lunes, 31 de marzo de 2008

LA RATA MALDITA

No se dejen engañar; el principal reclamo de esta película es la presencia de las actrices porno Jenna Jameson, Gynger Lynn y del guaperas recauchutado de Richard Grieco. Sin embargo, en realidad solo son cameos. Si juntamos sus apariciones en el film, no llegan ni a cinco minutos.
Pero, por otro lado, ¡cojones! esta película no está nada mal. Es más, agradezco el ver por fin tanto gore, y tan retorcido, 
sin complejos.
En "Evil Breed", que es su titulo original, una profesora, junto con su maromo y parejitas de estudiantes en eterno estado de celo (treintañeros interpretando adolescentes, por supuesto), viajan a los verdes bosques de Irlanda, con el fin de conocer un poco de su historia. Se sacan de la manga que, antaño, los antiguos druidas practicaban el incesto y el canibalismo, teniendo como consecuencia hijos cuya única educación consistía en replicar las feas costumbres de sus padres. Uno de esos vástagos, casualmente, rula por ahí todavía y se carga a toda la tropa. Lo de siempre, solo que este muchacho saca por el culo los intestinos a una de sus victimas y, acto seguido, la estrangula con ellas. A Jenna Jameson la abre en canal, le extrae la silicona de las tetas e intenta comérsela. Vamos, que es una película agradablemente bruta.
A esto hay que sumarle que estamos ante una peli sumamente auto referencial, y si el hijo de druida mutante nos recuerda ligeramente a los caníbales de "Las colinas tienen ojos", todo el guión de la primera parte de la película parece calcado de "Scream".
Sumemos el caótico montaje, lleno de fallos, y que no ocurre nada interesante hasta que hace acto de presencia el monstruo asesino que despacha a todos en un momento (¡¡¡como si fuera la misma secuencia!!!), nos daremos cuenta de que estamos ante un producto fuera de lo común, mediocre, pero con algunos momentos altamente gratificantes, por los que ya merece la pena el visionado completo.
Empieza como un slasher serio, pero en cuanto aparece el monstruo, se llena de innecesarios gags cómicos que sobran, aunque no molestan en exceso.
El director es Christian Viel, que ha rodado algunos productos similares, sin mayor trascendencia.
Y olvídense de la rata maldita del cachondo titulo español, porque no aparece por ningún lado… a no ser que se trate del brutal mutante deforme que (también) acuchilla con vil violencia a nuestros protagonistas.
Entretenida y, sobretodo, muy curiosa.

sábado, 29 de marzo de 2008

EN LOS LÍMITES DE LA REALIDAD

Estamos ante uno de esos títulos emblemáticos del cine fantástico de los ochenta por el que, siendo yo chavalín, sentía una fuerte atracción, al tiempo que temor, gracias a sus imágenes promocionales. Fue la película con la que descubrí a los "Creedence" (esa introducción maravillosa) y fue el film de inflexión para la carrera de John Landis que, después de "Thriller" (el video-clip de Michael Jackson producido el mismo año), cayó en picado a causa del famoso accidente sufrido durante el rodaje, en el cual el actor Vic Morrow falleció decapitado por un helicóptero (y junto a él, dos niños asiáticos). Landis acabó en los tribunales y todo aquello marcó definitivamente su talento, evaporándose por completo tras varios títulos maestros (que caen justo antes de "En los límites de la realidad") tales como "Made in USA", "Desmadre a la americana", "Granujas a todo ritmo" y "Un hombre lobo americano en Londres". Una pena.
Como ya es sabido por todos, el film homenajea a la famosa serie televisiva de Rod Serling, "The Twilight Zone" (aquí "Dimensión Desconocida", al menos en la tv3, que es donde solía verla yo) poniendo al día (al de esa época) varias de sus historias. Para ello, contamos con peces gordos tras las cámaras del calibre de Steven Spielberg, George ("Mad Max") Miller, Joe Dante y el mentado Landis. Casi ná.
Y empezamos por el principio, la infame epopeya que llevaría al pobre Vic Morrow a la tumba. Este interpreta a un mega-racista que, por aquello de la dimensión desconocida, termina dando varios garbeos por la Alemania nazi o el Vietnam en plena guerra, y es casi linchado por el Ku Klux Klan (con ayuda de John Larroquette en un breve papel). La historia es tontorrona, pero efectiva. Le sigue el padre de "E.T." que vivía su etapa más ñoña (lo que no significa nada malo, aunque en este caso si) y lo refleja en esta fábula sobre unos ancianetes que, por una noche, recuperan la infancia. Muy tierna ella, y la más olvidable. La que hace tres nos muestra a un Joe Dante en plena forma, recién adoptado por Spielberg, moviéndose alegremente en su universo al dar vida, forma y color a un mundo propio de Bugs Bunny, pero en maligno (le siguen sus inseparables Dick Miller y Kevin McCarthy). Un niño con poderes infinitos crea su propio hogar ideal, que es como estar viviendo en un dibujo animado a todas horas, hasta que se mete por medio una educadora y lo arregla. Y finalmente, lo mejor del pastel, el dulce por el que merece la pena la peli al completo, y lo raro es que la firma George Miller, un tipo que tampoco es que haya hecho nada del otro Jueves (salvo "Mad Max 2"). En ella, un histérico y genial John Lithgow vive un viaje infernal en un avión y en plena tormenta, cuando presencia por la ventanilla cómo un monstruo (un gremlin, y no es coña) va destrozando el aparato. Lo dicho, cojonuda, la mini-obra maestra del pack, con esa tremenda tensión acumulada, esa delirante manera de fotografiarla, algún que otro momento de verdadero miedo (cuando Lithgow abre bruscamente la ventanilla y se encuentra cara a cara con el bicho... atención al extraño pero efectivo -y fugaz- plano de los ojos del actor saliéndose de sus órbitas, efecto este que ya usó Miller en "Mad Max 2", justo antes de que el malo se coma un camión de frente) y las fabulosas imágenes de la criatura destrozando el ala del avión mientras los rayos le caen encima. Por cierto, ha sido un placer intrínseco para el alma gozar tanto en este episodio como en el anterior, de monstruos creados con látex y movidos mediante animatronic. Lo echaba de menos.
Las pelis de episodios no suelen gustar, dicen que al no poder seguir una historia lineal te aburres (y debe ser cierto, pues el film no fue exactamente un hit)... pero a mi eso no me pasa, de hecho, me gustan esa clase de films (sin ir más lejos, uno de ellos, "Creepshow", está entre mis diez favoritas... ¿para cuando una edición de lujo en dvd?) y será por eso que "En los límites de la realidad" me ha resultado un divertimento total que me ha pasado en un suspiro. Probadlo.

ALBERTO GAMBINO Y BEATNUGGETZ, KUNG-FUMETAS LA MIXTAPE VOL.1

Comparándolo con su anterior trabajo, "Kung-Fumetas La Mixtape Vol.1 no es ni mejor ni peor. Digamos que es una prolongación de aquel, lleno de pepinos, de rimas cachondas (y elaboradas), buenos ritmos y diversión a raudales.
Y vamos a aceptar el termino “mixtape” porque en tres o cuatro temas, usan bases instrumentales de otros artistas, pero en su mayoría han sido ejecutadas por Beatnuggetz. Más que una mixtape esto es un l.p. en condiciones.
Gambino al micro, viene mas chulo aun que en su disco anterior, sin haber evolucionado ni un ápice, y aunque a priori esto puede parecer malo, no lo es. Como oyente me pongo a Gambino y quiero oírle hacer más de lo mismo, pero distinto, no como montones de artistas que mutan disco tras disco, pareciendo alguien diferente en cada uno de ellos, dejándose la personalidad en la basura, si es que alguna vez la tuvieron.
El disco comienza con una intro en la que estos kung-fumetas emulan el cine de kung fu clásico, con unas frases sentenciosas, para dar paso a “Hemos vuelto”, un fenomenal arranque donde Alberto Gambino deja claro su estatus y sus tablas.
El mejor tema del disco es el discotequero “melaza”, donde Gambino viene acompañado de Hermano L y Pestañita, un divertido track para mover el culo, libre de prejuicios y tópicos.
Siempre a caballo entre el rap mas ortodoxo y el ragga, Gambino va soltando pepino tras pepino su ingenio y su verborrea, que aunque, a veces, peca de reiterativa, nos regala temazos, a parte de los ya mencionados, en los que demuestra que sigue estando muy por encima de la media en una escena en la que una serie de papanatas sacan discos que se venden, mientras peña que de verdad vale para ello se queda en su puta casa y en sus curros de mierda.
De las muchas frases de este disco, quédense con esta que, aunque sencilla, encierra toda una filosofía : “Si sois tan malos, ¿por qué coño vendéis tanto?” Y, para finalizar, decir que temas como “Me cago en tu rap” o “Que os follen”, son soberbios, aunque hay uno que yo hubiera quitado del disco, porque se carga toda la mala leche del mismo. Este es “Mira” donde Gambino la caga, ya que se quiere tirar el rollo más de la cuenta, haciendo juicios y suposiciones, y con el afán de rimar, muchas veces no acierta. Además, suelta ahí una asquerosa moralina, y para eso ya están esa mierda de raperos anti-sistema y políticamente correctos que tanto venden. A veces una manzana podrida acaba pudriendo todo el cesto. Por suerte, no es este el caso.

