Narcos Mexicanos, bandas y la Santa Muerte. Con estas premisas, raro sería que esta película no fuera un éxito de los video-clubes mexicanos (a los cuales homenajean en esta película, sacando algunos exteriores en los cuales se ven video-clubes. No en bano, el tema del alquiler, aunque casi extinto en España, sostiene la cinematografía de México).
Y aunque a priori pudiéramos pensar que se trata de una peli que mezcla la acción y el terror, nada mas lejos de la realidad. Es una peli de acción puramente Chicana, que toma prestado el mito de “La Santa Muerte”, para hablarnos de el en tono realista, para ver como los Gángsters y narcos se encomiendan a ella antes de iniciar sus fechorías, nada que ver con la muy a tener en cuenta, y abordando el tema desde la perspectiva del terror, LA SANTA MUERTE.
Con un tono muy serio, la peli nos cuenta la amistad en la cárcel de un par de narcos, uno de ellos muy versado en temas esotéricos, y que aconseja al otro, mas visceral, sobre lo que debe o no debe hacer. Mas tarde, vemos como se desarrolla una trama de lo más manida, pero que funciona muy bien entre los mexicanos, sobre narcos, ventas, venganzas y “Balaseras”.
Separada la peli en dos partes diferenciables, la verdad es que es un coñazo.
Tiene cosas que destacan, como el hecho de que la película esté filmada en video, y para flashbacks o escenas que se salen de contexto, hayan rodado en 8 milímetros, que queda muy bien y es osado en una peli de estas características, pero si para ver un par de planos majos, tenemos que aburrirnos durante hora y media, apaga y vámonos.
El director, con claras ínfulas de artista a juzgar por algunas secuencias y la forma en que está montada la película, es Carlos Poblano, que a diferencia de sus compañeros del “Home Video”, tan solo cuenta con otra película en su haber titulada LA MUJER DE MAIZ.
martes, 31 de agosto de 2010
2001 MANIACS: FIELD OF SCREAMS
El "2000 Maníacos" original de don Herschell Gordon Lewis, es, guste o no, un pequeño clásico del cine de terror. No fue el primero en explotar el gore como subgénero y/o atractivo comercial (eso lo hizo "Blood Feast" del mismo Lewis), pero sí el primero en combinar gore y comedia, tendencia esta que con el paso del tiempo se acabaría imponiendo del todo. Muchos años después saldría a la luz "2001 Maníacos", el remake oficial con Tim Sullivan dirigiendo, Eli Roth y su clan (Scott Spiegel entre ellos) produciendo y Robert Englund en el rol principal del "jefe" de los maníacos. La peli no es que fuera gran cosa, a su delirante y descerebrada primera parte le seguía una segunda que se obcecaba en tomarse demasiado en serio. Pero bueno, para un visionado tontuno funcionaba. Su modesto pero notable éxito pronto generó el rumor de una secuela. Se habló de "2002 Maniacs", creo, y se habló de "2001 Maniacs: Beverly Hillbillies"... pero algo no acabó de funcionar debidamente porque la segunda parte finalmente parida ni cuenta con Robert Englund (sustituido por Bill Moseley, del que hablaba hace poco), ni con el clan Eli Roth, ni con la mitad del presupuesto de aquella (lo que debería acercarla más a la miseria de medios de la peli antigua y, sin embargo, parece que en aquella se invirtió bastante más dinero -y talento-) y, en fin... que el resultado es absolutamente horrendo.
Los maníacos del título quieren seguir matando yankis, pero el sheriff del condado les prohíbe hacerlo. Después de cargárselo (una muerte directamente inspirada en la peli original), deciden que en lugar de esperar, saldrán a la caza y captura de víctimas. Casualmente en su camino se cruzará un autocar en el que viaja el equipo de televisión de un reality show sobre una sosías (muy descarada) de Paris Hilton (en una parodia de aquella cosa titulada "The Simple Life"). La mezcla sería explosiva... si la peli no resultara tan dolorosamente mala.
En fin, lo que más choca en un principio de "2001 Maniacs: Field of Screams" es su cutrismo, lo chapucera que es, lo increíblemente pobre que resulta en todos sus aspectos (especialmente ver la población de "Plaseant Valley" convertida en un grupito de 10 individuos). Luego, viene su guión sin sentido ni lógica, sus chistes facilones, escatológicos (desde una óptica muy infantil) y patéticos que intentan compensar con un chorro de sexo y violencia. Aquí se denota la tendencia sexual de su realizador, Tim Sullivan, pues el film está plagado de jovencitos monos musculosos medio en pelotas. Obvio, las tetas también abundan, así como las coñas políticamente incorrectas que no ofenden a nadie (en el reparto hay de todo, hispano, judío, gay...estratégicamente colocados para dar pie a sus respectivos chistes). El gore es explícito y llamativo (destacando la tía partida en dos verticalmente mediante sierra circular), pero al estar tratado con humor, pues ya sabéis, no es lo mismo.
Herschell Gordon Lewis y su socio de la época, David Friedman, son los productores ejecutivos (y eso que Lewis en el festival de Sitges decía no estar nada satisfecho del anterior remake!!).
Resumiendo, que es una de las mayores mierdas que he visto este año, ¡me costó un cojón llegar hasta el final!... así que, tu mismo.
Los maníacos del título quieren seguir matando yankis, pero el sheriff del condado les prohíbe hacerlo. Después de cargárselo (una muerte directamente inspirada en la peli original), deciden que en lugar de esperar, saldrán a la caza y captura de víctimas. Casualmente en su camino se cruzará un autocar en el que viaja el equipo de televisión de un reality show sobre una sosías (muy descarada) de Paris Hilton (en una parodia de aquella cosa titulada "The Simple Life"). La mezcla sería explosiva... si la peli no resultara tan dolorosamente mala.
En fin, lo que más choca en un principio de "2001 Maniacs: Field of Screams" es su cutrismo, lo chapucera que es, lo increíblemente pobre que resulta en todos sus aspectos (especialmente ver la población de "Plaseant Valley" convertida en un grupito de 10 individuos). Luego, viene su guión sin sentido ni lógica, sus chistes facilones, escatológicos (desde una óptica muy infantil) y patéticos que intentan compensar con un chorro de sexo y violencia. Aquí se denota la tendencia sexual de su realizador, Tim Sullivan, pues el film está plagado de jovencitos monos musculosos medio en pelotas. Obvio, las tetas también abundan, así como las coñas políticamente incorrectas que no ofenden a nadie (en el reparto hay de todo, hispano, judío, gay...estratégicamente colocados para dar pie a sus respectivos chistes). El gore es explícito y llamativo (destacando la tía partida en dos verticalmente mediante sierra circular), pero al estar tratado con humor, pues ya sabéis, no es lo mismo.
Herschell Gordon Lewis y su socio de la época, David Friedman, son los productores ejecutivos (y eso que Lewis en el festival de Sitges decía no estar nada satisfecho del anterior remake!!).
Resumiendo, que es una de las mayores mierdas que he visto este año, ¡me costó un cojón llegar hasta el final!... así que, tu mismo.
domingo, 29 de agosto de 2010
CORRE... SI PUEDES!
Tras la engañosa apariencia de ser un slasher en toda regla, nos encontramos con un thriller bastante rudimentario y tradicional que ofrece algunas sutiles tetillas, pero ni una gota de sangre.
Un asesino se dedica a follar y ahogar -cojín mediante- a muchachas de buen ver. El colega, encima, lo graba en vídeo y lo emite por hondas a las teles del vecindario, o al menos a una de ellas, la que hay en una enorme casa habitada temporalmente por una estudiante quien no tardará mucho, o nada, en ser el objetivo del psycho-killer. Todo este embrollo de las imágenes por televisión da como resultado algunos momentos notablemente hilarantes. Por ejemplo, cuando el asesino emite el material lo hace interrumpiendo películas del Hollywood clásico de los años 50 que echan de madrugada por algun canal. La moza, lerda como es, cree sinceramente que las secuencias reales de tortura y asesinato grabadas en costroso video de los 80 y las viejas producciones de la meca del cine son... ¡¡una misma cosa!!... es como si dijeras "Ayer vi una peli de amor con Clark Gable y a la la mitad se le veía follándose a una mujer y matándola para luego meterla en una bolsa de plástico". Impagable, ¿verdad?. También abundan las trampichuelas y los agujeros de guión, pero a mi esas cosas no me importan demasiado (¡eh!, que yo era fan de Dario Argento... estoy curado de espantos).
Dejando de lado todo ello, en realidad "Corre... si puedes!" casi parece un telefilm, es bastante aburrido y soso y recuerda un poco a "Doble Cuerpo", aunque solo sea porque ambas pelis toman como obvia referencia a Hitchcock. El desenlace es tontuno, pero majete.
Dirige una mujer (Virginia L. Stone) y Martin Landau, por entonces atrapado en el pantanoso terreno de la serie B, interpreta al detective que investiga el caso.
En fin... pa verla un Domingo por la tarde y poco más.
Un asesino se dedica a follar y ahogar -cojín mediante- a muchachas de buen ver. El colega, encima, lo graba en vídeo y lo emite por hondas a las teles del vecindario, o al menos a una de ellas, la que hay en una enorme casa habitada temporalmente por una estudiante quien no tardará mucho, o nada, en ser el objetivo del psycho-killer. Todo este embrollo de las imágenes por televisión da como resultado algunos momentos notablemente hilarantes. Por ejemplo, cuando el asesino emite el material lo hace interrumpiendo películas del Hollywood clásico de los años 50 que echan de madrugada por algun canal. La moza, lerda como es, cree sinceramente que las secuencias reales de tortura y asesinato grabadas en costroso video de los 80 y las viejas producciones de la meca del cine son... ¡¡una misma cosa!!... es como si dijeras "Ayer vi una peli de amor con Clark Gable y a la la mitad se le veía follándose a una mujer y matándola para luego meterla en una bolsa de plástico". Impagable, ¿verdad?. También abundan las trampichuelas y los agujeros de guión, pero a mi esas cosas no me importan demasiado (¡eh!, que yo era fan de Dario Argento... estoy curado de espantos).
Dejando de lado todo ello, en realidad "Corre... si puedes!" casi parece un telefilm, es bastante aburrido y soso y recuerda un poco a "Doble Cuerpo", aunque solo sea porque ambas pelis toman como obvia referencia a Hitchcock. El desenlace es tontuno, pero majete.
Dirige una mujer (Virginia L. Stone) y Martin Landau, por entonces atrapado en el pantanoso terreno de la serie B, interpreta al detective que investiga el caso.
En fin... pa verla un Domingo por la tarde y poco más.
sábado, 28 de agosto de 2010
BREAKDOWNS
A Art Spiegelman le tenía manía sin ni tan siquiera haber leído nada de su obra. ¿Un dibujante de comics que ha ganado el Pulitzer por un tebeo dramático sobre el Holocausto?, ¿alguien que reivindica el comic como arte?, ¿que trata temas respetables?... no se... aparentemente el caballero estaba a años luz de mis intereses comiqueros, que son muy muy pocos y se reducen a Johnny Ryan, John Holmstrom, Jacovitti, Jan, Crumb (aunque fuese una influencia en el amigo Art), etc... incluso en las publicaciones comandadas por el propio Holmstrom, los lectores solían despreciar a Spiegelman por pedante.
Pero va y un día mi padre se trae de la biblioteca "Maus", el mentado comic sobre nazis y judíos. Me lo comienzo a leer y, sí, contra todo pronóstico me gusta bastante. Es ameno, instructivo y hasta toca la fibra. Coño, pienso, este Spiegelman no está ni tan mal.
Dicho buen arranque se consolida con "Breakdowns", enorme álbum de tapa dura recientemente editado en las Españas y que recopila parte de la obra del dibujante. Empujado por la curiosidad, lo pillé en la biblioteca de mi barrio y ocurrió algo que no me pasaba con un cómic desde hace lustros: Me fascinó. "Breakdowns" recopila los primeros comics serios -en intención- del dibujante, de cuando vivía en San Francisco y decidió dejar de dibujar gilipolleces acordes al cliché underground (cacas que hablan, números de pederastia, etc) para, uno, tocar temas más personales, dos, volcarse en las viñetas asumiéndolas como una forma de arte respetable. Así pues, en "Breakdowns" tenemos arrebatos autobiográficos (muy curiosa la parte dedicada a hablar de su amistad con el cineasta experimental Ken Jacobs) y luego tebeos puramente vanguardistas, en los que juega mucho con estéticas, colores y narrativas.
Imagino que estarás leyendo esto y pensando "Tío, déjate de mierdas... este comic tiene toda la pinta de ser un peñazo", sin embargo debo aclarar que yo soy el primero en odiar la pedantería artística, lo que ocurre es que en el álbum Art Spiegelman se aproxima a todo ello con un modo de dibujar muy simpático, alegre, colorista y cómico y, afortunadamente, sin perder pizca del sentido del humor, algo que agradezco.
El caso es que disfruté mucho leyéndolo, no se, me aportó diferencia, novedad, frescura, diversión y sorpresa.
Pero va y un día mi padre se trae de la biblioteca "Maus", el mentado comic sobre nazis y judíos. Me lo comienzo a leer y, sí, contra todo pronóstico me gusta bastante. Es ameno, instructivo y hasta toca la fibra. Coño, pienso, este Spiegelman no está ni tan mal.
Dicho buen arranque se consolida con "Breakdowns", enorme álbum de tapa dura recientemente editado en las Españas y que recopila parte de la obra del dibujante. Empujado por la curiosidad, lo pillé en la biblioteca de mi barrio y ocurrió algo que no me pasaba con un cómic desde hace lustros: Me fascinó. "Breakdowns" recopila los primeros comics serios -en intención- del dibujante, de cuando vivía en San Francisco y decidió dejar de dibujar gilipolleces acordes al cliché underground (cacas que hablan, números de pederastia, etc) para, uno, tocar temas más personales, dos, volcarse en las viñetas asumiéndolas como una forma de arte respetable. Así pues, en "Breakdowns" tenemos arrebatos autobiográficos (muy curiosa la parte dedicada a hablar de su amistad con el cineasta experimental Ken Jacobs) y luego tebeos puramente vanguardistas, en los que juega mucho con estéticas, colores y narrativas.
Imagino que estarás leyendo esto y pensando "Tío, déjate de mierdas... este comic tiene toda la pinta de ser un peñazo", sin embargo debo aclarar que yo soy el primero en odiar la pedantería artística, lo que ocurre es que en el álbum Art Spiegelman se aproxima a todo ello con un modo de dibujar muy simpático, alegre, colorista y cómico y, afortunadamente, sin perder pizca del sentido del humor, algo que agradezco.
El caso es que disfruté mucho leyéndolo, no se, me aportó diferencia, novedad, frescura, diversión y sorpresa.
viernes, 27 de agosto de 2010
LUCKER THE NECROPHAGOUS
Esta vieja película Belga semi-amateur del año 1986, salió hace poco en su versión “Director´s cut” que luego os diré en que consiste. El caso es que su condición casi ( y con influencias clarísimas) ultra-gore, me tiraba un poco para atrás, pero sin embargo, también había algo que me atraía de ella, por que era sobre un “Serial Killer”, que como ya sabréis es uno de mis géneros predilectos. Y si la película está basada en un caso real, ya ni os cuento. No es el caso de este LUCKER.
Nada más empezar la peli, y ver esos mugrientos y desagradables 16 mm. en los que está rodada, la forma en que está montada, totalmente amateur con muchos planos y la mayoría repetidos( y gratuitos, síntoma inequívoco del director amateur que monta cuando ha hecho muchos planos y quieren que todos salgan), y la atmosfera que crea Johan Vandewoestijne (he tenido que hacer un corta-pega…) totalmente enferma e insana, ya me cautivaron y me tuvieron delante del televisor la hora y cinco que dura la película (encima una duración perfecta).
Contar, no cuenta nada, solamente vemos a un siniestro tío que acaba de salir del hospital y que tiene a una tía atada en casa, la cual da pie a un flashback que nos remite a tras años atrás, donde vemos que pasó para llegar al punto del comienzo de la película. ¿Y que pasa? Pues básicamente, el tío este se va cargando a la peña de la manera mas grafica posible, y se folla un cadáver que se descompone.
La peli tiene dos influencias claras: MANIAC de William Lusting y NEKROMANTICK de Jörg Buttgereit. De la primera, saca a ese asesino en serie desagradable y sudoroso totalmente deudor del que magistralmente interpretó Joe Spinell, además de todo ese ambiente insano que dan ganas de vomitar y que te deja tocado de estado anímico. Del segundo, toda la parte mas sensacionalista y provocadora, con la escenita en la que antes de penetrar el cadáver descompuesto de una mujer, este le acaricia morbosamente, lamiendo luego, los líquidos que fluyen en el cuerpo a causa del rigor mortis de la palma de su mano. Una escenita, que pone de mal cuerpo al alumno más aventajado.
La mezcla de las dos influencias, es un cocktail explosivo muy eficaz, pero es que además la película pasa en un suspiro, dejando al espectador la mar de satisfecho, aunque este sea reacio a según que tipo de productos.
Que mi entusiasmo no les lleve a equívoco; LUCKER THE NECROPHAGUS en realidad es una mala película, lo que pasa es que a mí este tipo de películas me gustan.
Eso si, supongo que algo tendrá para que me haya gustado.
