Sin más, les remito a las diversas entradas que sobre la peli hizo Naxo y les dejo con los respectivos fotocromos.
miércoles, 30 de septiembre de 2015
domingo, 27 de septiembre de 2015
LOS FOTOCROMOS DE "EL GUERRERO DEL AMANECER"
En 1987 Patrick Swayze (¡¡qué difícil apellido de pronunciar este!!) era un actor tirando a mediocre que se iba ganando las garrofas con dignidad pero no terminaba de lograr el estrellato. Ese mismo año protagonizó dos películas, "Dirty Dancing" y "El guerrero del amanecer". El súper-éxito sorpresa de la primera le dio alas a la segunda, que de otro modo se hubiese perdido en el inmenso océano de subproductos surgidos a la interminable y larguísima sombra de "Mad Max 2".
Así que lo que aquí tenemos es la historia de siempre, situada en un futuro apocalíptico, en el que una tribu pacífica, asediada por los malotes de rigor, es protegida por un impávido y carismático guerrero invencible. Tal cual, sin la más mínima variación argumental con respecto al modelo habitual. Yo la alquilé en el video-club en su momento, la vi, me quedé igual, la devolví y la borré de mi cerebelo. Y así sigue... no tengo especial intención de recuperarla, aunque lo que sí mola es recuperar sus siempre simpáticos fotocromos, cortesía del amigo Alex Gardés.
Y ya que hablamos de nombres, tanto delante como detrás de las cámaras de "El guerrero del amanecer" ("Steel Dawn" en v.o.) encontramos especímenes bien curiosos. En el primer bando tenemos a Brion James, John Fujioka o Arnold Vosloo (todos ellos intérpretes muy habituales del cine de segunda regional que de vez en cuando lograban colarse en el más mainstream). Y en el segundo bando tenemos al director, Lance Hool, responsable también en esas lides de "Desaparecido en combate 2", aunque con una carrera más lustrosa ejerciendo de productor que incluye títulos como "Al filo de la medianoche" y "Justicia Salvaje", nada menos. El verdadero gag final viene cuando vemos quién compuso el soundtrack de "El guerrero del amanecer", "el otro" Brian May, que venía de hacer tres cuartos de lo mismo con, sí señor, las dos primeras "Mad Max" originales, por si aún había algún descreído que dudaba de la inclusión de este pseudo-vehículo para el ya desaparecido Swayze en el mismo saco que "Mad Warrior", "Stryker" o.... je, ¡¡¡"Waterworld"!!!.
Así que lo que aquí tenemos es la historia de siempre, situada en un futuro apocalíptico, en el que una tribu pacífica, asediada por los malotes de rigor, es protegida por un impávido y carismático guerrero invencible. Tal cual, sin la más mínima variación argumental con respecto al modelo habitual. Yo la alquilé en el video-club en su momento, la vi, me quedé igual, la devolví y la borré de mi cerebelo. Y así sigue... no tengo especial intención de recuperarla, aunque lo que sí mola es recuperar sus siempre simpáticos fotocromos, cortesía del amigo Alex Gardés.
Y ya que hablamos de nombres, tanto delante como detrás de las cámaras de "El guerrero del amanecer" ("Steel Dawn" en v.o.) encontramos especímenes bien curiosos. En el primer bando tenemos a Brion James, John Fujioka o Arnold Vosloo (todos ellos intérpretes muy habituales del cine de segunda regional que de vez en cuando lograban colarse en el más mainstream). Y en el segundo bando tenemos al director, Lance Hool, responsable también en esas lides de "Desaparecido en combate 2", aunque con una carrera más lustrosa ejerciendo de productor que incluye títulos como "Al filo de la medianoche" y "Justicia Salvaje", nada menos. El verdadero gag final viene cuando vemos quién compuso el soundtrack de "El guerrero del amanecer", "el otro" Brian May, que venía de hacer tres cuartos de lo mismo con, sí señor, las dos primeras "Mad Max" originales, por si aún había algún descreído que dudaba de la inclusión de este pseudo-vehículo para el ya desaparecido Swayze en el mismo saco que "Mad Warrior", "Stryker" o.... je, ¡¡¡"Waterworld"!!!.
sábado, 26 de septiembre de 2015
VISITANDO LA EXPO DE "CUARTO MILENIO"
Aunque probablemente la mayoría de ustedes conocen "Cuarto Milenio", déjenme que me explaye -como dirían los gabachos- "un peau" al respecto por si queda algún despistado, moderno que no ve la tele o accidental visitante extranjero.