viernes, 28 de marzo de 2008

MAXIMUM OVERDRIVE / LA REBELIÓN DE LAS MÁQUINAS

Recuerdo cuando las revistas especializadas en cine fantástico hablaban de "Maximum Overdrive" (uso el original porque el Español, "La rebelión de las máquinas" es, en comparación, mucho más soso) como el no va más de la temporada de estrenos que se avecinaba. Y es que no era para menos, el escritor Stephen King, padre de nosecuantos grandes títulos del horreur moderno, debutaba tras la cámara. Encima, las fotos que se veían eran de lo más jugosas, y prometían un festival de sangre y vísceras muy estimulante. Finalmente, todo acabó resultando una decepción tremebunda, la peli fue un fracaso de crítica y público y a estas tierras de lerdos llegó directamente en vídeo y, si no recuerdo mal, a través de la mítica "Dister", la misma que editó "Slugs, muerte viscosa".
Yo la alquilé en su día, pero a penas la recordaba... algo que en mi agenda es mala señal. Por eso, cuando la vi reposar en los estantes de casa de un amigo, en su edición digital (que por cierto, hace gala de los diseños de menús más horribles que se recuerdan), me entraron unas ganas irrefrenables de refrescar la memoria. Ahora puedo decir que tenía mucho sentido que mi cerebro se hubiera tomado la molestia de borrar todo recuerdo al respecto.
"Maximum Overdrive" cuenta la historia de cómo la cola de un cometa que pasa cerca de la tierra, dota de vida a todas las máquinas del mundo (desde un ventilador a un camión, que para algo tienen un papel protagonista) y estas deciden revelarse contra los seres humanos. Sobre tan básica premisa, Stephen King emula a John Carpenter (entonces aún en forma) metiendo a un grupo variopinto de personajes en un lugar cerrado del que intentan huir, pero no pueden, en este caso una estación de servicio.
Vale, hasta aquí bien. La lástima es que el film no necesitaba de mucho más para ser mejor, lo que pasa es que, claro, con el autor de "Carrie" dirigiendo, uno ponía (remarco que está escrito en pasado) las expectativas demasiado arriba. La falta de ritmo y, sobre todo, unos momentos de humor bastante anodinos y chorras (luego está el cachondeo involuntario, que lo hay), hacen cojear muy mucho al resultado. Encima, los personajes son bastante cutres, en especial ese Emilio Estévez como delincuente de buen corazón pero con carrera universitaria (¿que gilipollez es esa?, ¿acaso un no-universitario no puede ser valiente, inteligente y resolutivo?). Luego tenemos a la chica, de lo más sosilla y que mantiene un ridículo romance con el héroe de la función (de la actriz que le da vida, poco se volvió a saber). Y en general, sorprende que, a pesar de la delicada situación que viven y de haber presenciado el fenecimiento de seres queridos, los actores se pasan todo el metraje risueños y bromistas. De por medio, el propietario del antro resulta que tiene el sótano repleto de armas y las utiliza a intervalos, en lugar de acabar con la amenaza de un tirón (aparte de que disparar cohetes en una gasolinera no sea como muy seguro... digo yo). Cuando la peli está ya acabando y, más o menos, piensas que no está mal del todo (en especial la secuencia en la que los camiones forman una enorme cola para recibir su dosis de fuel), sale un texto que nos aclara que la culpa no era del cometa, sino de un ovni que chocó con un satélite Ruso y no se que polladas... ¿¿MANDE??, ¿y algo tan espectacular y determinante no lo hubieras podido mostrar, en lugar de perder el tiempo filmando a la panda de gilipollas escapando de los camiones?. En fin.
En otro aspecto que "Maximum Ovedrive" decepciona es en lo del gore y demás... las imágenes prometían mucha más chicha de la que finalmente hay, siendo esta bastante poco vistosa.
Un dato curioso: Metido en la producción está Milton Subotsky, co-fundador de la mítica compañía británica especializada en terrores “Amicus” y que desde ese momento, y hasta el día de su muerte, se dedicó a meter mano solo en adaptaciones de Stephen King para la gran y pequeña pantalla. Otro: Yeardley Smith, que interpreta a la irritante recién casada, es la responsable de darle voz -desde el principio- a ¡Lisa Simpson!.
Stephen King (que no repitió en la dirección y, francamente, podría... otros hacen más mierda y siguen) suele decir que cuando rodó esta cosa iba hasta el culo de coca -entre otras substancias, presupongo-, y se refiere a ella como "Mi propio "Plan 9 from outer space"", aunque hayan muchos críticos convencidos de que ya le gustaría a King haber facturado una peli la mitad de divertida que la de Ed Wood (no es mi caso, considero "Plan 9..." un tocho insufrible) 
¡Cuanta mala leche!

jueves, 27 de marzo de 2008

LA CALDERA DEL INFIERNO

El actor William Butler eventualmente se marca sus pinitos en la dirección, facturando escoria como "Madhouse" o mega escoria como esta.
En una prisión se están sucediendo una serie de muertes 
violentas. Un detective se pone manos a la obra con el caso, descubriendo que tienen que ver con la caldera de la prisión, donde años atrás se sucedieron hechos igualmente violentos.
Michael Paré, Ja Rule, Tom Sizemore y Danny Trejo se pasean por el metraje como diciendo “Ya se que esto es una puta mierda pero tengo que comer”.
Una película de fantasmas que da muy poquito miedo (hasta en producciones más pobres que esta se consiguen más escalofríos) en la que, aunque ya sabemos que hay fantasmas, se nos explica porqué los hay. Una tomadura de pelo absoluta.
Parece un episodio de "Colombo", mas lenta aun si cabe, y Paré, interpretando al detective, va investigando a base de conversaciones que se prolongan hasta los siete minutos, sin sacar nada en claro.
Confusa y mal dirigida, cuando llega lo bueno, los fantasmas y eso, es una puta mierda.
Valor es lo que hace falta para no quitar esta película antes de que acabe.Y la pena es que tenía muchas ganas de verla.

miércoles, 26 de marzo de 2008

COCODRILO DUNDEE EN LOS ANGELES

Hace ya siete años largos, y tras doce de espera, que Paul Hogan decidió traer de nuevo a nuestra pantallas al "Tarzan" moderno mas simpático de todos los tiempos, el cazador de cocodrilos Michael J. “Cocodrilo” Dundee, y nos lo trajo con las mismas arrugas de las primeras entregas de la franquicia, una notablemente envejecida Linda Kozlowsky y un hijo pequeño, quien nos deja claro que, en su ausencia, Dundee no ha perdido el tiempo y ha penetrado a la periodista.
Así, puesto que la tengo en dvd pero no la veo desde que fui al cine donde estaba completamente solo en la sala, decidí ponérmela anoche. Y la disfruté como disfruté con siete años de la primera entrega de la trilogía. Esta tercera pasó sin pena ni gloria por las salas. Y lo peor de todo es que es cojonuda.
La película reincide en la vieja formula que tan bien le había ido anteriormente, la de trasladar a un paleto a la gran ciudad. Si ya le funcionó entonces ¿porqué no iba a hacerlo ahora? Pues supongo que porque los tiempos cambian.
Pero yo soy fan de Cocodrilo Dundee, y esta nueva dosis es un regalo que Paul Hogan nos hace a los fans. Aún reconociendo que es notablemente inferior a sus predecesoras, es también la mas graciosa. Una película de "gags", con uno cada cinco minutos (literalmente) y todos malísimos, pero eso es lo que la hace extraordinaria, que se centra precisamente en lo que funcionó en las anteriores. Se deja de chorradas totalmente, va directa al grano y ofrece al espectador lo que quiere ver, cientos de chistes malos, que recuerdan peligrosamente, en la estructura, a las películas de Jaimito, donde lo que primaban era llevar al celuloide chistes que ya habíamos oído cientos de veces antes.
Claro que la película tiene una trama, 
totalmente secundaria, en la que nuestro héroe hace de investigador por cuenta propia para desmantelar una banda de traficantes de arte. Da absolutamente igual, porque lo que aquí importa es ver a Cocodrilo metiendo la pata por ahí, y tirando de machete por allá.
Una de las pelis mas entretenidas de la década, que hay que reivindicar a saco, pues Cocodrilo Dundee no se merece la suerte que ha corrido con esta ultima entrega, por cutre y chabacana que sea.
El director, Simon Wincer, ya dirigió a Paul Hogan en "Relámpago Jack" y, además, es el responsable de películas como "Liberad a Willy" o el clásico de los 80 "D.A.R.Y.L."

MUTATOR

De pelis compradas en el "Al Campo" va la cosa, ya que si Aratz comenta que tal dvd de Jess Franco le costó un Euro, eso es lo mismo que invirtió mi progenitor en la peli que nos atañe, adquirida en idéntico establecimiento. 
Me apetece reseñarla aquí, pero no me extenderé demasiado porque no merece la pena.
Hay un monstruo huido de un laboratorio al que toca cazar antes de que se cepille al reparto completo.
Un caos de película, sin una sola gota de sangre convincente, con Brion James ¡¡¡yendo de guapo!!! y vestido a lo Sonny Crocket, un bicho que no aparece hasta el final, una mezcla entre luchador de wrestling y Fujur, el dragón de "La historia interminable", un ritmo inexistente, unos diálogos totalmente abesugados y lo peor de todo, que no hace ni pizca de gracia.
Dirige la función un tal John R. Bowey, que por lo que se ve no ha vuelto a rodar ni una sola peli mas. Lógico.
Eso sí, la caratula me gustó mucho. Es graciosísima.

