Lo que sí continúa inalterable para mi percepción es lo ES-PEC-TA-CU-LAR (hasta la exageración) del poster, que va debajo de todo, tras los fotocromos de “El Protector”, que no tienen nada especial, pero también son “gonitos”.
domingo, 31 de julio de 2016
LOS FOTOCROMOS (Y EL POSTER) DE “EL PROTECTOR”
El 19 de junio del año 2007, publiqué en este mismo blog una reseña de “El Protector”, y la titulé “La única peli buena de Jackie Chan (o casi)”. Hoy, habiéndola revisado ayer mismo, puedo decir que lo de “casi” ha ganado unos cuantos puntos. Vale, no estoy ya tan seguro que “El Protector” sea la mejor aventura cinematográfica del actor, por mucho que la firme el siempre atractivo James Glickenhaus. Pero sigue siendo un producto bastante majo, con algunas escenas de acción notablemente espectaculares y con el siempre agradable “tono” propio de las epopeyas de acción de su década.
Lo que sí continúa inalterable para mi percepción es lo ES-PEC-TA-CU-LAR (hasta la exageración) del poster, que va debajo de todo, tras los fotocromos de “El Protector”, que no tienen nada especial, pero también son “gonitos”.
Lo que sí continúa inalterable para mi percepción es lo ES-PEC-TA-CU-LAR (hasta la exageración) del poster, que va debajo de todo, tras los fotocromos de “El Protector”, que no tienen nada especial, pero también son “gonitos”.
viernes, 29 de julio de 2016
SWEET HOME
Coproducción Hispano-Polaca de la “Filmax” que se adscribe
al subgénero del “Home Invasion” que , en parte, toma buena nota estética y
formal de lo que hizo Adam Wingar con la sobre valorada “You´re next”. Digamos
que quiere formar parte –dignamente- de esa nueva corriente, por decirlo de
algún modo.
No se si será por la participación Polaca, pero lo cierto es
que todo lo concerniente a la parte técnica de “Sweet Home”, al diseño de
producción sobre todo, es impoluta. Todo funciona, la dirección, la fotografía,
las interpretaciones, el salvaje gore del que hace gala, incluso la duración, que es cortita con lo
que se agradecen hoy día las películas cortitas. Sin embargo, todo eso se va a
traste cuando lo que no funciona es todo lo demás, quiero decir, que el
principal problema de “Sweet Home” es que es un coñazo de tres pares de
cojones. Tristemente, el guion es una cosa sosa y endeble carente del más
mínimo atractivo. Y aunque he dicho que
la dirección funciona, dejo claro, de nuevo, que solo a instancias técnicas,
porque a la hora de transmitir, el espectador se queda como estaba ya que no se
engancha, se distrae, no empatiza con los protagonistas –que nos importan un
bledo- y en momentos de máxima tensión, esto se queda solo en la intención,
porque lo que sucede en la teoria, no sucede en la práctica. Una verdadera
lástima, porque por lo demás, sobretodo visualmente, la película está bonita.
Aprovechando las instalaciones que ofrecen uno de tantos
edificios abandonados de la ciudad de Barcelona, una muchacha que se dedica a rollos inmobiliarios, decide
meterse en uno y organizarle ahí dentro, a su novio, una pequeña y privada
fiesta de cumpleaños. Una vez dentro descubren que no están solos en el
edificio, sino que además hay unos individuos con pasamontañas que por un lado,
han matado al único inquilino que quedaba dentro, y por otro, ahora les tocará
matarles a ellos. El resto de la película lo componen el juego del ratón y el
gato en que se convierte aquello.
Lo bueno se acaba tras la puesta en escena, es decir, que
una vez sabemos que hay unos individuos de aviesas intenciones dentro del
edificio, la cosa ya empieza a flojear, máxime cuando al final, lo que estamos
viendo es una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, la misma escena. Un
peñazo. Lastima de banda sonora que se malgasta con escenas sin ningún impacto.
En fin.