Bien, "Cuarto Milenio" es un popular programa de televisión emitido desde hace una década por el canal "Cuatro" y dedicado íntegramente a temas paranormales, semi-científicos y de misterio en general. Lo presenta un tipo con mucho carisma y gran talento para lo suyo nacido Iker Jiménez y que ha sabido darle a todo el asunto un rollo cinemático, post-moderno y espectacular que lo ha sacado del gueto habitado por tipos raros con caspa en los hombros de su roída americana de pana, para llevarlo hasta un público amplio que disfruta de los reportajes sobre marcianos o fantasmas como si vieran una película. Pasan miedo, se ríen y básicamente se entretienen que, después de todo, es de lo que va este rollo.
Yo comencé a ver "Cuarto Milenio" por ahí 2006 o 2007. Desde entonces he seguido siendo un cliente más o menos satisfecho. Solo una vez me sentí defraudado. Bueno, tres veces. La primera vino propiciada por el silencio obtenido tras enviarles un email proponiéndoles un reportaje en torno a cierto cruento crimen real cuyo conocimiento me traumatizó la infancia en su momento. La segunda, enterarme que una rémora del mundillo "contra-cultural" de los 90 que no mentaré curraba para ellos rodando esas recreaciones peliculeras de supuestos hechos verídicos a veces tan ridículas y otras tan acongojantes (suerte que no tardó mucho en desaparecer, hecho este probablemente ligado a su mala fama de incumplidor, jeta y hasta mangante). La tercera y última, mucho más dolorosa, descubrir que toda aquella aparente obsesión de Iker y los suyos por mostrarse como gente seria, formal, ecuánime, imparcial y para nada alucinada, se fue al garete cuando los vi engañar sin remordimientos a la audiencia colando la falsísima imagen de un fantasma aterrador en el avance de un reportaje que al emitirse íntegramente no lo incluía por ninguna parte. Pero como las más hermosas y apasionadas historias de amor, ni siquiera eso destruyó nuestra relación y, superado el disgusto, seguí viendo "Cuarto Milenio", no fielmente, ni tan siquiera atentamente, solo de vez en cuando, si me daba el punto y con un ojo en la tele y otro en el computador. Y ahí sigo.
El día que anunciaron por primera vez lo de la exposición, pensé "Ostras, pues molaría ir si la traen a la Ciudad Condal". Y la trajeron.
Cabe decir que el lugar elegido para montarla estuvo muy acertado. El monumental cine/teatro Coliseum, uno de los pocos que quedan en Barcelona que aún conservan su recargada, pseudo-barroca y hermosa arquitectura (y donde he visto un puñado de películas a lo largo de mi vida, pero la única que recuerdo ahora es "Superman Returns"), transformado para la ocasión en una sala de exposiciones a base de cubrir las butacas con suelo falso (lo que daba poca estabilidad a algunas de las materias expuestas). Molaba especialmente que parte del recorrido incluyera pasar por el mismo escenario cruzando previamente las grandes cortinas rojas que lo envuelven.
