tienen, y un padre que va y viene dejando a la familia abandonada, ya tenemos un marco incomprable para los malentendidos, los enredos y el drama.
Taro hara amistad con el segundo chico guapo de la escuela, Mimura Takuya, el cual es un joven rico poco hablador y que hasta ahora nunca habia tenido amigos reales. Siendo los chicos populares, todas las chicas de la escuela suspiran por ellos, pero en plan fans enloquecidas. Con decir que les esperan a la entrada del colegio para hacerles el pasillo y aplaudirles os lo digo todo. Pero no solo eso, tambien les regalan sus comidas o estan todo el rato observandoles vayan donde vayan. Una de esas chicas es Ikegami Takako, que como Taro es pobre, y por ello precisamente su sueño es casarse con un hombre rico y vivir a cuerpo de reina. Cuando se va dando cuenta de que Taro es mas pobre aun que ella, se engaña a si misma pensando en que es un joven rico que quiere saber las penurias que pasa la gente pobre. Vamos, que se le va la pinza a la chica.
El Doroma es muy divertido y los puntos dramaticos son lo suficientemente ligeros como para que esto no se convierta en un valle de lagrimas. Pero ojo, si que se te puede salir la lagrimilla, pero más por la emocion del momento que porque sea una situacion dramatica. Ideal para ver con la pareja. Comentar tambien que esta basada en el manga del mismo nombre y que aqui en España aun no ha llegado traducido, aunque no se si Glenat o alguna otra andaba detras de el.
El protagonista esta interpretado por Kazunari Ninomiya, al que pudimos ver en Gantz, Gantz: Perfect Answer y Cartas desde Iwo Jima.
Yamada Taro (primero el apellido, luego el nombre de pila) es uno de los estudiantes modelo del instituto. Guapo (ejem), atletico (ejem) y el nº1 en notas. Al instituto que va, es un colegio especial para jovenes ricos, pero Taro es pobre. Gracias a sus notas tiene una beca, y aunque el no niega ni oculta ser pobre, sus compañeros no lo saben y aunque el se lo diga no le creen. Si a la pobreza extrema con la que vive el protagonista le sumamos una familia de seis hermanos pequeños, una madre que no esta muy bien de la cabeza y derrocha el poco dinero que tienen, y un padre que va y viene dejando a la familia abandonada, ya tenemos un marco incomprable para los malentendidos, los enredos y el drama.
Taro hara amistad con el segundo chico guapo de la escuela, Mimura Takuya, el cual es un joven rico poco hablador y que hasta ahora nunca habia tenido amigos reales. Siendo los chicos populares, todas las chicas de la escuela suspiran por ellos, pero en plan fans enloquecidas. Con decir que les esperan a la entrada del colegio para hacerles el pasillo y aplaudirles os lo digo todo. Pero no solo eso, tambien les regalan sus comidas o estan todo el rato observandoles vayan donde vayan. Una de esas chicas es Ikegami Takako, que como Taro es pobre, y por ello precisamente su sueño es casarse con un hombre rico y vivir a cuerpo de reina. Cuando se va dando cuenta de que Taro es mas pobre aun que ella, se engaña a si misma pensando en que es un joven rico que quiere saber las penurias que pasa la gente pobre. Vamos, que se le va la pinza a la chica.
El Doroma es muy divertido y los puntos dramaticos son lo suficientemente ligeros como para que esto no se convierta en un valle de lagrimas. Pero ojo, si que se te puede salir la lagrimilla, pero más por la emocion del momento que porque sea una situacion dramatica. Ideal para ver con la pareja. Comentar tambien que esta basada en el manga del mismo nombre y que aqui en España aun no ha llegado traducido, aunque no se si Glenat o alguna otra andaba detras de el.
El protagonista esta interpretado por Kazunari Ninomiya, al que pudimos ver en Gantz, Gantz: Perfect Answer y Cartas desde Iwo Jima.
jueves, 15 de diciembre de 2011
HIJOS DE PAPÁ
Una muestra más de cine post- franquista, de la mano, como no, de Rafael Gil (Y AL TERCER AÑO, RESUCITÓ) adaptando nuevamente una obra del también fachoso Vizcaíno Casas, que hasta se reserva un cameo en la película.