WHEN EVIL CALLS

Ya he comentado en alguna ocasión mi intención de evitar hablar en este blog de películas que no me gustan (por aquello de no arrojar más mierda de la que ya hay en internet), pero el caso de hoy es especial. Lo adelanto: "When evil calls" es una peli horrible... pero al mismo tiempo, extrañamente atractiva... curiosa... no sabría decirlo. Esa falta de palabras es la que me ha empujado a escribir esto.
Hasta ayer noche, la única producción que había visto de su realizador, Johannes Roberts, era "Hellbreeder", y os aseguro que me sentó peor que... no se, ¿un tumor en los testículos?. Tenía franca curiosidad por ver otra del mismo menda, "Demonic", pero tras la decepción inmensa de "Hellbreeder", me dije: "A este tío, ni pan". Sin embargo, un buen día, mi amigo y colaborador de "Aquí Vale Todo" Víctor, escribió la reseña de "When evil calls" en su genial y desaparecido blog "Aceite de Ricino", y no la dejó especialmente mal, a pesar de haber sufrido en sus carnes el martirio de visionar otras obras del bueno de Johannes. "Si le gusta a él, tal vez me guste a mi" pensé, y me hice con una copia.
Cristo... que película más inhumanamente horrenda. Todo en ella es tremendamente estúpido. A ver, ¿de qué va?, básicamente de un payaso siniestro (el look mola, eso si) que concede deseos vía móvil a un grupo de estudiantes con complejos y carencias. Obviamente, cada deseo se tuerce, y se cumple pero a lo chungo. Un chaval gordito que quiere ser delgado, termina aplastado por un camión. Una moza que desea ser más guapa que su amiga, ve como a esta le cae un líquido corrosivo en la cara, etc, etc... en general, todas las resoluciones "malignas" de los deseos son terriblemente previsibles y carentes de imaginación ("No quiero ver más su cara" y pierde los ojos... "Quiero las tetas más grandes" y crecen hasta estallar). Pero todo esto narrado a modo de sketchs, como si fuera una peli de historias, solo que estas duran unos cinco o seis minutos cada una, precedidas de un título y el anuncio de "Felicidades, has ganado un deseo", siempre exactamente igual. Vamos, que como quien dice no hay una historia propiamente dicha... dura hora y veinte, pero podría haber llegado a los 240 minutos de haber querido. Sin embargo, todo esto alcanza un sentido cuando descubro que, en realidad, “When evil calls” es la recopilación oficial de una serie originalmente destinada al consumo por móvil... ¡aaaaah!, vale. Eso explica mucho, pero no arregla el entuerto.
Y entre historia e historia, Sean Pertwee, un tipo al que le chifla sobreactuar y echar babas (salvo en "Horizonte Final", siempre le he visto hacer lo mismo). Lo extraño (otra más) de esta película es que pululan por ella actores conocidillos, como Chris Barrie (el "Rimmer" de la serie "Red Dwarf") o Dominique Pinon, que ya salía en "Hellbreeder", y está especialmente desmadrado... incluso parece borracho.
El desenlace es una versión de estar por casa y muy muy cerda de "Wishmaster", film este con el que "When evil calls" tiene muchos puntos en común, aunque su verdadera fuente de inspiración es el terror de origen nipón que nos ha dado la murga durante los últimos años.
Otro aspecto insultantemente destacable son sus efectos especiales. Los de maquillaje son muy chungos, pero los digitales son aberrantes, muy muy cerdos, sobresaliendo el brazo cercenado de cierta chica anoréxica que solo quería perder "La mitad de mi peso". Bastante mejor es el aspecto tetas, hay bastantes, incluso más de un número lésbico de aquel de mojar pan. Algo es algo.
Y es que estamos ante un intento de "comedia de horror", lo que ocurre es que los Ingleses (y esta peli lo es, ¡y mucho!) cuando tocan el terreno del humor, o lo hacen de puta madre y rompen moldes... o les sale una mierda... eso si, todo el talento que despliegan en la comedia, no luce prácticamente nada cuando se trata de terror, y aquí incluyo a la "Hammer Films" y a Clive Barker (vale, salvo "The Descent"... y tal vez "Creep", aunque sea una co-producción con Alemania).
Aún así, y como decía, los elementos de "When evil calls" son tan absurdamente anodinos, que uno termina por sentir cierta fascinación, y hasta algo de afecto por su realizador, un tipo que va más perdido que un hijoputa el día del padre, buscando desesperadamente un estilo personal, sin encontrarlo, pero cuya cabezonería comienza a despertar mi simpatía. Sería incluso capaz de volver a ver "Hellbreeder" y agenciarme "Demonic", ¿apuestan algo?.
Ah!!... un punto a su favor: El susto final, me lo comí de lleno.

martes, 25 de marzo de 2008

JUEGO DEMONIACO

No he podido evitar colgar aquí las caratulas de las ediciones Española y Americana de esta película. ¿Parecen iguales, verdad? Pues no. Si se fijan bien, verán que en el americano, el monstruo que acecha en el espejo, es un pelín más terrorífico que el del Español, que da hasta risa. Precisamente, este cartel, el Español, es el que me llamó la atención. Pensaba que estaba ante una película de esas cutres, perfectas para “fast forward” y echarse unas buenas risas. Pero no. Se trata de una cosa muy telefilmesca, que en algunos momentos da hasta miedo. Insisto en lo de telefilmesca, porque si bien arranca como un drama estudiantil, donde lo mas importante son las relaciones personales (y sexuales) de un grupo de jovencitos, pronto pasa a convertirse en un…si, ¿por qué no? podríamos llamarlo slasher sobrenatural.
En "Juego Demoníaco", "Dead Mary" en su versión original, un grupo de parejitas van a pasar el fin de semana a una cabaña en el bosque, donde a parte de emborracharse y fumar porros, charlan de sus cosas. En una de estas, alguno propone jugar a “Mary ha muerto”, en el que si te pones a oscuras delante de un espejo con una vela encendida y dices tres veces el “Mary ha muerto”, el espíritu de una bruja hará acto de presencia y con ella la tragedia. Como es de prever, lo ponen en práctica, la bruja aparece y se dedica a poseer al personal.
Está bien el engendro, entretenidillo.
En una de estas posesiones, la mas desgarradora de todas, a la bruja no se le ocurre otra que meterse en el cuerpo mutilado de uno y, usándolo cual marioneta, chivar al resto los cuernos que se ponen entre ellos y quien se folla a quien, extramaritalmente. Así empieza el caos, con los chavales liándose a hostias. Y digo yo: Si descubres a tu amigo despedazado y muerto, y este revive y te suelta un montón de mierda que no quieres oír, ¿a que le das mas importancia? Obviamente, al hecho de encontrarte a tu amigo hecho trizas de sopetón, no a lo que te diga ¿no? pues los chavales pasan del cadáver revivido y se centran mas en los chivatazos. ¿Qué es lo que has hecho con mi mujer? Es lo primero que suelta uno de nuestros protas. Y a mi esta estupidez me llenó de regocijo y alegría. Con poco me conformo.
La peli se deja ver, que ya es mucho, sangre la justa, un pelin larga… pero muy curiosa, así que la recomiendo.
Por cierto, el monstruo del espejo del cartel no aparece en toda la película. Ni el Español, ni el Americano.
Dirige Robert Wilson. En su puta casa sabrán quien es.

lunes, 24 de marzo de 2008

LA QUEMA

No es la primera vez que escribo una reseña sobre "La Quema", y de entrada me daba mucha pereza hacerlo, a pesar de las irrefrenables ganas que tenía de publicar algo nuevo en este blog. Pero ayer noche me la puse, y joder, su visionado me convenció plenamente de que debía superar la perrería y ponerme a teclear.
Los 90 minutos que -creo- dura me pasaron volando. Y lo más extraño es que en realidad solo hay cuatro crímenes en toda la película, la mayor parte del metraje son las chorradas que el inevitable grupo de adolescentes se gastan durante su estancia en un campamento. Entonces, ¿por qué "La Quema" le da mil vueltas a todos los slasher modernos que he visto estas últimas semanas?, incluidos aquellos que me han gustado (como "Carver", por ejemplo). Pues no lo sé... pero sería digno de estudio, descubrir las diferencias entre el slasher de los 80 y el moderno. En esencia, y así mirado por encima, diría que el tempo, los originarios eran más pausados, se lo tomaban con más calma, hasta el extremo de currarse una atmósfera (y en "La quema" la hay, y además, es de lo más macabra), todavía no se había impuesto el montaje hiper-acelerado tipo MTV. Luego, quizás, que aquellas pelis eran más serias y realistas (en su tono, aunque a veces se pasaban la lógica por el forro, caso de "La quema" y la inexplicable capacidad de su psycho-killer por estar en todas partes a la vez), a lo que contribuía que no hubiesen efectos digitales y, en el caso de la peli que nos ocupa, que sus actores adolescentes fuesen adolescentes de verdad... y encima, ni todos guapos ni todos con cuerpo Danone, solo la pareja prota, porque el resto es de lo más normal. Son personajes en general bastante agradables. A parte de todos esos datos, desconozco qué más marca la diferencia, pero creedme si os digo que la marca y mucho.
"La Quema" se ha hecho famosa por varios motivos. Ser el mejor slasher surgido a la sombra de "Viernes 13". Ser la semilla sobre la que se fundó el imperio Miramax. Contar en su reparto con futuras caras conocidas (Holly Hunter y Jason Alexander los que más). La, por entonces, novedosa e inquietante banda sonora de Rick Wakeman. Y, cómo no, los efectos de tio Tom (Savini), especialmente salvajes y bien facturados. Todavía, a día de hoy, impacta la intensísima secuencia en la que el asesino de turno se cepilla, con toda la brutalidad del mundo, a un grupo de jovencitos en una balsa. Esa es otra... dentro de lo que cabe, el modo en que el psycho-killer ejecuta sus crímenes es perfectamente creíble, lejos del rollo exagerado e inverosímil de slashers recientes como "Hatchet" o "Simon Says" (otra cosa que ha hecho daño al cine de acuchillamientos moderno: el humor, en "La Quema" lo hay, pero viene de las gamberradas que montan los chavales, en ningún momento va al compás del horror, y son perfectamente disfrutables. A diferencia de la mayoría de slashers, lo que ocurre entre crimen y crimen no molesta, ni aburre, ni sobra).
La historia es clásica hasta la muerte: Cropsy es blanco de una broma que le gastan unos adolescentes durante un campamento. La cosa va mal, y el tipo termina deformado por el fuego. Cinco años después, uno de esos chavales es monitor en otro campamento y Cropsy, buscando venganza, irá para allá y comenzará a mutilar todo lo mutilable con la ayuda de unas enormes tijeras de podar (¿para que más?, contar con una sola y efectiva “arma” es más que suficiente). A todo esto, el asesino, de aspecto chanante (tijeras a parte, está la gabardina negra y que, a lo largo de toda la peli, no le vemos la cara, solo en los últimos minutos), estuvo apunto de protagonizar una secuela, pero nunca se materializó (acabó derivando a la aburridísima "Madman").
Películas como esta justifican que el fan del cine de terror eche tanto de menos la dorada década de los 80.

