viernes, 30 de enero de 2015

EL GRAN GUARDAESPALDAS

Un niño pijo de Alabama metido en el negocio inmobiliario, tiene que cerrar un trato por lotes y comprar un gimnasio. Da la casualidad que en este gimnasio entrena el aspirante austriaco a míster Olympia. Cuando acude al recinto a ofrecer una oferta por el mismo, a este le acaba molando el rollo de los gimnasios, se enamora de la recepcionista y se hace amigo de los culturistas y preparadores. Entre medias, dramas de distintas índoles, harán que se desarrolle el escuálido argumento a trompicones. Drama amoroso, lucha de clases, inmigración y culturismo se dan cita en “El gran Guardaespaldas”, la que sería la primera película importante de Arnold Schwarzenegger antes de convertirse en la estrella que todos conocemos y, también, la primera que protagonizaría con su nombre real. Antes de esta, se hacía llamar Arnold Strong aconsejado por sus agentes, que decían que “Schwarzennegger” era un apellido impronunciable para un americano. Con ese nombre, aparecería acreditado en “Hércules en Nueva York”, ponzoña esta en la que Arnie debutó. Dirigida por uno de los hombres más influyentes del “New Hollywood”, Bob Rafelson, que se haría mundialmente famoso con su siguiente película “El cartero siempre llama dos veces”, “El gran guardaespaldas”, “Stay Hungry” en su versión original, es un producto menor protagonizado por Jeff Bridges, folletinesco y carente de interés, que aunque se deja ver sin mayor problema, lo único destacable que podemos decir de ella es que congrega un buen número de estrellas a las que aún les quedaría un empujoncillo para serlo. Pero, una vez más, le dedicamos su reseñita en este blog por un motivo ya clásico: Su edición videográfica y su asociación directa con la sección “Aquellas maravillosas carátulas” a la que bien podría pertenecer. Datada en el año 1976, “El gran Guardaespaldas” ni tan siquiera llegó a estrenarse en salas españolas como tantos otros coñazos setenteros del “New Hollywood” (las seis o siete buenas que hubo, si que llegaron). Pero en plenos años ochenta, cuando Schwarzenneger ya era Schwarzenegger y era uno de los actores más taquilleros y, por ende, de los más alquilados en el vídeo-club, alguna despiadada distribuidora de la época, que aparecían de debajo de las piedras, aprovechó ese tirón -tironazo, diría yo- y editó la película para el mercado de alquiler. Y lógicamente, no la lanzaron como lo que es, un dramón folletinesco en torno a los culturistas, sino que lo hicieron como una nueva película de acción de Arnie. Jeff  Bridges también era ya popular en mangante-cateto-españa, por lo que aparecería también como protagonista y no andaría muy mal encaminado si digo que el concepto que nos vendían era bastante cercano a “Tango y Cash”, de actualidad en aquellos años. Tampoco diría ninguna tontería al afirmar que, además, se inspiraron en el póster de “Conexión Tequila” para confeccionar esta carátula, amén de sacar las imágenes de Bridges y de Arnie de películas recientes: creo que la de Arnie pertenece a la película “Ejecutor”, la de Jeff Bridges no la ubico. Si ustedes si... para eso están los comments.Pero lo que más me fascina es el concepto que nos vendían. “El Gran Guardaespaldas”... Chanante ¿verdad? Pues como si la titulan, por ejemplo, “Acción sin límite”, porque de guardaespaldas había en el film lo mismo que de acción: ¡Nada! Es el título más engañoso de la historia. Aquí no hay ningún guardaespaldas. Es que de hecho, en un momento de la película en la que alguien está en peligro, está a su suerte, y cuando llega Arnie, ya le han breado. Pero vamos, lo que tenían era el concepto, mucho más vendible que el de un culturista emigrante y llorón que se hace amigo de un pijo agente inmobilario. No obstante, cuando ponías la cinta en tu magnetoscopio y la película daba comienzo, una voz en off sobre el título original decía “Músculos de acero”, más acertado, pero también con poco que ver con el original. A la hora de sacar las cintas se arrepentirían del título este de los músculos e inventarían el concepto con el que finalmente se comercializó.Por lo demás, como ya les he dicho, una peliculucha del montón. Aunque como anécdota les diré, que Schwarzenegger luce durante toda la película un enorme lunar en la mejilla derecha que, obviamente, se borraría previa cirugía estética, para nunca más aparecer en pantalla. El resto es historia.
Plagada de estrellas, acompañan a Arnie y a Bridges en el drama, actores de la talla de Joe Spinell, Robert Englund, Sally Field, R.G. Armstrong (“Depredador”, “Los chicos del maíz” o “Mi nombre es ninguno”), la musa de la contra-cultura Helena Kallianiotes (“Easy Rider”) o Scatman Crothers (“El Resplandor”).Como curiosidad, como sea, si que funciona.

jueves, 29 de enero de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "POSESIÓN INFERNAL"

Lo sé, esta entrada no tiene nada de original. Probablemente hayan mil blogs ahí fuera con una exactamente igual... bueno, joder, de  hecho los hay, ¿¿de dónde creen que he sacado el material que les serviré a continuación?? (la gracia es que el mentado blog era yankee, siendo el tema de procedencia hispánica). Pero lo de hoy es única y exclusivamente un CAPRICHO PERSONAL, así, en mayúsculas.
Saben que soy devoto fan incondicional del clásico de Sam Raimi. Adórolo. Y son muchas las veces que de él hemos hablado en "Aquí Vale Todo", así que no les tendría que venir de nuevo esto, ¡¡los fotocromos de "Posesión Infernal"!!, maravillosos, fascinantes y escalofriantes. Todavía los recuerdo en las vitrinas del "Verdi" a principios de los ochenta, cuando la peli formó parte de una maratón de cine de terror. Me quedé absolutamente prendado e impactado por las imágenes que siguen, sobre todo la de la sierra mecánica y la de Ellen Sandweiss/Cheryl poseída.
Conozco un individuo humano que tiene la suerte de poseer estos fotocromos en su formato original. ¡¡Le envidio!!... pero tampoco muchísimo, que yo también dispongo de mis tesorillos, a los que tengo en gran estima. A falta del material auténtico, me conformaré con esta versión digitalizada que, no por ello, es menos gozosa. Y si no me creen, alégrense los ojos con lo que sigue...
¡Ah!, y no olviden "Posesión Infernalizarse" de vez en cuando. Su espíritu se lo agradecerá.












Para ver más fotocromos de otras pelis, picar AQUÍ.

miércoles, 28 de enero de 2015

MR. VAMPIRE

“Mr. Vampire” es, con permiso de “Encuentros en el más allá” la mejor película sobre el folclore Hong Konés que suponen los Vampiros Chinos. O al menos es la que puso en el mapa cinematográfico a estos fuera de Oriente, o sino la que – para no sacar de quicio a quisquillosos, puretas o “tomanotas” que, no obstante, nos consultan- la que me los dio a conocer. La película nunca pude valorarla en su justa medida, pues siempre la vi a pelo en su idioma original y sin subtítulos. De lo dinámica que es, aunque no te enteres de nada se disfruta. Pero gracias a su reciente edición en DVD, por fin la veo con total comprensión y, bueno, no dista mucho mi opinión de la que ya tenía en su momento. Sin hacernos tirar cohetes, se trata de una película excesiva, loca y divertidísima.
Un monje Taoista, intenta impedir por todos los medios, que el cadáver de un tipo adinerado que tienen en su lugar de trabajo, cobre vida, pero por culpa de sus ayudantes, más torpes que hechos de encargo, este acaba resucitando, con las consecuencias que esto acarrea, a saber: Este acaba atacando a uno de los ayudantes que acaba medio convertido en vampiro viviente, mientras que del otro ayudante, se enamora una atractiva fantasma que acaba poseyendole fantasmalmente. Todo se enredará, y nuestro monje tendrá que desenredar todos estos problemas.Se trata de uno de los grandes éxitos del cine de Hong Kong, una excelente combinación de cine fantástico, comedia y artes marciales, que con muy buen ojo puso en circulación Sammo Hung que, para la ocasión, ejerció de productor, y que generó cuatro secuelas posteriores, más efectivas unas, nefastas otras, pero ninguna con el encanto de la que originó el asunto, amén de no tener que ver unas con otras, más allá del monje Taoista que opera en la mayoría de películas de la saga y que traspasaría esta para aparecer en otras películas ajenas a “Mr. Vampire”, incluso, en plenos años noventa, protagonizando su propia serie de televisión. En Definitiva, un éxito sin precedentes. Por lo que a mí respecta, el tema Vampiros Chinos me hace cierta gracia, pero no la suficiente para ahondar, investigar y, a estas alturas, visionar todo este material, que sin duda será interesante... pero ya son muchos sub-géneros, como para añadir uno más a la lista. Pero si, a este “Mr Vampire” y la anteriormente mentada “Encuentros en el más allá” les tengo especial estima. Muy, muy recomendables. Dirige el percal Ricky Lau, conocido primordialmente por este mega-éxito, y sus comedias del rollo, y con uno de los hermanos Hui en el reparto, Ricky, que vendrían a ser los hermanos Wayans del cine de Hong Kong.  