La acción se traslada hasta 1946, en una época en la que los adolescentes, ávidos de sensaciones fuertes (como los de los ochenta y como los de ahora) se conformaban con una copita de licor en el bar, y ya como cosa muy extrema, con ligarse a alguna vedette de la revista de turno. La mano dura de sus padres, buenos españoles devotos de Dios, les hacía actuar según su mandato. Con un emotivo discurso en la plaza de Oriente, con Franco ensalzando los valores de una España que se las promete feliz, hacemos un salto en el tiempo hasta los años 80, época en la que se rodó la cinta, para ver lo hippies y lo mal educados que son ahora los jóvenes, que no respetan ni la patria, ni las costumbres, ni la religión.
Obviamente, el mensaje de esta película es totalmente fascista. Pero además de forma abierta y hasta orgullosa (como pasa en todas las pelis perpetradas por el tarden Casas/Gil), pero claro, aquí salgo de manera ultra tolerante a favor de esto. No hay nada más fascista que el no disfrutar de una película solo porque la han hecho los fachas, y claro, estos cuentan las cosas desde su punto de vista. Respetable o no, eso es otra cosa.
Así que en definitiva, y dejando a un lado las ideologías, al final HIJOS DE PAPÁ, resulta un melodrama costumbrista rodado a la antigua (el cine español de hoy, subvencionado y hecho por, y para la gente de izquierdas, es mas fascista que este abiertamente franquista) altamente divertido, en ocasiones por lo exagerado de lo que nos muestra (una manifestación de falange en la parte ambientada en los cuarenta, en la que el protagonista, veinteañero, ondea la bandera de España mientras le dice a su compañero: “Esta es la España que queremos para nuestros hijos”, a lo que este le responde: “Y si nuestros hijos no son capaces de comprenderlo, ya se lo explicaremos”) y en ocasiones, simplemente porque la película está entretenida y bien.
En el reparto, como no, grandes de la talla de José Bódalo, Agustín González, Ricardo Palacios o Fernando Sancho y una jovencita, bellísima y pizpireta Ana Obregón, que se lleva la palma del delirio: Da vida a una jovencita actual inmersa en la movida Madrileña, pero que el día 20 de noviembre se viste con su uniforme de falange española, va a las manifestaciones franquistas y le dice a su padre, el cual se emociona al ver la ideología de de su hija: “una puede ser muy “In” y tener sus propias ideas”. Telita. Parece una parodia.
La acción se traslada hasta 1946, en una época en la que los adolescentes, ávidos de sensaciones fuertes (como los de los ochenta y como los de ahora) se conformaban con una copita de licor en el bar, y ya como cosa muy extrema, con ligarse a alguna vedette de la revista de turno. La mano dura de sus padres, buenos españoles devotos de Dios, les hacía actuar según su mandato. Con un emotivo discurso en la plaza de Oriente, con Franco ensalzando los valores de una España que se las promete feliz, hacemos un salto en el tiempo hasta los años 80, época en la que se rodó la cinta, para ver lo hippies y lo mal educados que son ahora los jóvenes, que no respetan ni la patria, ni las costumbres, ni la religión.
Obviamente, el mensaje de esta película es totalmente fascista. Pero además de forma abierta y hasta orgullosa (como pasa en todas las pelis perpetradas por el tarden Casas/Gil), pero claro, aquí salgo de manera ultra tolerante a favor de esto. No hay nada más fascista que el no disfrutar de una película solo porque la han hecho los fachas, y claro, estos cuentan las cosas desde su punto de vista. Respetable o no, eso es otra cosa.