sábado, 22 de marzo de 2008

UNDEAD OR ALIVE

Los títulos de crédito, nos avisan de que "Undead or Alive" es “ a zombedy”, o lo que es lo mismo, una comedia de zombies. Y ambientada en el lejano Oeste.
Dos pistoleros roban dinero a un sheriff y escapan. Este pretende darles caza y de mientras, es infectado, convirtiéndose -él y todos sus secuaces- en zombie/s.
Bueno, pues como comedia, flojea mucho. Como western, pendulea mucho, y como película de zombies, pues bueno. Eso sí, los efectos especiales
 no podían ser mejores (cortesía de Robert Kurtzman ) y, una vez mas, salvan la papeleta. Pasa de ser mediocre, a aceptable.
Pero lo que ha hecho que esta peli sea reseñada aquí, es lo curioso de su conjunto. Digamos que, aunque en un intento frustrado, se toma en serio los tres elementos que en un principio la hacen atractiva. Aunque es una comedia, destila seriedad por los cuatro costados. Se ve que el director, Glasgow Phillips, intenta hacer una gran película que contente a todo el publico que pueda tener. Obviamente no lo consigue. Y aunque seguramente existan precedentes de llevar al oeste una trama de zombies, me parece cojonudo. Lastima que la supuesta comedia lo enmierde todo. Además, me parece muy desacertado el hecho de que los zombies, que se van comiendo a la peña y tienen aspecto de zombies, hablen y actúen como usted o como yo. Es decir, que una vez zombificado, el sheriff sigue con su empeño de atrapar a los que le han robado, pero de mientras, se pega algún festín de carne y, también, va dando tiros. Todo eso sin abandonar su personalidad inicial.
Curiosa, sin más.

miércoles, 19 de marzo de 2008

ROCKY IV

La cuarta entrega de la mejor saga de todos los tiempos, "Rocky IV" es, sin lugar a duda alguna, la más floja de todas. Y, aun así, la considero una obra maestra. Imaginaros pues lo que pienso del resto de la saga.
El otro día me dio por echarle un ojo, ya que es la que menos veces he visto, y lo cierto es que disfruté a tope. Me fijé especialmente en la banda sonora, llena de esos sonidos electrónicos tan ochenteros. Tan horteras que hasta chirrían. Pero a la vez, molones. Y además me he dado cuenta de un par de cosas.
Dejemos a un lado el flojo argumento, el cambio de tono de la saga y otras nimiedades, -brillantes de todas formas, ¡eh!- y llegamos a la conclusión que "Rocky IV" es una película muy importante para todo el cine de entretenimiento de los 80.
Lanzó a Dolph Lundgren. Y es harto probable que si no se hubiera concebido, tampoco existirían clásicos de la "serie B" como son, por ejemplo, "Masters del universo", "Vengador" o "Red Scorpion".
Carl Wheathers ya había salido en las entregas anteriores, pero es muy probable que sin la popular muerte de su personaje "Apollo Creed" tampoco hubiera existido su pasote de peli "Acción Jackson". Todas esas películas, y bastantes más, son consecuencia de "Rocky IV".
Además, como tiene que ser, como está mandao, como dios manda, LOS AMERICANOS SON LOS BUENOS Y LOS RUSOS LOS MALOS. Claro que sí. ¿Ustedes piensan lo contrario? Pues váyanse a tomar por el culo. Yo estoy totalmente americanizado, disfruto de sus pelis, su comida, su refrescante "Coca Cola" y de todo lo que venga de allí. Es más, la primera vez que viajé al extranjero fue a los USA, desde luego que a Rusia no iré jamás. Y el resto de países, me la traen floja (bueno Italia también me mola mucho, por culpa igualmente de su cultura cinematográfica) No ofrecen nada que me interese, por lo tanto, para mi también los americanos son los buenos y los rusos los malos.
Claro que al final de la película, Stallone suelta un panfleto de paz y amistad, que deja aun mas claro lo buenos que son los yankis, que no quieren enemistades entre los países, con un plano de Gorbachev levantándose a aplaudir al bueno de Rocky… Y así es como debe ser.
No hay película más americana que "Rocky IV". De hecho, esa imagen de Rocky con la cara destrozada y envuelto con la bandera ESTADOUNIDENSE ha dado la vuelta al mundo. "Rocky IV" es un icono de los 80 y de América.
Y se conserva aun muy fresca (como toda la saga), por ello, mas que reseñarla, la homenajeo aquí en AVT.

LA REVANCHA DEL REPORTERO RADIACTIVO

Un reportero, con una vida familiar envidiable, se persona en las oficinas de unos ejecutivos de una empresa de productos radiactivos, y no se le ocurre otra cosa que, en sus putas caras, amenazarles con publicar un artículo diciendo lo nociva que es esa fábrica y la cantidad de cáncer y malformaciones que ha producido en la zona. El jefe de la empresa le dice que eso no es así, y le invita a visitar las instalaciones, para que él mismo compruebe que es todo muy seguro e inofensivo. Obviamente, el incauto reportero cae en la trampa y, una vez en la fábrica, el jefe lo empuja a un tanque de líquido radiactivo. Ellos creen que ha muerto, pero no es así. Se ha convertido en un reportero radiactivo que, como el titulo reza, se tomará su revancha.
Hombre, la película es muy mala. Pero me resulta muy curiosa. Un plagio tan evidente de "El vengador tóxico" no podía pasarme inadvertido. Gore hay poquito y la historia es manida a más no poder. Los malos son tan hijos de puta, que, aun creyendo que han matado al reportero, y haciéndolo pasar por un accidente, todavía les queda mala uva para querer cepillarse a su esposa. Manda cojones. Se supone que les sale bien la jugada y, aun así, la maldad más malvada es su leitmotiv. Eso está muy bien. Pero lo cierto es que la peli pocas cosas más tiene reseñables.
El director, un tal Craig Pryce que después hizo otra más con Brion James titulada "The Dark", se ha dedicado a realizar montones de episodios sueltos de series de televisión, como suele ocurrir con todos estos directores, curiosos, malditos... y afortunados, que por lo menos tienen curro.
La peli, como curiosidad… pues se le puede echar un vistacillo.
En su momento incluso tuvo edición videográfica patria.