El caso es que mi querida pareja y yo acudimos un sábado al medio día pensando que estaría medio vacío, pero no. Por lo visto la cosa anda funcionando cojonudamente bien, algo que me alegra mucho (al llegar me encontré con el famoso actor de cine casero Eddie Rosall. Dios nos cría y nosotros nos rejuntamos). ¿Y en qué consistía la expo de las narices?, pues en la compilación de todos los objetos creados de forma expresa para ilustrar tridimensionalmente los casos y las cosas de las que habla Iker en su show (no recuerdo ahora el nombre del artista facturador). Ese fue uno de los primeros shocks que tuve al adentrarme en la efeméride: hacerme a la idea de que no estaba viendo nada de verdadero valor histórico o monetario, ni figuras arcanas encontradas en grutas, ni restos de naves marcianas, ni ectoplasmas metidos en potes de formol, ni extrañas criaturas disecadas. Todo lo que tenía ante mis peludos morros era de mentirijiilla, reproducciones a veces mejores, a veces peores, lo que, en esencia, les desprendía de encanto. Una vez aclarado y asimilado, comencé a gozar de la movida y a superar la debutante y poco halagüeña impresión que me llevé con la primera sala en la que te adentras, bañada de luz solar y, por lo tanto, excesiva calor y pululada por unas figuras algo chapuceras y poco llamativas. Supongo que por ello mismo eran las que abrían el sarao
Afortunadamente, a medida que te adentrabas en las entrañas del Coliseum, la cosa iba ganando puntos. Lo primero que me hizo cosquillas en la psique fue el pasillo dedicado a supuestos extraterrestres reales avistados por creyentes, casi todos ellos luciendo un aspecto hilarantemente propio de añeja B-movie de ciencia ficción. Pero lo siguiente, dedicado a criaturas monstruosas, unas mitológicas, otras prehistóricas y las de más allá elucubrando con la posible evolución milenaria de nuestros actuales animalillos, me caló bastante. Eso sí, nada comparado a cuando nos metimos en terrenos estrictamente cinematográficos, cosa esta cuyo punto de partida se produjo con el visionado de Annabelle, la famosa muñeca de "Expediente Warren". Es decir, la cutre de trapo, que no es tan aterradora como la de la peli. Ahí es cuando le dije a mi acompañante que me hiciera la primera foto de la velada (cosa esta que el resto de visitadores hacían sin descanso). Me llamó la atención que la peña dejaba notitas junto a la muñeca pidiéndole permiso para fotografiarse con ella, esperando no despertar su ira, acto este gracioso pero absurdo si tenemos en cuenta que aquella era una reproducción, una copia, no era la Annabelle real... aunque sí el más popular de los muñecos infernales presentes. ¡El poder del cine, amigos!.
¿Que qué clase de personal rulaba por allí?, pues de todo. De hecho, era bastante normal. Familias, niños, adolescentes, parejas... la mayoría con una perenne sonrisa en los labios y el gatillo fácil a la hora de sacar instantáneas de absolutamente todo. Da que pensar qué clase de audiencia ve y disfruta "Cuarto Milenio". ¿De verdad son creyentes de la causa paranormal o, como decía arriba, simples mortales amantes del eventual escalofrío que han cambiado la peli de terror de la noche del Domingo por el programa de Iker?. En fin, ¡¿qué más da?!... a fin de cuentas los organizadores se prestaban gustosamente a ello ambientando el sarao con música indudablemente inquietosa. Fuese lo que fuese, nada podría superar en abominación a algunos de los llamativos "hipsters" que rulaban por allí, mostrando sus enormes y limpias barbas, sus camisetas chanantes de temática "cool"/tureta y, que no falte, una pose altiva y arrogante en plan "Vamos a reírnos de todo esto, que somos más listos que vosotros". ¡Malditas ovejas esclavas de tendencias!. Buagh!!!!.
Tampoco fue moco de pavo el penúltimo pasillo de la expo, repleto de estupendas criaturas, muchas de ellas famosas gracias al séptimo arte (incluida el arca de la alianza que tanto se esforzó en localizar Indiana) y que son las que ilustran este reportaje. Al salir te encontrabas la paradita de rigor donde podías comprar toda clase de "merchandising" y libros escritos por Iker. Llamaban la atención dos cosas, que los tenderos eran todos del género gótico "in extremis" (probablemente los únicos auténticos creyentes allí presentes) y que las camisetas de "Cuarto Milenio" eran muy chulas y sorprendentemente graciosas. Un yeti de aspecto simpático comiendo un polo, un marciano verde cabezón de los más cuco... elección esta curiosa que podría "contradecirse" con el tono serio y respetuoso del programa, pero al mismo tiempo genuinamente agradecida, tanto como para que mi acompañante y yo nos compráramos una cada uno.
Y eso fue todo. La verdad es que, aunque de entrada la cosa no pintaba demasiado bien, terminé gozando mucho de la exposición. Es interesante, curiosa, divertida, delirante y francamente disfrutable. Desde aquí se la recomiendo si les tira el rollo paranormal, si les gusta "Cuarto Milenio" y si, en definitiva, son gente inquieta con ganas de pasar un buen ratico.
Fotos de Marichochel.