Así que en definitiva, y dejando a un lado las ideologías, al final HIJOS DE PAPÁ, resulta un melodrama costumbrista rodado a la antigua (el cine español de hoy, subvencionado y hecho por, y para la gente de izquierdas, es mas fascista que este abiertamente franquista) altamente divertido, en ocasiones por lo exagerado de lo que nos muestra (una manifestación de falange en la parte ambientada en los cuarenta, en la que el protagonista, veinteañero, ondea la bandera de España mientras le dice a su compañero: “Esta es la España que queremos para nuestros hijos”, a lo que este le responde: “Y si nuestros hijos no son capaces de comprenderlo, ya se lo explicaremos”) y en ocasiones, simplemente porque la película está entretenida y bien.
En el reparto, como no, grandes de la talla de José Bódalo, Agustín González, Ricardo Palacios o Fernando Sancho y una jovencita, bellísima y pizpireta Ana Obregón, que se lleva la palma del delirio: Da vida a una jovencita actual inmersa en la movida Madrileña, pero que el día 20 de noviembre se viste con su uniforme de falange española, va a las manifestaciones franquistas y le dice a su padre, el cual se emociona al ver la ideología de de su hija: “una puede ser muy “In” y tener sus propias ideas”. Telita. Parece una parodia.
HOSTEL PART 3
Creo haber dicho ya unas cuantas veces lo mucho que me molan/atraen las secuelas paridas directamente para el mercado del dvd. ¿Por qué? (¡eso también lo he dicho ya!), porque suelen pillar los elementos más llamativos y sensacionalistas de los films precedentes, y exagerarlos/explotarlos aún más con el fin de contentar a las plateas especializadas. Y si encima el director del producto es un tio que mola, entonces ya corrámonos todos en manada.
"Hostel part 3" tenía todos los números para ser la polla, una fiesta ultra-gore y con tetas a tutiplen. La peli original (uno de mis films de horror favoritos de lo que se ha hecho los últimos años) fue un inesperado "hit" que, junto a "Saw", puso de moda el "torture-porn". Luego vino la segunda parte, que a pesar de las buenas intenciones de su realizador/padre, Eli Roth, no acabó de funcionar y fracasó en taquilla. Ambas pelis sorprendían porque, tratándose de productos propiamente "mainstream", resultaban bastante crudos y brutos. Ejemplo: Mi pobre padre quiso ver la primera porque llevaba el nombre del massmediatizado Quentin Tarantonto... y claro, el susto/decepción fue notable. ¿Qué pasa?, que "Hostel 2" se metió un hostión a nivel "mainstream", pero imagino que en el terreno del video-club y el público aficionado al horreur funcionó lo suficientemente bien como para generar una tercera entrega saltándose el paso de la gran pantalla para ir directa a las estanterías. Pues guay.
En funciones de director se fichó a alguien bien afiliado al género (y amigo de Eli Roth), Scott Spiegel (que en los otros "Hosteles" andaba metido como productor ejecutivo), lo que está muy bien porque, por norma, estos films suelen caer en manos de novatillos o directores de encargo. Spiegel (esto ya lo he dicho también antes) es todo un nombre en esto de filmar sustos. Pertenecía al clan Sam Raimi cuando eran unos chavalillos que parían cortos en Super 8. Él firmó muchos de ellos y era el único auténtico aficionado al cine de terror. Fue quien propuso que el primer largo profesional del clan (ya sabéis cual), fuese de miedo. Participó solo un poco en su confección (en esa época era papá y tenía que currar en un supermercado para ganarse la vida), pero se desquitó escribiendo junto a Raimi el guión de "Terroríficamente muertos". Otro libreto que lleva su co-firma es el de "El principiante", con/de Clint Eastwood. Logró debutar en la dirección "pro" con "Intruso en la noche" (la del asesino que mata a los empleados de un supermercado, ¡ja!). De ahí pasó a "Abierto hasta el amanecer 2", "My Name Is Modesty: A Modesty Blaise Adventure" y "Spring Break '83". De mientras, se entretenía ejerciendo de actor en pelis de Sam Raimi o en ultra-ñordas como "Robot Ninja" o "Skinned Alive". Tras su paso por el clan Raimi, se alistó al clan Tarantonto. Estuvo apunto de dirigir una entrega de "La noche de Halloween" producida por el de la mandíbula, pero terminó junto a Eli Roth en la ¿difunta? compañía "Raw Nerve", de donde salió el remake "2001 Maniacos", en el que Spiegel hacía de uno de los chalados del título. Y de ahí a "Hostel part 3" (vale, me he pasado el orden real por el forro de los cojones... pero esa es la gracia).