El “director´s Cut” del que les hablaba antes, es simplemente que el director a considerado que en la primera versión le faltaban algunos planos, y los ha añadido posteriormente, ¿Pero los ha vuelto a rodar en 16 mm? Que va, los ha rodado en video, y los ha colocado ahí a pesar del canteo. Que falta de prejuicios más maravillosa.
Nada más empezar la peli, y ver esos mugrientos y desagradables 16 mm. en los que está rodada, la forma en que está montada, totalmente amateur con muchos planos y la mayoría repetidos( y gratuitos, síntoma inequívoco del director amateur que monta cuando ha hecho muchos planos y quieren que todos salgan), y la atmosfera que crea Johan Vandewoestijne (he tenido que hacer un corta-pega…) totalmente enferma e insana, ya me cautivaron y me tuvieron delante del televisor la hora y cinco que dura la película (encima una duración perfecta).
Contar, no cuenta nada, solamente vemos a un siniestro tío que acaba de salir del hospital y que tiene a una tía atada en casa, la cual da pie a un flashback que nos remite a tras años atrás, donde vemos que pasó para llegar al punto del comienzo de la película. ¿Y que pasa? Pues básicamente, el tío este se va cargando a la peña de la manera mas grafica posible, y se folla un cadáver que se descompone.
La peli tiene dos influencias claras: MANIAC de William Lusting y NEKROMANTICK de Jörg Buttgereit. De la primera, saca a ese asesino en serie desagradable y sudoroso totalmente deudor del que magistralmente interpretó Joe Spinell, además de todo ese ambiente insano que dan ganas de vomitar y que te deja tocado de estado anímico. Del segundo, toda la parte mas sensacionalista y provocadora, con la escenita en la que antes de penetrar el cadáver descompuesto de una mujer, este le acaricia morbosamente, lamiendo luego, los líquidos que fluyen en el cuerpo a causa del rigor mortis de la palma de su mano. Una escenita, que pone de mal cuerpo al alumno más aventajado.
La mezcla de las dos influencias, es un cocktail explosivo muy eficaz, pero es que además la película pasa en un suspiro, dejando al espectador la mar de satisfecho, aunque este sea reacio a según que tipo de productos.
Que mi entusiasmo no les lleve a equívoco; LUCKER THE NECROPHAGUS en realidad es una mala película, lo que pasa es que a mí este tipo de películas me gustan.
Eso si, supongo que algo tendrá para que me haya gustado.
El “director´s Cut” del que les hablaba antes, es simplemente que el director a considerado que en la primera versión le faltaban algunos planos, y los ha añadido posteriormente, ¿Pero los ha vuelto a rodar en 16 mm? Que va, los ha rodado en video, y los ha colocado ahí a pesar del canteo. Que falta de prejuicios más maravillosa.
jueves, 26 de agosto de 2010
DOS NACOS EN EL PLANETA DE LAS MUJERES
Cuando me puse a ver esta película, pensé que sería, como muy temprana, de los 80. Pero tras aguantar estoicamente los 100 minutos de metraje (vale, hubo momentos de Fast Fordward) en los títulos de crédito del final, resulta que es de 1991… Joder, esta peña sí que andaba retrasada en maneras y formas.
Se trata de una comedia paródica que se cachondea, sobre todo, de "MAD MAX", adoptando su estética, en la que un individuo acaba en un planeta lleno de mujeres que no conocen macho alguno y desean ser inseminadas. Mientras el prota parlotea con un loro intentando ser gracioso (sin éxito), se sucederán las situaciones cómicas y los destetes de una panda de tías celulíticas, mas feas que un trasplante de coño.
Nada, esto no vale ni para risas infundadas, ni para risas forzadas, ni para risas involuntarias. Y si hay algo que no soporto, es una comedia sin gracia.
Sin embargo, me motivó a verla ese bonito póster, deudor del de "BARBARELLA" y que parecía prometer risas mil… craso error.
La reseño por exótica, pero verdaderamente, no merecía la pena.
La protagoniza y dirige Alberto Rojas “El caballo”, conocido cómico en la línea del ya clásico Alberto Zayas (del que, por cierto, se me pasó decirlo en su día, pero sale aquí), aunque sin llegar a su nivel de ¿Eficacia? ¿Carisma? Sea lo que sea, no llega. De hecho, esta película está concebida para su absoluto lucimiento (interminables monólogos súper tontos, bizqueras al ver senos…) y fijaros lo que se luciría, que a punto estuve de quitarla…
Pero que no se me enfaden los lectores mexicanos, que tienen otras pelis muy buenas. Esta, no.
Se trata de una comedia paródica que se cachondea, sobre todo, de "MAD MAX", adoptando su estética, en la que un individuo acaba en un planeta lleno de mujeres que no conocen macho alguno y desean ser inseminadas. Mientras el prota parlotea con un loro intentando ser gracioso (sin éxito), se sucederán las situaciones cómicas y los destetes de una panda de tías celulíticas, mas feas que un trasplante de coño.
Nada, esto no vale ni para risas infundadas, ni para risas forzadas, ni para risas involuntarias. Y si hay algo que no soporto, es una comedia sin gracia.
Sin embargo, me motivó a verla ese bonito póster, deudor del de "BARBARELLA" y que parecía prometer risas mil… craso error.
La reseño por exótica, pero verdaderamente, no merecía la pena.
La protagoniza y dirige Alberto Rojas “El caballo”, conocido cómico en la línea del ya clásico Alberto Zayas (del que, por cierto, se me pasó decirlo en su día, pero sale aquí), aunque sin llegar a su nivel de ¿Eficacia? ¿Carisma? Sea lo que sea, no llega. De hecho, esta película está concebida para su absoluto lucimiento (interminables monólogos súper tontos, bizqueras al ver senos…) y fijaros lo que se luciría, que a punto estuve de quitarla…
Pero que no se me enfaden los lectores mexicanos, que tienen otras pelis muy buenas. Esta, no.
BLOOD NIGHT, THE LEGEND OF MARY HATCHET
Slasher moderno con un chanante título y un muy chanante cartel.
Los primeros 15 minutos son lo mejor de la fiesta. En ellos nos cuentan cómo Mary, siendo adolescente, mató a su familia entera y fue encerrada en un manicomio. Allí, tras los abusos sexuales de un gordo segurata, quedó preñada. Todavía más loca que cuando fue ingresada, Mary se levanta de su cama y masacra a todos los enfermeros y médicos que caza, hasta que la policía le para los pies.
Después de ello, y de unos créditos muy chulos en los que nos muestran cómo aquella noche sangrienta se ha convertido en toda una festividad en el pueblo de al lado, nos centramos en las vivencias del grupo de jovencitos protagonistas. Y bueno, la siguiente media hora ya sabéis lo que nos depara, gilipolleces mil sin ninguna función más que alargar metraje, chorradas que no aportan nada de nada a la trama, grititos de condescendencia festivalera ("Woow!", "Yeah!", etc) y un poco de carne para calentar la entrepierna al público juvenil. Es en esta parte de la peli cuando el director intenta ganarse al aficionado usando la canción "Party time" de "45 Grave", que también sonaba en el fabuloso soundtrack de "El regreso de los muertos vivientes" y citando varias veces a "Attack of the killer tomatoes" y su famosa tonadilla.
Entonces arrancan los crímenes, los cuales son notablemente truculentos, sangrantes y explícitos... pero ello no nos compensa del cuantioso aburrimiento. Y es una pena, porque "Blood night, the legend of Mary Hatchet" tenía posibilidades. Por cierto, que no cuesta nada de nada adivinar quién empuña el hacha.
Aunque Bill Moseley ("La matanza de Texas 2", "La casa de los 1000 cadáveres", "Los renegados del diablo") figura como protagonista, en realidad es un personaje secundario. La tal Danielle Harris salía en los dos "Halloween" de Rob Zombie y lo hará en la segunda parte de "Hatchet".
Esencialmente, estamos ante una metáfora sobre los peligros de la regla, ya que cuando esta afecta a Mary es cuando se vuelve especialmente loca y hace gala de una fuerza casi sobrehumana que le permite estrujar gaznates con sus manitas (en realidad eso es exactamente lo que le ocurre a todas las mujeres en semejante tesitura!!!).
Podría haber molado mucho más, pero las hay muchísimo peores. Si te aburres y tienes mono de slasher y gore, échale un vistazo.
Los primeros 15 minutos son lo mejor de la fiesta. En ellos nos cuentan cómo Mary, siendo adolescente, mató a su familia entera y fue encerrada en un manicomio. Allí, tras los abusos sexuales de un gordo segurata, quedó preñada. Todavía más loca que cuando fue ingresada, Mary se levanta de su cama y masacra a todos los enfermeros y médicos que caza, hasta que la policía le para los pies.
Después de ello, y de unos créditos muy chulos en los que nos muestran cómo aquella noche sangrienta se ha convertido en toda una festividad en el pueblo de al lado, nos centramos en las vivencias del grupo de jovencitos protagonistas. Y bueno, la siguiente media hora ya sabéis lo que nos depara, gilipolleces mil sin ninguna función más que alargar metraje, chorradas que no aportan nada de nada a la trama, grititos de condescendencia festivalera ("Woow!", "Yeah!", etc) y un poco de carne para calentar la entrepierna al público juvenil. Es en esta parte de la peli cuando el director intenta ganarse al aficionado usando la canción "Party time" de "45 Grave", que también sonaba en el fabuloso soundtrack de "El regreso de los muertos vivientes" y citando varias veces a "Attack of the killer tomatoes" y su famosa tonadilla.
Entonces arrancan los crímenes, los cuales son notablemente truculentos, sangrantes y explícitos... pero ello no nos compensa del cuantioso aburrimiento. Y es una pena, porque "Blood night, the legend of Mary Hatchet" tenía posibilidades. Por cierto, que no cuesta nada de nada adivinar quién empuña el hacha.
Aunque Bill Moseley ("La matanza de Texas 2", "La casa de los 1000 cadáveres", "Los renegados del diablo") figura como protagonista, en realidad es un personaje secundario. La tal Danielle Harris salía en los dos "Halloween" de Rob Zombie y lo hará en la segunda parte de "Hatchet".
Esencialmente, estamos ante una metáfora sobre los peligros de la regla, ya que cuando esta afecta a Mary es cuando se vuelve especialmente loca y hace gala de una fuerza casi sobrehumana que le permite estrujar gaznates con sus manitas (en realidad eso es exactamente lo que le ocurre a todas las mujeres en semejante tesitura!!!).
Podría haber molado mucho más, pero las hay muchísimo peores. Si te aburres y tienes mono de slasher y gore, échale un vistazo.
miércoles, 25 de agosto de 2010
SLASH (GRANJA SANGRIENTA)
Los primeros 15 minutos de esta peli son para mear y no echar gota. La estás viendo y dices "No puedes hablar en serio". Situémonos, una parejita se dirije, coche mediante, a una disco donde se organiza una fiesta de Halloween. Él va de asesino de "Scream", y se permite una coña a costa de Jason Voorhees (guiño afectuoso al público potencial que a la larga no arreglará nada), ella de "Sheena". Ambos están tan salidos y hacen tanto el tonto que se estrellan en un campo de trigo. El accidente no es grave, pero sí aparatoso. Ella se queda inconsciente, y él, tras demostrar 3 segundos de preocupación, rápidamente aprovecha la situación para magrearle las tetas (la moza se lo toma muuuy bien). En fin, el tio sale a mear. Ella se queda sola esperando en el coche. Él tarda. Ella le llama y ¡¡PAM!!, susto, es él con la máscara de "Scream" y, ¡¡PAM!!, otro susto, la apuñala con su cuchillo de broma... mientras ríen, aparece el asesino de verdad y los mata. Bien, esto es lo que se dice "Empezar con mal pie". Pero sigue.
Un grupo de rock moña actúa delante de un entregado público. El cantante, guapo y musculoso, está traumatizado porque de chaval vio morir a su abuelo mientras jugaba con cadáveres. Su novia, la bajista, está buenorra. El batera, es guapo. El teclista es negro, y se pasará todo el metraje quejándose de ello y diciendo "Eh, tio". El guitarra se folla a su novia en los camerinos mientras el "roadie", feo y bajito, los graba con una vídeo-cámara. No, no es posible!!!!.
En fin, al cantante le dicen que su tia ha muerto. Van al funeral, se encuentra con su odiado padre (el acabadísimo Steve Railsback) en la granja donde vio morir a su abuelo. Se suceden crímenes no demasiado sangrientos en manos de un tio vestido de campesino con una máscara que parece sado-maso y una guadaña (aunque en un momento dado la cambia por un hacha).
El final es lo peor. Ya resuelto el misterio (repleto de absurdas incongruencias), el grupo alcanza el éxito a pesar de los integrantes que murieron por el camino. Uno de estos ha sido sustituido por un redneck que sale a mitad de peli y resulta que toca el teclado de puta madre. Ver su transformación de paleto provinciano a rockero con camiseta de rejilla y pelos de punta es totalmente ridículo. Y bueno, que el asesino, o uno de ellos, no ha muerto y habrá segunda parte.
El dire, Neal Sundstrom, es el mismo de "Aullidos 5".
Vamos... ¡¡una obra maestra!!.
Un grupo de rock moña actúa delante de un entregado público. El cantante, guapo y musculoso, está traumatizado porque de chaval vio morir a su abuelo mientras jugaba con cadáveres. Su novia, la bajista, está buenorra. El batera, es guapo. El teclista es negro, y se pasará todo el metraje quejándose de ello y diciendo "Eh, tio". El guitarra se folla a su novia en los camerinos mientras el "roadie", feo y bajito, los graba con una vídeo-cámara. No, no es posible!!!!.
En fin, al cantante le dicen que su tia ha muerto. Van al funeral, se encuentra con su odiado padre (el acabadísimo Steve Railsback) en la granja donde vio morir a su abuelo. Se suceden crímenes no demasiado sangrientos en manos de un tio vestido de campesino con una máscara que parece sado-maso y una guadaña (aunque en un momento dado la cambia por un hacha).
El final es lo peor. Ya resuelto el misterio (repleto de absurdas incongruencias), el grupo alcanza el éxito a pesar de los integrantes que murieron por el camino. Uno de estos ha sido sustituido por un redneck que sale a mitad de peli y resulta que toca el teclado de puta madre. Ver su transformación de paleto provinciano a rockero con camiseta de rejilla y pelos de punta es totalmente ridículo. Y bueno, que el asesino, o uno de ellos, no ha muerto y habrá segunda parte.
El dire, Neal Sundstrom, es el mismo de "Aullidos 5".
Vamos... ¡¡una obra maestra!!.
martes, 24 de agosto de 2010
LOS INCORREGIBLES ALBÓNDIGAS
Indiscutible clásico de la comedia moderna, que abrió la veda a las historias picarescas situadas en campamentos veraniegos y, ya que estamos, una de esas películas con números para estar en mi top ten y que sin embargo, no -me- cuajó. Cuando la alquilé de chaval en el video-club ya había visto otras comedias gamberras posteriores a esta (probablemente la falsa secuela "Los albóndigas en remojo") y, claro, el lenguaje y el tono de estas me resultaba mucho más cercano y efectivo. "Los incorregibles albóndigas" me pareció sosa, aburrida y carente de elementos excitantes. Incluso la desgana de Bill Murray, generalmente su estilo de interpretación, me dejó un regusto amargo, a decepción. Ayer noche quise revisarla con la perspectiva del paso del tiempo de por medio y, en fin, no me pareció tan mediocre, pero sí, comprendo perfectamente que no me gustara en su momento.
En realidad el ingrediente que ha dado éxito y culto a "Los incorregibles albóndigas" es su escenario. Todo lo relacionado a pasar el verano en unas colonias está contado de modo muy realista, muy costumbrista, sin estridencias, ni humor surrealista, ni actores de 30 tacos fingiendo ser adolescentes. De hecho, según Imdb hay material prácticamente documental, y muchos de los secundarios y extras eran auténticos monitores de campamento. Dicho de otro modo, te gustará si te gusta ir de colonias en verano... yo, casualmente, lo detestaba, con solo decir que mis padres me amenazaban en mandarme a colonias si suspendía demasiadas asignaturas os podéis hacer una idea (y no es broma!), así que en ese sentido, la peli lo tiene chungo conmigo.
La nota de comedia la ponen las payasadas de Murray, que a ratos parece estar improvisando. Sin embargo, lo que sorprende de esta peli, y más viendo cómo se desarrolló el subgénero posteriormente, es lo blanca que resulta. Hay chistes picantes, pero muy inocentes, solo una tia buena y no asoma la más mínima teta durante todo el metraje. Vamos, que casi casi es una peli para críos.
¿Argumento?, poca cosa. Las gamberradas, anécdotas y gracietas (algunas muy muy tontas) que se desarrollan durante un campamento de verano, la relación entre Murray y un chico marginado y la eterna competitividad que se gastan con el campamento de al lado, destinado -cómo no- a gente acaudalada y malvada.
Ivan Reitman tras la cámara, Harold Ramis entre los guionistas... no se, ta bien, pero tampoco es gran cosa.
En realidad el ingrediente que ha dado éxito y culto a "Los incorregibles albóndigas" es su escenario. Todo lo relacionado a pasar el verano en unas colonias está contado de modo muy realista, muy costumbrista, sin estridencias, ni humor surrealista, ni actores de 30 tacos fingiendo ser adolescentes. De hecho, según Imdb hay material prácticamente documental, y muchos de los secundarios y extras eran auténticos monitores de campamento. Dicho de otro modo, te gustará si te gusta ir de colonias en verano... yo, casualmente, lo detestaba, con solo decir que mis padres me amenazaban en mandarme a colonias si suspendía demasiadas asignaturas os podéis hacer una idea (y no es broma!), así que en ese sentido, la peli lo tiene chungo conmigo.