Bien, "Cuarto Milenio" es un popular programa de televisión emitido desde hace una década por el canal "Cuatro" y dedicado íntegramente a temas paranormales, semi-científicos y de misterio en general. Lo presenta un tipo con mucho carisma y gran talento para lo suyo nacido Iker Jiménez y que ha sabido darle a todo el asunto un rollo cinemático, post-moderno y espectacular que lo ha sacado del gueto habitado por tipos raros con caspa en los hombros de su roída americana de pana, para llevarlo hasta un público amplio que disfruta de los reportajes sobre marcianos o fantasmas como si vieran una película. Pasan miedo, se ríen y básicamente se entretienen que, después de todo, es de lo que va este rollo.
Yo comencé a ver "Cuarto Milenio" por ahí 2006 o 2007. Desde entonces he seguido siendo un cliente más o menos satisfecho. Solo una vez me sentí defraudado. Bueno, tres veces. La primera vino propiciada por el silencio obtenido tras enviarles un email proponiéndoles un reportaje en torno a cierto cruento crimen real cuyo conocimiento me traumatizó la infancia en su momento. La segunda, enterarme que una rémora del mundillo "contra-cultural" de los 90 que no mentaré curraba para ellos rodando esas recreaciones peliculeras de supuestos hechos verídicos a veces tan ridículas y otras tan acongojantes (suerte que no tardó mucho en desaparecer, hecho este probablemente ligado a su mala fama de incumplidor, jeta y hasta mangante). La tercera y última, mucho más dolorosa, descubrir que toda aquella aparente obsesión de Iker y los suyos por mostrarse como gente seria, formal, ecuánime, imparcial y para nada alucinada, se fue al garete cuando los vi engañar sin remordimientos a la audiencia colando la falsísima imagen de un fantasma aterrador en el avance de un reportaje que al emitirse íntegramente no lo incluía por ninguna parte. Pero como las más hermosas y apasionadas historias de amor, ni siquiera eso destruyó nuestra relación y, superado el disgusto, seguí viendo "Cuarto Milenio", no fielmente, ni tan siquiera atentamente, solo de vez en cuando, si me daba el punto y con un ojo en la tele y otro en el computador. Y ahí sigo.
El día que anunciaron por primera vez lo de la exposición, pensé "Ostras, pues molaría ir si la traen a la Ciudad Condal". Y la trajeron.
Cabe decir que el lugar elegido para montarla estuvo muy acertado. El monumental cine/teatro Coliseum, uno de los pocos que quedan en Barcelona que aún conservan su recargada, pseudo-barroca y hermosa arquitectura (y donde he visto un puñado de películas a lo largo de mi vida, pero la única que recuerdo ahora es "Superman Returns"), transformado para la ocasión en una sala de exposiciones a base de cubrir las butacas con suelo falso (lo que daba poca estabilidad a algunas de las materias expuestas). Molaba especialmente que parte del recorrido incluyera pasar por el mismo escenario cruzando previamente las grandes cortinas rojas que lo envuelven.
El caso es que mi querida pareja y yo acudimos un sábado al medio día pensando que estaría medio vacío, pero no. Por lo visto la cosa anda funcionando cojonudamente bien, algo que me alegra mucho (al llegar me encontré con el famoso actor de cine casero Eddie Rosall. Dios nos cría y nosotros nos rejuntamos). ¿Y en qué consistía la expo de las narices?, pues en la compilación de todos los objetos creados de forma expresa para ilustrar tridimensionalmente los casos y las cosas de las que habla Iker en su show (no recuerdo ahora el nombre del artista facturador). Ese fue uno de los primeros shocks que tuve al adentrarme en la efeméride: hacerme a la idea de que no estaba viendo nada de verdadero valor histórico o monetario, ni figuras arcanas encontradas en grutas, ni restos de naves marcianas, ni ectoplasmas metidos en potes de formol, ni extrañas criaturas disecadas. Todo lo que tenía ante mis peludos morros era de mentirijiilla, reproducciones a veces mejores, a veces peores, lo que, en esencia, les desprendía de encanto. Una vez aclarado y asimilado, comencé a gozar de la movida y a superar la debutante y poco halagüeña impresión que me llevé con la primera sala en la que te adentras, bañada de luz solar y, por lo tanto, excesiva calor y pululada por unas figuras algo chapuceras y poco llamativas. Supongo que por ello mismo eran las que abrían el sarao
Afortunadamente, a medida que te adentrabas en las entrañas del Coliseum, la cosa iba ganando puntos. Lo primero que me hizo cosquillas en la psique fue el pasillo dedicado a supuestos extraterrestres reales avistados por creyentes, casi todos ellos luciendo un aspecto hilarantemente propio de añeja B-movie de ciencia ficción. Pero lo siguiente, dedicado a criaturas monstruosas, unas mitológicas, otras prehistóricas y las de más allá elucubrando con la posible evolución milenaria de nuestros actuales animalillos, me caló bastante. Eso sí, nada comparado a cuando nos metimos en terrenos estrictamente cinematográficos, cosa esta cuyo punto de partida se produjo con el visionado de Annabelle, la famosa muñeca de "Expediente Warren". Es decir, la cutre de trapo, que no es tan aterradora como la de la peli. Ahí es cuando le dije a mi acompañante que me hiciera la primera foto de la velada (cosa esta que el resto de visitadores hacían sin descanso). Me llamó la atención que la peña dejaba notitas junto a la muñeca pidiéndole permiso para fotografiarse con ella, esperando no despertar su ira, acto este gracioso pero absurdo si tenemos en cuenta que aquella era una reproducción, una copia, no era la Annabelle real... aunque sí el más popular de los muñecos infernales presentes. ¡El poder del cine, amigos!.