Obviamente, esta tercera entrega se mantiene más o menos fiel a la fórmula: Un grupo de amigos se van de farra drogata-putera y terminan en las manos del selecto club de cazadores humanos, donde serán torturados y bla, bla (el escenario ya no es la vieja Europa, sino Las Vegas... imagino que por cuestiones presupuestiles). Con esta premisa de base, y consciente de que el espectador potencial se conoce de sobras las dos anteriores, Spiegel juega mucho a crear expectativas y darles la vuelta a último segundo. También se regodea en pijadas como el famoso tatuaje identificativo. Sin embargo comete un error muy típico: pensar que el espectador quiere ver algo medianamente diferente. Así que decide variar un poco la cosa convirtiendo las sesiones de tortura correspondientes en espectáculos circenses que un montón de ricachos despiadados ven a través de un cristal. Incluso para cada tormento cuenta con un torturador diferente y carismático, siendo la chavala enfundada en cuero negro, con careta y ballesta la más llamativa. Toda esta parte recuerda mucho al film "Sportkill", curiosamente nacido como explotación de "Hostel". ¿Una secuela que imita al imitador... o simple casualidad?. Total, que el grupo de víctimas (esta vez se mezclan hombres y mujeres) escapa del encierro y se toma la revancha.
Vale, "Hostel part 3" tiene algunos aciertos majillos. Y es verdad que la segunda mitad resulta mucho más entretenida que la primera, por eso al terminar te deja un regusto positivo. Sin embargo, lo imperdonable es que, a diferencia de lo comentado al inicio de este tocho, la violencia y el sexo están por debajo de las dos primeras entregas. ¡¡¿¿Heeeein??!!, ¿la secuela video-clubera más light que las entregas destinadas a la gran pantalla?, ABSURDO!!!!. Spiegel intenta compensarlo con "torturas originales y diferentes", pero la mayor parte de ellas resultan patéticas y ridículas, como la de las cucarachas. A parte de que, aunque sin llegar a abusar, se dejan ver algunos trucajes de CGI a lo largo de la función absolutamente cutres y corta-rollo. Al pack de despropósitos, se unen su falta de atmósfera malsana y su estética de "suciedad limpia", lo que le quita toda la sordidez propia de las entregas precedentes.
Una auténtica decepción. Aún así, fans de la saga y aficionados al terror, podéis verla sin esperar nada, pasáis el ratillo y luego le dáis al botón de "delete". Es lo que yo hice.
"Hostel part 3" tenía todos los números para ser la polla, una fiesta ultra-gore y con tetas a tutiplen. La peli original (uno de mis films de horror favoritos de lo que se ha hecho los últimos años) fue un inesperado "hit" que, junto a "Saw", puso de moda el "torture-porn". Luego vino la segunda parte, que a pesar de las buenas intenciones de su realizador/padre, Eli Roth, no acabó de funcionar y fracasó en taquilla. Ambas pelis sorprendían porque, tratándose de productos propiamente "mainstream", resultaban bastante crudos y brutos. Ejemplo: Mi pobre padre quiso ver la primera porque llevaba el nombre del massmediatizado Quentin Tarantonto... y claro, el susto/decepción fue notable. ¿Qué pasa?, que "Hostel 2" se metió un hostión a nivel "mainstream", pero imagino que en el terreno del video-club y el público aficionado al horreur funcionó lo suficientemente bien como para generar una tercera entrega saltándose el paso de la gran pantalla para ir directa a las estanterías. Pues guay.