martes, 27 de enero de 2015

EL GUERRERO DEL TIEMPO (LA MALDICIÓN DE LA PIEDRA)

Una piedra Nórdica con una profecía grabada cae en manos del responsable de un museo, que pronto verá cómo su cuerpo y alma son poseídos por una malvada bestia milenaria dispuesta a armar la jarana. Un par de ancianetes que conocen la historia al dedillo harán lo que puedan pa convencer al resto del reparto que hay que pararle los pies antes de que se haga realidad la poco halagüeña mentada profecía.
Oscurilla producción norteamericana de terrores del año 1991 que responde al título original de "The runestone" (no confundir con "Rhinestone") y que, sorprendentemente, pasé por alto cuando reposaba en los estantes de mis video-clubs habituales cortesía de "Record Visión", a pesar de que había visto algunas imágenes potentes del monstruo protagonista en las páginas de mi querida prensa franchute. Por entonces se titulaba "El guerrero del tiempo", aunque actualmente uno puede localizarla en la mula, o en IMDB, como "La maldición de la piedra". ¡Qué cosas!.
Se titule como se titule, lo que aquí tenemos es pura y dura rutina. Narrativa y estética. Lo primero se limita al típico esquema a base de alternar directrices tan familiares para el aficionado medio como "el monstruo ataca entre sombras / la poli investiga sin conseguir mucho / los protas se lo curran más". Al final todos se juntan en el mismo decorado, luces estroboscópicas por aquí, humo por allá, música grandilocuente y poco más. Lo segundo, estéticamente hablando, tiene un look de lo más raruno, artificial diría yo, a pesar de forzadísimos arrebatos estilizados muy cutres (el juego de siluetas frente a la luna llena es de juzgado de guardia). Dicho de otro modo, hoy día "The runestone" sería un producto ideal para la hora del té en el "SyFy Channel".
Desafortunadamente, ni siquiera podemos decir que el sosismo general quede compensado con una buena dosis de truculencia, un humor más o menos solvente y/o buenas ideas correctamente aplicadas. Estamos a inicios de los noventa, así que el elemento gore brilla por su ausencia. Que un bicho como el protagonista, con esa contundencia, esas grandes garras y esa cara de cerdito mosqueado no asesine a sus víctimas con saña y brutalidad (al estilo de "Rawhead Rex", por así decirlo), me parece muy triste. El muyayo se limita a arañar la cara, empujar o, peor aún, ¡atizar con una escopeta mangada a la pasma!.
Molarían las escenas en las que se ríen un poco del mundillo "arty", con su pedantería, su pose y su superficialidad, si tuviesen más mala baba. Y habría dado mucho de sí cuando la criatura se cuela encabritada en una exposición en la que predominan los tonos blancos, tanto en las paredes como en las ropas de los invitados. ¿Se lo imaginan?, el contraste con chorrazos de rojísima saaaangreeee hubiese sido la repolla... pues na, olvídense.... ni una puñetera gota. Todo a medio gas.
Lo que sí llamó mi atención es que "El guerrero del tiempo" posee ciertos escasos puntos en común con la posterior -y funcionalmente simpática- "The Relic", por aquello del monstruo legendario, que en realidad tenga un origen humano, el poli descreído metido en medio resolviendo la papeleta y la ambientación "museil".
Si ya resulta sorprendente el título que a esta peli le otorgaron en España, más lo es que le den protagonismo, situándolo en la caratula a lo grande (rostro y nombre), al fallecido ex-bailarín y actor Alexander Godunov. Lo recalco porque en realidad se pasa más de la mitad de la peli sin aparecer y cuando lo hace -con cara de pasmarote- no articula vocablo. Solo al final gana algo de peso. Pero claro, en 1991 era la faz más popular del reparto, gracias a su intervención en un puñado de títulos "mainstream", destacando el de villano en "La jungla de cristal" tres años antes.
También localizamos a Joan Severance, cuya cara de goma -y tetillas- había visto previamente en "No me chilles, que no te veo". Y un par de veteranos secundarios de cierto peso como William Hickey o Lawrence Tierney.
Aunque mi actor favorito, y agradable sorpresa, es Peter Riegert, que ha pasado a la historia como el "Boon" de "Desmadre a la americana". Tres años después de la peli reseñada volvió a ganar algo de protagonismo interpretando casi el mismo papel, de poli cascarrabias pero majete, en "La Máscara" de Jim Carrey. Encima, da vida a un auténtico fan de "Godzilla", con reproducciones en plástico de este -y de su primo "Mechagodzilla"- repartidos por todo el despacho. El legendario monstruo japonoide luego vuelve a dejarse ver en un televisor durante una de las supuestas exposiciones de arte moderno. Resulta evidente que el director y guionista de la puta peli
es fan del lagarto. Hablamos de Willard Carroll, que aunque así de primeras no nos suene, en su haber tiene un título de cierto peso y que es el que sigue justamente a "The runestone", "Jugando con el corazón", una comedia sentimental con un reparto de lujo (Angelina Jolie, Sean Connery, Gena Rowlands, Gillian Anderson, Madeleine Stowe, Ryan Phillippe, Dennis Quaid...... la leche puta). Como productor luce un currículo repleto de películas/series de dibujos animados. Eso explicaría muchas cosas, témome.
Por raro que suene, "El guerrero del tiempo" está basada en una novela firmada por un señor llamado Mark E. Rogers y que, todavía más bizarro si cabe, nunca llegó a publicarse salvo por una serie limitadísima y numerada. Pofale.
Resumiendo: esencialmente nos encontramos ante lo que definiría, muy acertada e ingeniosamente, como "un pedrusco".

sábado, 24 de enero de 2015

MINUTOS MUSICALES

Me gusta el punk. Me gusta en todas sus variantes (el pop-punk, el hardcore, el garaje, el crust, aquel con ribetes metaleros...), pero no me considero parte del colectivo. Hace años lo intenté, o lo fui, sobre todo en terreno fanzinero. Sin embargo, me acabé hartando. Demasiados dogmas, demasiados rollos, demasiada pose, demasiado panfletismo. No thanx, me quedo con la música. Soy un mero consumidor externo. Estoy "only in it for the music" como criticaba, justamente, uno de los grupos que vienen a continuación (pista: "Extreme Noise Terror").
Hace un tiempo creé un apartado musical en este blog, pero no funcionó y lo cerré. Había fabricado una serie de vídeos con canciones que me molaban y que terminaron abandonados en una carpeta de mi disco duro.
Pues bien, ahora que ha pasado el tiempo, y que todo me la sopla bastante más, es la ocasión perfecta para rescatarlos y dejárselos aquí con el sano fin de que, si es de menester acorde a sus apetencias sonoras, puedan disfrutarlos.
Veamos qué tenemos....


Los "Angry Samoans" son un grupo de punk rock and roll muy apreciado por los aficionados, sin embargo su último lp (el último de verdad, antes de su poco lustrosa vuelta a finales de los 90) es el que peor fama tiene, "STP not LSD" (1988).
Curiosamente a mi es el que más me gusta y, justamente, esta canción es mi favorita, "Attack of the mushroom people".



Ni soy demasiado fan de la llamada música "dis" (que consiste en fotocopiar a los famosos "Discharge"), ni me gustan especialmente los "D-Clone", grupo japonés del estilo que conocí en una época que me dio por investigar bandas cañeras de esos parajes. Sin embargo, quedé absolutamente prendado de este tema... por su intensidad, su sonido, su ruido y su brutalidad....


En cambio sí fui bastante seguidor, al menos durante una temporada, de los "Downliners Sect", grupo británico "beat" formado a inicios de los años 60 y que han seguido tocando, intermitentemente, hasta hoy. Aunque su primer lp me mola y tiene temas míticos, sentía especial simpatía por un disco que sacaron a finales de los 70 coincidiendo con el boom del punk y la "new wave" en las islas británicas, "Showbiz".
Concretamente es la última canción del pack, "Let´s Ride", con su imparable y contagiosa energía, la que más farruco me pone. Y suena tal que asín...........


Hubo un tiempo en que anduve muy metido en el llamado "crust", una de las facciones más extremas surgidas del punk, o del hardcore... en fin, llámenlo como quieran. Y mi grupo preferido era, justamente, el más representativo de dicha tendencia, los "Extreme Noise Terror" (fascinante nombre), con sus dos características voces y su brutal brutalidad.
En 1995 sacaron su mejor disco, en el que se limitaban a regrabar y, según se mire, mejorar algunos de sus clásicos, "Retro-Bution" (pal legendario sello de metal cafre "Earache"), entre ellos el que es mi absoluto favorito, "Work for never". Esta versión actualizada dura unos cuantos segundos más que la original, pero para nada la estropean... más bien todo lo contrario.