¿Que qué clase de personal rulaba por allí?, pues de todo. De hecho, era bastante normal. Familias, niños, adolescentes, parejas... la mayoría con una perenne sonrisa en los labios y el gatillo fácil a la hora de sacar instantáneas de absolutamente todo. Da que pensar qué clase de audiencia ve y disfruta "Cuarto Milenio". ¿De verdad son creyentes de la causa paranormal o, como decía arriba, simples mortales amantes del eventual escalofrío que han cambiado la peli de terror de la noche del Domingo por el programa de Iker?. En fin, ¡¿qué más da?!... a fin de cuentas los organizadores se prestaban gustosamente a ello ambientando el sarao con música indudablemente inquietosa. Fuese lo que fuese, nada podría superar en abominación a algunos de los llamativos "hipsters" que rulaban por allí, mostrando sus enormes y limpias barbas, sus camisetas chanantes de temática "cool"/tureta y, que no falte, una pose altiva y arrogante en plan "Vamos a reírnos de todo esto, que somos más listos que vosotros". ¡Malditas ovejas esclavas de tendencias!. Buagh!!!!.
Tampoco fue moco de pavo el penúltimo pasillo de la expo, repleto de estupendas criaturas, muchas de ellas famosas gracias al séptimo arte (incluida el arca de la alianza que tanto se esforzó en localizar Indiana) y que son las que ilustran este reportaje. Al salir te encontrabas la paradita de rigor donde podías comprar toda clase de "merchandising" y libros escritos por Iker. Llamaban la atención dos cosas, que los tenderos eran todos del género gótico "in extremis" (probablemente los únicos auténticos creyentes allí presentes) y que las camisetas de "Cuarto Milenio" eran muy chulas y sorprendentemente graciosas. Un yeti de aspecto simpático comiendo un polo, un marciano verde cabezón de los más cuco... elección esta curiosa que podría "contradecirse" con el tono serio y respetuoso del programa, pero al mismo tiempo genuinamente agradecida, tanto como para que mi acompañante y yo nos compráramos una cada uno.
Y eso fue todo. La verdad es que, aunque de entrada la cosa no pintaba demasiado bien, terminé gozando mucho de la exposición. Es interesante, curiosa, divertida, delirante y francamente disfrutable. Desde aquí se la recomiendo si les tira el rollo paranormal, si les gusta "Cuarto Milenio" y si, en definitiva, son gente inquieta con ganas de pasar un buen ratico.
Fotos de Marichochel.
viernes, 25 de septiembre de 2015
A DEADLY ADOPTION
Me declaro fan absoluto de Will Ferrell, de los que va al
cine cuando estrena –caso de la reciente “Dale Duro”- y de los que tiene sus
pelis en DVD. Entonces no es de extrañar que yo enseguida me interesara por
este telefilme, “A Deadly Adoption”. Y es que este tremendo telefilme del canal
“Lifetime” (de ahí sale también “Whitney”), no deja de ser una extraña broma
del, cada vez más metido en el mundo televisivo, Will Ferrell.