La nota de comedia la ponen las payasadas de Murray, que a ratos parece estar improvisando. Sin embargo, lo que sorprende de esta peli, y más viendo cómo se desarrolló el subgénero posteriormente, es lo blanca que resulta. Hay chistes picantes, pero muy inocentes, solo una tia buena y no asoma la más mínima teta durante todo el metraje. Vamos, que casi casi es una peli para críos.
¿Argumento?, poca cosa. Las gamberradas, anécdotas y gracietas (algunas muy muy tontas) que se desarrollan durante un campamento de verano, la relación entre Murray y un chico marginado y la eterna competitividad que se gastan con el campamento de al lado, destinado -cómo no- a gente acaudalada y malvada.
Ivan Reitman tras la cámara, Harold Ramis entre los guionistas... no se, ta bien, pero tampoco es gran cosa.
lunes, 23 de agosto de 2010
EL PANTANO DE LOS CUERVOS
Manuel Caño ¿era un cineasta experimental? ¿Era un visionario? ¿Un artista incomprendido? ¿Un surrealista adelantado a su tiempo? ¿O simplemente un negado, un autentico paquete que llegó a hacer cine sin tener una sola gota de talento?
a juzgar por la mayoría de sus películas, yo diría que lo ultimo.
La película se encuentra en ese fino hilo que separa (y diferencia) el cine artístico de la chapuza.
Y es que me da la sensación, que aunque no hay nada coherente en el argumento de EL PANTANO DE LOS CUERVOS, en la cabeza de Caño, seguro que si que lo había, pero era incapaz de plasmarlo en imágenes.
La cosa va de un científico, que experimenta con personas y que tras experimentar con ellas, las arroja a un pantano, por el que vuelan unos cuervos (sacados de algún documental de National Geographic) mientras un Fernando Sancho hace de grasiento policía que trata de darle caza.
Un tostón de los que ya no se hacen… ¿desgraciada o afortunadamente? No lo se exactamente.
No pasa nada en la película. Vamos viendo imágenes desagradables, fetos en formol, miembros amputados, mientras lo intercala con actuaciones de grupos ye-yés de la época y escenas de amor surrealistas. Toda ella muy rara.
Y cuando (aunque nos aburrimos) estamos a punto de tomarnos la película en serio, aparece Fernando Sancho, recién salido de algún Spaguetti Western, metiéndose entre pecho y espalda un plato de huevos fritos con chorizo, mientras uno de sus ayudantes le arroja a la misma mesa en la que está comiendo, una mano amputada encontrada en el camino que hay entre el laboratorio y el pantano. Sancho, lejos de inmutarse, suelta cuatro blasfemias y da ligeros toques a la podrida mano, con el tenedor con el que está comiendo. Una escena de antología. Eso si, tras esto, ya no te puedes tomar en serio esta película, a pesar de sus prometedor y extraño comienzo.
Por lo demás, tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano (pero esfuerzo, esfuerzo…) mientras la veía para no dormirme, porque manda huevos, que puto coñazo. Ahora, ¿Por curiosidad? Véanla. ¡Ah! Y es una co-producción hispano-Ecuatoriana. Que co-producción mas rara…
De Manuel Caño, también hemos reseñado por aquí, este tostón, del que tampoco dije cosas mejores.
a juzgar por la mayoría de sus películas, yo diría que lo ultimo.
La película se encuentra en ese fino hilo que separa (y diferencia) el cine artístico de la chapuza.
Y es que me da la sensación, que aunque no hay nada coherente en el argumento de EL PANTANO DE LOS CUERVOS, en la cabeza de Caño, seguro que si que lo había, pero era incapaz de plasmarlo en imágenes.
La cosa va de un científico, que experimenta con personas y que tras experimentar con ellas, las arroja a un pantano, por el que vuelan unos cuervos (sacados de algún documental de National Geographic) mientras un Fernando Sancho hace de grasiento policía que trata de darle caza.
Un tostón de los que ya no se hacen… ¿desgraciada o afortunadamente? No lo se exactamente.
No pasa nada en la película. Vamos viendo imágenes desagradables, fetos en formol, miembros amputados, mientras lo intercala con actuaciones de grupos ye-yés de la época y escenas de amor surrealistas. Toda ella muy rara.
Y cuando (aunque nos aburrimos) estamos a punto de tomarnos la película en serio, aparece Fernando Sancho, recién salido de algún Spaguetti Western, metiéndose entre pecho y espalda un plato de huevos fritos con chorizo, mientras uno de sus ayudantes le arroja a la misma mesa en la que está comiendo, una mano amputada encontrada en el camino que hay entre el laboratorio y el pantano. Sancho, lejos de inmutarse, suelta cuatro blasfemias y da ligeros toques a la podrida mano, con el tenedor con el que está comiendo. Una escena de antología. Eso si, tras esto, ya no te puedes tomar en serio esta película, a pesar de sus prometedor y extraño comienzo.
Por lo demás, tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano (pero esfuerzo, esfuerzo…) mientras la veía para no dormirme, porque manda huevos, que puto coñazo. Ahora, ¿Por curiosidad? Véanla. ¡Ah! Y es una co-producción hispano-Ecuatoriana. Que co-producción mas rara…
De Manuel Caño, también hemos reseñado por aquí, este tostón, del que tampoco dije cosas mejores.
CENTURIÓN
Neil Marshall es un director con talento y buenas ideas, pero que no acaba de despegar. Dejando a un lado su mejor peli, "The Descent", por norma general tiende a ofrecernos films repletos de buenas ideas y buenos momentos pero que, por algun lado, chirrían, que no acaban de funcionar. Ocurría en "Dog Soldiers" (para mi, su peor peli), ocurría en "Doomsday" y ocurre en "Centurión", su más reciente parimiento.
La historia se basa en una antigua leyenda propia de "Cuarto Milenio", la desaparición sin dejar rastro de la novena legión del imperio Romano, Marshall intenta encontrar una respuesta a ese supuesto misterio y lo hace en una trama muy similar a los tebeos de Astérix y Obélix... solo que en versión muy hardcore. Una pequeña aldea resiste de modo brutal los intentos de colonización por parte de los señores Romanos. A base de trucos, técnicas propias y el conocimiento del terreno, esta peña arrasan con todo Romano que intenta acercarse a su puerta. La peli gira en torno a esta premisa, con idas, venidas, peleas, traiciones y una leve historia de amor que no molesta porque está muy bien contada.
La fotografía es lo mejor, su look y sus escenarios naturales son notables. Los actores también se lo curran bastante y, claro, la cacareada dosis de gore. A Marshall le mola la sangre, no puede negarlo, porque en todas sus pelis chorrea que da gusto... ya sean de terror como de aventuras. Imaginaos las peleas de "Braveheart", ahí con sus cortantes filos y sus pesadas hachas, pero un pelín más burro y durante toda la proyección, casi sin descanso. Mola, lástima que algunos de estos chorretones sean digitales. Destacable también resulta el enfrentamiento final, con tres parejas dándose estopa a la vez... igual que en "Doomsday", cuyo mayor aliciente era la mega-carrera antes del "The End".
La peli no está ni tan mal, los aspectos positivos ganan a los negativos... lo único que, bueno, la narración es muy standard, muy previsible, y eso contribuye a que el entretenimiento sea menos absoluto de lo que uno hubiese deseado.
Aún así, se deja ver con gusto.
La historia se basa en una antigua leyenda propia de "Cuarto Milenio", la desaparición sin dejar rastro de la novena legión del imperio Romano, Marshall intenta encontrar una respuesta a ese supuesto misterio y lo hace en una trama muy similar a los tebeos de Astérix y Obélix... solo que en versión muy hardcore. Una pequeña aldea resiste de modo brutal los intentos de colonización por parte de los señores Romanos. A base de trucos, técnicas propias y el conocimiento del terreno, esta peña arrasan con todo Romano que intenta acercarse a su puerta. La peli gira en torno a esta premisa, con idas, venidas, peleas, traiciones y una leve historia de amor que no molesta porque está muy bien contada.
La fotografía es lo mejor, su look y sus escenarios naturales son notables. Los actores también se lo curran bastante y, claro, la cacareada dosis de gore. A Marshall le mola la sangre, no puede negarlo, porque en todas sus pelis chorrea que da gusto... ya sean de terror como de aventuras. Imaginaos las peleas de "Braveheart", ahí con sus cortantes filos y sus pesadas hachas, pero un pelín más burro y durante toda la proyección, casi sin descanso. Mola, lástima que algunos de estos chorretones sean digitales. Destacable también resulta el enfrentamiento final, con tres parejas dándose estopa a la vez... igual que en "Doomsday", cuyo mayor aliciente era la mega-carrera antes del "The End".
La peli no está ni tan mal, los aspectos positivos ganan a los negativos... lo único que, bueno, la narración es muy standard, muy previsible, y eso contribuye a que el entretenimiento sea menos absoluto de lo que uno hubiese deseado.
Aún así, se deja ver con gusto.
domingo, 22 de agosto de 2010
MUÑECOS INFERNALES
Producción Mexicana de 1961, bastante seria en su planteamiento, pero con la que inevitablemente, te tienes que echar unas risotadillas viéndola.
Una película de corte esotérico, muy bien documentada (parece ser), con una atmosfera híper-terrorífica (el blanco y negro ayuda lo suyo) y sin embargo tan blanca, que la puedes poner en un jardín de infancia sin que los críos lloren… hasta que aparezca el primero de los muñecajos…
Una serie de tipos, coleccionistas, pasan una serie de avatares para conseguir una extraña estatuilla, así que piden consejo a una experta en temas esotéricos. Estos le dicen, que tras sustraer la figura, un natural de la isla donde la consiguieron, les lanzó una maldición, por lo que esta les advierte, que si les han maldicho, lo mas probable es que se cumpla…. Y mira tú por donde un bokor de esa extirpe rulando por donde está esta gente, así que por medio del Vudú, acabará con todos ellos. Cada vez que uno muere, su alma pasará al muñeco utilizado para su vudú, por lo que estos muñecos van tomando vida, para matar al siguiente implicado en ese robo esotérico y así sucesivamente.
Pues está graciosa la hijaputa. ¿Se acuerdan en MUÑECO DIABOLICO, que en algunos planos, muy de pasada, se veía que cuando Chucky corría era un niño? Quedaba fatal, ¿Verdad?, pues treinta años antes, a estos Mexicanos ya se les ocurrió que fueran personas las que interpretaran a los muñecos vivos. En este caso, son enanos a los que se les ha colocado una prótesis facial, una careta que da verdadero miedo, pero que a la vez da risa, porque se ve que los actores solo podían ver a través de uno de los agujeros de la nariz de la mascara, ya claro al no tener casi visibilidad, estos se van moviendo despacito, con mucho cuidado para no tropezarse, lo que provoca, no pocos momentos hilarantes en el espectador. Así mismo, estos gustan de asesinar a sus victimas con una especie de aguja muy gorda y muy larga. O algo parecido, pero es demasiado gordo como para ser una aguja, y demasiado fino para ser un cuchillo. Bueno, el caso es que clavan este utensilio, sin energía, casi a cámara lenta… ¡claro! ¡Por lo mismo, porque con esas putas mascaras no ven! Madre mía, que panzada de reír.
Pero si con estos enanos ciegos no teníamos bastante, tenemos por ahí al bokor, que tiene en sus dominios un zombi. Es el zombi más chabacano y a la vez más molón que he visto en mi fucking vida. De hecho, es el que aparece en el cartel abajo en la derecha. El bokor, parece Oscar Jaenada pasado de cocaína y que además le han alisado el pelo. Risas mil.
Y por fin, los diálogos. Esta peli tiene una cualidad que muy pocas películas tienen. Y esa es, el énfasis con el que los actores sueltan los diálogos, que es ridículo, cada cual sobreactúa peor, pero la gracia está en que lo que están diciendo es súper interesante… Toda la escena del principio, en la que la protagonista les explica a los coleccionistas, todo el rollo del vudú, de las maldiciones y de los bokor, mola que te cagas, pero claro como los actores lo sueltan todo de carrerilla y casi sin pestañear, le restamos veracidad a lo que estamos viendo.
De intenciones serias (es una película muy seria) y de resultados que son un despropósito, MUÑECOS INFERNALES, es una de las pelis de muñecos asesinos mas demenciales, y también una de las mejores pelis de zombis haitianos. Ríete tu de YO ANDUVE CON UN ZOMBI.
Y para más exotismo todavía, el director es Benito Alazraki, el mismo del ignoto remake de YO HICE A ROQUE III, que co-escribió con el propio Mariano Ozores.
Que cinematografía mas curiosa la Mexicana.
Una película de corte esotérico, muy bien documentada (parece ser), con una atmosfera híper-terrorífica (el blanco y negro ayuda lo suyo) y sin embargo tan blanca, que la puedes poner en un jardín de infancia sin que los críos lloren… hasta que aparezca el primero de los muñecajos…
Una serie de tipos, coleccionistas, pasan una serie de avatares para conseguir una extraña estatuilla, así que piden consejo a una experta en temas esotéricos. Estos le dicen, que tras sustraer la figura, un natural de la isla donde la consiguieron, les lanzó una maldición, por lo que esta les advierte, que si les han maldicho, lo mas probable es que se cumpla…. Y mira tú por donde un bokor de esa extirpe rulando por donde está esta gente, así que por medio del Vudú, acabará con todos ellos. Cada vez que uno muere, su alma pasará al muñeco utilizado para su vudú, por lo que estos muñecos van tomando vida, para matar al siguiente implicado en ese robo esotérico y así sucesivamente.
Pues está graciosa la hijaputa. ¿Se acuerdan en MUÑECO DIABOLICO, que en algunos planos, muy de pasada, se veía que cuando Chucky corría era un niño? Quedaba fatal, ¿Verdad?, pues treinta años antes, a estos Mexicanos ya se les ocurrió que fueran personas las que interpretaran a los muñecos vivos. En este caso, son enanos a los que se les ha colocado una prótesis facial, una careta que da verdadero miedo, pero que a la vez da risa, porque se ve que los actores solo podían ver a través de uno de los agujeros de la nariz de la mascara, ya claro al no tener casi visibilidad, estos se van moviendo despacito, con mucho cuidado para no tropezarse, lo que provoca, no pocos momentos hilarantes en el espectador. Así mismo, estos gustan de asesinar a sus victimas con una especie de aguja muy gorda y muy larga. O algo parecido, pero es demasiado gordo como para ser una aguja, y demasiado fino para ser un cuchillo. Bueno, el caso es que clavan este utensilio, sin energía, casi a cámara lenta… ¡claro! ¡Por lo mismo, porque con esas putas mascaras no ven! Madre mía, que panzada de reír.
Pero si con estos enanos ciegos no teníamos bastante, tenemos por ahí al bokor, que tiene en sus dominios un zombi. Es el zombi más chabacano y a la vez más molón que he visto en mi fucking vida. De hecho, es el que aparece en el cartel abajo en la derecha. El bokor, parece Oscar Jaenada pasado de cocaína y que además le han alisado el pelo. Risas mil.
Y por fin, los diálogos. Esta peli tiene una cualidad que muy pocas películas tienen. Y esa es, el énfasis con el que los actores sueltan los diálogos, que es ridículo, cada cual sobreactúa peor, pero la gracia está en que lo que están diciendo es súper interesante… Toda la escena del principio, en la que la protagonista les explica a los coleccionistas, todo el rollo del vudú, de las maldiciones y de los bokor, mola que te cagas, pero claro como los actores lo sueltan todo de carrerilla y casi sin pestañear, le restamos veracidad a lo que estamos viendo.
De intenciones serias (es una película muy seria) y de resultados que son un despropósito, MUÑECOS INFERNALES, es una de las pelis de muñecos asesinos mas demenciales, y también una de las mejores pelis de zombis haitianos. Ríete tu de YO ANDUVE CON UN ZOMBI.
Y para más exotismo todavía, el director es Benito Alazraki, el mismo del ignoto remake de YO HICE A ROQUE III, que co-escribió con el propio Mariano Ozores.
Que cinematografía mas curiosa la Mexicana.
MI TEORIA EXPENDABLE
A raíz del estreno de "The Expendables"/"Los mercenarios", no he parado de oir/leer lo muy mucho molona que es, lo muy mucho ochentera que es y, en general, todo de críticas entusiastas, exageradas y algo desmedidas. Bien, yo no estoy muy de acuerdo con todo ello. Veamos, que la peli es entretenida y entrañable, no se lo discuto a nadie. Lo es. La secuencia del trio maravillas (Stallone, Schwarzenegger, Willis) es antológica, inolvidable y solo ella merece el precio de la entrada. Y que el film intenta recuperar un estilo de cine de acción que ya no se lleva, tampoco se lo discuto a nadie... eso si, que lo consiga o lo haga bien, ya es otro cantar.
