Descubro esta película, hace algún tiempo, sin ningún
interés por mi parte, debido a su condición de película española contemporánea.
Pero lo que llega a mi oídos acerca de ella, es que es muy mala y que te partes
el culo. A mí la primera sensación que me da, es que se trata de una mala
película, mediocre, como la mayoría de películas españolas de bajo presupuesto
tipo “Serie B” o alguna de esas basuras, por lo que paso de verla totalmente.
El caso es que la fama de la película va subiendo y se va
corriendo la voz de cuan mala es esta película. Sigo sin hacerle mucho caso.
Cierto día, en uno de mis podcasts, mi amigo Asier decide
comentarla y hace una reseña de la película que ya me pone los dientes largos.
Así pues, me hago con una copia. Pero sigo sin tener muchas ganas de ver nada
español posterior a 1990.
Por esas fechas, resulta que el director de esta película,
Oscar Rojo, estrena lo que sería su segundo largo para cines, “Omnivoros”. El público
natural, se lleva la película ante el despropósito que se encuentran. En
consecuencia, mi interés por el tal Oscar Rojo aumenta.
Bien, el cine genuinamente malo tiene un fandom que, sin
hacer mucho caso, ni tomarse muy en serio las películas de las que se pitorrea
–y por lo tanto resulta ser el fandom menos apasionado y más desleal- en
seguida pone el grito en el cielo en cuanto una película que se asemeja al tipo
de producto al que suele acercarse, sin saber diferenciar, en la mayoría de los
casos, una cosa realizada por un autentico negado (y cuyos defectos provocan la
hilaridad y que el gracejo reside en cierto encanto que desprende la película,
precisamente, por esa ingenuidad de la que hace gala) de una película realizada
mal de manera impostada por que lo chungo es cool. Y yo me temía que “Brutal
Box” fuese una película de esa segunda variante, o una película mala a la que
han magnificado, sin más.
Y una vez visionada la película, compruebo que se queda a
medio camino de ser una cosa genuina. Porque, efectivamente, “Brutal Box” está concebida
con intenciones de ser una película que cuenta algo interesante, pero, más que
la falta de presupuestos, es la incapacidad de su director la que hace que no
llegue a buen puerto. La falta de presupuesto es palpable, pero tampoco es esta
una película que quiera abarcar resultados no acordes al ajustado presupuesto.
No está mal filmada, no es está mal montada… de ritmo anda lente pero no más
que cualquier película española. La historia o el como está contada, no es
excesivamente mala.
Entonces ¿Cuál es el motivo por el que esta película resulta
tan endemoniadamente churretosa y chabacana,
y a la vez, hace que te rías tantísimo? Tras reflexionarlo fríamente,
llego a la conclusión de que esto sucede, ni más ni menos, por culpa de una
serie de actores, que maldito sea este país si lo que nos ofrece en labores
actorales es esto. Si esto es el grueso
de actores que no trabaja, ahora entiendo porque dicen que los Baredenes,
Tosares y demás morralla son buenos. ¡Qué país, dios mío, que país!
La película trata de denunciar, de manera totalmente
repugnante y paternalista, la violencia y el morbo de Internet (como si el
espectador no tuviera cabeza para decidir que quiere y no quiere ver). Para
ello, cuenta la historia de un individuo que tras quedarse en paro y no
encontrar trabajo (porque según esta mierda, el tipo solo busca ofertas de su
categoría profesional… ¡como si otros trabajos o el Burger King no existieran!)
decide grabarse en vídeo amputándose un dedo, lo que hace que genere tantas
visitas, que alguna empresa sin escrúpulos le pague por esto. Total, que según
avanza la película, el tipo se convierte en un gerifalte de los vídeos
violentos en Internet. De pegar palizas, hasta recrear -con un desatino
que asusta- las batallitas interneteras
de “Batu” y “John Cobra”. Mientras, las multinacionales se rifan esta nueva
empresa que ese señor ha creado.