En la parte actoral, la cosa no chirría en absoluto, principalmente
por estar los actores doblados por dobladores profesionales, y por ser rostros
desconocidos como los de Ingrid Garcia Jonsson o Bruno Sevilla, lo que está muy
bien porque ya sabemos lo que ocurre cuando vemos un rostro popular sin doblar;
que por lo general, no se entiende una mierda ni hay dios que se lo crea. No es
el caso.
El guion está co-escrito por Ángel Agudo, nombre conocido
del fandom español que lo mismo te escribe el libro que te dirige el documental
sobre Paul Naschy, que te escribe el libreto de este “Sweet Home”. El otro 50%
del mismo lo firma el propio director, Rafa Martínez, que debuta en la dirección
de largometrajes con este aburrimiento, pero ¡ojo! no perderle de vista porque
en realidad promete. Al menos, sabe dónde colocar la cámara y hacer buenos
encuadres. Lo próximo seguro que estará muy bien. Tendremos fe.
martes, 26 de julio de 2016
LOS FOTOCROMOS DE "UN PEZ LLAMADO WANDA"
"Un pez llamado Wanda", posiblemente sea una de las comedias más presitigiosas y bien consideradas del pasado siglo. Acaparadora de premios, hizo su ruido en los Oscar de 1988, y Kevin Kline recibió merecidamente el suyo.
Entre la alta comedia de Blake Edwards y una peli de los Monty Phyton (de hecho, dos de sus miembros, Michael Palin y John Cleese protagonizan la cinta, amén del guión que está co-firmado por el propio Cleese y el director Charles Chrichton), desde luego, es una comedia de lo más recomendable, y probablemente, una de mis favoritas.
Visto el éxito, y el polvazo que se gasta Jamie Lee Curtis, se intentó repetir la jugada con el mismo elenco, como diez años después, en una película divertida, pero a años luz de esta títulada "Criaturas Feroces". No era lo mismo, lógicamente.
Aquí les dejo los fantásticos fotocromos de "Un pez llamado Wanda".
Entre la alta comedia de Blake Edwards y una peli de los Monty Phyton (de hecho, dos de sus miembros, Michael Palin y John Cleese protagonizan la cinta, amén del guión que está co-firmado por el propio Cleese y el director Charles Chrichton), desde luego, es una comedia de lo más recomendable, y probablemente, una de mis favoritas.
Visto el éxito, y el polvazo que se gasta Jamie Lee Curtis, se intentó repetir la jugada con el mismo elenco, como diez años después, en una película divertida, pero a años luz de esta títulada "Criaturas Feroces". No era lo mismo, lógicamente.
Aquí les dejo los fantásticos fotocromos de "Un pez llamado Wanda".
lunes, 25 de julio de 2016
A HAUNTED HOUSE 2
Debo ser la única persona a la que “Paranormal Movie” le
hace gracia. Las críticas fueron demoledoras y a mis allegados parece no
hacerles puta la gracia. Y en cines, habiendo tenido un estreno más o menos
formal, apenas llegó a congregar 19.000 espectadores en el cine –que tiempos de
mierda corren-. El caso es que, sin ser yo en absoluto fan de ninguno de los
Wayans –y aunque en esta solo contamos con Marlon en calidad de actor-, por lo
que sea, me funciona.
Como la primera tuvo su éxito en los USA, rápidamente, y
antes de que nos diéramos cuenta, se rodó esta secuela “A Haunted House 2” que
ya no se estrenó en españa de ninguna manera. Ni tan siquiera ha salido en DVD.
En realidad es una extensión de la anterior, solo que el
protagonista en esta ocasión, tras la muerte de su novia (la de la primera) se
va con una mujer blanca y sus dos hijos a una nueva casa, donde les acosarán
los fantasmas. Lo mismo de siempre, solo que además de pasarle factura a la
saga de “Paranormal Activity”, se la pasa también a “La Posesión”, “The Devil Inside”, “Insidious” y, sobretodo, “Sinister” y “Expediente Warren”. De hecho,
las escenas a costa del clon de la muñeca “Anabelle” se llevan la palma.