En funciones de director se fichó a alguien bien afiliado al género (y amigo de Eli Roth), Scott Spiegel (que en los otros "Hosteles" andaba metido como productor ejecutivo), lo que está muy bien porque, por norma, estos films suelen caer en manos de novatillos o directores de encargo. Spiegel (esto ya lo he dicho también antes) es todo un nombre en esto de filmar sustos. Pertenecía al clan Sam Raimi cuando eran unos chavalillos que parían cortos en Super 8. Él firmó muchos de ellos y era el único auténtico aficionado al cine de terror. Fue quien propuso que el primer largo profesional del clan (ya sabéis cual), fuese de miedo. Participó solo un poco en su confección (en esa época era papá y tenía que currar en un supermercado para ganarse la vida), pero se desquitó escribiendo junto a Raimi el guión de "Terroríficamente muertos". Otro libreto que lleva su co-firma es el de "El principiante", con/de Clint Eastwood. Logró debutar en la dirección "pro" con "Intruso en la noche" (la del asesino que mata a los empleados de un supermercado, ¡ja!). De ahí pasó a "Abierto hasta el amanecer 2", "My Name Is Modesty: A Modesty Blaise Adventure" y "Spring Break '83". De mientras, se entretenía ejerciendo de actor en pelis de Sam Raimi o en ultra-ñordas como "Robot Ninja" o "Skinned Alive". Tras su paso por el clan Raimi, se alistó al clan Tarantonto. Estuvo apunto de dirigir una entrega de "La noche de Halloween" producida por el de la mandíbula, pero terminó junto a Eli Roth en la ¿difunta? compañía "Raw Nerve", de donde salió el remake "2001 Maniacos", en el que Spiegel hacía de uno de los chalados del título. Y de ahí a "Hostel part 3" (vale, me he pasado el orden real por el forro de los cojones... pero esa es la gracia).
Obviamente, esta tercera entrega se mantiene más o menos fiel a la fórmula: Un grupo de amigos se van de farra drogata-putera y terminan en las manos del selecto club de cazadores humanos, donde serán torturados y bla, bla (el escenario ya no es la vieja Europa, sino Las Vegas... imagino que por cuestiones presupuestiles). Con esta premisa de base, y consciente de que el espectador potencial se conoce de sobras las dos anteriores, Spiegel juega mucho a crear expectativas y darles la vuelta a último segundo. También se regodea en pijadas como el famoso tatuaje identificativo. Sin embargo comete un error muy típico: pensar que el espectador quiere ver algo medianamente diferente. Así que decide variar un poco la cosa convirtiendo las sesiones de tortura correspondientes en espectáculos circenses que un montón de ricachos despiadados ven a través de un cristal. Incluso para cada tormento cuenta con un torturador diferente y carismático, siendo la chavala enfundada en cuero negro, con careta y ballesta la más llamativa. Toda esta parte recuerda mucho al film "Sportkill", curiosamente nacido como explotación de "Hostel". ¿Una secuela que imita al imitador... o simple casualidad?. Total, que el grupo de víctimas (esta vez se mezclan hombres y mujeres) escapa del encierro y se toma la revancha.
Vale, "Hostel part 3" tiene algunos aciertos majillos. Y es verdad que la segunda mitad resulta mucho más entretenida que la primera, por eso al terminar te deja un regusto positivo. Sin embargo, lo imperdonable es que, a diferencia de lo comentado al inicio de este tocho, la violencia y el sexo están por debajo de las dos primeras entregas. ¡¡¿¿Heeeein??!!, ¿la secuela video-clubera más light que las entregas destinadas a la gran pantalla?, ABSURDO!!!!. Spiegel intenta compensarlo con "torturas originales y diferentes", pero la mayor parte de ellas resultan patéticas y ridículas, como la de las cucarachas. A parte de que, aunque sin llegar a abusar, se dejan ver algunos trucajes de CGI a lo largo de la función absolutamente cutres y corta-rollo. Al pack de despropósitos, se unen su falta de atmósfera malsana y su estética de "suciedad limpia", lo que le quita toda la sordidez propia de las entregas precedentes.