Si hubo un sello musical durante los 90 que me encandiló, ese fue "Crypt Records", a quien debemos la modernización del término "garaje", una actitud eminentemente festiva y desenfadada (sin panfletismos y con continuas puyas a bandas "mainstream") y, también, una estética fabulosa presente en todas sus ediciones. Sin mencionar grupos tan cojonudos como "New Bomb Turks" (en su primera época), "Gaunt", "Nine Pound Hammer", "Oblivians", "Thee Headcoats" o "Mighty Caesars" y, sí, el grupo más representativo del sello y su "savoir-faire", "The Raunch Hands", la perfecta simbiosis del término punk + rock, y aunque tienen un huevo de temas altamente disfrutables, este es el que me llevaría
a una casa de putas desierta:
(posdata: hace años traté in person con el que fuese su batera durante una temporada. Incluso le entrevisté pa un fanzine, pero la grabadora era una mierda y el material resultante resultó -valga de “redundancian”- inservible).


Hubo otro tiempo en que me consideraba "straight edge"... ya saben, esa facción del punk y el hardcore que, en principio, se muestra contrario al consumo de drogas y alcohol. Hasta que presencié a un grupo de "straight edges" de línea dura en un concierto y, en fin, decidí "salirme del gueto”.
Pero me "llevé" a algunos grupos conmigo, como los garrulos de "Slapshot". Hoy me cansan con facilidad, por machacones y por sus discursos moralistas a hostia pura, pero algunos temas me siguen molando (de hecho, casi me atrevo a decir que el disco que más me gusta de ellos es uno altamente despreciado por sus fans más acérrimos, "Unconciousness"), como el que sigue.


Y lo mejor pal final...
Si tuviese que quedarme con diez grupos punkos favoritos, tranquilamente los "Weirdos" estarían en las primeras posiciones (junto a los "Circle Jerks").
Muchas son las canciones que me molan de ellos... de hecho, puede que mi absoluta preferida sea "Solitary Confinement", presente en ese recomendabilísimo "Weird World Vol.1", pero resulta que "Terrain" es un tema que me pone mucho, mucho. Es de esos que cuando lo escuchas sientes cómo tu adrenalina despega y te entran ganas de saltar de la silla y ponerte a hacer la "air guitar" ahí todo flipao.
Así que, con todos ustedes..............

viernes, 23 de enero de 2015

LOS HAMILTON

Nada nuevo en el horizonte en lo referente al cine de terror independiente y festivalero. Es todo un quiero y no  puedo. Da gusto comprobar como en este terreno, el mainstream, está dando por el culo a lo independiente. Amparados en los bajos presupuestos, estos, la mayoría de las veces en lugar de sacar jugo a su falta de recursos, lo que hacen es camuflar su material de un lirismo y una pedantería de la que en realidad carecen. Pero llegan las majors y con ese mismo presupuesto, te hacen un “Paranormal Activity”. Sin embargo los jóvenes independientes abogan por el rollo "Emo" en sus pelis.
“Los Hamilton”, es una de las primeras películas exportadas del “After Dark Horror Fest”, que si bien es cierto que en un principio dio un par de títulos entretenidillos, a rasgos generales, alberga lo peor del terror independiente americano.
Cuenta la historia de una familia compuesta por hermanos, a los que, tras la muerte de su madre, parece habérseles ido la pinza y secuestran chicas a las que, en un sótano, desangran y asesinan. Uno de los hermanos, menos afectado mentalmente, baja de vez en cuando a dar de comer y beber a las chicas secuestradas e incluso se plantea rescatar a una de ellas, mientras los hermanos comenten incesto o se cargan al vecindario. Cuando la película parece que es una especie de “Psycho Killer –Emo” (sufro mucho, doy mucha penita), esta pega un giro y resulta que no, que no son enajenados mentales, sino vampiros, y el joven que parece estar menos zumbado, simplemente tiene las dudas existenciales de cualquier vampiro adolescente, antes de matar a su primer víctima. A eso añádanle, que en el sótano tienen una extraña bestia.
Vale, resulta que son vampiros. Y yo me pregunto ¿Cómo justificas los comportamientos de enajenado mental que tienen los protagonistas hasta que nos decís que son vampiros? ¿o es que son vampiros con problemas mentales? Ahora, cuando se nos desvela que son vampiros, estos ya no actúan como zumbadotes. Menuda puta mierda.
El problema de estas pelis, no es la falta de presupuesto o de ideas. No en este caso, porque la idea de meternos por los ojos una peli de psicópatas y al final indicarnos que no lo son, sino que son vampiros, es una puta mierda, pero a rasgos generales, lo que ocurre es que sus directores no saben mantener un ritmo, lo que cuentan no da para un largo, así que el aburrimiento se apodera de todas estas películas… y yo mientras las veo, tengo que mirar mi móvil, no sea que me haya llegado un nuevo mail, o algo más interesante. En este caso, el aburrimiento torna a la película, por momentos, insoportable.
También “Los Hamilton”, sin llegar a ser ridículo ni abordando la comedia involuntaria, si que es cierto que tienen que recurrir a viejos trucos de la serie Z, como llenarle la boca a los actores con sangre artificial, para que la suelten sobre sus partenaires cuando simulan morderles. Como en “El lago de los muertos vivientes” de Jean Rollin, pero con algo mas de cuidado al hacerlo.
Y como es de 2006, es inevitable que la película se subiera al carro del “Torture Porn” dándole este tono al look de las escenas del sótano, aunque esta sea una peli de vampiros. Pero nada. Muy mala.
Dirigen Phill Flores y Mitchell Atieri, que firman sus trabajos conjuntos como “The Butcher Brothers” (como si trabajaran en un mercado de abastos, no te jode…) que acto seguido se hicieron cargo del remake de “Inocentada sangrienta”, y que, aunque poseen más trabajos, lo cierto es que no han trascendido más allá de sus fronteras. En este caso me imagino por qué.
El relativo éxito de algo tan liviano y sereno como “Los Hamilton”, generó una secuela, ya en plan Tarantino titulada “The Thompsons” y que ya debe dar vergüenza ajena.

jueves, 22 de enero de 2015

CENA CON EL VAMPIRO

Uno de los cuatro infames telefilms que Lamberto Bava dirigió para la caja lerda bajo el título común -serial- de "Brivido Giallo". Los otros son "Disturbios en el cementerio", "Efectos sobrenaturales" y "El Ogro". A cada cual, peor. ¿Es "Cena con el vampiro" -del 87- la excepción que confirma la regla o se suma al apestismo reinante?.... si de verdad les interesa saberlo (y si de verdad no se imaginan la respuesta), sigan leyendo esta fútil y estúpida crónica.
Fiel a las incongruencias propias del más zafio terror italiano, una bailarina, una aspirante a cantante pop, una actriz de tipo shakespeariano y un humorista irritante se presentan al casting de la nueva epopeya de terror de un importante y enigmático cineasta, Jurek. Todos ellos son seleccionados y conducidos a una gótica, barroca y bonita mansión para que conozcan al caballero. Después de que se les proyecte una antigua peli de vampiros en blanco y negro, hace acto de presencia el supuesto señor director, que se confiesa auténtico chupasangre y les explica que si les ha reunido no es para ofrecerles ningún papel, sino porque los considera lo suficientemente puros (??) como para que puedan matarle y acabar con su milenaria agonía... si antes no se los carga él, se comprende. Y eso es todo. El resto de la peli, pues ya se lo pueden imaginar, carreras y más carreras por la mansión huyendo del vampiro, intentos de acabar con él, etc, etc... y yo, que la vi tumbado en la cama, haciendo esfuerzos titánicos para no caer rendido. Claro que ya iba preparado. La consumí en su día, cuando era novedad en el video-club, y ya entonces me pareció un soberano rollo. Ni tan siquiera el paso del tiempo ha actuado en su favor.
Para la ocasión, y tal vez consciente de lo que tenía entre manos, Bava Junior tira un poco de elemento humorístico, destacando ese doble del "Aiiigorrrr" de "El jovencito Frankenstein" que ejerce como cocinero y criado del vampiro. Tal es la guasa que en un momento dado se refieren a él directamente como Marty Feldman. Toma cha!. Aunque en general todo el elemento cómico retrotrae más otro Frankenstein, a aquel infame "Idem a la Italiana" de funesta memoria y que expoliaba con muy poco "savoir-faire" el clásico de Mel Brooks.
¿Algo más digno de mención?... quizás la curiosidad de que, a diferencia del resto de títulos que conforman ese "Brivido Giallo", en "Cena con el vampiro" sí se apuesta por una escueta dosis de truculencia, condensada la mayoría, que no toda, en la película dentro de la película. Y aunque tenemos efectos muy dignos, destacando por un lado el maquillaje del mismo chupasangre en su versión "geriátrica" (cortesía de un Luigi Ciminelli muy inspirado en "Nosferatu"), por otro encontramos tres secuencias de stop-motion alucinantemente cutres -para un producto como este, mínimamente "pro"- pero, a su vez, ridículamente majas (impagable esa mano mutando).
En cuestión de personal, Lamberto Bava se rodea de varios habituales y no menos clásicos individuos del “fantastique” de su tierra como son: el legendario guionista Dardano Sacchetti, Luciano Martino (hermano de Sergio y productor de espagueti-exploits), Simon Boswell a los teclados, Sergio Stivaletti a los efectos y, pa redondear, E.Sciotti firmando el cartel que, como de costumbre, le da mil patadas a la película.
De los actores me quedo con el señor vampiro, interpretado por George Hilton, un auténtico veterano en las lides del cine popular italiano (lo has visto en westerns, bélicas, giallos, eróticas, polizescos...) y con la cara-de-muñequita de Yvonne Sciò, cuya trayectoria es tan curiosa que incluye cosas como el tercer "Torrente" (urgh!) o "La pantera rosa" del 2006.
Cuando Lamberto Bava se puso manos a la obra con "Brivido Giallo" venía de dirigir sus películas más emblemáticas no sin cierto éxito, los "Demons" y "Crímenes en portada" (entre medio cae una inédita para mi, "Morirai a mezzanotte"), por lo que no me acabo de explicar por qué accedió a hundir definitivamente su carrera pariendo este cuarteto de ñordillas (rematada con ese apestoso remake de "La máscara del demonio").
En fin... ¿¿chi lo sa??.