Personalmente opino que "Rocky 6" y "Rambo 4" (es decir, "Rocky Balboa" y "John Rambo") son mucho mejores películas, mucho más arriesgadas (el mega-drama de la primera y la ultra-violencia de la segunda) y, curioso esto, mucho más personales para su actor/director, Sylvester Stallone. Está claro que en esos tiempos la carrera de Stallone estaba prácticamente acabada, y el tipo ya no tenía mucho que perder. De ahí que lo diera todo en estos films y no pensara tanto en sus resultados ya que, esencialmente, pintaban que iban a ser dos testamentos. Por ese motivo van destinadas a un público más adulto (o que vivió el auge de ambos personajes en directo y siendo un impresionable adolescente, como yo), y la prueba la tenéis en "Rambo 4" y su explosión de violencia, gore y barbaridades. Los mismos productores aseguran que apostar por esa línea les había hecho perder público potencial, y que para "The Expendables", por entonces en plena pre-producción, no iban a tirar por derroteros tan sangrientos, tan oscuros, tan duros y tan poco humorísticos. Es decir, tras el inesperado exitazo de "Rambo 4", se enfocó la que iba a ser la nueva peli de Stallone con otras intenciones, ganarse al mayor número posible de espectadores, sobre todo más jóvenes (de ahí las incursiones de Jason Statham y Jet Li), invertir más y arriesgar menos.
Stallone en ese aspecto no les ha fallado, ha hecho un film totalmente parido para ser disfrutado por el público, ha suavizado la violencia (comparada con la de "Rambo 4"), ha metido mucho más humor, mucha más autoparodia y ha ido a por todas, dejando la personalidad en la puerta y sin aportar gota de malrollismo y oscuridad a su trillada historia.
En ese sentido, "John Rambo" me parece mucho más fiel al supuesto espíritu que se reivindica en "The Expendables". Al no hacerlo de modo intencionado, ni pretender contentar a todo el público, Stallone logró ser más honesto en esa propuesta que en la que ahora triunfa en taquilla. Da la casualidad que los que más disfrutan y más flipan con el supuesto espíritu "old school"/"vieja escuela" de "The Expendables" son los veinteañeros que todo ese cine lo han mitificado a base de video-club... pero los que estuvimos allí en directo, los que vimos en el cine "Rambo", "Commando", "La jungla de cristal" o, yo que sé, "Delta Force" sabemos que en realidad "The Expendables" es un espejismo... un bonito espejismo, un merecido, muy merecido, homenaje a todo aquello, un cine que en su momento fue despreciado por la crítica y hoy, curioso, parece incluso molar. Sin embargo, y por mucho que lo intente, la última de Stallone es a las pelis de acción de los 80 lo que la "Freeway Cola" a la "Coca Cola".
Personalmente opino que "Rocky 6" y "Rambo 4" (es decir, "Rocky Balboa" y "John Rambo") son mucho mejores películas, mucho más arriesgadas (el mega-drama de la primera y la ultra-violencia de la segunda) y, curioso esto, mucho más personales para su actor/director, Sylvester Stallone. Está claro que en esos tiempos la carrera de Stallone estaba prácticamente acabada, y el tipo ya no tenía mucho que perder. De ahí que lo diera todo en estos films y no pensara tanto en sus resultados ya que, esencialmente, pintaban que iban a ser dos testamentos. Por ese motivo van destinadas a un público más adulto (o que vivió el auge de ambos personajes en directo y siendo un impresionable adolescente, como yo), y la prueba la tenéis en "Rambo 4" y su explosión de violencia, gore y barbaridades. Los mismos productores aseguran que apostar por esa línea les había hecho perder público potencial, y que para "The Expendables", por entonces en plena pre-producción, no iban a tirar por derroteros tan sangrientos, tan oscuros, tan duros y tan poco humorísticos. Es decir, tras el inesperado exitazo de "Rambo 4", se enfocó la que iba a ser la nueva peli de Stallone con otras intenciones, ganarse al mayor número posible de espectadores, sobre todo más jóvenes (de ahí las incursiones de Jason Statham y Jet Li), invertir más y arriesgar menos.
Stallone en ese aspecto no les ha fallado, ha hecho un film totalmente parido para ser disfrutado por el público, ha suavizado la violencia (comparada con la de "Rambo 4"), ha metido mucho más humor, mucha más autoparodia y ha ido a por todas, dejando la personalidad en la puerta y sin aportar gota de malrollismo y oscuridad a su trillada historia.
En ese sentido, "John Rambo" me parece mucho más fiel al supuesto espíritu que se reivindica en "The Expendables". Al no hacerlo de modo intencionado, ni pretender contentar a todo el público, Stallone logró ser más honesto en esa propuesta que en la que ahora triunfa en taquilla. Da la casualidad que los que más disfrutan y más flipan con el supuesto espíritu "old school"/"vieja escuela" de "The Expendables" son los veinteañeros que todo ese cine lo han mitificado a base de video-club... pero los que estuvimos allí en directo, los que vimos en el cine "Rambo", "Commando", "La jungla de cristal" o, yo que sé, "Delta Force" sabemos que en realidad "The Expendables" es un espejismo... un bonito espejismo, un merecido, muy merecido, homenaje a todo aquello, un cine que en su momento fue despreciado por la crítica y hoy, curioso, parece incluso molar. Sin embargo, y por mucho que lo intente, la última de Stallone es a las pelis de acción de los 80 lo que la "Freeway Cola" a la "Coca Cola".
sábado, 21 de agosto de 2010
SHRUNKEN HEADS
Richard Elfman es un cineasta interesante. Bueno, tal vez me he pasado, dejémoslo en curioso. En su filmografía encontramos títulos como la tan simpática como excesiva "Forbidden Zone" (su único éxito real, motivo de que en estos momentos esté currando en "Forbidden Zone 2: The Forbidden Galaxy") o la mediocre pero con sus momentos "Revenant: Vampiros modernos". En realidad Richard es más conocido por su ilustre hermano, Danny Elfman, reputado compositor de numerosas bandas sonoras de films más que populares. El verdadero problema de Richard Elfman es que, como muchos otros realizadores de Hollywood, juega al papel del rebelde y el "rompedor" sin serlo tanto como cree. Es decir, el exceso de ideas absurdas y chorras, el "todo vale", no te hace más transgresor cuando la esencia de tu obra, su todo y, por supuesto, su estética, corresponden perfectamente con cualquier manual de "el buen director". Resumiendo, sus pelis, que se pretenden tan anti-normalidad, tienen el aspecto de telefilms y se esfuerzan tanto en demostrarnos que no son "del montón" que, en fin, acaban asfixiándonos. Eso mismo le pasa a "Shrunken Heads", una historia tan forzadamente bizarra que... en fin, no cuela en ese sentido, aunque por lo demás resulta bastante simpática y amena.
Los tres chavales protagonistas (uno de ellos el típico guapito encantador, buenazo, valiente y con mucha capacidad de resolución... ¡ahí Richard, rompiendo moldes!) son unos aficionados a los comics que viven "atormentados" por las putadas que les hacen la panda de macarras del barrio. Un mal día, las cosas se complicarán y tras una serie de enfrentamientos, el trío es acribillado a balazos. El quiosquero del barrio, buen amigo suyo y con un pasado como brujo haitiano, se hará con sus cabezas, las reducirá, les dará vida y las empujará a que cumplan con su venganza. Casualmente, cada vez que acaben con un malandrín, este volverá de la muerte convertido en un zombie obsesionado con la limpieza (solo les falta decir aquello de "Me impogta un cagajo").
Produce Charles Band con su "Full Moon". El guión es cosa del interesante -este sí- Matthew Bright, habitual colaborador de Elfman y director de "Freeway 1 & 2", "Ted Bundy" o la fallida "Tiptoes" (tan fallida que su fracaso precipitó a Bright al ostracismo, hoy se recupera volviendo a las letras con el guión de, sí, tu lo has dicho, "Forbidden Zone 2"), hace años incluso tuve la oportunidad de entrevistarle/conocerle, y de verdad que es un tipo singular. Y la música... pues imaginad, el tema central es de Danny Elfman, pero conque para entonces ya comenzaba a despuntar en el mainstream, del resto del soundtrack se encarga, sí, ¡Richard Band!, quien, como siempre, cumple muy bien imitando los tics compositivos del autor de la partitura del "Batman" de Tim Burton. De hecho, como sabéis (Danny)Elfman y Burton suelen colaborar muy asiduamente, lo que da peso a la teoría de que en "Shrunken Heads" se denota mucha influencia del director de "Eduardo Manostijeras", especialmente cuando la cámara sobrevuela una bonita maqueta de la ciudad con un tema musical repleto de coros femeninos. Quien sabe, tal vez el hijo músico de la familia Elfman le comió la olla al hijo director.
Los efectos especiales son resultones, pero no esperéis mucho gore y tal, porque no. Abunda el humor y si queréis ver qué pasa finalmente con los malos, esperad a después de los créditos. Como decía el propio Richard Elfman en una entrevista a "Film Threat", "Shrunken Heads" es "Como una película de Disney, hasta que matan a los tres chicos buenos", yo añadiría "Y luego casi sigue siéndolo".
Entretenida y simpática, pero no tan "de culto" como se pretende.
Sin salirnos de esas coordenadas, añadir que seguidamente me vi "Bad Biology", la última peli oficial de Frank Henenlotter. Tras una hora muy disfrutable y hasta original, se precipita al vacío a base de salidas facilonas y totalmente ridículas (el final es previsible y patético), cargándose completamente el conjunto. Puede que sea la peor peli de su realizador. Dato curioso: James Glickenhaus, director de "El Exterminador", tiene un breve papel!.
Los tres chavales protagonistas (uno de ellos el típico guapito encantador, buenazo, valiente y con mucha capacidad de resolución... ¡ahí Richard, rompiendo moldes!) son unos aficionados a los comics que viven "atormentados" por las putadas que les hacen la panda de macarras del barrio. Un mal día, las cosas se complicarán y tras una serie de enfrentamientos, el trío es acribillado a balazos. El quiosquero del barrio, buen amigo suyo y con un pasado como brujo haitiano, se hará con sus cabezas, las reducirá, les dará vida y las empujará a que cumplan con su venganza. Casualmente, cada vez que acaben con un malandrín, este volverá de la muerte convertido en un zombie obsesionado con la limpieza (solo les falta decir aquello de "Me impogta un cagajo").
Produce Charles Band con su "Full Moon". El guión es cosa del interesante -este sí- Matthew Bright, habitual colaborador de Elfman y director de "Freeway 1 & 2", "Ted Bundy" o la fallida "Tiptoes" (tan fallida que su fracaso precipitó a Bright al ostracismo, hoy se recupera volviendo a las letras con el guión de, sí, tu lo has dicho, "Forbidden Zone 2"), hace años incluso tuve la oportunidad de entrevistarle/conocerle, y de verdad que es un tipo singular. Y la música... pues imaginad, el tema central es de Danny Elfman, pero conque para entonces ya comenzaba a despuntar en el mainstream, del resto del soundtrack se encarga, sí, ¡Richard Band!, quien, como siempre, cumple muy bien imitando los tics compositivos del autor de la partitura del "Batman" de Tim Burton. De hecho, como sabéis (Danny)Elfman y Burton suelen colaborar muy asiduamente, lo que da peso a la teoría de que en "Shrunken Heads" se denota mucha influencia del director de "Eduardo Manostijeras", especialmente cuando la cámara sobrevuela una bonita maqueta de la ciudad con un tema musical repleto de coros femeninos. Quien sabe, tal vez el hijo músico de la familia Elfman le comió la olla al hijo director.
Los efectos especiales son resultones, pero no esperéis mucho gore y tal, porque no. Abunda el humor y si queréis ver qué pasa finalmente con los malos, esperad a después de los créditos. Como decía el propio Richard Elfman en una entrevista a "Film Threat", "Shrunken Heads" es "Como una película de Disney, hasta que matan a los tres chicos buenos", yo añadiría "Y luego casi sigue siéndolo".
Entretenida y simpática, pero no tan "de culto" como se pretende.
Sin salirnos de esas coordenadas, añadir que seguidamente me vi "Bad Biology", la última peli oficial de Frank Henenlotter. Tras una hora muy disfrutable y hasta original, se precipita al vacío a base de salidas facilonas y totalmente ridículas (el final es previsible y patético), cargándose completamente el conjunto. Puede que sea la peor peli de su realizador. Dato curioso: James Glickenhaus, director de "El Exterminador", tiene un breve papel!.
viernes, 20 de agosto de 2010
MÁS ALLÁ DE LAS LÍNEAS ENEMIGAS
La primera vez que alquilé esta peli en el video-club, al llegar a casa me encontré que la jodida de la dependienta se había equivocado y me había colado otra cinta en lugar de la que a mi me interesaba. ¡¡Zorra!!. No volví a reclamar porque ya estaba asentado y en aquellos tiempos mi timidez era mayor que ahora. Pero vamos, que me quedé sin ver la peli, y luego, lo típico, perdí interés y nunca jamás volví a intentarlo. Hasta ayer noche, fíjate tu que cosas. Y vista ya, puedo decir que, en el fondo, aquella pelandusca en realidad me hizo un favor, porque "Más allá de las líneas enemigas" ha sido una cuantiosa decepción.
Estamos en Vietnam. Un grupo de prisioneros americanos, comandados por David Carradine, escapan de su encierro, asociados a regañadientes con sus propios enemigos, que se ven venir el percal y se las quieren pirar. El camino a la libertad estará plagado de problemas, disparos, explosiones, muertos, un yankee traidor y un "amarillo" malísimo del copón.
Cuando decía lo de decepción se debe a que, tratándose de una producción ochentosa de la "Cannon", me esperaba un "Rambo", ver al pequeño saltamontes armado hasta las cejas arrasando con cientos de malditos vietnamitas, o lo que sean, pero no es el caso. En realidad se trata de una peli de guerra al uso, con sus tópicos y sus clichés, nada de exageradas muestras de machoman, sin fantasmadas, una violencia standard (al final hay un poco de truculencia, pero nada especial) y la inevitable dosis de patriotismo: Carradine salva la bandera yankee portándola en el hombro y el americano traidor al final se sacrifica por el bien de sus compañeros de armas.
Junto a Carradine tenemos a todo un clásico de la época, Steve James y a Mako, habitual "chino" en el cine y la televisión y que hacía de malo en "El poder de las armas" de Fred Olen Ray (junto a Carradine otra vez, con quien también había coincidido en la versión largometraje de la serie "Kung-Fu").
"Más allá de las líneas enemigas" es torpe, tosca, aburrida, sin garra, sin emoción y perfectamente ignorable.
Estamos en Vietnam. Un grupo de prisioneros americanos, comandados por David Carradine, escapan de su encierro, asociados a regañadientes con sus propios enemigos, que se ven venir el percal y se las quieren pirar. El camino a la libertad estará plagado de problemas, disparos, explosiones, muertos, un yankee traidor y un "amarillo" malísimo del copón.
Cuando decía lo de decepción se debe a que, tratándose de una producción ochentosa de la "Cannon", me esperaba un "Rambo", ver al pequeño saltamontes armado hasta las cejas arrasando con cientos de malditos vietnamitas, o lo que sean, pero no es el caso. En realidad se trata de una peli de guerra al uso, con sus tópicos y sus clichés, nada de exageradas muestras de machoman, sin fantasmadas, una violencia standard (al final hay un poco de truculencia, pero nada especial) y la inevitable dosis de patriotismo: Carradine salva la bandera yankee portándola en el hombro y el americano traidor al final se sacrifica por el bien de sus compañeros de armas.
Junto a Carradine tenemos a todo un clásico de la época, Steve James y a Mako, habitual "chino" en el cine y la televisión y que hacía de malo en "El poder de las armas" de Fred Olen Ray (junto a Carradine otra vez, con quien también había coincidido en la versión largometraje de la serie "Kung-Fu").
"Más allá de las líneas enemigas" es torpe, tosca, aburrida, sin garra, sin emoción y perfectamente ignorable.
jueves, 19 de agosto de 2010
HASTA EL VIENTO TIENE MIEDO
Al igual que en España tenemos películas como LOS OTROS o EL ORFANATO, que son lo que yo entiendo como películas de terror, que aunque a algún aficionado lleguen a gustarle e incluso a asustarle, están hechas para un publico ajeno al cine de terror y realizadas por un director al cual el terror le importa tres carajos, y además tienen la suerte de contar con el beneplácito de la crítica y del público masivo, los Mexicanos también, a pesar de su inmenso, cutre y crudo “Home Video”, tienen este tipo de productos, claro que sí, como esta porquería aburrida que he tenido la suerte o la desgracia de ver anoche.
Una joven, tras un intento de suicidio, es internada en una clínica donde ingresan a chicas con problemas mentales y anoréxicas. En el tenebroso centro, a nuestra protagonista comienza a aparecérsele el fantasma de una niña que se suicidó anteriormente allí, y los sustitos y los llantitos de terrorsito, comienzan a sucederse.
Tan mala como pretenciosa.
Mal resuelta a base de, prácticamente, primeros planos, el director y guionista de cine de autor Gustavo Moheno, se atreve con este remake de una película del mismo título de los años 60. Y que se atreva, no quiere decir, que domine en absoluto las atmósferas y maneras del cine de terror, que va, que va, todo lo contrario. Esto es una película de sustos, cuyos sustos, no por previsibles, si no por mal hechos no asustan. Y no hay nada más triste que una peli de sustos con la que no te llevas ningún sobresalto.
Si esto fuera una peliculilla para videoclub, lo daría por valido e intentaría disfrutar con ella, pero esto va en serio, se trata de atemorizar a la platea (sin éxito) y además ganar prestigio en el intento, con un film medido y calculado al milimetro y para el cual, la falta de presupuesto no me vale. Está mal hecha. A eso añádanle el soberano aburrimiento del que hace gala la peli, y el intento de parecerse al cine de Amenábar descaradamente.