Pues en realidad no hay demasiado que decir a cerca de esta
secuela que no dijera ya en el podcast acerca de la primera. Un “Spoof” que
quizás consciente de que el subgénero lleva unos derroteros más bien
lastimosos, no toma el tipo de humor absurdo que llevan los Seltzer y Friedberg
de turno, o David Zucker. Entonces, tomando como base el recrear escenas de
todas esas películas citadas, la película únicamente sirve como vehícula de las
gracietas de Marlon Wayans. Pero en esta ocasión ya en plan exagerado. Casi
parece un “One Man Show”, porque el tío
no sale de plano, ni deja de hacer bromas de corte escatológico todo el tiempo.
Y aunque yo me río bastante, yo entiendo perfectamente, que a la gente le
cargue.
Por otro lado, en la película lo único que hacen es chillar
y chillar, todo el tiempo ¡no paran! Por momentos le llega a uno a crispar los
nervios. Pero a rasgos generales, esta segunda parte también me gusta y se deja
ver sin mayores pretensiones.
En los usa, un éxito, por supuesto, de esos que costaron 3
millones y recaudaron 25.
Por cierto, que me he dado cuenta de la cantidad de “Spoof”
que han salido pitorreandose de “Paranormal Activity”, tantos y tan horrorosos,
que he perdido la cuenta habiendo visto gran parte de ellos. Pero quiero dejar
constancia de uno en concreto. Todos sabemos que la primera “Paranormal Movie”
es “A Haunted House”, que “Paranormal Movie” es el título que se le puso en
españa para que se uniera a la tradición de “Spoofs” del siglo XXI con la
palabra “Movie” en su título. Bien, pues
resulta que a la vez que “A Haunted House” se estrenaba en españa con ese
título, en los USA se estrenaba la autentica “Paranormal Movie”, otro “Spoof”
de la famosa franquicia, esta vez escrito, dirigido e interpretado por Kevin
Farley, el hermano del fallecido Chris Farley. Nunca llegó a España esta
película, pero de haberlo hecho, y teniendo en cuenta que ese título ya se lo
pusieron a la de Wayans, ¿Qué título le hubieran puesto aquí? Cosas que pasan
por bautizar a las películas como a alguno, en este país, le sale de los
cojones.
Volviendo a “A Haunted House 2”, decir que junto a Wayans
tenemos a Jaime Pressly, una mujer que no solo está buena que te cagas (algo
mayor ya, eso si) si no que además, tiene la capacidad para resultar graciosa,
Gabriel Iglesias, la sensación “Stand Up” de los USA, que además está
especialmente gracioso en esta película y, repitiendo papel, el veterano Cedric
The entertainer.
La dirección corre a cargo de Michael Tiddes, que ya dirigió la
primera y que acaba de dirigir la nueva
de Marlon Wayans “Fifty Shades of Black” y que, curiosamente, es blanco…
En fin, que a mí me gusta la peli ¡Ea!
domingo, 24 de julio de 2016
LOS FOTOCROMOS DE "TRAMPA PARA UN VIOLADOR"
Y de violación.... a violación. Si la semana pasada hablábamos de una peli exploitation de procedencia franchute sobre tan peliagudo tema, hoy le toca el turno a los italianos. Concretamente una ligada a algunos nombres legendarios del cine más costroso de tan bello país. Si quieren saber más, recurran a la respectiva reseña, que pa algo me tomé la molestia de escribirla.
Y si lo que quieren es ver los fotocromos, bastará con que le den al ratón y tiren para abajo. Creo que solo falta uno… pero esta vez pueden culpar a mi despiste, sencillamente olvidé escanear la segunda mitad del mismo. ¡¡Es lo que hay!!... si lo quieren perfecto, ¡denme mucho dinero!.
Con ustedes, los fotogrumos de “Trampa para un violador”.
Y si lo que quieren es ver los fotocromos, bastará con que le den al ratón y tiren para abajo. Creo que solo falta uno… pero esta vez pueden culpar a mi despiste, sencillamente olvidé escanear la segunda mitad del mismo. ¡¡Es lo que hay!!... si lo quieren perfecto, ¡denme mucho dinero!.
