Hace ya mucho tiempo que
Kevin Smith dejó de interesarme.
Sin embargo, “Clerks”
fue una película
importante para mí en su momento, amén de considerarla un hito del cine
independiente y, con muchísima diferencia, la mejor película del director.
“Clerks” generó después un universo cinematográfico propio
que, obviamente, aun siendo simpático, con el paso de los años se tornó
irritante pero, con todo, siempre me acerco a ver una película de Smith dentro
del “View Askiwniverse”. Y es que Smith, ya metido en la cincuentena, ha
comprendido que fuera de su universo no funciona y, como reza un chiste de la
propia película que nos ocupa, “se aferra a su gloria de los 90” como si no
hubiera mañana. Así, Smith se pone a rodar su película más de nicho, una broma
interna para sí mismo y para sus fans que consiste en hacer un reboot de una de
sus películas más flojas, “Jay y Bob el silencioso contraatacan” y lo hace
contando, otra vez, la misma película, pero esta vez como un revulsivo donde lo
que destaca es un presupuesto mucho más escueto y la auto crítica más feroz,
una auto crítica que, paradójicamente, le sirve al director para dejar claro lo
mucho que se mola, para que sus detractores vean que sabe reírse de sí mismo,
lo cual está muy bien, pero que, finalmente, no deja de parecerme patético.
Con todo, la película está entretenida ya que efectivamente
es un reboot de la que hizo hace 20 años. Tenemos a Jay y Bob viajando hasta
Hollywood para sabotear una película que se va a hacer sobre sus alter egos
Bluntman y Chronich, y que para más inri va a dirigir Kevin Smith, en la
película retratado como una suerte de Youtuber cincuentón bastante lamentable.
Entonces, durante el periplo, Jay y Bob se las tendrán que ver con mil y unas
vicisitudes que ya vivieron en la película
de 2000, y encontrándose con personajes de todas las películas del “View
Askeuniverse” con la gracia de que, esta vez, todos esos personajes están ya
mayores y ajados. Así, van interactuando con el Brody de “Mallrats” o con el
Loki de “Dogma”, llegando hasta el Holden y la Alyssa de “Persiguiendo a Amy”,
y vuelta la burra al trigo.
Realmente, la cosa no molesta porque la película es honesta
desde el principio y Smith ha rodado la misma chorrada, pero con algunas
cositas nuevas —como la aparición de una hija de Jay— si bien ya los chistes no
funcionan como sí lo hacían en su época de bonanza. Por otro lado es una
película concebida casi en exclusiva para los fans, por lo que, todos aquellos
que no estén familiarizados con el universo de Smith no comprenderán
absolutamente nada. Pero bueno, insisto, la cosa no está ni tan mal.
“Jay y Bob el silencioso (el Reboot)”, concebida ya pensando
directamente en las plataformas digitales, tuvo un estreno reducido en salas,
que luego, como si de una rock star se tratara —y basando su exhibición en el
modelo que instauró el bueno de
Tommy Wiseau con “The Room”—, sacó la película de
gira por todo el país en pases únicos que acompañaba de coloquios que se
llenaban a su paso por las distintas ciudades en las que se exhibía, por lo que
al final ha resultado ser una película altamente rentable en taquilla con
ingresos extras a las ventas internacionales, la venta en DVD y lo que saque
ahora en su estreno en plataformas, con lo que el experimento no le ha salido
mal al colega. Al final tenemos una película para los fans y nada más que para
los fans, que por sí solos pueden mantener, sostener, financiar y llenar las
salas. Así que, intuimos, que aunque esto huele a despedida de una franquicia
que va a cumplir los 30 años, me da a mí que todavía vamos a tener Jay y Bob
para rato.
Por supuesto, tenemos cameos de Rosario Dawson, Shannon
Elisabeth, Matt Damon, Jason Lee, Joey Lauren Adams y Ben Afleck.
Lo curioso es que, en la preproducción, y teniendo en cuenta
el estatus de estrella de Ben Afleck, a Kevin Smith ni se le pasó por la cabeza
el llamarle para que hiciera un papel en la película, por lo que a este, en una
entrevista, cuando le preguntaron si aparecería en la nueva cinta de Smith,
respondió que no sabía por qué, pero que no le había llamado. Smith escuchó la
entrevista y rápidamente le llamó por teléfono explicándole que no pensaba que
quisiera aparecer en ella, y este dijo que al contrario, que sería un placer,
por lo que Smith escribió una escena entera para que Afleck apareciera en la
película y, por ende, se luciera.
“Jay y Bob el silencioso (el Reboot)” ya está disponible en
plataformas digitales de nuestro país y, creo, que posiciona a Kevin Smith en
un lugar privilegiado dentro de la historia del cine, pues siendo un director
bastante irregular, supone para el séptimo arte, por un lado, la muerte del
cine independiente (“Clerks” puede que sea la última película verdaderamente
independiente) y por otro, un punto y a
parte con el concepto de películas para fans, las películas para nicho. Rueda
para su público, lo demás importa una mierda, y ese público puede sustentar una
película con la que el director puede salir de gira por el país, encontrarse
con su público y seguir haciendo lo único que sabe hacer, aunque ni siquiera lo
haga tan bien y, además, es un producto que se desenvuelve como pez en el agua
en las plataforma de streaming.
Es la era digital, amigos, y, creo, que como esta, van a
haber unas cuantas películas en adelante.