BRONX, LUCHA FINAL

A día de hoy es casi un objeto fetiche, esas carátulas regordetas, en las que una ilustración fabulosa (generalmente firmada E.Sciotti) es rodeada por un marco rojo. Y encima de todo esto, un logotipo bien visible, "JF Video Films", es decir, José Frade, a quien debemos toda la deliciosa amalgama de producciones de segunda -y tercera- fila procedentes del país de la pasta (la que se come, digo) y que tuvieron el detalle de inundar los estantes de los video-clubs por allí los ochenta. Para la mayoría de los que hoy las veneran, son solo piezas de museo. Pero los de mi quinta lo vivimos en directo, cuando este tipo de cine era lo habitual que alquilar un fin de semana (a cien pesetas, si había suerte). Fulci, Lenzi, Castellari, Martino... innumerables son los artesanos del cine chungo que tuvieron el honor de pasar por las arcas del Sr.Frade. En este grupo también entra el inmortal Aristide Massaccesi, que para cada peli nos sorprendía con un nuevo pseudónimo.
En este caso se trata de Steven Benson y, como era de ley en la época, lo que aquí tenemos es el necesario exploit del cine post-apocalíptico que puso de moda "Mad Max 2" (y "1997: Rescate en Nueva York") y volvió a relanzar Enzo G. Castellari con su saga del Bronx. Massaccesi, siempre al final de la cola, observando, decidió copiar al original y a la copia del original, pariendo esta peliculilla que incluso, desde mi modesto punto de vista, supera a las andanzas de Mark Gregory. Cierto es que muchas de estas películas, sin importar el género al que se suman, con los años han envejecido fatal, y vistas ahora la mayoría resultan insoportables (por aburridas), pero "Bronx, lucha final" se mantiene bastante bien, no cansa en exceso y acaba dejándote con una sonrisa de satisfacción.
Rodada con una evidente falta de medios (nada como una peli post-apocalíptica para aprovechar las ruinas de al lado de casa), por el relato pululan míticos nombres asociados a esta clase de productos como Al Cliver, George Eastman, Moira Chen (también conocida como Laura Gemser) o Gordon Mitchell, ex-actor de peplums reciclado en toda suerte de exploitations.
Como dato curioso, mencionar que el film arranca básicamente como lo haría años después "Perseguido" (que también copiaba algunos uniformes de "I Guerrieri dell'anno 2072", según Lucio Fulci), con un concurso televisivo en el que un tipo es, eso, perseguido por una serie de caza recompensas de lo más carismáticos. Claro que, la novela en la que se basó "Perseguido" (según Stephen King bajo el alias de Richard Bachman) se publicó un año antes que "Bronx, lucha final". Entonces la pregunta es, ¿quién copió a quién?.

martes, 18 de marzo de 2008

7EVENTY 5IVE

Los 90 no fueron una década demasiado buena para el cine de terror, y todo gracias a "Scream", un film que, más allá de que sea bueno o no, estandarizó el horror hasta límites insospechados, dejándolo huérfano de fuerza, agresividad, carácter.... sexo y sangre. En realidad la culpa la tuvo más el guionista, Kevin Williamson, hoy justamente olvidado, que el director, Wes Craven. Aún ahora, y después de haber recuperado elementos como el miedo (gracias a "The Ring", algunos momentos de la filmografía de M. Night Shyamalan o cosas como "White Noise" y "Session 9"), el gore (guste o no, se lo debemos a "Hostel", gracias a ella actualmente, y sobre todo en el mercado indie, se alcanzan cotas brutales del calibre de "Carver") y, tímidamente, algo más de sexo (mmmmh, ¿"Hostel 2"?), seguimos sufriendo los coletazos de "Scream", sobre todo en el género del slasher.
"7eventy 5ive" es una peli que de entrada parece más deudora de la escuela "Seven" (¿será por el título?), solo que sustituyendo a Morgan Freeman por Rutger Hauer. Pero no, pronto muy pronto nos vemos inmersos en el terreno del cine de acuchillamientos... y por desgracia, del modo más plano y carente de imaginación posible (es decir, siguiendo a rajatabla las enseñanzas de Kevin Williamson... solo que con un poquito más de sangre y tetas, aunque estéticamente, en su forma, la peli es clavada a "Scream"... incluído poster promocional).
Y es una pena, porque la escena que abre el film promete: Un grupo de niños juegan a hacer llamadas inoportunas marcando números al azar. En eso que llaman a alguien que no deben. Pues imagínate lo que a algunos les molesta que suene el teléfono cuando no toca, que unas horas después se presenta en casa un tipo super-mazas armado con un hacha y extermina a los padres y sus invitados, dejando a la mitad de los críos traumatizados. Diez años después, los menos afectados por el suceso siguen con la bromita telefónica, lo que hará que cierta presencia irritable reaparezca y la emprenda a hachazos en plena party.
La verdad es que narrativamente, y a pesar de lo lineal de la historia, hay momentos que te pierdes un poco, sobre todo en lo referente a personajes... aunque, desde luego, más perdido va Rutger Hauer, que con cara de resignación, se pasa un 25% de la peli investigando los crímenes para desaparecer, y no volver a hacer acto de presencia hasta el final.
De por medio, lo dicho, muchísima rutina, un desenlace especialmente parecido a "Scream" y, eso si, una idea rompedora: El gordito simpático logra acostarse con una tia buenorra, y sin hacer demasiados esfuerzos. ¡Ya era hora!.
Al menos se puede ver...

lunes, 17 de marzo de 2008

AUTOMATON TRANSFUSION

Los zombies están mas de moda que nunca. Y al parecer que corran como posesos, está ya instaurado.
"Automaton Transfusion", es la enésima prueba de ello.
La película no ofrece nada nuevo, lo de siempre. La típica movida matazombies que, aunque aburridilla, sabe contentar al fan con unas dosis de gore brutal, que ya se echaban en falta.
Tres jóvenes estudiantes, tras un altercado en una clase en la que un compañero enloquecido ataca a uno de sus profesores, acuden a una ciudad que, sin motivo aparente, esta infestada de zombies. El resto, lo de siempre. Se hacen con armas y venga a matar revividos.
Nada demasiado destacable, salvo los buenos f/x. Llevados a cabo por la compañía de Rick Gonzalez, nos ofrece lindezas como puedan ser un zombie arrancando el feto de la barriga de una embarazada y devorándolo, violentas arrancadas de cabeza, arrancadas de mandíbula… todo ello -las arrancadas- regado de litros y litros de sangraza, más roja que nunca.
Opera prima del joven director de 28 años Steven C. Miller, quien deja un final totalmente abierto con un “To be Continued”, para que, consultando su filmografía, veamos que lo siguiente en lo que está embarcado es, inevitablemente, "Automaton Transfusion 2: Contingency"
Un producto de "Dimension / Extreme" que, de momento y salvo honrosas excepciones, solo hace caquitas para los videoclubes norteamericanos.

domingo, 16 de marzo de 2008

HONOR DE CAVALLERIA

Fíjense en el póster. ¿Les llama la atención? A mi mucho. Y por eso me quedé enamorado de el. Y, después de haberla visto, también de la película.
He de reconocer que a mi estos productos me dan grima, asco y mal rollo. Pero, no se que es lo que tiene esta película, que me ha encantado. Y es que aquí donde me ven, yo también peco de algo de esnobismo.
La película, pepretada por una productora que se llama "Andergraun Film" (¿?), naturalmente es pretenciosa y claramente experimental… aunque también sencilla, osada, provocadora y bonita. Dicen los créditos que está inspirada en la obra de Cervantes. Pero olvídense de los molinos, los gigantes, los delirios del hidalgo, los libros de caballería y las bodas de Camacho. Albert Serra, máximo responsable, solamente ha llevado a la pantalla los momentos de descanso de Don Quijote y Sancho Panza. Momentos que parecen interminables, en los que caballero y escudero caminan por el campo. O se tumban a la bartola. O se bañan en un lago. Solo eso. No le busquen más, porque no hay. Si ambos personajes se sientan a rascarse la sobaquera diez minutos, pues eso es lo que va a durar el plano. Diez minutos con los protagonistas rascándose.
Apenas hay diálogos. Si acaso algunas frases sueltas que escupe el Quijote. Sancho Panza, apenas suelta prenda, como un autista o un borderline.
En cuanto a encuadres, reina el caos, pues tan pronto vemos uno súper cuidado, con una bonita puesta de sol al fondo, como otro en el que apenas se distingue nada. Al director gusta de sacar a sus actores casi siempre de espaldas, o con rastrojos delante de ellos. Si hay viento, este se oye y la cámara vibra por su culpa. No hay planificación, y si se graba con trípode y uno de los actores se sale del cuadro, la cámara lo sigue, con torpes movimientos, a trompicones. Casi oímos crujir el trípode. Todo con un tufillo deliciosamente amateur, aunque el director no lo sea.
Viéndola, llegas a la conclusión de que es una cinta súper realista y que si Don Quijote y Sancho hubieran existido, sus caminatas, hubieran sido exactamente así.
Lo que hace a esta aburrida película encantadora, es precisamente eso, que te aburres, igual que los personajes. Es mágica porque transmite esa sensación… es que parece que estés dentro de la película. Con ellos.
Lo dicho, que estoy maravillado con ella. No la recomiendo, porque luego seguramente me matéis, ya que tengo casi por seguro que no la percibiréis como la he percibido yo.
Lo triste es mi mente cuadriculada, que hace que me sienta culpable, e incluso me excuse, por haber disfrutado tanto de una película tan opuesta a todo mi mundo. O no tan opuesta… pues siempre me ha gustado el cine extraño, y a extraña no la gana nadie a "Honor de Cavallería". Además, no está subvencionada por el Ministerio de Cultura, lo que le otorga un plus. Y naturalmente, viene grabada en vídeo.
Gracias, Albert Serra.
Y ahora, me voy a ver "Rocky IV".