Con ustedes, los fotogrumos de “Trampa para un violador”.
domingo, 17 de julio de 2016
LOS FOTOCROMOS DE "VIOLACIÓN... LA VERGÜENZA CALLADA"
La primera persona humana con la que me encontré cuando llegué a Málaga para inmiscuirme en el rodaje de “Al Pereira vs. the alligator ladies” fue el venerable actor Antonio Mayans, y la primera de sus intervenciones actoriles por la que le pregunté fue “Escuadrón Pantera”, de la cual, todo sea dicho de paso, casi ni se acordaba. Y si fue esa la que me vino a la cabeza se debía a que la había deglutido recientemente y aún vibraba ante tal festival de descojonable negación e inutilidad. Negación e inutilidad atribuible, entre otros, a su director, toda una leyenda del “trash” franchute, Pete Knight… es decir, Pierre Chevalier. Fichaje habitual de “Eurociné” que durante los cincuenta hizo algunas pelis de esas que no arrastran demasiada mala prensa únicamente por ser antiguas, pero que a medida que los años pasaban, iba adentrándose lentamente en el lado más cafre y chusquero del séptimo arte, hasta que en 1970 dirigió la peli por la que se le conoce mundialmente, “Orloff y el hombre invisible”, generalmente atribuida por error -aunque un error en parte comprensible- a Jesús Franco. El resto de su carrera, hasta que falleció, siguió cuesta abajo de forma irremediable.
Y Pierre Chevalier es el responsable de la costra que protagoniza hoy la sección de fotocromos. Al no haberla visto (y ni ganas que tengo), no puedo asegurar que sea tan chunga como parece. Pero vamos, ¡apostaría mi ojete!. Así de buenas a primeras, la información recopilable nos dice que "Violación... la vergüenza callada" es un producto netamente exploitation que con la excusa de "denunciar diferentes casos de agresión sexual", perfectamente recreados con agradable música jazzística de fondo, lo que hace es, evidentemente, satisfacer los bajos instintos de la plebe masculina. Al final, por aquello de evitar malos rollos, la peli se cierra con la cruenta venganza de una hembra agredida, en este caso la morbosísima y pectoralmente excelentemente dotada Brigitte Lahaie, que tenía una exitosa carrera paralela como actriz porno, para alegría de muchos seres humanos.
Sí, es cierto, son pocos fotocromos... pero ya saben que esto es una lotería. Va como va. Y pal caso, dado lo peculiar de la película y su temática, supongo que podemos sentirnos “agradecidos” de contar con el material que sigue, por escaso que sea.
Y Pierre Chevalier es el responsable de la costra que protagoniza hoy la sección de fotocromos. Al no haberla visto (y ni ganas que tengo), no puedo asegurar que sea tan chunga como parece. Pero vamos, ¡apostaría mi ojete!. Así de buenas a primeras, la información recopilable nos dice que "Violación... la vergüenza callada" es un producto netamente exploitation que con la excusa de "denunciar diferentes casos de agresión sexual", perfectamente recreados con agradable música jazzística de fondo, lo que hace es, evidentemente, satisfacer los bajos instintos de la plebe masculina. Al final, por aquello de evitar malos rollos, la peli se cierra con la cruenta venganza de una hembra agredida, en este caso la morbosísima y pectoralmente excelentemente dotada Brigitte Lahaie, que tenía una exitosa carrera paralela como actriz porno, para alegría de muchos seres humanos.
Sí, es cierto, son pocos fotocromos... pero ya saben que esto es una lotería. Va como va. Y pal caso, dado lo peculiar de la película y su temática, supongo que podemos sentirnos “agradecidos” de contar con el material que sigue, por escaso que sea.
jueves, 14 de julio de 2016
"BLEED, PART ONE" DE NICK ZEDD
Ya lo tenemos aquí, el hijo pródigo ha vuelto. Nick Zedd, el entrañable cineasta underground, capaz de provocar en mí tanta fascinación como rechazo. Tanta como para que me haya comido entero el librito del que voy a hablarles a continuación, "Bleed", su autobiografía.
