Entonces, existe uno de ya longeva vida, que edita el peor
tipo de cine que se puede ver, es decir, aquél que ni es de mentira, ni es de
verdad, que ha contado con medios, muchos para ser amateur, pero no los
suficientes para ser una película mainstream. O mejor dicho, para ser una
película de verdad, que lo mainstream muchas veces no tiene por qué ir unido a
lo estético y/o caro. Este sello es “Brain Damage Films”, que si antaño se
dedicaba a editar pequeños films de horror semiamateur, el sello les ha hecho
medio grande, y ha pasado lo peor que le puede pasar a estos sellos diminutos que
es contagiarse del espíritu mainstream “camuflado” de “The Asylum” y
convertirse en un sello exploit, de un sello con mentalidad ya de por sí
exploit… A lo que voy; que “Brain Damage Films” se ha convertido en una mala
imitación –como lo pueda ser también “Tomcat” films- de “The Asylum” con
títulos como “Metal Man” el plagio más infecto que existe de “Iron Man”, en un
sello que si tenía cierta personalidad, ahora copia descaradamente diseños, estilos,
maneras y títulos de los del Asilo. Vamos, puta mierda.
Todo esto se resuelve en películas exactamente igual de
coñazo que las que nos ofrecían antes tipo “Swamp Zombies”, pero con ese alo de
asilada, que resulta desasosegante, vamos, son fabricantes y distribuidores de
mierda pura.
Pues de esas puras mierdas, esta “After School Massacre” es una de las más
frescas.
La historia a priori no está mal. Un profesor es acusado de
acosar a sus alumnas menores a través de facebook. Vamos, que visita sus perfiles.
La dirección le despide y este comenzará una masacre que incluirá a las
jovencitas que le han acusado de mirón internautico, durante una fiesta en casa de una de estas.
Esto bien rodado, tomado en serio y demás, pues no sería mala cosa, pero en realidad
estamos ante una película que pretende parecer un “Slasher” y no llega a serlo,
que vende sangre y hay muy poca, y que ofrece tetas y no sale ninguna. Al final
la cosa resulta ser un desfile de lencería adolescente, porque chavalitas de
buen ver con top y braguitas las hay a mansalva, pero absolutamente nada más.
Y aunque el asesino se pone un pasamontañas para así
justificar la “presunta” adscripción al “Slasher” que ofrece la película, esto
resulta del todo gilipollesco si desde el principio vemos que el asesino es el
profesor, que asesina a cara descubierta siempre, excepto cuando va a esa casa
que le da por ponerse un pasamontañas. Absurdo.
A todo eso añádanle una brutal dosis de inutilidad, dejadez
y no tener conocimiento alguno de cómo hacer una película, y lo que es peor,
ningún entusiasmo. Pues el resultado es esta pantomima estúpida que, no
obstante, goza de cierto nombre en el sector más outsider y cutrongo del fandom
del horror USA. Están locos estos
yankies.
Para más crispar los nervios del espectador avanzado, al
final la película, tonta e incompetente como ella sola, tiene su baza en que queriendo parecer un
producto de “The Asylum”, su director es
tan manazas que aleja la película de esos cauces hasta limites insospechados.
Eso que tiene a su favor, no así el resto del nuevo catálogo de “Brain Damage
Films”.
Remata la faena el hecho de que la pelí cuenta en sus
créditos con un “In memorian” en honor de Ed Wood y Doris Wishman.
Y todo este desbarajuste cobra algo de sentido y fuerza cuando
consultamos la ficha imdb del director: Se trata de un pimpollo de 20 años que
lleva haciendo cine desde los 14, fan del cine de horror que responde al nombre
de Jared Michaels, y que bajo su aspecto de modernito, carne de Hollywood, con
su poca edad ha dirigido películas completas como las tituladas “Hollywood a Go
Go” o “Deadly Punkettes”, y eso unido a que se hace llamar a sí mismo “cineasta
independiente” y a que tiene cara un tanto de retarder, hace que, más o menos,
el tipo me caiga bien y le de más oportunidades… pero “After School Massacre” es terrible…. Eso sí
el póster es bien atractivo y chulo.