No puedo decir que me haya indignado, porque desde el primer fotograma intuí lo que iba a ver y aún así continué con el visionado, pero si es cierto que en otras circunstancias, podía haberme sentido estafado y muy ofendido.
Y es que, yo creo, que para hacer una buena película de terror, y más aun, de fantasmas (¡con lo fácil que es causar el miedo con una película de fantasmas!), te tiene que gustar aunque sea un poquito el género que estás tratando, si lo haces por moda, te sale esto.
Una joven, tras un intento de suicidio, es internada en una clínica donde ingresan a chicas con problemas mentales y anoréxicas. En el tenebroso centro, a nuestra protagonista comienza a aparecérsele el fantasma de una niña que se suicidó anteriormente allí, y los sustitos y los llantitos de terrorsito, comienzan a sucederse.
Tan mala como pretenciosa.
Mal resuelta a base de, prácticamente, primeros planos, el director y guionista de cine de autor Gustavo Moheno, se atreve con este remake de una película del mismo título de los años 60. Y que se atreva, no quiere decir, que domine en absoluto las atmósferas y maneras del cine de terror, que va, que va, todo lo contrario. Esto es una película de sustos, cuyos sustos, no por previsibles, si no por mal hechos no asustan. Y no hay nada más triste que una peli de sustos con la que no te llevas ningún sobresalto.
Si esto fuera una peliculilla para videoclub, lo daría por valido e intentaría disfrutar con ella, pero esto va en serio, se trata de atemorizar a la platea (sin éxito) y además ganar prestigio en el intento, con un film medido y calculado al milimetro y para el cual, la falta de presupuesto no me vale. Está mal hecha. A eso añádanle el soberano aburrimiento del que hace gala la peli, y el intento de parecerse al cine de Amenábar descaradamente.
No puedo decir que me haya indignado, porque desde el primer fotograma intuí lo que iba a ver y aún así continué con el visionado, pero si es cierto que en otras circunstancias, podía haberme sentido estafado y muy ofendido.
Y es que, yo creo, que para hacer una buena película de terror, y más aun, de fantasmas (¡con lo fácil que es causar el miedo con una película de fantasmas!), te tiene que gustar aunque sea un poquito el género que estás tratando, si lo haces por moda, te sale esto.
GAMER
Neveldine y Taylor sorprendieron con la loca Crank, no lo hicieron tanto con la loquisima Crank High Voltage, y con Gamer reafirman algunas de sus señas de identidad pero desgraciadamente la película aburre. Me atraía mucho el argumento, en un futuro próximo podemos controlar a otros humanos como a un SIM o avatar de videojuego cualquiera. El creador de tal adelanto consigue llegar a un acuerdo con el gobierno para organizar juegos de guerra en los que los reclusos sean los avatares a controlar y masacrar. El recluso avatar que consiga superar 30 combates sin morir sera libre, algo así como Cuando Perseguido conoció a Jhonny Mnemonic. No solo el avatar gana, sino que el jugador que lo controla se convierte en una especie de superestrella, y como ocurriría en la vida real, Simon el que controla a Kable (Gerard Butler) es un chaval de 17 años. Todo lo que es el entorno del juego esta muy bien desarrollado, pero el resto de la historia, lo que realmente debería de enganchar, es un puto desastre.
Kable esta muy cerca de conseguir las 30 victorias, pero el creador del juego, un tal Castle, interpretado por el prota de la serie Dexter, y que aquí pone la misma cara de panoli, no quiere que salga vivo por los secretos de la megacorporación que Kable conoce. A su vez Kable, que realmente se llama Tommy desea con todas sus fuerzas salir de la cárcel para poder volver junto a su esposa e hija.
Cámaras al hombro, ángulos imposibles, giros de cámara espectaculares, todo lo relacionado con esto es lo que los directores saben controlar, y es de lo poco con lo que disfrutara el espectador. Los actores justitos y gracias. Acción hay, no es un exceso pero la que hay deja satisfecho, salvo en algunas escenitas que estarán rodaras por una segunda unidad en las que no se ve casi nada por el montaje videoclipero. Y digo que sera una segunda unidad porque salvo ese par de escenas las demás están muy bien rodadas para que no perdamos detalle.
Como jugador que soy, aunque cruel yo jugaría a Slayers, el juego de la película, como espectador hubiese preferido ver otra de las doscientas películas que aun tengo pendientes.
Kable esta muy cerca de conseguir las 30 victorias, pero el creador del juego, un tal Castle, interpretado por el prota de la serie Dexter, y que aquí pone la misma cara de panoli, no quiere que salga vivo por los secretos de la megacorporación que Kable conoce. A su vez Kable, que realmente se llama Tommy desea con todas sus fuerzas salir de la cárcel para poder volver junto a su esposa e hija.
Cámaras al hombro, ángulos imposibles, giros de cámara espectaculares, todo lo relacionado con esto es lo que los directores saben controlar, y es de lo poco con lo que disfrutara el espectador. Los actores justitos y gracias. Acción hay, no es un exceso pero la que hay deja satisfecho, salvo en algunas escenitas que estarán rodaras por una segunda unidad en las que no se ve casi nada por el montaje videoclipero. Y digo que sera una segunda unidad porque salvo ese par de escenas las demás están muy bien rodadas para que no perdamos detalle.
Como jugador que soy, aunque cruel yo jugaría a Slayers, el juego de la película, como espectador hubiese preferido ver otra de las doscientas películas que aun tengo pendientes.
miércoles, 18 de agosto de 2010
DOLL GRAVEYARD
A Charles Band, alguien la hizo creer, que las películas con muñequitos, se le dan bien… o eso, o es que las franquicias muñequiles le son francamente rentables, a juzgar por las inexplicables diez entregas de PUPPET MASTER. Pero si tenemos en cuenta que en sus dos intentos de auto plagiarse ( de plagiar mas concretamente la saga de PUPPET MASTER) con BLOOD DOLLS, y la que nos ocupa, no han tenido continuidad, es fácil pensar que no le ha ido muy bien con estas…
Y el caso es, que si BLOOD DOLLS es sin duda la película más infecta del tío Charles, también es cierto que DOLL GRAVEYARD, es su película de muñecos mas aceptable, incluso más que cualquier entrega de las mas agraciadas de PUPPET…
1910, un cruel padre, castiga a su hija severamente porque cuando estaba jugando con sus muñecos de goma, rompe un jarrón. Le hace cavar la tumba donde enterrará para siempre a sus muñecos. 2005, un joven aficionado a las figuras de acción que vive justo en la zona donde eso ocurrió, desentierra por azar uno de esos muñecos, al que tras limpiarlo le dedica un lugar en su estantería.
La hermana mayor de este prepara una fiesta, y los tipos garrulos de turno acuden allí, y para que el jovencito no moleste, le amordazan y rompen alguna de sus figuritas. Sin explicarnos nada, el muñeco desenterrado cobra vida, los muñecos restantes también y convierten la fiesta de “teens”, en una carnicería.
¿Saben por qué DOLL GRAVEYARD, resulta una película de lo más potable y entretenida? Por su duración, alcanza los 60 minutos por los pelos. Y en esos sesenta minutos está todo bien condensado y estructurado, y aunque la historia se desarrolla prácticamente en un solo decorado y hay pocos personajes, las matanzas de estos muñecos son suficientemente burrillas como para tenerla en consideración, no escasea la sangre y, curiosamente, de ritmo anda bien servidita, algo no muy habitual en las producciones Full Moon.
Me resulta muy curioso que, aunque estos muñecos derramen sangre, al igual que a partir de la tercera parte de PUPPET MASTER, estos no son los malos de la función. Justifican sus fechorías “Splatter” cargándose a los tipos antipáticos que están haciendo la vida imposible a nuestro “good guy” protagonista. ¿Es que tiene Charles Band algún trauma infantil por el que los muñecos no puedan ser asesinos despiadados y sádicos sin mas?
Eso si, si en PUPPET MASTER las marionetas tienen menos carisma que un calcetín, y en BLOOD DOLLS, directamente pasan inadvertidas, a nivel carisma los muñecos de DOLL GRAVEYAR, con su copia del mítico “Tunneler” incluida, no existen.
De lo mejorcito de la Full Moon de este siglo. No es ridícula, ni auto paródica, ni cachonda. Es bastante sobria y contundente.
Y el caso es, que si BLOOD DOLLS es sin duda la película más infecta del tío Charles, también es cierto que DOLL GRAVEYARD, es su película de muñecos mas aceptable, incluso más que cualquier entrega de las mas agraciadas de PUPPET…
1910, un cruel padre, castiga a su hija severamente porque cuando estaba jugando con sus muñecos de goma, rompe un jarrón. Le hace cavar la tumba donde enterrará para siempre a sus muñecos. 2005, un joven aficionado a las figuras de acción que vive justo en la zona donde eso ocurrió, desentierra por azar uno de esos muñecos, al que tras limpiarlo le dedica un lugar en su estantería.
La hermana mayor de este prepara una fiesta, y los tipos garrulos de turno acuden allí, y para que el jovencito no moleste, le amordazan y rompen alguna de sus figuritas. Sin explicarnos nada, el muñeco desenterrado cobra vida, los muñecos restantes también y convierten la fiesta de “teens”, en una carnicería.
¿Saben por qué DOLL GRAVEYARD, resulta una película de lo más potable y entretenida? Por su duración, alcanza los 60 minutos por los pelos. Y en esos sesenta minutos está todo bien condensado y estructurado, y aunque la historia se desarrolla prácticamente en un solo decorado y hay pocos personajes, las matanzas de estos muñecos son suficientemente burrillas como para tenerla en consideración, no escasea la sangre y, curiosamente, de ritmo anda bien servidita, algo no muy habitual en las producciones Full Moon.
Me resulta muy curioso que, aunque estos muñecos derramen sangre, al igual que a partir de la tercera parte de PUPPET MASTER, estos no son los malos de la función. Justifican sus fechorías “Splatter” cargándose a los tipos antipáticos que están haciendo la vida imposible a nuestro “good guy” protagonista. ¿Es que tiene Charles Band algún trauma infantil por el que los muñecos no puedan ser asesinos despiadados y sádicos sin mas?
Eso si, si en PUPPET MASTER las marionetas tienen menos carisma que un calcetín, y en BLOOD DOLLS, directamente pasan inadvertidas, a nivel carisma los muñecos de DOLL GRAVEYAR, con su copia del mítico “Tunneler” incluida, no existen.
De lo mejorcito de la Full Moon de este siglo. No es ridícula, ni auto paródica, ni cachonda. Es bastante sobria y contundente.
martes, 17 de agosto de 2010
DEATHSTALKER 2
Simpatiquisima película de espada y brujería que en ningún momento llega a tomarse en serio a si misma. Como continuación de la saga que es, lo comprensible es que se reutilicen ciertas cosas de la primera cinta, como la banda sonora, pero lo que no es de recibo es que nos casquen planos y escenas completas de la primera película. Por lo demás hay algo que siempre se espera en una secuela, que el actor sea el mismo, pero en este caso no es así. Si en la primera el protagonista era Rick Hill en esta segunda esta interpretado por John Terlesky. De acuerdo que no es la primera vez que se cambia a un actor de una película para otra, pero es que ni el vestuario ni el aspecto es parecido. Aquí Stalker (al que casi siempre llaman por el nombre completo, Deathstalker, cuando en la primera solo le llaman Stalker) es un joven mas bien parecido, y que cae mas simpático al espectador que su predecesor. Puede que en ello tenga que ver que como ya digo la película no se toma en serio a si misma, haciendo coñas con Conan (vale solo es una) o utilizando expresiones modernas que desentonan en un ambiente medieval.
Deathstalker es el príncipe de los ladrones, un aventurero que en sus propias palabras, roba a los ricos para quedárselo el. Es joven, apuesto y audaz, así que cuando ve a unos guardias golpear a una mujer, sale a defenderla porque sabe que esta no ha hecho nada malo, sino les dejaría que la mataran a palos. Esa mujer resulta ser una princesa a la que un hechicero ha hecho un clon malvado que ahora ocupa su trono. La princesa convence a Deathstalker para que le ayude a recuperar su trono, pero a base de engaños y promesas de convertirse en leyenda y un jugoso premio. De camino al castillo (el mismo de la primera película) se encontraran con bandidos, zombies y amazonas. Incluso Deathstalker tendra que mantener un combate de lucha libre tipo pressing chach de toda la vida, con modelo que muestra el numero de asalto incluido. Para colmo de cachondeo, el malo es una especie de clon de David Bowie y al igual que en anterior película, mujer que sale mujer que enseña los senos.
Su condición de semi-parodia del genero, el no tomarse en serio y las tomas falsas del final hacen de Deathstalker 2 una mas que recomendable película para echarse unas risas.
Deathstalker es el príncipe de los ladrones, un aventurero que en sus propias palabras, roba a los ricos para quedárselo el. Es joven, apuesto y audaz, así que cuando ve a unos guardias golpear a una mujer, sale a defenderla porque sabe que esta no ha hecho nada malo, sino les dejaría que la mataran a palos. Esa mujer resulta ser una princesa a la que un hechicero ha hecho un clon malvado que ahora ocupa su trono. La princesa convence a Deathstalker para que le ayude a recuperar su trono, pero a base de engaños y promesas de convertirse en leyenda y un jugoso premio. De camino al castillo (el mismo de la primera película) se encontraran con bandidos, zombies y amazonas. Incluso Deathstalker tendra que mantener un combate de lucha libre tipo pressing chach de toda la vida, con modelo que muestra el numero de asalto incluido. Para colmo de cachondeo, el malo es una especie de clon de David Bowie y al igual que en anterior película, mujer que sale mujer que enseña los senos.
Su condición de semi-parodia del genero, el no tomarse en serio y las tomas falsas del final hacen de Deathstalker 2 una mas que recomendable película para echarse unas risas.
SHOCK, DIVERSAO DIABÓLICA
Slasher ochentero y Brasilero, de los de la vieja escuela, contundente, sin florituras, aburrido…
Unos jóvenes, se dedican a la vida hedonista, de discoteca en discoteca, follando a cascoporro… hasta que un día un individuo comienza a matarlos uno a uno.
La peli, estéticamente mola por su crudeza, ese formato cine-pelicula-caducada, el granaco, el aceite que chorrea por el objetivo…. pero poco más. Cuando digo que no tiene florituras, es porque no las tiene, por no tener, no tiene ni sangre siquiera.
Predominan las barbas y las cabelleras rizadas, los pezoncillos desnudos, mas folleteo que terror y poco mas…
Los asesinatos son mostrados en cámara lenta, curiosamente, no se si por alargar metraje o como forma estética, que en cualquier caso no da resultado, y al asesino nunca le vemos de cintura para arriba, es mas, solo le vemos las botas.
El final es confuso, precisamente por la importancia que se le da a dichas botas, y en definitiva, una cosa exótica, pero que ofrece muy poquito.
Dirige Jair Correia, con un par de films más en su haber.
Para ver a cámara rapida. No son necesarios ni unos subtítulos
Unos jóvenes, se dedican a la vida hedonista, de discoteca en discoteca, follando a cascoporro… hasta que un día un individuo comienza a matarlos uno a uno.
La peli, estéticamente mola por su crudeza, ese formato cine-pelicula-caducada, el granaco, el aceite que chorrea por el objetivo…. pero poco más. Cuando digo que no tiene florituras, es porque no las tiene, por no tener, no tiene ni sangre siquiera.
Predominan las barbas y las cabelleras rizadas, los pezoncillos desnudos, mas folleteo que terror y poco mas…
Los asesinatos son mostrados en cámara lenta, curiosamente, no se si por alargar metraje o como forma estética, que en cualquier caso no da resultado, y al asesino nunca le vemos de cintura para arriba, es mas, solo le vemos las botas.
El final es confuso, precisamente por la importancia que se le da a dichas botas, y en definitiva, una cosa exótica, pero que ofrece muy poquito.
Dirige Jair Correia, con un par de films más en su haber.
Para ver a cámara rapida. No son necesarios ni unos subtítulos
INTERMEDIO (THE INBETWEEN)
Ayer noche me apetecía una peli mierdosa, esas de las que puedes desconectar en un momento dado sin perderte gran cosa. Miré en mi carpeta de roñas y encontré este "Intermedio" (el título original es en castellano). No tenía ni puta idea de qué sería, pero lo puse en el dvd. Y coño, la primera sorpresa es descubrir que se trata de una producción Asylum, pero del 2005, cuando todavía no habían comenzado con el tema de los "mockbusters" y lo intentaban con el terror. Luego resulta que el prota es Edward Furlong, ¡el niño de "Terminator 2"!, cuya carrera había caído en picado gracias a sus múltiples adicciones. Esta peli es la prueba. A su lado, otro que tal, Steve Railsback (de "Lifeforce"). Y para condimentar, la tremenda tremendísima Cerina Vincent, de cuya delantera ya me hice cargo en "Al acecho"... aunque si quieres vérselas a plena luz, alquílate "No es otra estúpida película americana" (y lo más morboso es que la niña empezó con los "Power Rangers"!!!).
El caso es que ayer me dormí viendo la peli. Un par de horas después desperté y, aún grogui, seguí con el visionado. Tal vez por eso hoy la recuerdo como un sueño... o mejor, una pesadilla. Vamos, no entendí ni torta. La cosa arranca con unos tíos que van en una furgo con dos niños. Se bajan, se meten en una especie de gruta bajo tierra (los niños se quedan en la furgo) y son atacados por unos fantasmas. Pasados 18 años, los críos son ahora el Furlong y la Cerina, semi-delincuentes porreros que, fíjate tú, resulta que van a pillar dronga al mismo sitio donde pasó aquello (uno de los desaparecidos era el padre). Y ya que están, investigan. Vuelven a salir fantasmas y tal y entonces nos explican el origen de la movida, con Steve Railsback y un niño asesinado y... ay no se, ¡déjame!.