Sabía que Zedd la había publicado originalmente en formato fotocopias y grapas. Y también que la coña habitual en la prensa alternativa del momento consistía en asegurar que más que unas memorias precoces, se trataba de un recuento de las tías a las que el pimpollo se había ventilado. Sin más. Nunca tuve especial curiosidad en leerlas, y nunca pensé que un día, hurgando por la red de redes, descubriría que el prestigioso "Macba" de Barcelona disponía de ellas.
A pesar de lo que diga mi pareja, soy un tipo muy curioso. Mi deseo de conocimientos me ha llevado a sitios y situaciones un tanto peculiares. Siempre cuento con orgullo que cuando me enteré que el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona tenía un video-diario de George Kuchar, corrí a preguntar si podía echarle un ojo. Y me dijeron que sí. Y me lo comí sentado ante una triste televisión, con los auriculares puestos y peña cruzando sin descanso por mis espaldas. Bien, este era un caso parecido. ¿Cómo desaprovechar la ocasión de leer "Bleed" de Nick Zedd, y encima gratis?.
Cuando investigué un poco más, descubrí que no se trataba de material de biblioteca, sino de archivo. Es decir, si quería leerlo tocaba pedir cita previa. Y eso hice. La mañana que acudí, tuve que pasar por una especie de absurdo rito ceremonial que incluía hacerme una identificación en la entrada, rellenar una ficha de datos personales y, finalmente, encerrarme en una urna y ¡ponerme guantes de plástico!. Madre mía, ¡¡ni que fuese una muestra de la lefa del puñetero Leonardo Da Vinci!!.
La buena noticia es que el libro era enano y con la letra gorda, así que en seguida supe que me lo leería de un tirón esa misma mañana. La mala es que se trataba de una primera parte, no estaba completo. Pero bueno, para ir abriendo boca ya valía.
¿Y qué tal?, pues bien. Zedd arranca narrando su adolescencia como "bicho raro" en el insti. Sus primeras experiencias con las drogas y la delincuencia juvenil, el mundo del arte y sendos rechazos por parte de la industria audiovisual. Los curros de mierda que tuvo (y tiene) que hacer para ir sobreviviendo y algunas anécdotas de rodajes y movidas por el estilo.
No obstante, a lo que el autor tiende más es a hablar de otras personas que pasaron por su vida. Poniendo especial atención, eso sí, en aquellas más peculiares. Y, claro, ¿qué pasa?, que depende de lo interesante que sean para que la lectura resulte amena o se vuelva un rollete. Por ejemplo, hacia el final se empeña en narrarnos vida y milagros de un tio de lo más sórdido llamado Rick Strange, y ahí el libro se hace pesado. En cambio, cuando se centra en la figura del legendario actor y director de cine underground Jack Smith, la cosa cambia.
Smith estaba jodidamente loco. Vivía en un pisito decorado como si fuese un palacio de por allá oriente. A lo cutre y con cantidades ingentes de cucarachas entrando y saliendo a antojo. La bañera andaba llena de moho. Decía que quería rodar con miniaturas una película de piratas. Nunca lo hizo. Como tampoco nunca rodó la epopeya sobre "Simbad" que pretendía facturar sin salir de su pequeño hogar usando a su pingüino de peluche como protagonista. La leche.
Claro, ¿nos creemos todos los desvaríos que suelta el amigo Nick Zedd, al que siempre le ha tirado eso de montarse sus fantasías acorde a la imagen super-underground que pretendía dar?. No lo sé. Supongo que ahí está la gracia. En cualquier caso valió la pena pasar por el trance para echarle un ojo al librillo. Ya lo creo.
Sabía que Zedd la había publicado originalmente en formato fotocopias y grapas. Y también que la coña habitual en la prensa alternativa del momento consistía en asegurar que más que unas memorias precoces, se trataba de un recuento de las tías a las que el pimpollo se había ventilado. Sin más. Nunca tuve especial curiosidad en leerlas, y nunca pensé que un día, hurgando por la red de redes, descubriría que el prestigioso "Macba" de Barcelona disponía de ellas.