En un principio se anunció que los dos actores
protagonistas, Ferrell y Kirsten Wiig, procedentes tanto él –obviamente- como
ella de la comedia, y descendientes
ambos de la rama más disparatada (recordemos que ella apareció en la comedia de
moda de 2011, “La boda de mi mejor amiga") iban a rodar una parodia de los
telefilmes clásicos, ocuros y dramáticos del canal. Al cabo de unos días,
apareció Will Ferrell en los medios diciendo que la parodia que estaban rodando
para “Lifetime” se estaba rodando con total secretismo y que estaba
completamente indignado de que la prensa se hiciera eco de una película que, en
teoría, no debía saberse que existía hasta poco antes de la premiere y que, en
represalia, abortaban con el rodaje de la misma. Esto debió darle igual a la
gente, ya que tampoco saltó la liebre al respecto. Sin embargo, los carteles de
“Próximamente” colgados en las marquesinas ya eran una realidad, y justo cuando
se cumplen 25 años de la existencia del canal “Lifetime” se estrena este “A
Deadly Adoption” que tiene nada de comedia paródica, pero si mucho de Thriller dramático. Es una película que, además, desprende una seriedad pasmosa. Los
roles son interpretados con una frialdad tremenda y los cómicos protagonistas,
la verdad es que lo hacen bastante bien. Así pues, se convierte esta película,
automáticamente en “El dramón de Will Ferrell”. Y no habiendo en ella
absolutamente nada de cómico, resulta que si, que es una parodia. Aunque esto
se sujete con pinzas y sea también una lectura personal que yo hago, que tiene
todas las posibilidades de que en realidad sea, como digo, una comedia, pero que tiene más posibilidades
aún de que no sea nada de eso, y si el Drama/Thriller que a priori aparenta.
¿Pero dónde están los ramalazos paródicos y/ de comedia?
Pues sencillamente en que se trata de un telefilme con la inscripción “Basado
en hechos reales” bastante tontorrón, con la estructura propia de los
telefilmes y con todos los cortes que te puedas imaginar para dar paso a
publicidad.
Y el mero hecho de que nuestros actores estén tan bien en
roles dramáticos, no deja de ser parte de la gran chufla que en realidad es “A
Deadly adoption”. Porque la peli es de lo más manido y telefilmico, intuyo, que
intencionadamente.
Entonces tenemos a un matrimonio de éxito porque él es
escritor, que están de picnic en el embarcadero de su lujosa casa. Ella está
embarazada y en un despiste, de cae al
lago, teniendo que ir su marido a rescatarla. Por supuestísimo, pierde el bebé
que espera. Esto propicia que tengan que adoptar niños para suplir esas
carencias y por otra parte, él, traumado por perder a su hijo natural, se
vuelve sobreprotector con la niña que han adoptado.
Como deciden adoptar un segundo niño, les presentan a una atractiva
joven encinta que ellos ven como perfecta para que le ceda a su bebé. Como vive en un hostal o algo así, nuestros
protas le ofrecen su casa para vivir. Bien, pues esta muchachita, ese vientre
de alquiler, no es lo que aparenta ser… y Will Ferrell lo vivirá en sus propias
carnes.
Solo puedo decir dos cosas;
Si esta película es, efectivamente, una parodia enfocada desde el lado
proto-realista de los telefilmes convencionales, la película me funciona y se
convierte en el cachondeo más grande y original de la historia de la
televisión. Ahora bien, como esto en realidad sea únicamente lo que aparenta,
un telefilme barato cargado de tópicos y para que Ferrell pueda cambiar de
registro, entonces es una puta mierda sin sentido alguno. Así que espero poder
saberlo algún día…
Tendría sentido que fuera una broma, porque los productores
son el propio Ferrell y su compañero de batallas tras las cámaras, y durante
muchos años, Adam Mc Kay, que precisamente, está ahora de actualidad por ser
uno de los guionistas de “Ant-Man”.
Por lo demás, todo muy mediocre… pero siempre es interesante
ver a Ferrell intentando no ser gracioso, porque le cuesta.
Por otro lado, el asunto lo dirige Doña Rachel Goldenberg,
que es conocida por rodar varios de los títulos más tempranos de “The Asylum”
tales como “Sunday School Musical” o “Sherlock Holmes” (Asylum version).