En fin, el caso es que "Intermedio" es... pues lo que es, un rollete notablemente cutre. Los efectos especiales de CGI son chapuceros, pero aún los fantasmas tienen cierto gracejo. Sin embargo, los de látex y tal, son super-chungos, especialmente la tía partida por la mitad. Hay gore, pero poco y muy tosco. El Furlong sobreactúa que da gusto, está totalmente desatado, y la Cerina se arranca oportunamente la mitad de la camiseta y se pasa el resto de la peli en un ajustado top que nos distrae por completo... aunque no tanto como para no percatarse de la mierdecilla que estamos viendo. El plano final es la leche, con la pareja -supuestamente hermanos- en plan bastante incestuoso.
En fin, cagarruta solo recomendada a estómagos curtidos y Asylófobos.
El caso es que ayer me dormí viendo la peli. Un par de horas después desperté y, aún grogui, seguí con el visionado. Tal vez por eso hoy la recuerdo como un sueño... o mejor, una pesadilla. Vamos, no entendí ni torta. La cosa arranca con unos tíos que van en una furgo con dos niños. Se bajan, se meten en una especie de gruta bajo tierra (los niños se quedan en la furgo) y son atacados por unos fantasmas. Pasados 18 años, los críos son ahora el Furlong y la Cerina, semi-delincuentes porreros que, fíjate tú, resulta que van a pillar dronga al mismo sitio donde pasó aquello (uno de los desaparecidos era el padre). Y ya que están, investigan. Vuelven a salir fantasmas y tal y entonces nos explican el origen de la movida, con Steve Railsback y un niño asesinado y... ay no se, ¡déjame!.
En fin, el caso es que "Intermedio" es... pues lo que es, un rollete notablemente cutre. Los efectos especiales de CGI son chapuceros, pero aún los fantasmas tienen cierto gracejo. Sin embargo, los de látex y tal, son super-chungos, especialmente la tía partida por la mitad. Hay gore, pero poco y muy tosco. El Furlong sobreactúa que da gusto, está totalmente desatado, y la Cerina se arranca oportunamente la mitad de la camiseta y se pasa el resto de la peli en un ajustado top que nos distrae por completo... aunque no tanto como para no percatarse de la mierdecilla que estamos viendo. El plano final es la leche, con la pareja -supuestamente hermanos- en plan bastante incestuoso.
En fin, cagarruta solo recomendada a estómagos curtidos y Asylófobos.
lunes, 16 de agosto de 2010
BATES MOTEL
Corríjanme si me equivoco, pero ¿no se llamaba "El motel de Norman" esta película en nuestras Españas?. Han pasado muchos años, y no logro agenciarme ningun dato fiable al respecto, pero me suena un huevo. Otro caso más (por suerte no son demasiados) de título ignorado voluntariamente por mi persona en el momento de su lanzamiento. Lo vi tropecientas veces en las estanterías, pero nunca jamás lo alquilé. Y lo atribuyo a un sexto sentido, puesto que se trata de un telefilm y yo, por norma, suelo aborrecerlos. Sin embargo, ayer noche lo degusté no sin cierta nostalgia, y esto es lo que he podido sacar del pitote...
Norman Bates es llevado a un psiquiátrico, donde entabla una relación casi padre/hijo con un chavalín también allí ingresado. Pasan los años, Norman la palma (sí, en esta muere sin salir del encierro) y deja su legado al crío, ahora más crecido y con una espantosa mueca de loco peligroso. Cuando hablo de su legado me refiero, obvio, al hotel donde ocurrió todo. El afortunado, junto a un grupo de variopintos amigos, pide un préstamo y lo convierte en un lugar nuevo y lleno de vida (incluso mete un bar). Paralelamente a esto, y sin prestarle mucha atención, tenemos una sospechosa silueta asomando desde la ventana de lo que era la habitación de la señora Bates.
Bien, todo eso suma una hora de metraje resuelta como en los buenos telefilms. Sosa, correcta, limpia, anodina... sin muertes, ni terror, ni sangre, ni nada de nada de nada, aunque lo suficientemente soportable para verla con agrado. Pero "Bates Motel" es el episodio piloto de una serie que nunca cuajó, y su estructura iba a ser la de contarnos las trifulcas de los diferentes clientes que decidían pasar una noche en tan enigmático lugar. Así pues, y a modo de demostración, la peli desvía su interés, deja a los personajes principales de lado durante 25 minutos y nos cuenta la aburrrrrrrrrrrrrrida historia de una tía que se quiere suicidar pero es "salvada" por los fantasmas del pasado que le hacen redescubrir el amor por la vida (¡buenos sentimientos!)... buaaargh!!!. Horrible. Espantosa. Olvidable.
Pasada esta tortura, regresamos a la trama inicial, que se acelera hasta su atolondrado y absurdísimo desenlace, donde aparecen dos impostores disfrazados de la madre de Norman, muy bien caracterizados, y sin que no la palme ni el malo de la función, se acaba. Eso sí, mensaje final incluído del nuevo dueño del motel hablando a cámara cual Rod Serling.
Revoloteando entre los protas, los muy televisivos Bud Cort (yo lo conocía por su divertido papel de doctor en la mítica "Hysterical") y Lori Petty, tenemos algunos rostros razonablemente populares como los de un jovencillo Jason Bateman, Moses Gunn ("Amityville 2"), Robert Picardo (habitual en los repartos de Joe Dante) y el eterno secundario Gregg Henry (estuvo en "Payback" junto a Mel Gibson).
¿Veredicto?, es curiosa para UN ÚNICO visionado. Luego la borras.
Norman Bates es llevado a un psiquiátrico, donde entabla una relación casi padre/hijo con un chavalín también allí ingresado. Pasan los años, Norman la palma (sí, en esta muere sin salir del encierro) y deja su legado al crío, ahora más crecido y con una espantosa mueca de loco peligroso. Cuando hablo de su legado me refiero, obvio, al hotel donde ocurrió todo. El afortunado, junto a un grupo de variopintos amigos, pide un préstamo y lo convierte en un lugar nuevo y lleno de vida (incluso mete un bar). Paralelamente a esto, y sin prestarle mucha atención, tenemos una sospechosa silueta asomando desde la ventana de lo que era la habitación de la señora Bates.
Bien, todo eso suma una hora de metraje resuelta como en los buenos telefilms. Sosa, correcta, limpia, anodina... sin muertes, ni terror, ni sangre, ni nada de nada de nada, aunque lo suficientemente soportable para verla con agrado. Pero "Bates Motel" es el episodio piloto de una serie que nunca cuajó, y su estructura iba a ser la de contarnos las trifulcas de los diferentes clientes que decidían pasar una noche en tan enigmático lugar. Así pues, y a modo de demostración, la peli desvía su interés, deja a los personajes principales de lado durante 25 minutos y nos cuenta la aburrrrrrrrrrrrrrida historia de una tía que se quiere suicidar pero es "salvada" por los fantasmas del pasado que le hacen redescubrir el amor por la vida (¡buenos sentimientos!)... buaaargh!!!. Horrible. Espantosa. Olvidable.
Pasada esta tortura, regresamos a la trama inicial, que se acelera hasta su atolondrado y absurdísimo desenlace, donde aparecen dos impostores disfrazados de la madre de Norman, muy bien caracterizados, y sin que no la palme ni el malo de la función, se acaba. Eso sí, mensaje final incluído del nuevo dueño del motel hablando a cámara cual Rod Serling.
Revoloteando entre los protas, los muy televisivos Bud Cort (yo lo conocía por su divertido papel de doctor en la mítica "Hysterical") y Lori Petty, tenemos algunos rostros razonablemente populares como los de un jovencillo Jason Bateman, Moses Gunn ("Amityville 2"), Robert Picardo (habitual en los repartos de Joe Dante) y el eterno secundario Gregg Henry (estuvo en "Payback" junto a Mel Gibson).
¿Veredicto?, es curiosa para UN ÚNICO visionado. Luego la borras.
sábado, 14 de agosto de 2010
FLETCH, EL CAMALEON
La película más famosa del que fuera el niño mimado del “Saturday Nigt Live”, en las primeras temporadas, sigue funcionando veinticinco años después como un tiro.
Irving Fletcher, mas conocido como “Fletch” ( Chevy Chase)es un periodista de tres al cuarto que anda por ahí intentando buscar cosas interesantes para rellenar su columna, se disfraza de yonkie/vagabundo para investigar en los bajos fondos, cuando es requerido por un elegante individuo (Tim Matheson) para contratar sus servicios, en calidad de asesino: Le quiere contratar para que este lo mate, alegando que tiene un cáncer que lo va a matar dolorosamente, y un seguro que su esposa cobrará si a este le asesinan. Fletch acepta su oferta, con el fin de obtener un buen artículo para su periódico. Así, pues, comienza la investigación.
Por un extraño motivo, sin querer despojar a Chevy Chase de su condición de “Payaso-torpe-Slapstic”, se le coloca en una trama detectivesca, bastante seria, efectiva, que si le quitamos el par de numeritos cómicos Made In Chevy Chase (en el Hospital llega a su cenit, el cachondeíto que se trae con el camarero en el club de tenis…) podría ser una película perfecta para, por ejemplo, un Burt Reynolds. También es cierto que se dosifican al máximo sus gags, se intenta que el señor Chase además de hacer el idiota, actué. Pues, miren, no lo hace mal. Claro que salvo, con la honrosa excepción del Carpenter MEMORIAS DE UN HOMBRE INVISIBLE, que tenía también componentes cómicos, a Chevy Chase no se le ha dado la oportunidad de lucirse y optar al Oscar, como si pasó con Jim Carrey, así que el Chevy Chase mas serio, mas actor, se encuentra en esta maravillosa película. El Chase mas desatado está en ESE POLI ES UN PANOLI.
Y es que la peli, es completamente ochentera, con el ritmo, estructura y desenlace y final típico de las comedias policíacas de la época. Es más apenas hay diferencia, técnicamente hablando, con por ejemplo SUPERDETECTIVE EN HOLLYWOOD, solo cambian los lugares,y los personajes, las formas son las mismas.
Michael Ritchie, que ya dirigió mas cosas del estilo, destaca, además de por la de ESE POLI ES UN PANOLI, por haber dirigido también de manera ochentosa SUFRIDOS CIUDADANOS, EL CHICO DE ORO, GATOS SALVAJES o LOS PACIENTES DE UN PSIQUIATRA EN APUROS. Ya murió el pobre.
Solo apta para fans de la comedia de los 80.
Irving Fletcher, mas conocido como “Fletch” ( Chevy Chase)es un periodista de tres al cuarto que anda por ahí intentando buscar cosas interesantes para rellenar su columna, se disfraza de yonkie/vagabundo para investigar en los bajos fondos, cuando es requerido por un elegante individuo (Tim Matheson) para contratar sus servicios, en calidad de asesino: Le quiere contratar para que este lo mate, alegando que tiene un cáncer que lo va a matar dolorosamente, y un seguro que su esposa cobrará si a este le asesinan. Fletch acepta su oferta, con el fin de obtener un buen artículo para su periódico. Así, pues, comienza la investigación.
Por un extraño motivo, sin querer despojar a Chevy Chase de su condición de “Payaso-torpe-Slapstic”, se le coloca en una trama detectivesca, bastante seria, efectiva, que si le quitamos el par de numeritos cómicos Made In Chevy Chase (en el Hospital llega a su cenit, el cachondeíto que se trae con el camarero en el club de tenis…) podría ser una película perfecta para, por ejemplo, un Burt Reynolds. También es cierto que se dosifican al máximo sus gags, se intenta que el señor Chase además de hacer el idiota, actué. Pues, miren, no lo hace mal. Claro que salvo, con la honrosa excepción del Carpenter MEMORIAS DE UN HOMBRE INVISIBLE, que tenía también componentes cómicos, a Chevy Chase no se le ha dado la oportunidad de lucirse y optar al Oscar, como si pasó con Jim Carrey, así que el Chevy Chase mas serio, mas actor, se encuentra en esta maravillosa película. El Chase mas desatado está en ESE POLI ES UN PANOLI.
Y es que la peli, es completamente ochentera, con el ritmo, estructura y desenlace y final típico de las comedias policíacas de la época. Es más apenas hay diferencia, técnicamente hablando, con por ejemplo SUPERDETECTIVE EN HOLLYWOOD, solo cambian los lugares,y los personajes, las formas son las mismas.
Michael Ritchie, que ya dirigió mas cosas del estilo, destaca, además de por la de ESE POLI ES UN PANOLI, por haber dirigido también de manera ochentosa SUFRIDOS CIUDADANOS, EL CHICO DE ORO, GATOS SALVAJES o LOS PACIENTES DE UN PSIQUIATRA EN APUROS. Ya murió el pobre.
Solo apta para fans de la comedia de los 80.
EL REVISTERO (1)
Hoy me ha dado por reordenar mi colección de revistas, y me he animado a hacer este pequeño viaje nostálgico (con imágenes medio-borrosas... lo siento, no es mi pulso, es mi cámara que es una cagarruta) recordando cuales fueron mis lecturas favoritas hace ya, en algunos casos, muchos años.
Evidentemente tengo más, otros títulos, de ahí que haya titulado este post con numeración. Habrán más... no se cuando, ni cómo, pero habrán. De momento, gocemos de esta bonita lista....
El orden es, ya os lo digo yo, de menos a más. Antes de convertirse en una revista dedicada exclusivamente al cine de acción, "Impact" era la hermana pequeña de "Mad Movies", se complementaban muy bien. Lo que más me molaba de esta era su sección inicial de rodajes, donde solían acumular mucha bazofia con carteles fascinantes.Evidentemente tengo más, otros títulos, de ahí que haya titulado este post con numeración. Habrán más... no se cuando, ni cómo, pero habrán. De momento, gocemos de esta bonita lista....
La otra gorda junto a "Mad Movies". "L´Ecran Fantastique" era como un pelín más seria, era como el "Dirigido por" de su genero, pero seguía estando muy bien. Luego le dio por comenzar a cambiar su aspecto, su logo, su maquetación... y cada vez a peor. Esta portada es una de mis favoritas.
Estoy orgulloso de tener la colección completa del primer "Fangoria" editado en España (luego otra gente se encargó de sacarlo y no hizo más que mierda). Luis Vigil, ¡que grande fuiste!. Mucha gente la criticaba porque decía que hablaba de pelis desconocidas, ¡pero precisamente eso era lo que más me gustaba de ella!, para leer de lo de siempre ya teníamos el resto de revistas. Como véis (fondo foto) también me compré los números especiales que sacaron. El ejemplar que he puesto en primer término ha sido elegido porque en el se publicó una carta mía muy entrañable pidiendo que se dedicase más atenciones a la serie B/Z y el trash. Sería la primera de unas pocas más.
Estoy orgulloso de tener la colección completa del primer "Fangoria" editado en España (luego otra gente se encargó de sacarlo y no hizo más que mierda). Luis Vigil, ¡que grande fuiste!. Mucha gente la criticaba porque decía que hablaba de pelis desconocidas, ¡pero precisamente eso era lo que más me gustaba de ella!, para leer de lo de siempre ya teníamos el resto de revistas. Como véis (fondo foto) también me compré los números especiales que sacaron. El ejemplar que he puesto en primer término ha sido elegido porque en el se publicó una carta mía muy entrañable pidiendo que se dedicase más atenciones a la serie B/Z y el trash. Sería la primera de unas pocas más.
Y, por fin, aquí está la diosa, la number one, la revista que llenó mi cabestro de miles de datos, nombres, títulos, en fin, la que fue mi biblia durante muchos años y la mejor en su especialidad (made in France, claro), "Mad Movies". Mi realción con "Mad Movies" fue larga y fructífera... muchos recuerdos, muchas lecturas apasionantes. Una joya. Ha sido difícil decidirse por una sola portada, pero esta que veís me tenía especialmente fascinado. ¡Gracias Jean-Pierre!.
jueves, 12 de agosto de 2010
¡QUE NO PARE LA MÚSICA!
Esta película la vi de estreno en su momento, siendo yo un tierno infante, y en una sala a rebosar. Claro en 1980, había dos fenómenos sociales aceptados prácticamente por toda la población Española; Uno era los Parchís, y el otro los Village People. No en vano, los primeros cantaban canciones adaptadas de los segundos en sus discos… Y si, el rollo Gay era más que palpable en aquél grupo, pero yo creo que la mayoría de sus fans españoles, no lo sabía. Sin embargo, a pesar de la aceptación Española hacia esta peli, en los USA fue un autentico fracaso, no solo por lo mala que era (que lo es y mucho), si no porque los putos Heavys, comenzaron una cruzada contra el “Disco”, que lo destruyó por completo (Y eso que si o si, el “Disco” le da mil patadas en todos los sentidos al Heavy, es más musical y mejor tocado) y está película llegó a las pantallas estadounidenses en ese momento. Aquí sin embargo, con los años de retraso que nos caracterizas, la película les parecía a nuestros padres, de lo más moderno.