A pesar de lo que diga mi pareja, soy un tipo muy curioso. Mi deseo de conocimientos me ha llevado a sitios y situaciones un tanto peculiares. Siempre cuento con orgullo que cuando me enteré que el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona tenía un video-diario de George Kuchar, corrí a preguntar si podía echarle un ojo. Y me dijeron que sí. Y me lo comí sentado ante una triste televisión, con los auriculares puestos y peña cruzando sin descanso por mis espaldas. Bien, este era un caso parecido. ¿Cómo desaprovechar la ocasión de leer "Bleed" de Nick Zedd, y encima gratis?.
Cuando investigué un poco más, descubrí que no se trataba de material de biblioteca, sino de archivo. Es decir, si quería leerlo tocaba pedir cita previa. Y eso hice. La mañana que acudí, tuve que pasar por una especie de absurdo rito ceremonial que incluía hacerme una identificación en la entrada, rellenar una ficha de datos personales y, finalmente, encerrarme en una urna y ¡ponerme guantes de plástico!. Madre mía, ¡¡ni que fuese una muestra de la lefa del puñetero Leonardo Da Vinci!!.
La buena noticia es que el libro era enano y con la letra gorda, así que en seguida supe que me lo leería de un tirón esa misma mañana. La mala es que se trataba de una primera parte, no estaba completo. Pero bueno, para ir abriendo boca ya valía.
¿Y qué tal?, pues bien. Zedd arranca narrando su adolescencia como "bicho raro" en el insti. Sus primeras experiencias con las drogas y la delincuencia juvenil, el mundo del arte y sendos rechazos por parte de la industria audiovisual. Los curros de mierda que tuvo (y tiene) que hacer para ir sobreviviendo y algunas anécdotas de rodajes y movidas por el estilo.
No obstante, a lo que el autor tiende más es a hablar de otras personas que pasaron por su vida. Poniendo especial atención, eso sí, en aquellas más peculiares. Y, claro, ¿qué pasa?, que depende de lo interesante que sean para que la lectura resulte amena o se vuelva un rollete. Por ejemplo, hacia el final se empeña en narrarnos vida y milagros de un tio de lo más sórdido llamado Rick Strange, y ahí el libro se hace pesado. En cambio, cuando se centra en la figura del legendario actor y director de cine underground Jack Smith, la cosa cambia.
Smith estaba jodidamente loco. Vivía en un pisito decorado como si fuese un palacio de por allá oriente. A lo cutre y con cantidades ingentes de cucarachas entrando y saliendo a antojo. La bañera andaba llena de moho. Decía que quería rodar con miniaturas una película de piratas. Nunca lo hizo. Como tampoco nunca rodó la epopeya sobre "Simbad" que pretendía facturar sin salir de su pequeño hogar usando a su pingüino de peluche como protagonista. La leche.
Claro, ¿nos creemos todos los desvaríos que suelta el amigo Nick Zedd, al que siempre le ha tirado eso de montarse sus fantasías acorde a la imagen super-underground que pretendía dar?. No lo sé. Supongo que ahí está la gracia. En cualquier caso valió la pena pasar por el trance para echarle un ojo al librillo. Ya lo creo.
martes, 12 de julio de 2016
COMIC "¡SHAZAM!, LA FÓRMULA MÁGICA"
"La fórmula mágica", aventura protagonizada por el "Capitán Marvel" o "Shazam", lo descubrí
hace muchos años ojeando lo que en principio era un tebeo común y corriente de su tocayo más famoso, "Superman". Iba pasando las páginas desinteresadamente ante lo
monótono y excesivamente normal de la materia cuando de pronto, ¡zasca!, me
topo con esas últimas hojas llenas de color, humor, locura y un estilo de dibujar caricaturesco y chispeante. Me fascinó
entones, y lo ha seguido haciendo todo el tiempo que lo he conservado metido en
mi armario.