miércoles, 21 de enero de 2015

SUSANNA

Seamos sinceros: Yo me puse a ver esta película para despellejarla, para reírme sin piedad de ella y  vilipendiarla. De hecho, quien me la recomendó lo hizo para que la destrozara, además de avisar que aquí “A Eva Santolaria se le ven hasta las amígdalas”.  Pero tal y como están las cosas, he de decir que mi intención dañina se diluyó a los pocos minutos de película, porque lo cierto es que me pareció cojonuda. Los actores, sin ser del todo buenos, aquí están muy bien, y aunque a priori, efectivamente, esto parecía un el enésimo aprovechamiento del éxito de “Instinto Básico” a la catalana con todas las papeletas para ser risible, la verdad es que al final se prodiga como un thriller de extrarradio, absolutamente deudor de todo ese cine  lumpen de finales de los setenta, rodado con la cadencia –casi torpe- del cine de los ochenta, pero filmada bien entrados los noventa, cuando el cine español se volvió tan pijo y para un público tan repugnante. En tiempos en que pelis como “Mensaka” o “Extasis” eran las que el cine español nos intentaba colar, se nos ofrece una película de género puro. ¿Un thriller erótico? El erotismo está ahí, es un hecho. Pero es sórdido y rancio, porque toda la película lo es.
Cuenta la historia de un comercial que hace chanchullos a su favor con los clientes de su empresa. Un buen día, la propietaria de un bar, para que le retrase unos pagos, le ofrece follarse a su sobrina menor de edad a la que tiene allí trabajando. Esta accede, y comienza un tórrido romance. Después el individuo va a la cárcel porque le pillan con los chanchullos. De por medio, mafiosos de barrio, ajustes de cuentas, estafas, bodas con musulmanes y hasta asesinatos.
Esta es una de esas películas a las que les beneficia el bajo presupuesto, porque  está claro que hubo poco de eso para el rodaje. No obstante, ver esos pisos mugrientos en los que viven los personajes, esas pensiones comidas por la humedad, y esas tascas de mala muerte, le dan un look a la película del todo desasosegante a la par que realista. La película es tan sucia que huele a mierda y cuando esta acaba, tenemos que darnos una ducha. Algo raro de ver en un film español de los 90. Y creanme, eso es lo mejor de la película.
No obstante, me gusta mucho los hijos de puta que son todos los protagonistas; todos unos cabrones, empezando por el comercial protagonista y terminando por la putilla que da nombre a la película. No hay en ella ni un solo personaje positivo, todos malos y egoístas, personajes de fines perversos y chabacanos. Una panda de cutres de mierda como tantos hay sueltos por ahí en la vida real.
Y a parte de todo esto, es que la película, que quizás tenga una dirección un tanto descuidada, está condenadamente entretenida, engancha, y al final resulta que nos lo pasamos muy bien. Y esto lo digo de una película ante la cual me senté con todos los prejuicios del mundo. Pues está muy bien.
Y como era de esperar, al cine a verla solo fueron unos 80.000 espectadores.
En el reparto, me hace gracia  ver que protagoniza en asunto Álex Casanovas, “Chico Almodóvar” que irrumpió en “Kika” con la misma fuerza con la que fue relegado al ostracismo (televisivo, mayormente). Una especie de Michael Paré patrio, cuyo declive se debe a que es un espantoso actor. Aunque aquí está discretito, la verdad es que mola en el papel. Le sigue la anteriormente nombrada Eva Santolaria conocida sobretodo por ser Valle en la serie “Compañeros” y de carrera dispersa después de aquello. Les secundan un buen puñado de actores de reparto catalanes, efectivos como suelen ser ellos.
Dirige la película Antonio Chavarrías, que tras esta película todo lo que dirigió es de escaso interés, al menos, para el que esto escribe.

viernes, 16 de enero de 2015

GARUM, FANTÁSTICA CONTRADICCIÓN

“Garum, fantastica contradicción” es una de esas películas “malditas” del cine español por las que babean los aficionados al fantástico patrio, y que generan en mí una insana curiosidad, precisamente por las babas vertidas sobre sus títulos. Cierto es que es una película que permaneció en las lastas tras su estreno hasta que, gracias a Internet, sus responsables pudieron ponerla a disposición de los aficionados previo pago, como pasa con tantas ignotas películas españolas que no gozaron de repercusión en su momento, o no llegaron a estrenarse. Pero cuando pasa eso, lo que significa es que, más tarde o más temprano, alguien la va a ripear y poner en circulación de manera ilegal. Ya tardaba en ocurrir eso con “Garum”, pero al fin le eché el ojo.
Con este tipo de películas, siempre pasa lo siguiente; puede haber alguna que verdaderamente merezca la pena, pero por lo general son todas un puto coñazo que solo sirven para que, como ya he dicho antes, los aficionados, que se rigen más por la pasión que por el criterio, babeén, pero, por lo que sea, siempre resultan interesantes. Puede que sean malas, cutres, chabacanas y aburridas, pero siempre tienen ese “nosequé” que hace que las guarde en mi colección. “Garúm” no sería menos.
La película fue concebida para ser extraña y desasosegante, y lo consigue por momentos, pero también es una película cuyo bajo presupuesto la beneficia enormemente. Porque esta película, rodada con un buen presupuesto, sería como una película mala de Polanski –sirva como ejemplo “La novena puerta”- y por lo tanto mediocre. Con estas carencias, el resultado es una cosa verdaderamente rara. Teniendo el satanísmo en su trama, casi parece una película satánica de verdad…
Lo que me llega de esta película, es el ver como sin un puto chavo  en las arcas se intenta hacer algo digno. No es que se consiga, pero al menos la película no cae en el más absoluto de los ridículos como suele ser habitual. Peeeeeero,  no hay por donde cogerla… Es un puto cáos narrativo.
Basada en la novela “ Procés de contradicció suficient”de un controvertido escritor catalán llamado Manuel Pedrolo y del que, dicen, el gobierno y la iglesia le tienen apuntado en una lista negra (¡), la cosa trata de un individuo, pintor,  que va al pueblo de Garum a hacer unos negocios con algo parecido a un marchante de arte, y por el camino le ocurren un montón de cosas raras, como ver a uno de los Hernández  y Fernández caminando por la carretera y mofarse de él, no inmutarse ante camareras que le sirven en tetas o follarse a una chavalita con una facilidad pasmosa. Entre corte y corte en el que falta metraje (o es que está muy mal montada) acaba en el pueblo ese, dónde folla con todas sin ningún tipo de problemas y donde una de ellas le confiesa ser el diablo, cosa esta que no es óbice para que deje de follársela. Por otro lado, una especie de secta con túnicas moradas quieren que forme parte de ella, y el rollo satánico que se gasta la película se resuelve a base de lucecitas y trasparencias varias, gracias al bajo presupuesto del que hace gala la película.
El supuesto rollo filosófico y profundo que pretende tener la película, no me deja demasiada huella.
Lo bueno es que, rollos filosóficos a parte, se trata de una película española genuinamente de género, rodada en unos tiempos (1988) en que ya los derroteros del cine español iban por otro lado y al estilo del cine fantástico Español de esa misma década y la de los setenta, por lo que no me extraña el ignotísmo de la película, ni el  que pasara tan inadvertida. Tan solo la vieron 12.000 espectadores de ese año, en el que cosas como “Aquí huele a muerto” pasaban del millón de espectadores sin ningún tipo de problemas.
Así pues, es mala hasta decir basta, pero, me cae simpática. Y en cierto modo, tiene algo envolvente que atrapa –cómo su mísmo título reza, mis pareceres son una “Fantástica contradicción-.
En el reparto tenemos a Tony Isbert tan mal actor como de costumbre, pero con ese aire de actor yankie, Eulalia Ramón ( “Goma 2”, “Fanny Pelopaja”) y una serie de actores catalanes secundarios, vistos en montones de películas, como pueda ser el caso de Felip Peña, que era la voz del laser en “Osar, Kina y el Laser” –dificilísima de localizar- , Sergi Tula que aparecía brevemente en “Más allá de la muerte”o Francesc Jarque, visto en “Los Bingueros”.
Dirige y saca provecho a las quince pesetas que costó producirla, el también ignoto Tomás Muñoz quien firma su única película, tras haber realizado algún que otro corto. Después de “Garum”, no volvemos a saber de él. ¿Será una película rodada por el diablo? En todo caso por el demonio negro.
Una cosa a tener en cuenta únicamente por su naturaleza rara. Lo que si lo piensan bien, es fascinante.