LA NIEBLA (2007)

Los nombres de Stephen King y Frank Darabont, siempre que van juntos, suelen dar resultados cojonudos ("Cadena Perpetua"), resultados potables ("La milla verde") y resultados.... resultados que no recuerdo ("The Woman in the room", el corto que Darabont hizo siendo estudiante y que a España llegó como parte de la antología "Stephen King, Pesadillas Nocturnas"). A estas le sigue "The Mist", que por el título y la trama de base (hay algo maligno oculto en la niebla) hace pensar, inevitablemente, en "La Niebla" de Carpenter y, ¿por qué no?, "El Buque Maldito" de Ammando De Ossorio. Aunque toda posible conexión queda ahí, porque en lo que respecta al resto de la historia, nada tienen que ver.
Sin contar el citado corto, esta es la primera vez que Darabont y King se acercan juntos al terreno del terror puro, la marca de fábrica del escritor y puedo decir, satisfecho, que por lo que a mi respecta la empresa ha salido bien parada. De entrada, todo recuerda mucho a las últimas adaptaciones del escritor de Maine (no cuenta "1408", peli esta que, por otro lado, me pareció aburridísima), sobre todo las televisivas, por aquello de juntar a una serie de personajes de lo más comunes en una situación límite, y de cómo estos deben enfrentarse no solo a la amenaza en cuestión, sino también a su propia condición humana. Es otra conexión que, afortunadamente, solo se queda en la superficie... y digo afortunadamente porque, salvo puntuales excepciones ("El aviador nocturno", "It" o "La tormenta del siglo") la mayoría de los productos destinados a la caja tonta con el padre de "Carrie" por medio, dan como resultado pestiños como camiones.
El reparto está a la altura, y lo componen esa clase de actores que nunca destacan en roles principales (salvo Thomas Jane, a quien guardo especial afecto desde que lo vi en "The Punisher"), pero que siempre cumplen a la perfección. Ellos, y un puñado más, se ven obligados a encerrarse en un supermercado con el fin de escapar de las monstruosas entidades que se esconden en la susodicha niebla. Darabont logra momentos muy potentes de tensión y suspense y, aunque la primera aparición de un bicho a mi me ha dejado un tanto frío, las siguientes lo compensan de sobras, en especial la secuencia de las arañas... logradísima.
Otro de los aciertos de "The Mist" reside en el personaje de la beata medio loca, que va logrando reunir acólitos, hasta el punto de que ya no sabes quien es más peligroso, si ellos o los que rondan en el exterior. Por cierto, el mentado personaje se hace realmente odioso, hasta el punto de desearle la muerte y, en caso de que llegue, estar convencido de que será motivo de celebración.
Todo eso, unos efectos especiales muy dignos (¡lástima del primer monstruo!), sobre todo los de maquillaje, unas interpretaciones muy solventes y una trama bien llevada y con ritmo (son tan disfrutables las secuencias de horror, como las de interacción entre personajes), dan como resultado una muy estimable peli de terror hollywoodiense que, sin cebarse en el gore, tampoco escatima en asquerosidades.
Ah... ¡y ojo al tremebundo desenlace!.

jueves, 13 de marzo de 2008

TAKESHIS´

Soy fan de Takeshi Kitano. No hay películas lentas que soporte mejor que las de este nipón egocéntrico y divo. Y dos días después de haber visto "
Takeshis´", una vez hecha la digestión y habiendo reposado, la reivindico como la mejor que ha parido (con el permiso de "El verano de Kikujiro")
Después de "Zatoichi", la mas convencional de sus películas, cuando este hombre ya está aceptado y reconocido mundialmente, no se le ocurre otra cosa que filmar esta paranoia, llena de su estilo y locura. La crítica se quedó a cuadros, lo mismo la defendían como obra maestra, que la vilipendiaban. No me extraña, porque Kitano se salta a la torera todas las reglas establecidas.
En "Takeshis´" vemos como es el día a día de Takeshi Kitano, que se interpreta a si mismo, y se auto dibuja como un ser despreciable, arrogante y maleducado. Y la película empieza de lo mas normalita, con él asistiendo a rodajes y firmando autógrafos (lo que demuestra un enorme sentido del humor por su parte). Hasta que se topa con un aspirante a actor, que se llama Kitano y es idéntico a él. Al conocerlo, Takeshi se queda sorprendido de su increíble parecido e incluso se compadece de que el hombre tenga que trabajar de camarero, mientras acude a audiciones en espera de un papel. Cuando dicho personaje se incorpora a la trama, la película da un giro de 180 grados y lo que parecía una historia normal y corriente, se transforma en una sucesión de escenas, demenciales e inconexas, en las que no hay argumento, guión ni nada que se le parezca. Tan pronto Kitano es un dependiente de un supermercado, como un taxista. Según le ha venido en gana, se saca de la manga y sin venir a cuento hasta numeritos musicales. Eso si, todo ello rodado con maestría. Situaciones ridículas y mucha violencia, muchísima. ¿No decían que el cine de Kitano era violento? Pues si querían café, tengan dos tazas. Larguísimas escenas de tiroteos gratuitos ocupan el 40% de la película. No existe situación que no se resuelva a base de disparos. ¿Hay un numero musical en el que unos chavalotes bailan claqué? Pues pronto uno de ellos disparará al publico desde el escenario. ¿Que Takeshi se mete en un restaurante a tomarse unos espaguetis a la boloñesa? Pues nada mejor después de haber comido que matar a los camareros. ¿No decían que los personajes de Kitano eran maleducados? Pues en "Takeshis´", los modales son inexistentes.
Todas las cosas que los críticos han reprochado al cine de Kitano, vienen multiplicadas por mil en esta película. Y es que el cineasta tiene el estatus y el prestigio a nivel mundial suficiente como para hacer lo que le salga de los mismísimos cojones. Y ese es justamente el caso que nos ocupa, una comedia a fin de cuentas donde demuestra que no hace falta seguir un hilo, o tener una buena historia, para hacer una película acojonante. Y eso yo lo agradezco.
Scorsese es un mierda, Coppola un pesado, De Palma no tiene huevos. Kitano es el maestro.

miércoles, 12 de marzo de 2008

FREE JIMMY

Interesante película de animación pensada para el publico adulto que reparte palos tanto a los que maltratan animales, como a los ecologistas fanáticos.
Esta co-producción entre Noruega y Gran Bretaña dirigida por Christopher Nielsen y con guión de Simon Pegg ("Shaund of the Dead", "Hot Fuzz", "M.I.:III") se mueve entre el cine negro, el de acción y la comedia. Con una animación 3D muy extraña (por momentos parecen marionetas) y una ambientación sucia y oscura, nos adentramos en el mundo de unos fumetas que harán cualquier cosa por dinero, hasta dar caza a un elefante yonki.
Por momentos la película parece un alegato pro-animales, pero cuando hace aparición el grupo ecologista de turno, vemos que no todo es jauja en un mundo verde.
El elefante al que hace referencia el titulo es maltratado en un pequeño circo, estos ecologistas quieren liberarlo y usarlo como mascota al igual que el famoso panda de WWF/Adena. Todo ello sin pensar en las consecuencias de tener un elefante, es por eso que se les retrata como unos descerebrados mal de la cabeza, tanto o mas que los maltratadores. Caso similar y real es la suelta de visones en pleno monte por grupos ecologistas españoles. Cierto que el animal vive mejor libre que en una jaula, pero no puede valerse en un medio que le es extraño, o puede herir a alguien que de un paseo por el bosque. Es a esta gente a la que aquí se parodia.
Pero no solo se reparte estopa a estos fanáticos verdes, sino que también los explotadores de animales se llevan los suyo, aunque esto es mas normal y menos arriesgado. En ciertas escenas, no diré que se os caerá la lágrima, pero si que, si sientes algo de amor por las criaturas silvestres, te dará pena la situación de Jimmy, e incluso puede que notes el corazón en un puño. No solo por los abusos a los que es sometido, sino cuando esta solo y desorientado, o cuando tiene que pasar el “mono”.
Al final te queda ese regusto de que los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos, pero por encima de todo se te queda grabada la cara de Jimmy.

CARVER

"Carver" tiene tres características a su favor. Que es un slasher. Que es seria. Y que es gore. No hace mucho clamaba a los cielos porque el slasher del nuevo milenio parecía destinado al humor ("Hatchet") o al juego referencial ("Hack!"). ¿Para cuando uno puro y genuino?, que más allá de los inevitables referentes se limite a contar una historia de psycho-killer masacrando adolescentes y punto... sin cachondeo y sin mirarse al ombligo, crudamente. Pues bien, "Carver" esa ESA película.
Un grupo de chavales van de excursión y... ¡dios!, da hasta grima soltar esta parrafada. ¿Para qué seguir si la conocéis de sobras?, baste decir que el film da un leve giro a tan magreada trama con la aparición de una serie de películas snuff hechas en super 8 (y la mar de inverosímiles) que ponen en alerta al más listo de la pandilla. Por lo demás, rutina de la buena, no excesivamente aburrida y, sorprendentemente, no excesivamente mal interpretada (ojo a la chavala que, según como la encuadran, parece Michael Jackson con cinco quilos de más). "Carver" sabe mantener el ritmo, lo que hoy día cuesta horrores cuando juegas con un material tan trillado y, ¡ojo al dato!, casi 100 minutos de duración, nada menos.
Sin embargo, no sería justo reconocer que, hasta cierto punto, la peli se desvía un poco de sus raíces slasherianas para adentrarse en un terreno más propio de "La matanza de Texas" (y eso que el film de Tobe Hooper planea a lo largo de toda la proyección, pero se hace especialmente evidente en esta parte), cuando los últimos supervivientes se enfrentan en una brutal, sangrienta y encarnizada lucha con el psycho-killer gordo de turno... esta parte es especialmente delirante, por su sabrosa ración de hemoglobina, sus nada delicados métodos de defensa, una lograda atmósfera malsana (el disco de country que se va ralentizando a medida que la sensación de demencia se incrementa) y, eso también, ciertas resoluciones un pelín absurdas. Incluso diría yo que en algunos detalles recuerda a "Posesión Infernal", ya no solo por el abuso gran-guiñolesco, también por la imagen de uno de los protagonistas recorriendo la cabaña, escopeta en mano y embadurnado de dulce líquido rojo.
Donde "Carver" realmente destaca es en su brutalidad. El gore campa a sus anchas, las mutilaciones y torturas más sádicas no escatiman en detalles y, en especial, destaca una por retorcida y especialmente angustiosa, en la que uno de los chavales ve cómo el asesino le revienta un testículo con unas tenazas. Y sí, nada de florituras, nos lo comemos en primerísimo plano, con todo su esplendor, su burrismo y su escalofriante efecto sonoro (incluso un gráfico chorrillo de orina se desliza por el pene, ¡toma castaña!)... tremendo (y es que, encima, previamente la víctima recibe un sabroso baño de mierda, literalmente hablando). Está claro que el fin de tan sensible secuencia es llamar la atención, ¡y joder si lo consigue!, por un momento crees estar viendo una italianada caníbal de los ochenta.
Sinceramente, me ha sorprendido. "Carver" está muy por encima de la media con respecto a lo que suelen dar de si esta clase de productos, no he usado el avance rápido... y me ha dejado la entrepierna considerablemente dolorida.
Bien merece un visionado.