Una auténtica decepción. Aún así, fans de la saga y aficionados al terror, podéis verla sin esperar nada, pasáis el ratillo y luego le dáis al botón de "delete". Es lo que yo hice.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
NOCHE DE NOVATOS
El amigo que me la prestó me la vendió como "una joya por descubrir". A mi ya me extrañó que un producto de finales de los 80 adscrito al terror pudiera tildarse de joya, porque ya sabéis (y como más veo, más claro lo tengo) que la cosecha de ese oscuro periodo fue de lo más deprimente y olvidable, especialmente en el terreno de la mal llamada "serie B" o cine de bajo presupuesto, etiqueta en la que encaja como un guante "Noche de novatos" ("Pledge Night"). Sí es bien cierto que la vi en el video-club millares de veces y, como tal vez les pasara a algunos de ustedes, nunca la alquilé por su sosísima carátula que parecía vendernos una comedieta juvenil de lo más chorra, cuando en realidad "Noche de novatos" podría... no, perdón, no podría, ES una peli de terror, con sus dósis de humor, sí, pero no más que muchos títulos "fantásticos" de la época.
Unos aspirantes a entrar en la fraternidad de turno han de pasar unas pruebas terribles a lo largo de una semana. Da la puta casualidad que un porrón de años atrás, y en esa misma casa, un estudiante pereció víctima de una broma mal aplicada, así que, sin especial motivo, regresará del mas allá para cumplir su venganza.
Bien, en aquellos tiempos el puto pesao de "Freddy Krueger" reinaba en la taquilla, todas las pelis de terror juveniles (y no tan juveniles) querían subirse a su carro, y por eso los monstruos/asesinos/entes malvadas que salían en todas esas pelis eran graciosos, esputaban chascarrillos sin parar y aspiraban al rol de héroe antes que al de villano. Ese mismo caso se da en "Noche de novatos", donde el zombie vengativo es un ex-hippie que suelta proclamas anti-sistema.
Puede sonar extraño, pero la peli se lleva bastante bien mientras se desarrolla cual comedia estudiantil. Sin embargo, en cuanto hace acto de presencia el monstruo (que es bastante adelantada la función), cae en picado y se adentra irremisiblemente en la más purulenta mierda, tornándose prácticamente insufrible y de puro "fast forward". Mala idea la de ese giro, amigos.
De por medio, pues algo de gore (menos del prometido en un principio, según parece a alguien le dio por usar las tijeras más de lo conveniente) y un buen puñado de tetillas... cosa esta explicable si tenemos en cuenta que la guionista y productora venía del porno. El director, Paul Ziller, se ha convertido con los años en un realizador especializado en telefilms catastróficos (por género), su filmografía anda plagada de títulos rimbombantes, de entre los que destaca la simpática "Tormenta polar".
Muy muy olvidable... y una prueba más de que el terror de los 80 moló hasta el fin de su primera mitad. Luego, cuantos más años pasaban, más apestaba todo.
Unos aspirantes a entrar en la fraternidad de turno han de pasar unas pruebas terribles a lo largo de una semana. Da la puta casualidad que un porrón de años atrás, y en esa misma casa, un estudiante pereció víctima de una broma mal aplicada, así que, sin especial motivo, regresará del mas allá para cumplir su venganza.
Bien, en aquellos tiempos el puto pesao de "Freddy Krueger" reinaba en la taquilla, todas las pelis de terror juveniles (y no tan juveniles) querían subirse a su carro, y por eso los monstruos/asesinos/entes malvadas que salían en todas esas pelis eran graciosos, esputaban chascarrillos sin parar y aspiraban al rol de héroe antes que al de villano. Ese mismo caso se da en "Noche de novatos", donde el zombie vengativo es un ex-hippie que suelta proclamas anti-sistema.
Puede sonar extraño, pero la peli se lleva bastante bien mientras se desarrolla cual comedia estudiantil. Sin embargo, en cuanto hace acto de presencia el monstruo (que es bastante adelantada la función), cae en picado y se adentra irremisiblemente en la más purulenta mierda, tornándose prácticamente insufrible y de puro "fast forward". Mala idea la de ese giro, amigos.