miércoles, 14 de enero de 2015

OTELO, COMANDO NEGRO

La carrera como actor y director de Max H. Boulois, es fascinante. Quizás él ni fuese consciente de ello, pero creó un sub-género dentro de un sub-género, así, tenemos con Boulois el “Euroblaxploitation” o mejor todavía, ya que la mayoría de su filmografía la  desarrolló con capital español, el “Spanisblaxploitation”, ahí es nada, señores míos.
Y aunque estas películas son muy difíciles de encontrar, al menos, hizo poquitas y de vez en cuando va cayendo alguna en mis manos.
En esta ocasión y en un alarde de cultura y de sentido del espectáculo, Max  H. Boulois se atreve a llevar al terreno de la acción bélica  nada menos que a William Shakespeare y su dramón “Otelo”, bajo producción española y francesa, de la mano de la mítica productora de zetosidades “Eurociné” por parte gabacha, la misma que financió algunas de esas locuras a Jess Franco.
Una adaptación muy libre, eso si, pero al final respetuosa con la obra original. E incluso acertada… al fin de al cabo, el Otelo original era una historia de celos y guerra… aquí los celos dan un poco lo mismo. Y  rodada con el presupuesto recaudado de un premio de una máquina tragaperras. Esto es, una miseria. Eso si, con protagonismo de un alcoholizado y salido de madre Tony Curtis.
Otelo es un mercenario negro que acude a luchar a un país Africano, dónde una epidemia de origen desconocido, a provocado una guerra civil. Este mercenario se enamora de la doctora que se encarga de la salud de estos guerrilleros que, además, se llama Desdémona. Su padre, senador de Boston, se opone a esta relación. También tenemos al Coronel Iago, que odia a Otelo por una cuestión meramente racista.
Mientras Boulois procura contarnos la historia de Otelo en un contexto belicoso y contemporaneo –y tercermundista- vemos escenas de guerra de lo más sosas y por lo tanto hilarantesy otras escenas en las que Tony Curtis se emborracha y no sabemos si es que es un gran actor, o es que está borracho de verdad.
La película es mala a más no poder, pero es de aquellas que no te aburren y da gusto verlas. Es una locura.
Lo mejor de ella es, como supondrán, Tony Curtis sabiendo en el fregado que se ha metido, cobrando cuatro pesetas que por otro lado le vienen muy bien y  haciendo su papel a desgana, sin compromiso. Impagable la conocida escena en la que en la habitación de un hotelucho, le muestra su racismo a Nadiuska: -“Como odio a los negros, con esos labios enormes, y esa piel. Y ese olor tan fuerte” – “Los negros no huelen, eso es un mito” – “¡¡Todos los negratas apestan!!” es la conversación que tienen.  O - “Mira, son la bella y la bestia. Ella la bella, y el mono la bestia” es una de las perlas que suelta Curtis, con esos coloretes y esa nariz que destella. No deja de ser gracioso que el guionista sea el propio Boulois, con lo que queda claro, lo que él cree que los blancos pensamos de los negros. No le juzguemos, al fin de al cabo, no iba mal encaminado.
Por otro lado, las escenas de acción son de lo más gratuito que se pueden ver en una pantalla y de lo más sosas, y a rasgos generales lo que más llama la atención de la película, es el aspecto pobre que destila toda ella. No se gastaron un duro y eso se nota en cada uno de sus fotogramas. Por otro lado, es curioso ver que Max H. Boulois, en algunas escenas, que tampoco tienen demasiado que ver con lo que nos cuenta la película, va vestido con el mismo chándal y gorra que usa en “Cazar al negro”… con lo que, a poco que pensemos, nos hace llegar a la conclusión de que,  escenas que no utilizó en aquella, le vinieron muy bien para rellenar en esta. Absolutamente fascinante.
En definitiva, que el empeño y energía de Boulois, tanto delante como detrás de la cámara (o al menos, eso es lo que trasmite) hacen que este señor negro me caiga muy bien, y que disfrute mucho de sus películas. Lastima que cueste tanto encontrarlas y que encima sean pocas.
Junto a Boulois, tenemos en pantalla a  media plana mayor de “Exploitation” hispano. Además de la ya mentada Nadiuska el reparto lo completan Ramiro Oliveros (“Elpantano de los cuervos”, “El Ser” la de Sebastián D' arbó, no  la de Bill Osco...), Fernando Sancho, Andrés Resino, Tom Hernández o Aldo Sambrell.
Una delicatessen, el tipo de “Serie Z” que me gusta a mí.
Congregó en taquillas españolas poco más de 250.000 espectadores. Como le gustaría hoy pillarlos a más de uno…

martes, 13 de enero de 2015

LA PRINCESA SOFÍA

Película infantil de Disney estrenada en televisión y posteriormente en DVD. La idea que la multinacional del ratón tenia era crear una nueva princesa con la que hacer una serie de televisión animada para los más pequeños, serie que se hizo y que encanta a mi hija Ane. La Princesa Sofía tendría algunas características únicas entre las demás princesas, primero, sería una niña, todas las anteriores las conocemos o desarrollan sus aventuras en la adolescencia, segundo, su origen seria de carácter humilde (muchas otras princesas Disney no son princesas de verdad, pero…..) y tercero seria latina. En esto último la cagaron un poco ya que como podéis ver en la caratula del DVD su aspecto no es el típico que los americanos estereotipan de los latinos. Ante las críticas de los latinos que viven en los USA, la compañía salió con la excusa de que Sofía es española. Así pues regocijémonos, tenemos un personaje con nuestra misma nacionalidad que paso de ser una ciudadana de a pie a convertirse en princesa (Oh, espera, ¿Leticia?

La historia va tal que así, El Rey Roland II de Encantia, que esta viudo y tiene dos hijos, una chica y un chico, solicita que la zapatera del reino acuda a palacio para hacerle unas zapatillas o algo (que mas dará) El tema es que cuando ve a Miranda (la madre de Sofía, con su tez morena ella sí que podría llegar a pasar por latina) queda prendado de ella. Lo siguiente que vemos es como Miranda y Sofía hacen las maletas y son transportadas en carruaje al palacio mientras todo el pueblo festeja la inminente boda real. No sabemos si Roland y Miranda han tenido tiempo de intimar, simplemente que se casan ya (imagino que Roland llevaba ya mucho tiempo viudo y no estaba para perder el tiempo, los tios ya me entendéis) De esta manera Miranda se convierte en Reina y Sofía en Princesa.

Siendo como es Sofía una niña humilde, y con una hermanastra un poco cabrona, no sabrá si ese es su sitio de verdad, y aunque James, el hermanastro intentara ayudarla, Sofía se siente fuera de lugar. Roland al ver tan alicaída a Sofía, decide regalarle un antiguo amuleto familiar. El amuleto de Avalor le permite a Sofía entender y hablar con los animales, nadie más en el reino sabe de esas propiedades mágicas, nadie salvo Cedric, el torpe mago real que quiere hacerse con el amuleto para dar un golpe de estado (pero es tan tontín que nunca lo lograra ni será un malo/malo, sino que será un malo que la mayoría de las veces ayuda a Sofía, vamos que en el fondo es buen chaval

Acudiendo a las clases de princesas y príncipes, Sofía ira convirtiéndose en lo que se espera de ella. La relación con su hermanastra se suavizara hasta el punto de convertirse en hermanas y dejar lo de hermanastra atrás.