martes, 11 de marzo de 2008

SIMON SAYS

Estupendo slasher a la vieja escuela (no como "Hatchet") que he tenido el placer de ver.
Se nos cuenta la historia de dos hermanos gemelos, uno psicópata -Simon- y otro retrasado mental. El psicópata, envidioso porque sus padres prestan mas atención al otro, decide matarlo y suplantar su personalidad. Vestido con sus ropas, acaba también con sus progenitores, quienes fenecerán aturdidos creyendo que es su favorito el que les ha quitado la vida. Retorcida idea esta.
Años después, un grupo de adolescentes ardientes como monas (no podía ser de otra manera) deciden irse de camping por la zona donde ocurrió el cruento drama. El resto, pues ya os lo podéis imaginar.
Lo mejor es el psicópata, interpretado por Crispin Glover, que gusta de despedazar a sus victimas por medio de artilugios mecánicos que él mismo fabrica con material de serrería. Claro que, como todo slasher que se precie, un buen psicópata debe ir acompañado de un arma con la que identificarle. Y si Jason usaba machete, Freddy unas garras, Michael Myers un cuchillo de cocina y Victor Crowley con un hacha, nuestro ¿Simon? va por ahí con un pico. No está mal.
La película no es nada original ni ofrece nada nuevo, todo lo contrario. Es todo tan obvio que hasta me parece un canteo que precisamente sea Crispin Glover quien interprete al asesino (que lo hubiera hecho, por ejemplo, Kane Hodder, ya hubiera sido cachondeo). Por eso mismo, esta peli me ha gustado más que cualquiera de las mierdas que acostumbro a ver últimamente, porque es un slasher puro. Además, la galería de acuchillamientos, despedazamientos y/o derivados, está regado con una serie de f/x, cortesía de Michael Broom, que nos dejan más que convencidos. Brutotes ellos.
El director (y autor), el canadiense William Dear, es el responsable de uno de los episodios mas flojos de la película "Cuentos Asombrosos", el de la momia. Un artesano con una extensa filmografía en la que predominan las producciones infantiles (destacando ese pequeño hit ochentero que fue "Bigfoot y los Henderson"), las comedias adolescentes alocadas, aventuras de regusto Spielbergiano ("El jinete del tiempo"), pelis para lucimiento de Leslie Nielsen e incluso aquella sobre baseball con Christopher Lloyd y Danny Glover, "Ángeles".
"Simon Says" es su primera incursión el los terrenos sanguinolentos del terror y el slasher. Pues le ha salido “de perilla”. Gente así, que lo mismo sirve para un roto que para un descosido, son dignos de mi admiración… aunque de sus filmografías, luego, no me interesen mas que dos o tres títulos, a lo sumo.
Muy recomendable.

RUMPELSTILTSKIN

Mark Jones, el papá de uno de mis asesinos favoritos, el sin par "Leprechaun" (Leprecan para los amigos), intentó repetir el éxito de su pequeña creación cinco años después con otro de los siniestros personajes que pueblan la literatura infantil, "Rumpelstiltskin". Ya sabéis, el enano cabrón y saltarín que secuestra niños y cuya maldición le lleva a convertirse en piedra si repites tres veces su nombre (aunque antes debes conocerlo).
Bueno, vayamos a la película. Mala, peor que el mismísimo diablo. El director deja patente su falta de ideas, pues no solo el bicho es similar a su más famosa creación, sino que hay asesinatos idénticos  e idéntico sentido del humor.
Y si la peli comienza bien, (pero exactamente igual que "Leprechaun 2"), con su preludio en la edad media, presentándonos al personaje y dejándonos clara su vileza. El resto es un calco de las andanzas de nuestro duende favorito ¡un calco!
Una "road movie" en la que 
Rumpelstiltskin se pone unas gafas de sol, aprende a conducir motos y coches y suelta chistes conforme va matando. Lo que pasa es, mientras este método resulta súper simpático en las de "Leprechaun", aquí no funciona... en parte porque no es lo mismo ver a Warwick Davis con su pequeño y deforme físico, que al pollo que interpreta a Rumpelstiltskin.
Al final, resulta que estamos ante una película patética, sin ninguna gracia, con un gore mas que comedido, lenta, aburrida y… yo que se. Santa paciencia la que tuve anoche aguantando estoicamente el visionado, sin darle ni una sola vez al avance rápido.
Eso si, al igual que en las de 
"Leprechaun", el final está abierto, con las miras puestas en hacer continuaciones. Claro, por aquel entonces la saga del duende verde ya llevaba tres entregas, y el iluso del director (y guionista) pensaría que esto iba a dar más de si. Pringao.
Esta claro que no resultó, porque jamás se hizo ni una sola secuela.
Antes de todo esto, Mark Jones produjo un par de episodios de "El coche fantástico", se escribió todos los guiones de la saga de su mas exitosa criatura (si coño, el "Leprechaun"…) y realizó los largos "Nightman", "Quiet Kill" y el año pasado "Triloquist". Vamos, una filmografía de mierda.
Al menos 
"Leprechaun" se estrenó en cines.

lunes, 10 de marzo de 2008

COUNTRYPOLITAN FAVORITES - SOUTHERN CULTURE ON THE SKIDS

Desde crío siento una extraña atracción por la música country... no me pregunten por qué, es así. Quizás sean sus ritmos simplones y bailongos, ni idea... pero desde que escuché la banda sonora de "Smoke and the bandit" (que aún conservo en cinta de casete), cada equis tiempo caigo de nuevo ante los encantos del sonido del banjo y la voz nasal. Por ahí han habido cosas como la banda sonora de "O brother!" (que adquirí después de ver la peli, un poco antes del mini-boom), el disco compartido entre Jello Biafra y Mojo Nixon (que tampoco es gran cosa), el country-punk de "Nine Pound Hammer", etc, etc. Mi último descubrimiento se llama "Countrypolitan Favorites", de "Southern culture on the skids".
De los "Southern..." había oído hablar probablemente en las páginas del "R/Puta 66", se trata de una banda de lo más singular que es, en esencia, una parodia de la cultura sureña o, como dicen los que saben, el white trash. Algo que incluso se ve reflejado en su aspecto, ¡parece que han salido de un comic de Li´L Abner!. Su especialidad es el rock n´roll de raíces puras, tocando diversas teclas: blues, rockabilly, garaje, etc, todo ello remezclado con unas generosas gotas de actitud punk y mucho humor. Como dato curioso, destacar su intervención en la banda sonora de "Blood Feast 2", el return de Herschell Gordon Lewis a la dirección, ¡casi ná!.
A pesar de un curriculum tan suculento, nunca me acabé de decidir a pillarme algo suyo, hasta que un día, casi por accidente, cayó en mis zarpas el cd que aquí comento, y me enamoré de el. Después de escucharlo me agencié más material de los "Southern..." y, francamente, no me pareció tan bueno, aunque básicamente porque (casi) ninguna de sus otras canciones sonaban tan country. Supuse que "Countrypolitan Favorites" sería su primer LP, pues por norma los debuts siempre son los más redondos. Pues fíjate tu que no, todo lo contrario, este es, justamente, su más reciente creación.
¿Y qué es lo que tenemos?, pues pepinazos country-garrulo tan y tan apetecibles como "Engine Engine 9", "Happy Jack" (impagable!!), "Let´s invite them over" (adictiva), "Musswell Hillbilly", "No longer a sweetheart of mine" (buenísima) o "Oh lonesome me". Un poco más reposada es la que compite en el puesto a la mejor, "Life´s a gas", fabulosa. Y hay más, por supuesto, destacando la versión de los "Creedence" que se curran.
De momento, estoy totalmente enganchado a el, y no hay día que no salga con el mp3 puesto y suene este recomendabilísimo cd. ¡Yijaaa!