Protagonizada por el propio Oscar Rojo, que interpreta al
parado que se amputa el dedo (y que viendo como actúa el director, entendemos
perfectamente las actuaciones del resto del casting) la película, aburrida y
estúpida, condescendiente y con pretensiones de ser una cosa profunda, al final
se prodiga como la obra de un tío muy mediocre. No llega a ser retrasado
mental, pero si que sus capacidades son las de cualquier ciudadano de a pie,
que no necesariamente tiene por qué hacer películas. Eso si, insisto, el nivel
actoral de la película es lo que la convierte en una rara avis digna de ser
guardada en nuestra videoteca, porque es imposible actuar tan mal. Ni los
actores de películas amateur que tienden a exagerar, conscientes de la poca
relevancia de la película en la que intervienen y de su propia interpretación,
lo hacen tan mal como el elenco de esta miserable película. No solo provocan
vergüenza ajena, sino que, de primeras, tienes que reírte de lo mal que lo
hacen, de cómo se cargan la película –aunque esta sea, desde el momento en que
se pensó en rodarla, una mierda- cada vez que abren la boca. Yo solo les deseo,
que jamás se ganen la vida como actores puesto que no se lo merecen. Que curren
en curros de mierda o mejor aún, que acaben en la mendicidad. Si yo fuera
actor, al ver esto, pediría pena de muerte para todos ellos. Así pues, paso a
dar los nombres, como si de una denuncia se tratase, de los más destacables, de
los culpables de que todo aquel que decide ver esta película acabe espeluznado,
absorto y se lleve las manos a la cabeza, tachando esta película de engendro.
Empezando por el director Oscar Rojo, cuyo ego le impide ver que su presencia
en la película es ridícula, y siguiendo por Mario de la Rosa, que interpreta a
uno de los macarras que se amenzan vía Internet, “El Taxista”, que lo hace tan
mal, que vemos claramente que esto es carne de gimnasio que intenta hacer de
macarra, no consiguiéndolo en ningún momento. Vocaliza en exceso para ser un
macarra, y resulta demasiado cargante verlo en pantalla. Solo asco y vergüenza
ajena, ni siquiera risas. Que nos riamos lo consigue el tal Fran Arroyo que
interpreta a “El Chano”, el contrapunto de “El Taxista”, que es tan mal actor,
que incluso gruñe entre dientes, con las consiguientes risas que provoca en el
espectador. Esto, resulta reconfortante, porque gracias a esta interpretación,
sabemos que el desgraciado que ha hecho este personaje a buen seguro jamás se
ganará la vida como actor. Por otro lado tenemos a una tía bastante fea que
hace de tía buena que graba sus relaciones sexuales en vídeo para colgarlas en
la red, se llama Esther Gurillo, y nada más hacer acto de presencia pensé que
interpretaba a una enferma mental, luego vi que no, que lo que pasa es que esta
tía es muy mala actriz. Interpreta a un personaje llamado “La pillada”, y lo
que más llama la atención es que teniendo un buen número de escenas de sexo, en
la que no se ve nada –gracias a dios- en ellas, mientras que un actor intenta
besarla apasionadamente, esta retira la cabeza… ¡¡¡pero que actriz es esa que
le da asco besarse con un compañero!!! Esa suerte que tiene el actor, puesto
que besar a esto no debe ser plato de buen gusto. Mala, mala, mala…. Verlo para
creerlo ¡Menuda interpretación¡ Luego
está el barbitas que durante todos sus planos sostiene una taza vacía, que no
se como han llamado a su personaje, pero que, no es que tenga paralisis facial
a juzgar por su infla actuación, es que simplemente, si pones en su papel a un
palo tieso, tiene más vida que él.
Resumiendo; que si, que la película es un engendro, que
decir que es mala es decir poco, que probablemente sea de las peores películas
sin encanto que he visto nunca, pero que al lado de esa morralla de actores, la
película es casi medio buena.
Menuda panda de retrasados mentales.
Ahora, como se estrenó en cines, y ando adicto al número de
espectadores que en cines hicieron según que películas, consulto cuanto hizo
esta mierda, y la base de
aproximadamente
44.000 espectadores, 10.000 más que “La Gran
Revancha” con
Stallone y
De Niro. No se lo creen ni ellos.
datos del ministerio de cultura dice que fueron a
salas a ver esta mierda
Puto país de ladrones e inútiles….
Pero bueno, veanla bajada (aunque no está editada ni en dvd)
porque para reírse sirve, y así comprueban lo que les digo de este país de
mierda.