Si son ustedes oyentes del podcast (sino muy mal) sabrán o deberían de saber que en algunas ocasiones uso un baremo para indicar si la película esta entretenida o es un peñazo, ese factor es si mi mujer se ha dormido o no. Pues bien, ahora estreno un nuevo baremo que a los padres de niñas de 3 años les podrá servir. Ane se la vio del tirón sin levantarse de la silla en la que estaba ni ponerse hacer el cabra en ningún momento. Durante los 90 minutos no hubo niña,  así que para mi esta película vale su peso en Oro, no sé si le dará resultado a otros padres, pero hagan la prueba y si les funciona me lo comentan.

lunes, 12 de enero de 2015

CUERPO EN EL BOSQUE

Maldito sea David Lynch, que tanto daño ha hecho en los países del tercer mundo, más concretamente en este.
Cuando un estudiante de cine aborda su primer corto, a no ser que este sea un espécimen raro y con personalidad propia que haya visto algo de cine, SIEMPRE, intentará plagiar, con menos arte que una rata, al señor Lynch. Que les guste el señor Lynch, les hace creer que son cinéfilos especiales. Algunos de los que leen estoy y yo sabemos, sin que obste, que eso no es así.
Y en particular, maldita sea la serie “Twin Peaks”, que a tantos directores profesionales les hizo pensar que también podían hacer algo similar con los presupuestos con los que cuenta el fantástico en este país – a Dios gracias, imagínense lo que haría esta gente con grandes presupuestos- errando en esa idea, como erraron en la mayoría de decisiones que tomaron en su miserable vida.
Y Joaquim Jordá, documentalista y guionista catalán (el de aquella cosa con prestigio titulada “Monos como Becky”) que perpetró esta infamia, sabe perfectamente que la película que rodó para esa  Filmax” pre “Fantastic Factory”, es una puta mierda espantosa, y que se le ocurrió tras devorar esa otra serie espantosa que era “Twin Peaks”.
Así, tenemos un asesinato raro en el bosque, de una chica a la que todos parecen conocer. Unos cazadores de híbridos de cerdo y Jabalí encuentran el cuerpo, van a dar parte, y cuando regresan comprueban que el cuerpo está manipulado y con la cabeza reventada debajo de una piedra en la que pone “Puta” (no se con que objeto, pero resulta bastante cómico). Entra en escena la teniente de la guardia civil interpretada por Rossy de Palma, y comienzan los flashbacks, las conversaciones eternas e insustanciales, las incongruencias, las mamarrachadas y las escenas de relleno, todo ello para justificar una investigación chorras para, en el meridiano de la película, esta dar un estúpido giro argumental contándonos lo que de verdad pasó, que nada tiene que ver con lo que se nos contaba en un primer momento – “como voy a engañar al público” debió pensar el director cuando escribía el guión-. Todo ello servido con la energía y la pericia de alguien que está pidiendo Eutanasia. Un rollo macabeo, del que ni te puedes reír a mala idea. Y su director, vive Dios que  lo sabe.
Eso si, los pajeros que leéis esto, que sois muchos y muy pajeros, tenéis la pajilla asegurada, en el momento en que Nuria Prims (“Historias del Kronen”) nos muestra su huesuda anatomía, incluyendo ahí tetillas de cabra y poblado felpudo. Pero para los más fetichistas les diré, que la vemos pegándose una meada de más de un minuto sobre unas brasas, que parece no acabarse nunca y que lo hace de pie, con  las piernas abiertas, mientras se ríe la muy puerquilla. Por lo demás, basura infame para la cual, además, despedazan a un pobre jabalí delante de las cámaras. Como si eso fuera necesario para esta mierda de película- no es necesario para ninguna, que coño-. Ni que fuera un Mondo.
Eso si, Filmax la rodaría para blanquear dinero o algo así, porque pasó por los cines sin pena ni gloria, mal distribuida y congregando en salas unos nimios 17.000 espectadores. Menos merecía.
Malditos años 90. Maldito cine español.

sábado, 10 de enero de 2015

HOUSE 3

A raíz del fenómeno Freddy Krueger muchos fueron los productores avispados que intentaron subirse al carro del dinero fácil rodando epopeyas horroríficas situadas en el mundo de los sueños y las pesadillas.
De entre todos esos desalmados hombres de negocios destacó Sean S. Cunningham, frustrado/resignado papá de la franquicia "Viernes 13", y no porque su apuesta resultara ni mejor, ni más estimulante, sino por su vinculación previa con Wes Craven, creador de "Pesadilla en Elm Street", con quien durante los setenta se asoció para esputar la epatante y clásica "La última casa a la izquierda". Ya suena un tanto rastrero que Cunningham robara a su ex-partner, pero la cosa empeora si comparamos las tramas de esta "House 3" con "Shocker, 100.000 voltios de terror", película del mismo Wes Craven en la que, copiándose a sí mismo, intentaba repetir el éxito del de las garras. Son sumamente parecidas y ambas vienen fechadas en el mismo 1989, lo que aún añade más misterio.
Un súper-asesino del copón bendito es capturado y llevado a la silla eléctrica. Una vez sentado y enchufado, tarda un huevo en palmarla. Muerto su cuerpo físico y convertido en una especie de electro-fantasma, se tomará la revancha puteando a conciencia al policía que le detuvo.
Leída la trama de base, además de corroborar el mentado parecido con "Shocker", nos percatamos de que su vinculación con las dos "House" previas es prácticamente nula. Efectivamente, que se la bautizara como la tres fue cosa de los productores, que por algún motivo desconocido pensaron que funcionaría de fábula en el mercado no-yankee. Pal autóctono conservó el original, "The Horror Show", muy "cool"... demasiado incluso para la peli que parapeta. ¿Por qué?, pues porque "House 3" es, ante todo, terriblemente previsible, formulática y angustiosamente aburrida. Sin alma. Que sí, que está decentemente facturada a un nivel técnico, pero eso a mí ya no me impresiona ni me vale.
Curiosamente estamos ante un producto que sirve de casi perfecto puente entre el terror ochentero, del que toma prestado un gore sorprendente en su gran guiñolismo (cadáveres metidos en trituradoras, cuerpos mutilados por doquier, incluso una niña decapitada) y el terror noventero, como cierto humor mal incorporado –práctica esta que los supuestos expertos otorgan a la década de los 80, pero que yo no comparto- y, obvio, el abuso de sustos baratos (el gato saliendo disparado del interior del armario a ritmo de "marramiau!". Mira que he convivido con felinos muchos años y jamás he visto ninguno que se encerrara dentro del armario y se quedara ahí, esperando en silencio durante horas, a que algún incauto abriera la puerta) o de efectos especiales grotescos que arrasan con toda posible verosimilitud y malrollismo. A pesar de este último dato, "House 3" sufrió los temibles envites de la censura, que se encargó de hacer desaparecer para siempre algunos momentos de puro "shock" (que no "Shocker"), como este mismo que les dejo aquí al ladito, con el protagonista abriéndose el pecho de par en par y mostrando su sufrido corazón.
Viendo "House 3", las deudas que arrastra con la calle Elm saltan a la vista. Dejando a un lado todo el tema de pesadillas y surrealismo de andar por casa, tenemos la inevitable fábrica humeante como guarida del malo, el sótano misterioso con su descontrolada caldera y un asesino que mata desde un plano sobrenatural, puede suplantar personalidades y gasta un nombre tan chanante como el de "Max Jenke". Añádanle al pack una tendencia a hacerse el graciosillo y adoptar formas monstruosas totalmente "kruegerianas". El gran problema aquí es que esa actitud desenfadada no le pega nada siendo como es -sobre todo antes de mutarse a pseudo fantasma- un personaje fundamentalmente desagradable y antipático. Su risa burlona o su estúpida conversión a "monologuista macabro" en uno de los peores gags de toda la puta película, se notan extremadamente y erradamente forzados. Tal vez en ese sentido funcione mejor la mención de Don Johnson como la polla más deseada por la platea adolescente en aquellos tiempos. Claro que ahí entramos en el terreno de la comedia involuntaria.
En el reparto localizamos a peña tan carismática como el eterno Lance Henriksen. Brion James en su salsa -hacer de malo se le daba muy bien- explotando al máximo ese inimitable careto de pervertido. La preciosa Dedee Pfeiffer como teenager desbocada (incluida escena de ducha, aunque la doble de cuerpo canta tanto como esas negras prendas indiscretas que lleva encima de las tetas –¡rima!-). Aron Eisenberg es el bizarro adicto al heavy metal de andrógina sexualidad. El legendario Lawrence Tierney se reserva un rol la mar de escueto. También nos damos de bruces con el televisivo Matt Clark, Terry Alexander (el prota "de color" de "El día de los muertos") y Lewis Arquette (cabecilla del clan Arquette y que llegó a participar en cosas como "Porquis 13" –no confundir con “Porky´s 13 en Vietnam”-).
Y lo que tenemos tras las cámaras es puro culebrón. Aunque el director oficial que aparece en los créditos es el prematuramente fallecido James Isaac (responsable de "Jason X" o "Pig Hunt", después de cambiar el taller de efectos especiales por la silla del dire), en realidad "House 3" arrancó con otro al volante, el Neozelandés David Blyth ("Death-Warmed Up/Experimento Mortal") en una desesperada y fallida intentona por labrarse una carrera hollywoodiense. Desconozco qué motivó su despido, pero probablemente no sea una historia precisamente bonita.
Como tal vez tampoco lo sea el hecho de que uno de los co-guionistas, Allyn Warner (de notable carrera previa en televisión y que después de "House 3" no volvería a hacer nada más), decidiera aparecer acreditado como Alan Smithee... ya saben, el pseudónimo oficial que todo profesional del cine utiliza cuando reniega de su labor, generalmente por intromisión de un ente ajeno. Al otro escribiente, Leslie Bohem, las cosas le fueron mejor. Debutaba con "House 3" y seguiría con la casi ofensivamente lógica quinta parte de "Pesadilla en Elm Street" (imagino que su expolio sería lo suficientemente correcto como para que los productores de la saga original le consideraran una opción válida), "Sin escape (Ganar o morir)" pa luciminto de Van Damme, "Pánico en el túnel" pa lucimiento de Stallone, la risible "Un pueblo llamado Dante´s Peak", el super-batacazo "El Álamo - La leyenda" o la "story" de "La hora más oscura".
De los efectos especiales se responsabiliza la inevitable "KNB Group" y de la música el eterno socio de Sean Cunningham, Harry "Viernes 13" Manfredini. Y ya que hablamos de la famosa saga, también localizamos a Kane Hodder ejerciendo de "stunt". Una gran familia feliz.
Para despedirnos, algo de friquismo: No podía pasar por alto el cartel de la película. Aunque suene redundante... que levante la mano el que no haya visto esa misma mano abierta en tropecientos mil posters más. Sí amigos, estamos ante uno de aquellos inolvidables iconos de la subcultura del “jetismo caratulil” que tanto nos pone, muy representativa de los años 90. Algún día dedicaré un artículo/repaso a todo ello, lo mismo que a las secuelas falsas que el mercado italiano se sacó de la manga con "La casa" como palabro recurrente. Aunque esputada a raíz del primer "The Evil Dead", dicha franquicia de mentirijilla afectó también -lógicamente- a los "House" producidos por el Sr. Cunningham, incluida aquí esta tercera parte que en esos lares se lanzó como "La Casa 7", nada más y nada menos.
Pero todo ello lo dejamos para más adelante... de momento quédense con que "The Horror Show" es rematadamente mediocre y recomendable de modo exclusivo a completistas del terror yankee con más moral que el Alcoyano.