Y después de perderle la pista a la peli tras aquel visionado en el cine (en la tele creo que no la han puesto, en video-clubes, no me suena de haberla visto y en dvd todavía no se ha editado), me topo después de una ardua búsqueda con un excelente dvdrip en versión original con subtítulos en castellano. Qué ganas tenía de ver esta chorrada…
Y en esta “Disco-movie” para el lucimiento del grupo, aunque lanzando mensajes totalmente gays en sus escenas (Cuando cantan Y.M.C.A, es tan exagerado, con luchadores y gimnastas de por medio, que se convierte en un momento totalmente delirante), también es cierto que se oculta un poquillo todo ese mariconeo y buscan hacerlo en una escena con tensión sexual entre una de las protagonistas y el indio Felipe, que a pesar de su pinta de maricón, accede con muecas de aceptación sexual, a la seducción de esa señorita, dicho sea de paso, mas fea que mis cojones recién salidos del agua. Se reivindica un “todo vale sexual”.
La peli cuenta como un joven compositor (Un Steve Guttemberg súper sobreactuado, jovial y lleno de energía y entusiasmo… demasiado incluso) que se considera un genio, compone unas canciones que sin duda, le harán llegar a lo más alto, así que el paso siguiente es conseguir unos cantantes que las canten adecuadamente, así pues, ficha al indio que tiene viviendo en casa (¡) y maricón disfrazado que se va encontrando, maricón disfrazado que pasa a formar parte del grupo. Cuando ya están todos juntos, alguien pregunta que por qué van vestidos así, a lo que Guttenberg responde que “porque son gente de la villa” Ya está, ya tenemos nombre para el grupo: “Village People”.
La película, a un ritmo tan trepidante que no se puede ni soportar, va desenvolviéndose entre numeritos musicales de los Village People, y los avatares que han de pasar Steve Guttemberg y Valerie Perrine en su transito de la nada a la fama, en una comedia totalmente alucinógena, hortera y enloquecida, con, de nuevo, el indio Felipe dando la nota, haciendo un extraño ruido con la boca, que parece una sirena.
Es tan genuina, que parece una parodia… En BOOGIE NIGHTS, por ejemplo, veíamos a Rollergirl en sus patines, y la peña con un aspecto setentero más o menos bien conseguido, pero aquí vemos a Steve Guttemberg con patines, ¡Por qué de verdad estaban de moda! Y unos peinados ridículos, junto con camisetas cortadas a la altura del estomago para los chicos, que de veras te planteas si no era de cachondeo todo aquello. Por supuesto que no… eso era así.
La peli dura dos horazas, es del todo estúpida, pero la vemos con agrado porque es muy curiosa.
Los Village People salen poco en escena, en realidad son unos secundarios que solo aparecen para cantarse la cancioncita de turno, pero claro, eso lo sabemos cuando ya llevamos la película muy avanzada, y estamos muy metidos en la locura. Es muy rara.
La dirigió una antigua actriz llamada Nancy Walker, que así, películas como tal, no volvió a dirigir nunca, y los Village, sacaron un disco después de esto, en el que cambiaban de imagen (iban mas maricones, pero ya no iban disfrazados de nada) para ver si se levantaban de la monumental caída del “Disco” y ya después de aquél y hasta el día de hoy, los Village People viven de recopilatorios y haciendo bolos con una nueva formación bastarda, en la que solo quedan de la original, el indio Felipe y el soldado Alexander, el resto, unos mariquitas cualesquiera.
Y después de perderle la pista a la peli tras aquel visionado en el cine (en la tele creo que no la han puesto, en video-clubes, no me suena de haberla visto y en dvd todavía no se ha editado), me topo después de una ardua búsqueda con un excelente dvdrip en versión original con subtítulos en castellano. Qué ganas tenía de ver esta chorrada…
Y en esta “Disco-movie” para el lucimiento del grupo, aunque lanzando mensajes totalmente gays en sus escenas (Cuando cantan Y.M.C.A, es tan exagerado, con luchadores y gimnastas de por medio, que se convierte en un momento totalmente delirante), también es cierto que se oculta un poquillo todo ese mariconeo y buscan hacerlo en una escena con tensión sexual entre una de las protagonistas y el indio Felipe, que a pesar de su pinta de maricón, accede con muecas de aceptación sexual, a la seducción de esa señorita, dicho sea de paso, mas fea que mis cojones recién salidos del agua. Se reivindica un “todo vale sexual”.
La peli cuenta como un joven compositor (Un Steve Guttemberg súper sobreactuado, jovial y lleno de energía y entusiasmo… demasiado incluso) que se considera un genio, compone unas canciones que sin duda, le harán llegar a lo más alto, así que el paso siguiente es conseguir unos cantantes que las canten adecuadamente, así pues, ficha al indio que tiene viviendo en casa (¡) y maricón disfrazado que se va encontrando, maricón disfrazado que pasa a formar parte del grupo. Cuando ya están todos juntos, alguien pregunta que por qué van vestidos así, a lo que Guttenberg responde que “porque son gente de la villa” Ya está, ya tenemos nombre para el grupo: “Village People”.
La película, a un ritmo tan trepidante que no se puede ni soportar, va desenvolviéndose entre numeritos musicales de los Village People, y los avatares que han de pasar Steve Guttemberg y Valerie Perrine en su transito de la nada a la fama, en una comedia totalmente alucinógena, hortera y enloquecida, con, de nuevo, el indio Felipe dando la nota, haciendo un extraño ruido con la boca, que parece una sirena.
Es tan genuina, que parece una parodia… En BOOGIE NIGHTS, por ejemplo, veíamos a Rollergirl en sus patines, y la peña con un aspecto setentero más o menos bien conseguido, pero aquí vemos a Steve Guttemberg con patines, ¡Por qué de verdad estaban de moda! Y unos peinados ridículos, junto con camisetas cortadas a la altura del estomago para los chicos, que de veras te planteas si no era de cachondeo todo aquello. Por supuesto que no… eso era así.
La peli dura dos horazas, es del todo estúpida, pero la vemos con agrado porque es muy curiosa.
Los Village People salen poco en escena, en realidad son unos secundarios que solo aparecen para cantarse la cancioncita de turno, pero claro, eso lo sabemos cuando ya llevamos la película muy avanzada, y estamos muy metidos en la locura. Es muy rara.
La dirigió una antigua actriz llamada Nancy Walker, que así, películas como tal, no volvió a dirigir nunca, y los Village, sacaron un disco después de esto, en el que cambiaban de imagen (iban mas maricones, pero ya no iban disfrazados de nada) para ver si se levantaban de la monumental caída del “Disco” y ya después de aquél y hasta el día de hoy, los Village People viven de recopilatorios y haciendo bolos con una nueva formación bastarda, en la que solo quedan de la original, el indio Felipe y el soldado Alexander, el resto, unos mariquitas cualesquiera.
miércoles, 11 de agosto de 2010
ULTIMATUM
Esta es la siguiente peli que James Glickenhaus hizo tras su mítico "El Exterminador" y, a día de hoy, ha permanecido en la sombra, como un título menor, tal vez eclipsado por el éxito de la peli que le precedió. Da la sensación que con este film el cineasta se quiso quitar una espinita, la de parir un film "a lá James Bond", pero claro, adaptado a su estilo de violencia cruda y ritmo perezoso. Como en los films de 007, hay una "compleja" intriga terrorista, vamos saltando de una ciudad a otra del planeta, aparecen Rusos malos y, en fin, el mismo cartel (que me fascinaba de chaval) casi parece una peli del famoso agente secreto, porque ese super-espía trajeado y con remalazo dandy no aparece en todo el metraje, como tampoco lo hacía el maromo con el casco de moto y el lanzallamas en "El Exterminador". ¡Que picaruelo que era el amigo James!.
Pues lo dicho, unos rusos muy malos roban plutonio y amenazan con hacer estallar una bomba nuclear en unos pozos de petróleo. Los yankees mandan a su mejor agente especial, pero este, por varias movidas que no vienen a cuento, se encontrará más solo que la una. A pesar de ello, hará lo indecible por reparar la situación, echando mano de su antiguo comando y yendo asín como por libre.
Pues sí, a "Ultimatum" (cuyo título original mola mucho más, "The Soldier") le pesa un poco el culamen. Glickenhaus nunca se destacó por ser un realizador con un infalible dominio del ritmo, y en este film -como en el anterior- se nota. Sin embargo, las puntuales escenas de acción y violencia compensan la espera, con esos impactos de bala sangrantes y esas cámaras lentas exageradas de las que tanto abusa, cuya combinación infalible se desarrolla en la secuencia de la nieve (¡¡mira!!, otro toque muy Bond), con una persecución sobre esquíes y un formidable salto mortal durante el cual el prota aprovecha para soltar una ráfaga de balas, uzi 9mm mediante, y cargarse a su perseguidor... ¡yummmmm!, lo mejor de la peli, créanme.
"Ultimatum" es, esencialmente, un "thriller de espionaje", que intenta ser complicado (de chaval me lo pareció, aunque creo que es más porque al guionista -el mismo director- se le fue la olla y se perdió un poco entre personajes y situaciones) y muy high-tech. El final es desconcertantemente poco espectacular y anodino, pero en la línea "seria" que pretende su responsable.
A un nivel más friquista, molan los puntos en común que tiene con "El Exterminador", como algunos actores, tanto el action-hero de serie B Steve James, como varios secundarios y la secuencia en la que un agente doble prepara una elaborada bombilla explosiva. El detallismo con el que Glickenhaus se recrea es idéntico al mítico momento en que el sr.exterminador, Robert Ginty, se preparaba sus temibles balas rellenas de alguna dañina sustancia líquida. Otros rostros populares que aparecen a lo largo de la función son los de Klaus Kinski (visto y no visto), un joven Joaquim de Almeida y Jeffrey Jones en un rol enano, muy delgado y antes de que le pillaran con fotos de niños desnudos bajo el felpudo.
Destacar así como mucho la extraña pero fabulosa banda sonora de Tangerine Dream, especialmente el cojonudo tema inicial.
Como digo a la peli le falta ritmo, es un poco farragosa y confusa, pero no tanto como para no poder disfrutarla, gozar con su violencia, sus escuetas escenas de acción y su inevitable look ochentoso (y no hay historia de amor, ¡yuju!).
Pues lo dicho, unos rusos muy malos roban plutonio y amenazan con hacer estallar una bomba nuclear en unos pozos de petróleo. Los yankees mandan a su mejor agente especial, pero este, por varias movidas que no vienen a cuento, se encontrará más solo que la una. A pesar de ello, hará lo indecible por reparar la situación, echando mano de su antiguo comando y yendo asín como por libre.
Pues sí, a "Ultimatum" (cuyo título original mola mucho más, "The Soldier") le pesa un poco el culamen. Glickenhaus nunca se destacó por ser un realizador con un infalible dominio del ritmo, y en este film -como en el anterior- se nota. Sin embargo, las puntuales escenas de acción y violencia compensan la espera, con esos impactos de bala sangrantes y esas cámaras lentas exageradas de las que tanto abusa, cuya combinación infalible se desarrolla en la secuencia de la nieve (¡¡mira!!, otro toque muy Bond), con una persecución sobre esquíes y un formidable salto mortal durante el cual el prota aprovecha para soltar una ráfaga de balas, uzi 9mm mediante, y cargarse a su perseguidor... ¡yummmmm!, lo mejor de la peli, créanme.
"Ultimatum" es, esencialmente, un "thriller de espionaje", que intenta ser complicado (de chaval me lo pareció, aunque creo que es más porque al guionista -el mismo director- se le fue la olla y se perdió un poco entre personajes y situaciones) y muy high-tech. El final es desconcertantemente poco espectacular y anodino, pero en la línea "seria" que pretende su responsable.
A un nivel más friquista, molan los puntos en común que tiene con "El Exterminador", como algunos actores, tanto el action-hero de serie B Steve James, como varios secundarios y la secuencia en la que un agente doble prepara una elaborada bombilla explosiva. El detallismo con el que Glickenhaus se recrea es idéntico al mítico momento en que el sr.exterminador, Robert Ginty, se preparaba sus temibles balas rellenas de alguna dañina sustancia líquida. Otros rostros populares que aparecen a lo largo de la función son los de Klaus Kinski (visto y no visto), un joven Joaquim de Almeida y Jeffrey Jones en un rol enano, muy delgado y antes de que le pillaran con fotos de niños desnudos bajo el felpudo.
Destacar así como mucho la extraña pero fabulosa banda sonora de Tangerine Dream, especialmente el cojonudo tema inicial.
Como digo a la peli le falta ritmo, es un poco farragosa y confusa, pero no tanto como para no poder disfrutarla, gozar con su violencia, sus escuetas escenas de acción y su inevitable look ochentoso (y no hay historia de amor, ¡yuju!).
lunes, 9 de agosto de 2010
PUPPET MASTER: AXIS OF EVIL
La décima entrega de esta ya longeva saga (iniciada en 1989) tiene tantos puntos a su favor, como los tiene en contra.
Es curioso. En pleno 2010, y en mi ingenuidad, pensaba que con este PUPPET MASTER: AXIS OF EVIL, me iba a encontrar una actualización de los personajes, quizás una nueva película un pelín más currada, un regalito actual para el nutrido grupo de fans… Pero no; el señor Band, no tiene ni el más mínimo respeto por sus personajes-insignia, aquí de lo que se trata es de sacar pasta, mucha y rápido, y sabiendo que los fans, como tales, comprarán el dvd sea como sea la película, ¿Para qué currárselo entonces? Así que contrato a Decoteau, que hace pelis como churros, y doy más de lo mismo, pero mucho peor. Eso si, en la página web de Full Moon, packs, cofres, ediciones especiales con camiseta y Trading cards, que no falten… todo un arsenal de mechadising, ¡para una película que es una puta mierda! Pero por otro lado, ¿Qué película de esta saga no es una mierda? Es más desde la sexta THE CURSE OF THE PUPPET MASTER (JUGUETES ASESINOS se título aquí) y con la excepción de PUPPET MASTER VS. DEMONIC TOYS, que se sale un poco de madre, por aquello del “Crossover”, todas llevan la misma línea que esta: Los muñecos son los buenos (que hasta la tercera eran los malos), el ritmo es lento y los asesinatos nada del otro mundo. Y ¿para qué hablar del Gore? Este es casi inexistente.
O sea (y esta es la parte buena) que se mantiene fiel a lo que es la saga, nada de florituras, las putas marionetas mal moviéndose por ahí, y listo ¿Para que más?, pero es que en esta en concreto, el espectador tiene que enfrentarse a una hora de insustancial “bla, bla, bla” y a diez minutos de marionetas, menos animadas que de costumbre. Así que sin despeinarme, digo que estamos ante la peor película de la saga. Y encima, tienen la poca vergüenza de taparnos la boca con la presentación de una nueva marioneta, como diciendo “Si, ya sabemos que esto es una mierda, pero mirad, ¡Os traemos una nueva marioneta, no os olvidéis de comprar la replica y completar vuestra colección!” El bichejo en cuestión es, encima, el menos atractivo de los Puppet Master, un Ninja, con la sangre del hermano del protagonista dentro, que lanza estrellas Ninja.
Y como en esta Saga, no hay un orden cronológico, se saltan a la torera las fechas, volvemos atrás en el tiempo, a los años treinta, la película empieza, justo en el flash-back de la primera película donde se suicida André Toulong, presentándonos a un joven amigo del titiritero que se hace cargo de las marionetas tras su muerte. En un inicio potente, que augura una película entretenida (no acaba siendo así), y en un alarde de frugalidad, resuelven los primeros diez minutos de película, reaprovechado material usado y (descartado también) de la primera película, mezclándolo con lo rodado hoy, quedando todo guay, para luego dar paso a los títulos de crédito, y ya la película se va a la mierda.
Este joven amigo de Toulong, planea matar a los asesinos de su amigo, aprovechando que estos, Nazis que se han aliado con unos Japoneses (¡) van a poner una bomba en un sitio y el sabe cual es. Como tiene las marionetas, estas le ayudarán. Esta es la estúpida premisa de esta décima película que, para terminar, según la vamos viendo, tenemos que hacer esfuerzos para recordar que están en los años treinta, de lo mal ambientada que está.
Y si en la primera película, el papel de André Toulóng lo interpreto William Hickey y en el resto Guy Rolfe, en esta, vuelve a ser William Hickey quien lo interpreta… ¡y eso que está muerto! ¡Menudos sinvergüenzas los Band y la Full Moon!
Es curioso. En pleno 2010, y en mi ingenuidad, pensaba que con este PUPPET MASTER: AXIS OF EVIL, me iba a encontrar una actualización de los personajes, quizás una nueva película un pelín más currada, un regalito actual para el nutrido grupo de fans… Pero no; el señor Band, no tiene ni el más mínimo respeto por sus personajes-insignia, aquí de lo que se trata es de sacar pasta, mucha y rápido, y sabiendo que los fans, como tales, comprarán el dvd sea como sea la película, ¿Para qué currárselo entonces? Así que contrato a Decoteau, que hace pelis como churros, y doy más de lo mismo, pero mucho peor. Eso si, en la página web de Full Moon, packs, cofres, ediciones especiales con camiseta y Trading cards, que no falten… todo un arsenal de mechadising, ¡para una película que es una puta mierda! Pero por otro lado, ¿Qué película de esta saga no es una mierda? Es más desde la sexta THE CURSE OF THE PUPPET MASTER (JUGUETES ASESINOS se título aquí) y con la excepción de PUPPET MASTER VS. DEMONIC TOYS, que se sale un poco de madre, por aquello del “Crossover”, todas llevan la misma línea que esta: Los muñecos son los buenos (que hasta la tercera eran los malos), el ritmo es lento y los asesinatos nada del otro mundo. Y ¿para qué hablar del Gore? Este es casi inexistente.