ALICE IN TICKLELAND / COUNT TICKULA

Psicodelia, cosquillas, plumas ¿risas? Pues no. Tony Sinclair, al que conocí por una reseña de aquí mismo, es el director de este engendro titulado Alice in Tickleland, que no cuenta nada, no dice nada y no aporta nada.
Primera escena, Alice esta en la fiesta de no-cumpleaños del sombrerero loco, este la ata con cuerdas al estilo "bondage" y la lanza contra la mesa. Allí encima la empieza a toquetear y hacer cosquillas. Coge un plumero y se lo restriega por todo el cuerpo. Alice no puede parar de reír, el espectador no puede creer lo que está viendo.
Segunda escena, llega otra chica y también es atada, siguen las cosquillas y los plumeros. Avanzamos mediante cámara rápida, donde atisbamos a un señor disfrazado de conejo haciéndole cosquillas a Alice.
Tercera escena, el sombrerero loco le lleva a la Reina de Corazones a Alice para que la torturen juntos a base de toqueteos insulsos y plumeros del polvo.
En un momento dado, la película termina y ni te enteras de que ha ocurrido.

Como ya se comentó, parece que los set de rodaje sean el garaje de Sinclair, sino no es posible explicar tanta cutrez. Las actrices no creo que llegaran a mucho en el mundo del cine, al menos en el no-pornográfico, aunque esta película, por llamarla de alguna manera ya que no alcanza los 45 minutos, tampoco se la puede considerar pornográfica, como mucho yo le daría la consideración de erótica, y ya es demasiado.
Mientras escribo esto acaba de terminar de descargarse "Count Tickula", también del mencionado Sinclair y del mismo genero plumífero que la reseñada. En este caso parece un corto, ya que dura 9 minutos. Un personaje disfrazado de Drácula hace cosquillas a una damisela en cueros. Es decir, más de lo mismo. Pero hay dos notas a favor de "Count Tickula", dura mucho menos y se ve un parrus completo, algo es algo.
Todas estas “películas” son cortos que vienen agrupados en la serie “Tied & Tickle” de Tony Sinclair, avisados quedan.
Solo para curiosos y, obvio, fetichistas de la pluma.

EL ARTE DE LA VENGANZA

Me gusta la carrera que lleva uno de mis actores favoritos, Ving Rhames. Y es que le ha pasado lo contrario que a otros. Si a John Travolta le redescubrió Tarantino (o eso dicen) y su carrera subió meteóricamente, a Rhames fue descubrirle Tarantino y bajar y bajar, tanto que ya solo hace COJONUDAS pelis que solo salen en dvd o ejerce de secundario en producciones mainstream.
Claro, que pensándolo bien, Tarantino no ha relanzado la carrera de nadie. Si os dais cuenta, se supone que hizo lo mismo con Pam Grier y la verdad, desde entonces esa se ha prodigado poco. Robert Foster, tres cuartas de lo mismo y David Carradine tampoco se ha prodigado mucho desde "Kill Bill".
Pero me estoy yendo por los cerros de Úbeda.
El caso es que el contundente físico de Ving Rhames le viene que ni pintado al personaje de “Clue Ball” Carl en esta estupenda película de videoclub titulada "El arte de la venganza", uno que se sacan de la manga los distribuidores españoles y desvela el final. "Shooting Gallery", el original, es mucho mas acertado y molón, pero también engañoso. Aunque hay tiros, el título es el nombre de un club de billar donde se hacen apuestas.
Un excelente jugador se dedica a hacer pequeños timos desplumando a sus oponentes, fingiendo que es un patata. Una organización capitaneada por “Clue Ball” Carl, mafioso que chupa patas de pollo (literalmente), se fija en este muchacho (Freddy Prinze Jr.) y le ficha para que trabaje para él. De mientras, un poli corrupto, que a la vez es jugador, le chantajea con el fin de que prepare una partida con “Clue Ball”.
La peli, que va a un ritmo endemoniado y video-clipero, está francamente bien y, aunque quizás tiene momentos extremadamente infantiloides, la potencia de algunas de sus imágenes, me ha fascinado. Además, desde "El color del dinero", hacía mucho tiempo que no se rodaba una película sobre billar.
El director es otro de esos tipos especializados en telefilms, Keoni Waxman, que no tiene ningún trabajo por el que destaque especialmente. Pero este lo ha hecho muy bien.
Y Freddy Prize Jr., que se ha puesto bastante gordo, en un papel en el que no deja de poner caritas y gesticular, como diciendo “¡Eh miradme, no solo soy un guaperas, también se actuar!” Que iluso.
En definitiva, una peli muy disfrutable con la que se pasa el rato fenomenalmente, siempre que te hayas desprendido de todos tus prejuicios. Ayuda tener en cuenta su naturaleza de producto destinado al video.club.

domingo, 9 de marzo de 2008

LA VIOLENCIA DEL SEXO

Dirigida por Meir Zarchi, que a parte de la reseñada solo dirigió después "Don´t mess with my sister",  "La violencia del sexo" ("I spit on your grave" en v.o. También conocida como "Day of the woman") es la clásica película sobre la que te hartas de leer pero no hay manera de ver. Uno de esos clásicos de sesión doble que (y aunque no tengan nada que ver) se completa con otras pelis de títulos igual de contundentes (y desternillantes) como puedan ser "I drink your blood" ("Me bebo tu sangre" o "Perros Rabiosos", según), "I eat your skin" y de 2001, la muy reciente "I spit on your corpse, I piss on your grave" (aunque esta ya pertenece al posmodernismo, consciente de la existencia de la comentada y referenciéndola descaradamente). Cuando por fin di con el film de Meir Zarchi lo vi... y bueno, no está mal, entretenidillo, tan setentero que el mal rollo que en un principio podría despertar una película tan violenta como esta, se reduce notablemente en los tiempos que corren.
Pero el póster original me parece acojonante.
Lo que vengo a decir con esto, es que ese halo de misterio desaparece una vez consigues ver la peli en cuestión, porque uno siempre tiende a imaginarlas de otra manera. En el caso de "La violencia del sexo", mi cerebro había creado algo tremendamente brutal, una salvajada, precisamente por todo lo que había leído.
Pero yo ya estoy curado de espanto, y no me decepcioné, precisamente porque uno ya es perro viejo y está prevenido.
Aun así, aunque no tenía nada que ver con como me la imaginaba, esta peli en la que una joven escritora neoyorkina se va a una casa de campo y allí es brutalmente violada y torturada por unos paletos y un subnormal (hasta este personaje, que un principio intuimos como positivo, participa de la agresión) de los que, luego, dará cruenta cuenta, me ha resultado bastante decente.
Obviamente ahora da incluso risa, pero pienso que si la hubiera visto en mis tiempos de pre púber, sí que me hubiera marcado. No siendo así, quedo aun impactado por el póster y recomiendo a quienes no lo han visto que lo miren bien ¿a que les entran unas ganas locas de ver la película? Pues no lo hagan. Mejor preserven tan agradable sensación.

sábado, 8 de marzo de 2008

THE RAGE

Robert Kurtzman, director de "Wishmaster" y creador de efectos especiales, no logra arrancar en el campo de la dirección. El año pasado, eso si, se curró dos pelis de genero simpáticas y con buenas intenciones, pero flojitas las dos. Una de ellas, "Buried Alive", la otra, esta "The Rage".
Precedida por criticas y comentarios muy favorables, con un montón de ganas, me puse a verla.
Un “mad doctor” crea un suero que convierte a hombres en bestias violentas. En una de estas, uno se le escapa y da buena cuenta de algunos chavales que están por un bosque en una de esas fiestas de drogas y sexo. Allí pasa lo que tiene que pasar, que infecta a todo quisqui, incluidos unos buitres y unas sanguijuelas.
Y la película empieza bien, con ese “mad doctor” inyectando “la ira” en los cerebros de las cobayas humanas, el guiño a "Re-Animator"... y las toneladas de sangre. Pero pronto, y una vez los protas entran en escena, se convierte en un coñazo. Cierto que el gore es de lo mejorcito, los buitres infectados están simpáticos, pero mientras veía toda la parte del bosque una sensación de sopor se apoderaba de mi, y por más sangre que apareciera en pantalla, no me repuse de ese tedio, hasta el ultimo cuarto de hora final, donde vuelve a ser tan divertida como al principio. Aun así, sus partes gozosas compensan todo el muermo.
Sentenciemos pues: MALA.

HELLBREEDER

Ya salgo de dudas, después del visionado de "Hellbreeder" llego a la conclusión de que todo lo que hace Johannes Roberts no es mas que una porquería.
Aunque quizás, eso cambie a partir de ahora.
Su última película "When evil calls", de personajes idénticos a esta, no está nada mal. Pero la que nos ocupa, es de lo peor que he visto en mi vida. Ya lo dijo Naxo aquí, pura vergüenza ajena. En serio, tienen que verla para creerla. Pero todo en el mal sentido. Con "Hellbreeder" no nos vamos a divertir ni un ápice.
Es una película que juguetea con el horror, desde el arte y ensayo más feroz e ininteligible. Digamos que Roberts trata de convertirse en el David Lynch del fantástico. Obviamente, no lo consigue, pues aunque tampoco soy muy partidario del cine de Lynch, Roberts se limita a contarnos una historia de genero, alargar las escenas y solucionar todo con transiciones y cortinillas eternas, para satisfacer su ego de frustrado cineasta "arty". Mientras tanto, no nos enteramos de nada de lo que ocurre.
Por ahí esta Dominique Pinon, haciendo de detective investigando el caso de un payaso asesino. Es todo lo que os puedo contar.
Por eso, me extraña, que después de "Hellbreeder" y "Demonic", Roberts haya hecho una película tan popular, y para todos los públicos, con "When evil calls", que aunque todavía desprende algo del tufo de sus anteriores, le da también mil patadas.
Como me arrepiento de haber visto "Hellbreeder".