De por medio, pues algo de gore (menos del prometido en un principio, según parece a alguien le dio por usar las tijeras más de lo conveniente) y un buen puñado de tetillas... cosa esta explicable si tenemos en cuenta que la guionista y productora venía del porno. El director, Paul Ziller, se ha convertido con los años en un realizador especializado en telefilms catastróficos (por género), su filmografía anda plagada de títulos rimbombantes, de entre los que destaca la simpática "Tormenta polar".
Muy muy olvidable... y una prueba más de que el terror de los 80 moló hasta el fin de su primera mitad. Luego, cuantos más años pasaban, más apestaba todo.
domingo, 11 de diciembre de 2011
GOODIES (3)
BODY COUNT
¡Y anda que no chanaba la carátula de "Body Count" en el video-club!. Apostaría una espinilla a que todos los que por entonces teníamos la edad adecuada, picamos como tontos. Yo la alquilé y la vi con mi sr.padre. He de confesar que ambos nos aburrimos mortalmente. ¡¿Qué esperaba?!, ¡era un slasher!. Claro que por entonces andaba menos informado y no tenía la mente y el cuerpo preparados. Ayer noche fue la segunda vez en mi vida que la veía... y además como más me mola, por sorpresa. Hacía zapping y ¡zasca!, me la anuncian de madrugada en un canal local. ¡¡Toma ya!!. Claro, en estas condiciones hubiera sido raro no disfrutarla un mínimo. Y así fue. Por cierto, que a pesar de la decepción siendo adolescente, los del vídeo-club tuvieron el detalle de regalarme un abalorio promocional de "Body Count" que anduvo decorando una estantería de mi dormitorio hasta que... bueno, terminó en la basura, ¡¡ouch!!.
Que si, que la peli tiene varios títulos, pero cojones, yo pongo y me quedo con el que la conocí en su época, "Body Count". Y lo que tenemos aquí no dista casi nada (casi) de la fórmula habitual. Chavales de acampada, asesino misterioso, muertes relativamente sangrientas (aunque la versión que vi ayer tenía pinta de estar cortada, algunas escenas de muerte terminaban de un modo muy brusco). ¿Cuales son los elementos mínimamente diferenciadores?, pues a ver: La peli no se centra únicamente en los personajes jóvenes, también en los adultos y sus trifulcas culebronescas. Las chavalas son más golfas de lo habitual. El gordo gracioso es especialmente irritante. Por lo demás, se mantienen fieles a esa clase de amistad tan típica de los slashers basada en pasarse toda la peli odiándose mutuamente. Y claro, el asesino, que mola bastante, un supuesto chamán extremadamente viejo y, por ende, extremadamente feo... ¿o es alguien que se hace pasar por él?.
Sí claro, "Body Count" es lenta, es previsible (salvo por el drama de infidelidades mil que viven los personajes mayores de 18 años) y etc, etc, pero bueno, si te la ves consciente de lo que hay y con paciencia, pues tiene su coña y algún acierto fugaz, como la secuencia de la pesadilla (de chaval me pareció genuinamente inquietante) y los hermosamente tristes parajes naturales elegidos para rodar el film.
Aunque lo realmente interesante está detrás de las cámaras. Ruggero Deodato, hastiado creador de "Holocausto Caníbal" (y a quien el terror no le tira nada), dirige con sapiencia pero sin ganas. La lograda banda sonora la firma todo un jefe, Claudio Simonetti, ex-"Goblin" y habitual colaborador de Dario Argento. Entre los guionistas (que son legión para una peli tan básica como esta), destaca Alex (Alessandro) Capone, que pocos años después debutaría en la dirección con el -según recuerdo- aburrido film de horror "Pesadilla (Witch Story)". Y el reparto, casi reúne el "quien es quien" del cine italiano de horror, tenemos a David Hess (recordémoslo de prota en "La última casa a la izquierda", pero también en su explotación "Trampa para un violador", dirigida por el mismo Deodato), Mimsy Farmer (la has visto nada menos que en el "4 Moscas sobre terciopelo gris" de Argento y el "Black Cat" de Fulci), John Steiner (su rostro ha asomado en incontables italianadas: "Caligula", "El último cazador", "Los aventureros del tesoro perdido", "Tenebre", "Yor, el cazador que vino del futuro", "Comando Leopardo" y un largo etcétera), Ivan Rassimov (ya curró para Deodato en "¡Mundo canibal!, ¡mundo salvaje!" y luego repitió en el tema junto a Umberto Lenzi con "Comidos vivos") y ya fuera de ese grupo, pero no menos carismático, el bueno de Charles Napier haciendo de sheriff (recordemos que tanto este como Hess dejaron nuestra dimensión recientemente). El reparto juvenil no me interesa lo más mínimo.