viernes, 9 de enero de 2015

LA MUERTE DEL ESCORPIÓN

Uno de los primeros títulos que tuvo a bien llevar a los cines “Filmax”, y ópera prima de un director de escueta filmografía llamado Gonzalo Herralde, que no destacó precisamente por ser un cineasta a tener en cuenta. Más bien pasó sin pena ni gloria alguna.
“La muerte del escorpión” sería un thriller que transcurre en torno a un triangulo sexual que ocurre, a su vez, dentro del equipo de producción de una productora cinematográfica. 
Una actriz que está casada con el productor, se tira a un abogado y al guionista de las películas que produce su marido, mientras que alguien le hace chantaje; le pide quinientas mil pelas o se chiva a su marido de que es un poco golfilla ¿Qué pasará? Pues no queda muy claro, porque la película, a pesar de estar técnicamente cuidada, está contada y montada con el puto culo.
Parece como si estuviéramos viendo un collage de imágenes que tienen conexión entre si, pero en ningún momento sabemos exactamente que es lo que está ocurriendo. Si somos conscientes de que la prota anda de cama en cama, y que por ahí se desarrolla el asunto turbio. Y, por supuesto, el malo es quien en un principio parece ser, porque solo falta que le pongan una mano señalando, cada vez que abre la boca.
Verdaderamente, un bodrio, pero uno que visualmente está interesante.
Protagonizan el pifostio Teresa Gimpera, a la cual no le sientan nada bien los primeros planos que en esta peli le dedica el director, Eusebio Poncela antes de volverse un pedante, José María Blanco (“El enigma delYate”, “Hola… señor Dios” o “99 mujeres”), Antonio Casas (“Disco Rojo”, “Hijosde papá”) y Jorge Bofill (“Los Bingueros”, “Perros Callejeros II” o “Los últimos golpes del Torete”).
Muy mala.

miércoles, 7 de enero de 2015

REACH ME

No entiendo el desprecio al que se le ha sometido a esta película, no solo en su país de origen, sino sobretodo, aquí en España dónde, además de que ni se ha estrenado, un repugnante portal de Internet el cual no nombraré –solo porque no me acuerdo de él-, se ha dedicado a destruir la película, a través de un vídeo, solo porque Stallone aparece en ella. Ese vídeo miserable, perpretado por gente que ni le importa, ni sabe un carajo de cine (y el hecho de que insultéis a Stallone no va a hacer que parezca lo contrario) se nos presenta la película como si se tratara de una película de acción de Stallone, rodeado de perdedores, y  resaltando supuestos –no son tales- fallos y, amparándose en la fuerte textura de vídeo que posee la película (está rodada en HD, pero de ese que se nota que es vídeo) vienen a decirnos poco menos que Stallone ha perdido el norte y que hace películas de serie z que son una mierda.
En los U.S.A, con conocimiento de causa, eso si, también se pone a parir la película, por otros motivos, pero es cierto que no se la tiene mucha estima; aparece en todas las listas de peores películas de 2014 y  hay críticas que la acusan de ser mala, pero no lo suficiente para ser un “Guilty Pleasure” si quiera. Incluso, se le acusa a la película de ser una chorrada.
Pues ni tanto ni tan calvo.
Para aclarar lo del vídeo del portal ese de mierda, decir que ni es una película de acción, ni es una película de Stallone. Se trata de una película independiente de bajo presupuesto que se ha rodado en el entorno de Stallone, es decir, que se ha tirado de amigos. Se trata de una película tirada hacia delante por parte del director John Herfeld, amigo de Sly desde los tiempos de “Staying Alive” y su esposa Rebekah Chaney quien la produce. En ella, Stallone tiene un rol muy secundario y se trataría de un batiburrillo de géneros  en un “Shortcuts” cada uno de su padre y de su madre, una película pro-autoayuda y de mensaje claramente positivo cuya historia gira entorno, precisamente, a un grupo de personas que han leído un libro de autoayuda titulado “Reach Me” (“Alcánzame”) y que sus vidas acaban cruzándose. Así, tenemos a un policía adicto a matar delincuentes que trae a su confesor frito, un periodista que quiere dejar de fumar y que, además, es presionado por su jefe (el papel de Stallone), un par de matones que tienen que liquidar a un individuo y su  perro, el propio escritor del mencionado libro de autoayuda… y así, hasta que al final, unos personajes interactúan con otros.
Tras visionarla, no entiendo en absoluto el ataque y las críticas hacia la película. Vale, no es una gran película, flojea, es inconexa, tiene un ritmo del todo descompensado y tiene más agujeros de guión que un queso de gruyere, pero tan, tan, tan mala no es… no es la basura infecta de la que hablan los imbéciles españoles, ni esa cosa medio “Trash” que dicen los americanos. Es una cosita entretenida, facilona, babosa en algún momento, pero sobretodo simpatiquísima. Porque se nota que es una película pequeña hecha entre amigos y están todos pasándoselo bien. Además se deja ver sin ningún problema, así que, bajo mi criterio, la película pasa notablemente del aprobado.
Ahora ¿es una peli hecha por perdedores? No tanto, pero si es cierto que quienes están inmiscuidos en  ella, tuvieron más juventud y mejores momentos en el pasado. Empezando por el director, John Herfeld, que dirigió aquella tontorrona “Tal para cual” (de la que, en cierto modo, esta es deudora) y que luego telefilmeó muchísimo hasta hacer “15 Minutos” con Robert De Niro, para volver con este “Reach Me” dentro del cine “indie”. El desfile de viejas glorias en el fondo es una garantía. Circulan por la pantalla, además de Stallone: Kyra Sedgwick, Thomas Jane, Tom Sizemore (muy hecho polvo el hombre), el rapero Nelly (hoy muy de capa caída), Kelsey Grammer, Cary Elwes, Dani Aiello, Terry Crews, Tom Berenger, Danny Trejo, todos ellos amiguetes, y para que la cosa quede más en casa, si cabe, tenemos papeles para Rick Aiello (hijo de Dani Aiello) y Frank Stallone y Scarlett Stallone (Hermano e hija de Sly, respectivamente). A eso, hay que sumarle otra ristra de actores que no conozco ni de oídas, para darse cuenta de que estamos ante una película muy coral, jodidamente coral, por lo que, por momentos, se le va de las manos al director. Lo que no es óbice para que pasemos un ratillo agradable viéndola.
Quizás, el mayor pero que le pongo, es el intentar ser un “Pulp Fiction” contemporáneo, pero como no llega ni de lejos, pues tampoco pasa nada.
Por otro lado, a modo de anécdota,  comentar que la pintura que ilustra la cubierta del libro “Reach Me” que aparece en la película, es obra de Stallone, así como le podemos ver pintando un cuadro abstracto en una escena de la película, para que nos quede claro que Sly es un artista. A mí nunca me ha cabido la menor duda.