Para terminar solo decir que se que hay gente a la que Will
Ferrell no le hace puta la gracia; a mí
si me la hace y verle en el póster de la película, intentando no ser nada
gracioso sin conseguirlo bien merece un visionado.
jueves, 24 de septiembre de 2015
MONTY PYTHON LIVE (MOSTLY) ONE DOWN, FIVE TO GO
El año pasado los Monty Python (los que quedan) hicieron un
último espectáculo en el O2 Arena de Londres que fue retrasmitido en directo a
cientos de miles de cines repartidos por todo el globo terráqueo. El titulo, con
ese “One down, five to go”, algo así como “Uno menos, quedan cinco”, hace
referencia y chanza con el fallecimiento en 1989 de Graham Chapman.
Tras llevar un porrón de años sin juntarse, y lo más que
probable, por la insistencias de Eric Idle (y digo esto, porque Idle es quien
se encargo de la confección de Spamalot, un musical inspirado en los gags del
grupo pero sin el grupo) se vuelven a reunir en este canto del cisne
rememorando algunos de sus gags mas míticos, video de sus viejos programas, aderezándolo
con las canciones más populares de sus películas y con algún que otro número
musical con un buen elenco de bailarines.
Esos momentos de baile son lo más flojo de toda la función,
debido a que aunque lleven letras de los Python, al no verles a ellos hacer el
ganso la cosa pierde fuerza. Cuentan como no puede ser de otra forma con las
simpáticas cortinillas obra de Terry Gilliam, así como con su actuación en
varios gags, que al igual que cuando eran jóvenes, sus momentos son breves y de
poco dialogo. Además varios famosos hacen cameos, el más reconocible es Stephen
Hawking que se ve como atropella con su silla a un científico que rebate los
datos que da la canción de la Galaxia Vía Lactea de El Sentido de la Vida. Otro
de los que aparecen es Mike Myers (Austin Powers, no el psicópata asesino)
quien hace reverencias a los Python sobre el escenario.
A estas alturas de la vida todos los integrantes del grupo
ya tienen las vidas más que hechas y rehechas, no necesitaban hacer esto para
comer, aunque el dinerito nunca viene mal, y se ve que ellos se lo han tomado
como una reunión de colegas. Sobre todo John Clesse, que no sé si es porque es
un despreocupado de la vida o porque empieza a tener principios de Alzehimer,
pero el jodido se pierde un par de veces en los sketches, aunque sabe salir muy
bien del brete simplemente diciendo que se ha perdido, lo que provoca la risa
del público y de sus propios compañeros. Hacen mención en varios momentos a
Graham Chapman, e incluso este aparece en varios videos.
Acaban el espectáculo con la canción que tienen que acabar,
no diré cual, pero entiendo que cualquiera que haya visto aunque solo sean las
películas de estos tipos ya saben cuál ha de ser. Y entonces te das cuenta de
que han pasado 2 horas y media, de las que solo quitarías alguno de los números
musicales y te quedas con ganas de que repitieran algún gag de Flying Circus
que no han incluido, pero claro, tampoco lo pueden meter todo. Como homenaje a sí
mismos y como recordatorio de que su humor sigue estando vigente (yo pensaba
que algunas cosas no me harían ahora gracia, y que va, me descojone de lo
lindo, puede que hasta más que entonces) es un obra más que destacable. Sobre
todo porque ellos mismos se han encargado de separar la paja, quitando los gags
que ni a ellos les parecen buenos, y dejando con los que de verdad te partes de
risa. Se supone que nunca más se volverán a juntar (por la edad y eso) así que
podemos decir eso de: ¡Monty Python ha muerto, Viva Monty Python!
miércoles, 23 de septiembre de 2015
LOS FOTOCROMOS DE "STARMAN"
Dicen que es la peor película de John Carpenter. Yo la vi muy de pequeño y no me acuerdo nada de ella, la verdad. En todo caso recuerdo más la serie, y no era muy allá tampoco.
Así pues, les dejo con los fotocromos de "Starman"
Así pues, les dejo con los fotocromos de "Starman"
domingo, 20 de septiembre de 2015
LOS FOTOCROMOS DE "DESTROYER (BRAZO DE ACERO)"
Lo siento queridos, pero hoy no me apetece escribir, menos aún cuando todo lo que podría decir de "Destroyer (brazo de acero)" ya lo dije en su respectiva reseña. Incluso también hablé de su legendaria e imitada caratula. En esta ocasión no hablamos de la peli ni de la caratula, sino de sus fotocromos, siempre cedidos por el amable Alex Gardés. Y son estos.....
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