No se dejen engañar; el principal reclamo de esta película es la presencia de las actrices porno Jenna Jameson, Gynger Lynn y del guaperas recauchutado de Richard Grieco. Sin embargo, en realidad solo son cameos. Si juntamos sus apariciones en el film, no llegan ni a cinco minutos.
Pero, por otro lado, ¡cojones! esta película no está nada mal. Es más, agradezco el ver por fin tanto gore, y tan retorcido, sin complejos.
En "Evil Breed", que es su titulo original, una profesora, junto con su maromo y parejitas de estudiantes en eterno estado de celo (treintañeros interpretando adolescentes, por supuesto), viajan a los verdes bosques de Irlanda, con el fin de conocer un poco de su historia. Se sacan de la manga que, antaño, los antiguos druidas practicaban el incesto y el canibalismo, teniendo como consecuencia hijos cuya única educación consistía en replicar las feas costumbres de sus padres. Uno de esos vástagos, casualmente, rula por ahí todavía y se carga a toda la tropa. Lo de siempre, solo que este muchacho saca por el culo los intestinos a una de sus victimas y, acto seguido, la estrangula con ellas. A Jenna Jameson la abre en canal, le extrae la silicona de las tetas e intenta comérsela. Vamos, que es una película agradablemente bruta.
A esto hay que sumarle que estamos ante una peli sumamente auto referencial, y si el hijo de druida mutante nos recuerda ligeramente a los caníbales de "Las colinas tienen ojos", todo el guión de la primera parte de la película parece calcado de "Scream".
Sumemos el caótico montaje, lleno de fallos, y que no ocurre nada interesante hasta que hace acto de presencia el monstruo asesino que despacha a todos en un momento (¡¡¡como si fuera la misma secuencia!!!), nos daremos cuenta de que estamos ante un producto fuera de lo común, mediocre, pero con algunos momentos altamente gratificantes, por los que ya merece la pena el visionado completo.
Empieza como un slasher serio, pero en cuanto aparece el monstruo, se llena de innecesarios gags cómicos que sobran, aunque no molestan en exceso.
El director es Christian Viel, que ha rodado algunos productos similares, sin mayor trascendencia.
Y olvídense de la rata maldita del cachondo titulo español, porque no aparece por ningún lado… a no ser que se trate del brutal mutante deforme que (también) acuchilla con vil violencia a nuestros protagonistas.
Entretenida y, sobretodo, muy curiosa.
Pero, por otro lado, ¡cojones! esta película no está nada mal. Es más, agradezco el ver por fin tanto gore, y tan retorcido, sin complejos.
En "Evil Breed", que es su titulo original, una profesora, junto con su maromo y parejitas de estudiantes en eterno estado de celo (treintañeros interpretando adolescentes, por supuesto), viajan a los verdes bosques de Irlanda, con el fin de conocer un poco de su historia. Se sacan de la manga que, antaño, los antiguos druidas practicaban el incesto y el canibalismo, teniendo como consecuencia hijos cuya única educación consistía en replicar las feas costumbres de sus padres. Uno de esos vástagos, casualmente, rula por ahí todavía y se carga a toda la tropa. Lo de siempre, solo que este muchacho saca por el culo los intestinos a una de sus victimas y, acto seguido, la estrangula con ellas. A Jenna Jameson la abre en canal, le extrae la silicona de las tetas e intenta comérsela. Vamos, que es una película agradablemente bruta.
A esto hay que sumarle que estamos ante una peli sumamente auto referencial, y si el hijo de druida mutante nos recuerda ligeramente a los caníbales de "Las colinas tienen ojos", todo el guión de la primera parte de la película parece calcado de "Scream".
Sumemos el caótico montaje, lleno de fallos, y que no ocurre nada interesante hasta que hace acto de presencia el monstruo asesino que despacha a todos en un momento (¡¡¡como si fuera la misma secuencia!!!), nos daremos cuenta de que estamos ante un producto fuera de lo común, mediocre, pero con algunos momentos altamente gratificantes, por los que ya merece la pena el visionado completo.
Empieza como un slasher serio, pero en cuanto aparece el monstruo, se llena de innecesarios gags cómicos que sobran, aunque no molestan en exceso.
El director es Christian Viel, que ha rodado algunos productos similares, sin mayor trascendencia.
Y olvídense de la rata maldita del cachondo titulo español, porque no aparece por ningún lado… a no ser que se trate del brutal mutante deforme que (también) acuchilla con vil violencia a nuestros protagonistas.
Entretenida y, sobretodo, muy curiosa.