lunes, 5 de enero de 2015

RAZA

Hacía tiempo que tenía yo curiosidad por ver “Raza”, que es el estandarte del cine fascista. Pasa que al igual que con la abiertamente racista “El nacimiento de una nación”, estas películas, nos repugne su mensaje o no, forman parte de la historia del cine, y nunca está de más verlas, al menos, para el cinéfilo más inquieto. El caso de “Raza” especialmente, porque su director, el papá de Álvaro Sáenz de Heredia, Jose Luis Sáenz de Heredia puso diálogos e imágenes a los delirios de grandeza de Franco, que “escribió” el guión a mayor gloria de su ideología, elogiando al buen español, aquél que, valeroso, morirá en combate en nombre de la patria, y despreciando a todo aquél ajeno a esta ideología, pero, como si el régimen Franquista se tratara de la misma iglesia, perdonando a aquél que rectifique y se pase al bando nacional.
Y al final, y con  casi ochenta años a sus espaldas, “Raza” se prodiga como una comedia involuntaria. Yo la compararía con “Reefer Mandess” (“El cigarrillo de la risa”) que en su afán por hacer propaganda, se exagera tanto, que esa propaganda se convierte en parodia de si misma. En esta ocasión, añadiré, que detrás de la cámara, aún bajo el yugo y la presión del fascismo, incluso siendo  este partidario del régimen, estaba un buen director, con lo que, entre lo ridícula que resulta, y que está magníficamente rodada,  esta película propagandística resulta condenadamente entretenida. Claro, que el mensaje es terrible, desolador, terrorífico…pero por suerte a ninguno de los aquí presentes nos tocó vivir aquello, motivo por el que en pleno 2015, yo creo que nos podemos reir tranquilamente de la película.
Un marino español muere en una guerra (creo que la de Cuba) y su descendencia protagoniza la película. Los conflictos de estos en la vida y en plena guerra civil, las enarbolaciones del fascismo, y el cambio de chaqueta por parte del demonio rojo, junto con problemas monetarios y familiares que sirven de relleno, componen el resto de la película, para que al final, un desfile militar de alto copete ponga punto y final a la película. Risas máximas, cuando en este desfile, un niño repelente y pelirrojo que lo presencia, pregunta a su madre: “Qué bonito es todo esto ¿Qué es mamá?” a lo que la madre responde: “Eso, hijo mío, es raza”.
Tras muchos años desaparecida, la filmoteca consiguió hacerse con las distintas copias de la película. La que yo he visto es la remontada en 1950 –la primera versión es de 1941, rodada cuando Europa estaba dominada por el nazismo, y que fue destruida. Luego apareció en un cine a cachos- y la que, por los motivos políticos que fuesen, los fascistas, por beneficiarse de algún modo o por cobardía, redoblaron la película de cara a la buena imagen que querían dar en los Estados Unidos y eliminaron todos los ataques y críticas a estos -que los había-, eliminaron todas las referencias a la falange Española, eliminaron todos los saludos nazis que había en la película, y le cambiaron el título por el de “El espíritu de una raza”.
Se ve que es una de las películas más caras del cine español (en esa época) y que aunque Franco no estuvo presente en el rodaje, si que mandaba a un familiar suyo con instrucciones precisas, a tocarle los huevos al director.
Cuando se estrenó la película, en el Palacio del Pardo, contó su director, que Franco vio la película con lágrimas en los ojos de la emoción.
En fin, que lo que digo; si tienen mucha curiosidad, véanla, no tengan en cuenta el documento horrible que en realidad es y échense unas risillas.
En cuanto al director José Luis Sáenz de Heredia, además de dirigir para los fascistas durante el régimen, se lo conoce por haber rodado clásicos del cine español como puedan ser “Historias de la radio”, “El Taxi de los conflictos” o algunas películas para lucimiento de  Paco Martínez Soria o Alfredo Landa.

viernes, 2 de enero de 2015

BLOODY BLOODY BIBLE CAMP

No hay mayor enemigo para el cine de terror que el propio fan medio del cine de terror. Al fan le gusta mucho este “Bloody Bloody Bible Camp” ( a mí me gusta pronunciar este título… ¡que musicalidad!) y “Bloody Bloody Bible Camp” se caga en el “Slasher” y en los demás sub géneros. No obstante, igual que los fans americanos lo flipan con esta mierda de película, los de aquí, si esta llegara a nuestro mercado, la sacarían en procesión  como los católicos a la virgen y, a buen seguro, formaría parte de sus estúpidas preferencias. La película es tan repugnante, que incluso tiene su propia edición de VHS para los coleccionistas yankies. No se puede ser más chachi… y esnob. Indirectamente, es una consecuencia de toda esa basura creada por Tarantino y Rodríguez, y que ahora los paletos veintentones españoles que ven cine de terror conocen como “Grindhouse” (gracias a dios que como todas las modas, esta ya está pasando).
Ya saben entonces que pasa con esta película ¿no? mucho gore y cachondeo. Pero mal servido. Y peor mezclado… esto que tan delirante quiere parecer, es más aburrido que una carta de ajuste.
Y es una lastima, porque, sin embargo, la idea de una monja con máscara de diablo que masacra jóvenes en un campamento para adolescentes católicos puede tener su gracia si se hubiera llevado a través de otros derroteros. Pero no, se opta por el cachondeo y la saturación de los colores para darle a la peli un tono festivo, y un falso look ochentero para homenajear (cuando las películas de terror de aquella época eran todas deprimentes y paupérrimas visualmente).
El cerebro tras esto es Vito Trabucco, director que por lo visto, si le das cuatro pesetas, te vuelve con una vistosa película que triplicará su presupuesto a base de beneficios, y que tiene a todo el fandom USA en el bolsillo, cosechando, en consecuencia, unas críticas favorables, que hacen reforzar este estilo que desarrolla. A mí me parece una puta mierda. Atractiva, porque a mí en principio me llamó la atención, pero luego, este tono complaciente con el fan retarded y ese cachondeo tan tonto, me provocan el más feroz de mis rechazos.
En los años setenta, en un campamento católico, una monja psicópata dio matarile a una serie de campistas que estaban practicando sexo. En los años ochenta, el campamento es conocido por los alrededores como “Bloody Bloody Bible Camp” debido a aquella matanza, y ahora la historia se va a repetir en un grupo de campistas comandados por el padre Richard. Así que vemos dos veces lo mismo…
Tras una puesta en escena prometedora de un cuarto de hora en la que, mientras vemos los créditos vemos como los primeros campistas van siendo masacrados por esta monja, pasamos a los años ochenta, y ahí ya la película se vuelve espantosa. Si algo podíamos destacar de ella es el gore, que resulta efectivo, pero una vez entrados en situación y hasta la recta final de la película, esta se desarrolla como comedia, con los campistas y el cura haciendo cosas supuestamente graciosas –el concurso para ganar una Biblia en español- pero que en absoluto funciona, porque el tal Trabucco, curtido, por supuesto, en el cine de terror, es incapaz de elaborar un solo buen gag o una sola situación cómica, por lo que la película cae en saco roto. Un espanto, un despropósito. Luego, ya si, hace acto de presencia la monja asesina que se cepillará al personal, sin más. Pues se termina la película, te quedas igual, y encima enfureces. Y me da rabia porque luego es cierto que el look del asesino es de lo más molón… y si la película fuera un “Slasher” serio, o no tan autoparódico, resultaría de lo más impactante, pero….. Pero es tan poco original…. Tan poco osado… con decir que la película tiene hasta la intervención de Ron Jeremy ¡¡Como montones de películas malas de terror!! Hasta para eso es poco original el colega. 
Una manera de definir lo que es “Bloody Bloody Bible Camp” sería “Los Albóndigas meets Viernes 13 para retrasados”.
La película, que en un alarde de velocidad fue rodada en tan solo diez días, tiene en el reparto  a rostros punteros dentro de la serie B, como puedan ser Reggie Bannister, conocido por la saga de “Phantasma” y visto en infinidad de películas en roles minúsculos, aquí es el padre Richard, protagonista absoluto de la peli.  Tim Sullivan, director de “2001 Maniacos”, “2001 Maniacs: Fields od Screams”o algún segmento de “Chillerama”, es también productor de infinidad de productos pequeños de terror, sin ir más lejos, el que nos ocupa y  tendría un papel de reparto e interpretaría a la monja “Slashística” del póster. El resto del reparto, carece de importancia. Como la película misma.
En cuanto a Trabucco, a razón de peli por año, saborea las mieles, y nos traerá más basura de este porte. No voy a ver ni una más.