O sea (y esta es la parte buena) que se mantiene fiel a lo que es la saga, nada de florituras, las putas marionetas mal moviéndose por ahí, y listo ¿Para que más?, pero es que en esta en concreto, el espectador tiene que enfrentarse a una hora de insustancial “bla, bla, bla” y a diez minutos de marionetas, menos animadas que de costumbre. Así que sin despeinarme, digo que estamos ante la peor película de la saga. Y encima, tienen la poca vergüenza de taparnos la boca con la presentación de una nueva marioneta, como diciendo “Si, ya sabemos que esto es una mierda, pero mirad, ¡Os traemos una nueva marioneta, no os olvidéis de comprar la replica y completar vuestra colección!” El bichejo en cuestión es, encima, el menos atractivo de los Puppet Master, un Ninja, con la sangre del hermano del protagonista dentro, que lanza estrellas Ninja.
Y como en esta Saga, no hay un orden cronológico, se saltan a la torera las fechas, volvemos atrás en el tiempo, a los años treinta, la película empieza, justo en el flash-back de la primera película donde se suicida André Toulong, presentándonos a un joven amigo del titiritero que se hace cargo de las marionetas tras su muerte. En un inicio potente, que augura una película entretenida (no acaba siendo así), y en un alarde de frugalidad, resuelven los primeros diez minutos de película, reaprovechado material usado y (descartado también) de la primera película, mezclándolo con lo rodado hoy, quedando todo guay, para luego dar paso a los títulos de crédito, y ya la película se va a la mierda.
Este joven amigo de Toulong, planea matar a los asesinos de su amigo, aprovechando que estos, Nazis que se han aliado con unos Japoneses (¡) van a poner una bomba en un sitio y el sabe cual es. Como tiene las marionetas, estas le ayudarán. Esta es la estúpida premisa de esta décima película que, para terminar, según la vamos viendo, tenemos que hacer esfuerzos para recordar que están en los años treinta, de lo mal ambientada que está.
Y si en la primera película, el papel de André Toulóng lo interpreto William Hickey y en el resto Guy Rolfe, en esta, vuelve a ser William Hickey quien lo interpreta… ¡y eso que está muerto! ¡Menudos sinvergüenzas los Band y la Full Moon!
A SERBIAN FILM
No hay que ser muy Einstein para ver cuales son las verdaderas intenciones de Srdjan Spasojevic con su película, buscar la provocación y el escándalo a cualquier precio.
Claro que hay muchas maneras de hacerlo. Material extremo como el que muestra "A Serbian Film", o como el que mostraban otros films-shock en su momento del calibre de "Martyrs" o "Irreversible", se puede encontrar en el mercado del cine de horror semi-indie parido en formato vídeo, pero claro, bien hecho, profesionalmente, bien interpretado y, ¿por qué no?, con algo de interés en los personajes (no solo en el gore o la violencia burra) ya es más difícil. Y Spasojevic sabe hacerlo con clase, mucha clase. Eso es lo chocante de estas películas. Nadie "normal" se sentará a ver una de porno-gore rodada incapazmente en Alemania, pero algo como "A Serbian Film" posee el suficiente pedigree para engañar a las masas. El impactante contraste hace el resto.
Un actor porno retirado intenta llevar una vida normal con su mujer y su hijo. Pero la necesidad de dinero apremia. Un buen día, un cineasta de "porno artístico" le ficha para una misteriosa película. Naturalmente, hay gato encerrado... y menudo es. Las cosas irán poniéndose feas, muy feas, a medida que el rodaje avance, para desgracia del prota... y su familia.
Pues sí, "A Serbian Film" sabe en qué terreno se mete: pornografía (algún fugaz plano de sexo explícito hay), sordidez, snuff movies y, ahí quería yo llegar, violencia sexual contra los niños... por no decir contra los bebés (este es, probablemente, el momento más extremo y desagradable de toda la peli y verdadero motor de su polémica). Es "torture porn" elevado a la máxima potencia... creo que no se puede ir ya más lejos jugando en ese terreno. Evidentemente el grado de "impacto" de una peli depende de la sensibilidad del espectador, la peña no acostumbrada imagino que le costará mucho soportar el film de Spasojevic, aquellos que se han metido arduas sesiones de "Guinea pig", "Nekromantic" o cualquier mondo movie, lo sabrán llevar mejor... aunque incluso para ellos hay material que sobrepasa ciertos límites.
Brutalidades aparte, y digámoslo ya, "A Serbian Film" es una buena película. La primera hora logra engancharte por completo, ya que la trama va cargada de suspense y a medida que nos adentramos en terrenos pantanosos la enfermiza "necesidad" de ver más y peor se va acrecentando en nosotros. Entonces, nos metemos de lleno en los últimos 30 minutos que son, simple y llanamente, una pesadilla. El propio realizador se encarga de que los vivamos como tal, a base de ráfagas de imágenes chocantes y una ensordecedora, pero brillante, banda sonora. Es bien cierto que en este segmento la peli pierde fuelle, pero se recupera mucho y muy bien en su salvaje y desalmado clímax final, redondeado por una guinda que, en fin, hay que verla para creerla.
Recomendable.
PD: Gracias a Fiverjofre por pasármela.
Claro que hay muchas maneras de hacerlo. Material extremo como el que muestra "A Serbian Film", o como el que mostraban otros films-shock en su momento del calibre de "Martyrs" o "Irreversible", se puede encontrar en el mercado del cine de horror semi-indie parido en formato vídeo, pero claro, bien hecho, profesionalmente, bien interpretado y, ¿por qué no?, con algo de interés en los personajes (no solo en el gore o la violencia burra) ya es más difícil. Y Spasojevic sabe hacerlo con clase, mucha clase. Eso es lo chocante de estas películas. Nadie "normal" se sentará a ver una de porno-gore rodada incapazmente en Alemania, pero algo como "A Serbian Film" posee el suficiente pedigree para engañar a las masas. El impactante contraste hace el resto.
Un actor porno retirado intenta llevar una vida normal con su mujer y su hijo. Pero la necesidad de dinero apremia. Un buen día, un cineasta de "porno artístico" le ficha para una misteriosa película. Naturalmente, hay gato encerrado... y menudo es. Las cosas irán poniéndose feas, muy feas, a medida que el rodaje avance, para desgracia del prota... y su familia.
Pues sí, "A Serbian Film" sabe en qué terreno se mete: pornografía (algún fugaz plano de sexo explícito hay), sordidez, snuff movies y, ahí quería yo llegar, violencia sexual contra los niños... por no decir contra los bebés (este es, probablemente, el momento más extremo y desagradable de toda la peli y verdadero motor de su polémica). Es "torture porn" elevado a la máxima potencia... creo que no se puede ir ya más lejos jugando en ese terreno. Evidentemente el grado de "impacto" de una peli depende de la sensibilidad del espectador, la peña no acostumbrada imagino que le costará mucho soportar el film de Spasojevic, aquellos que se han metido arduas sesiones de "Guinea pig", "Nekromantic" o cualquier mondo movie, lo sabrán llevar mejor... aunque incluso para ellos hay material que sobrepasa ciertos límites.
Brutalidades aparte, y digámoslo ya, "A Serbian Film" es una buena película. La primera hora logra engancharte por completo, ya que la trama va cargada de suspense y a medida que nos adentramos en terrenos pantanosos la enfermiza "necesidad" de ver más y peor se va acrecentando en nosotros. Entonces, nos metemos de lleno en los últimos 30 minutos que son, simple y llanamente, una pesadilla. El propio realizador se encarga de que los vivamos como tal, a base de ráfagas de imágenes chocantes y una ensordecedora, pero brillante, banda sonora. Es bien cierto que en este segmento la peli pierde fuelle, pero se recupera mucho y muy bien en su salvaje y desalmado clímax final, redondeado por una guinda que, en fin, hay que verla para creerla.
Recomendable.
PD: Gracias a Fiverjofre por pasármela.
domingo, 8 de agosto de 2010
LA NOCHE DE CINE INCONEXO 5
Sí, lo siento Spawn... ¡¡pero no puedo esperar más a que decidas levantar tu culo del sofá y venirte a uno de nuestros video-encuentros sociales!!, lo de ayer FUE sin lugar a dudas una nueva sesión de cine inconexo, algo imposible de negar teniendo en cuenta las películas que nos zampamos.
Perrerías, ocupaciones creativas y otros menesteres de mejor -pero pesada- catadura fueron los motivos por los que ayer Sábado, solo eramos tres "seres humanos" situados frente al televisor. El número más escueto de todas las Noches de Cine Inconexo. Estábamos Fiverjofre de "Nekrofilmicos", Goblin de "Criticonos" y un servidor de.... ustedes. ¿Significa ello que hubo menos coña y diversión?, ¡para nada!, el nivel fue muy parecido al habitual, con el añadido de disponer de más espacio vital para gozar de la comodidad y, claro, ese maravilloso aire acondicionado. De hecho, el desmadre fue incluso mayor, ya que directamente a ratos desconectábamos de la película -especialmente mis compañeros- y nos poníamos a parlotear de trivialidades varias.
Pensé que sería todo un detalle por mi parte seleccionar a modo de arranque una peli generosa en carnes femeninas, y del pack de material disponible destacaba por méritos muy propios "La mansión de los muertos vivientes", una de las inevitables odas al "nada" firmada por don Jess Franco con su incomparable no-estilo. Muchas muchísimas tetas de todo calibre (por un lado la apetitosamente rolliza Lina Romay, por otro, una actriz con edad de ser madre... incluso abuela, que daba un poco de grima), números lésbicos, paseos interminables y... ah si!, de vez en cuando una versión "Toys R´Us" de los templarios de Ossorio jodiendo la marrana. Leeeenta y aburriiiiida a matar, pero ¡eh!, es Jess Franco ¿que esperábais?. Mis compañeros, cabrones ellos, se pasaron la sesión cagándose en mi estampa, a pesar del generoso catálogo de chochos... ¡¡putos ingratos!!. Para castigarles, el improvisado -posterior- visionado de mi corto erótico-festivo-demente "Posición: Violación" que... creo... aplacó un poco las iras (por cierto, que da hasta miedo descubrir lo muy deudor del peor Jess Franco que me ha salido!!!).
La siguiente la sugirió el golfo de Goblin, la in-famosa "Birdemic: Shock & Terror", una peli que ya se ha hecho un nombre como "tan mala que es buena (O tan mala que es peor, como decía uno en youtube)", como "una de las peores películas de la historia" y auténtico carrusel de cachondeo y diversión allí donde se proyecta. Hay que puntualizar que la vimos en inglés a pelo, y estoy convencido que de haber entendido más su contenido oral el descojoncio/alucine hubiese sido el doble. Pero la verdad es que incluso muda y sin audio, "Birdemic" no puede ocultar los d/efectos que la han catapultado a la fama. Amigos, menudo pedazo de incompetencia enlatada. Nada está bien hecho en ella, todo es incapacidad. Incapacidad de mover la cámara, de montar, de sonorizar, de actuar, de dirigir, de lograr convincentes efectos especiales, de dotar de ritmo a su incapaz guión... de verdad, necesitaría de un libro para detallar todo lo que es un desastre en este producto casero bendecido por la suerte (aunque igual haya sido maldecido, ¿quien sabe?). En esencia se podría resumir como "una copia de "Los Pájaros" rodada por un retrasado mental". ¿Lo peor del mundo?, no... he visto mucho material igual o aún más mal parido (y todo de habla hispana, por cierto), pero está claro que esta cosita merece un puesto de honor en el top ten de cagadas rancias. De hecho, es TAAAAAAAAAAAAN tremendamente negada que no paramos de debatir si estaba hecha así a posta, como parte de un plan, un montaje, o su inutilidad era honesta. Incluso dedicamos un rato a investigar por la red, pero de nada sirvió, no hallamos una respuesta satisfactoria.
Así pues, lo lógico era terminar la velada con algo más normal, de más calidad, y teniendo en cuenta el nivel, ese puesto incluso podía ocuparlo "Monster Dog", producida por Carlos Aured, dirigida por Claudio "Troll 2" Fragasso, con Alice Cooper, Victoria Vera y el tercero de "Martes y 13", ¡toma exotismo!. Perros locos y nada convincentes hombres lobo de goma para un film que, aunque se esfuerza en mantener la dignidad estilística, no deja de ser el típico rollazo videoclubero.
En el camino se quedaron "La Casa 5" (o "Beyond Darkness", otra obra de arte del Sr.Fragasso) y "La noche del cometa".
Después de ese baño de crueldad (lo de vernos una en versión original fue especialmente duro) lo humano era apagar el televisor y, arrastrando nuestras pupilas, dirigirnos hasta el hogar a reposar. Las neuronas pedían clemencia, y se la dimos... pero que no se acostumbren, que los atracones de cine chungo seguirán. ¿Y los que se lo pierdan?, ¡¡peor para ellos!!.
Perrerías, ocupaciones creativas y otros menesteres de mejor -pero pesada- catadura fueron los motivos por los que ayer Sábado, solo eramos tres "seres humanos" situados frente al televisor. El número más escueto de todas las Noches de Cine Inconexo. Estábamos Fiverjofre de "Nekrofilmicos", Goblin de "Criticonos" y un servidor de.... ustedes. ¿Significa ello que hubo menos coña y diversión?, ¡para nada!, el nivel fue muy parecido al habitual, con el añadido de disponer de más espacio vital para gozar de la comodidad y, claro, ese maravilloso aire acondicionado. De hecho, el desmadre fue incluso mayor, ya que directamente a ratos desconectábamos de la película -especialmente mis compañeros- y nos poníamos a parlotear de trivialidades varias.
Pensé que sería todo un detalle por mi parte seleccionar a modo de arranque una peli generosa en carnes femeninas, y del pack de material disponible destacaba por méritos muy propios "La mansión de los muertos vivientes", una de las inevitables odas al "nada" firmada por don Jess Franco con su incomparable no-estilo. Muchas muchísimas tetas de todo calibre (por un lado la apetitosamente rolliza Lina Romay, por otro, una actriz con edad de ser madre... incluso abuela, que daba un poco de grima), números lésbicos, paseos interminables y... ah si!, de vez en cuando una versión "Toys R´Us" de los templarios de Ossorio jodiendo la marrana. Leeeenta y aburriiiiida a matar, pero ¡eh!, es Jess Franco ¿que esperábais?. Mis compañeros, cabrones ellos, se pasaron la sesión cagándose en mi estampa, a pesar del generoso catálogo de chochos... ¡¡putos ingratos!!. Para castigarles, el improvisado -posterior- visionado de mi corto erótico-festivo-demente "Posición: Violación" que... creo... aplacó un poco las iras (por cierto, que da hasta miedo descubrir lo muy deudor del peor Jess Franco que me ha salido!!!).
La siguiente la sugirió el golfo de Goblin, la in-famosa "Birdemic: Shock & Terror", una peli que ya se ha hecho un nombre como "tan mala que es buena (O tan mala que es peor, como decía uno en youtube)", como "una de las peores películas de la historia" y auténtico carrusel de cachondeo y diversión allí donde se proyecta. Hay que puntualizar que la vimos en inglés a pelo, y estoy convencido que de haber entendido más su contenido oral el descojoncio/alucine hubiese sido el doble. Pero la verdad es que incluso muda y sin audio, "Birdemic" no puede ocultar los d/efectos que la han catapultado a la fama. Amigos, menudo pedazo de incompetencia enlatada. Nada está bien hecho en ella, todo es incapacidad. Incapacidad de mover la cámara, de montar, de sonorizar, de actuar, de dirigir, de lograr convincentes efectos especiales, de dotar de ritmo a su incapaz guión... de verdad, necesitaría de un libro para detallar todo lo que es un desastre en este producto casero bendecido por la suerte (aunque igual haya sido maldecido, ¿quien sabe?). En esencia se podría resumir como "una copia de "Los Pájaros" rodada por un retrasado mental". ¿Lo peor del mundo?, no... he visto mucho material igual o aún más mal parido (y todo de habla hispana, por cierto), pero está claro que esta cosita merece un puesto de honor en el top ten de cagadas rancias. De hecho, es TAAAAAAAAAAAAN tremendamente negada que no paramos de debatir si estaba hecha así a posta, como parte de un plan, un montaje, o su inutilidad era honesta. Incluso dedicamos un rato a investigar por la red, pero de nada sirvió, no hallamos una respuesta satisfactoria.
Así pues, lo lógico era terminar la velada con algo más normal, de más calidad, y teniendo en cuenta el nivel, ese puesto incluso podía ocuparlo "Monster Dog", producida por Carlos Aured, dirigida por Claudio "Troll 2" Fragasso, con Alice Cooper, Victoria Vera y el tercero de "Martes y 13", ¡toma exotismo!. Perros locos y nada convincentes hombres lobo de goma para un film que, aunque se esfuerza en mantener la dignidad estilística, no deja de ser el típico rollazo videoclubero.
En el camino se quedaron "La Casa 5" (o "Beyond Darkness", otra obra de arte del Sr.Fragasso) y "La noche del cometa".
Después de ese baño de crueldad (lo de vernos una en versión original fue especialmente duro) lo humano era apagar el televisor y, arrastrando nuestras pupilas, dirigirnos hasta el hogar a reposar. Las neuronas pedían clemencia, y se la dimos... pero que no se acostumbren, que los atracones de cine chungo seguirán. ¿Y los que se lo pierdan?, ¡¡peor para ellos!!.
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