Con semejante panorama, ¿qué puedo decir?, mediocre... pero visible en un momento dado (aunque únicamente sea por su "entrañiblismo").
Que si, que la peli tiene varios títulos, pero cojones, yo pongo y me quedo con el que la conocí en su época, "Body Count". Y lo que tenemos aquí no dista casi nada (casi) de la fórmula habitual. Chavales de acampada, asesino misterioso, muertes relativamente sangrientas (aunque la versión que vi ayer tenía pinta de estar cortada, algunas escenas de muerte terminaban de un modo muy brusco). ¿Cuales son los elementos mínimamente diferenciadores?, pues a ver: La peli no se centra únicamente en los personajes jóvenes, también en los adultos y sus trifulcas culebronescas. Las chavalas son más golfas de lo habitual. El gordo gracioso es especialmente irritante. Por lo demás, se mantienen fieles a esa clase de amistad tan típica de los slashers basada en pasarse toda la peli odiándose mutuamente. Y claro, el asesino, que mola bastante, un supuesto chamán extremadamente viejo y, por ende, extremadamente feo... ¿o es alguien que se hace pasar por él?.
Sí claro, "Body Count" es lenta, es previsible (salvo por el drama de infidelidades mil que viven los personajes mayores de 18 años) y etc, etc, pero bueno, si te la ves consciente de lo que hay y con paciencia, pues tiene su coña y algún acierto fugaz, como la secuencia de la pesadilla (de chaval me pareció genuinamente inquietante) y los hermosamente tristes parajes naturales elegidos para rodar el film.
Aunque lo realmente interesante está detrás de las cámaras. Ruggero Deodato, hastiado creador de "Holocausto Caníbal" (y a quien el terror no le tira nada), dirige con sapiencia pero sin ganas. La lograda banda sonora la firma todo un jefe, Claudio Simonetti, ex-"Goblin" y habitual colaborador de Dario Argento. Entre los guionistas (que son legión para una peli tan básica como esta), destaca Alex (Alessandro) Capone, que pocos años después debutaría en la dirección con el -según recuerdo- aburrido film de horror "Pesadilla (Witch Story)". Y el reparto, casi reúne el "quien es quien" del cine italiano de horror, tenemos a David Hess (recordémoslo de prota en "La última casa a la izquierda", pero también en su explotación "Trampa para un violador", dirigida por el mismo Deodato), Mimsy Farmer (la has visto nada menos que en el "4 Moscas sobre terciopelo gris" de Argento y el "Black Cat" de Fulci), John Steiner (su rostro ha asomado en incontables italianadas: "Caligula", "El último cazador", "Los aventureros del tesoro perdido", "Tenebre", "Yor, el cazador que vino del futuro", "Comando Leopardo" y un largo etcétera), Ivan Rassimov (ya curró para Deodato en "¡Mundo canibal!, ¡mundo salvaje!" y luego repitió en el tema junto a Umberto Lenzi con "Comidos vivos") y ya fuera de ese grupo, pero no menos carismático, el bueno de Charles Napier haciendo de sheriff (recordemos que tanto este como Hess dejaron nuestra dimensión recientemente). El reparto juvenil no me interesa lo más mínimo.
Con semejante panorama, ¿qué puedo decir?, mediocre... pero visible en un momento dado (aunque únicamente sea por su "entrañiblismo").
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