No les engaño, no tengo ni puta idea de comics de
superhéroes, solo sé lo que puedo encontrar en internet y lo que pone en el
mismo material escaneado. Llama la atención que el copyright esté fechado nada
menos que en 1949. Pero lo que realmente importa aquí es esta entrañable e
inocente aventura del bueno de "Shazam!". En tiempos en los que los super hombres que vuelan han dejado de ser
majetes para convertirse en insufribles llorones amargados envueltos en
oscuridad (sí, a ti te lo digo Zack Snyder!!!), casi resulta hasta
reconfortante. Echo de menos a tipos como "Shazam".
(CTRL + Botón izquierdo del ratón para ampliar y gossssar)
(CTRL + Botón izquierdo del ratón para ampliar y gossssar)
domingo, 10 de julio de 2016
LOS FOTOCROMOS (Y EL POSTER) DE "LA SELVA ESTÁ LOCA, LOCA, LOCA..."
No es la primera vez que Jacob Most, alias de Jaime J. Puig, aparece en este blog. Víctor ya reseñó en su día una de sus estridentes comedias, "Bacanales Romanas".
Por desgracia no tenemos reseña de "La selva está loca, loca, loca..." y tampoco la hemos visto, pero el día que me encontré ante su poster quedé absolutamente fascinado. ¡¿Qué cojones es esta mierda?!. Si amplían la respectiva foto y leen los diálogos estilo comic que sueltan los animales dibujados, se toparán con perlas como: "¿Qué tripa se la ha roto al "Tarza" este?", "Corta ya la movida "Tarza", que no me vas" o "Madre que mogollón, esta no es mi selva, ¡me la han cambiao!". Puro arte. Sorprende también encontrar que parte de la producción corre a cargo de a famosa Profilmes, la factoría de fantaterror español que en los 70 dio salida a las no menos temibles aventuras fílmicas de Paul Naschy. Tiempo después tuve acceso a sus fotocromos y ahí sí que ya me quedé sin habla. Genuina comedia cutre española de los 80 parida con cuatro pesetas e intención de subirse al carro de lo que era entonces la honda en las películas de risa que venían del otro lado del charco, usar la palabra "loca" en el título, cuantas más veces mejor, ejemplos los hay para parar un tren (desde "Estos zorros locos, locos, locos" a "La loca historia de los 3 Mosqueteros", como otra muestra de esa tendencia en nuestro cine).
No hace falta ser muy ducho para pillar cual debe ser el tono de esta infra-obra de arte. De momento, y hasta que la suframos en una pantalla, nos quedamos con algunos de los nombres ligados a ella, como el del protagonista, Carles Velat, muy habitual por entonces en el cine y la televisión de procedencia catalanas ("Las aventuras de Zipi y Zape", "En busca del polvo perdido", "El fascista, Doña Pura y el follón de la escultura", "No me toques el pito que me irrito" o "Un genio en apuros"). Pa mi que por aspecto se le debería considerar algo así como "el Woody Allen español", de ahí que le asociaran siempre a comedias, por chusqueras que fuesen. Le acompañan la chica de la película, la más que conocida Silvia Marsó, el humorista Conrado Tortosa "Pipper", el muy habitual en cine de destape chungo Joaquín Gómez / Quin Gomes. Otra que tal, Carla Dey. Y Mir Ferri, que también puede presumir de mucha roña en su curriculum. El actor de color se llamaba Julian Granje Davies y solía salir mucho en la primeriza tv3, la televisión de Cataluña (gracias Patrick!).
El director de foto no es otro que el hoy bien reputado Carles Gusi.
Lo que me encanta es que en el poster pongan en un recuadro al productor, Gonzalo González.... ¡si joder, claro, Gonzalo González!..... de los González de toda la vida.
En fin, que ahí les dejo los fotocromos (y el póster) de "La selva está loca, loca, loca...". En una palabra: Im-pa-ga-bles.
Por desgracia no tenemos reseña de "La selva está loca, loca, loca..." y tampoco la hemos visto, pero el día que me encontré ante su poster quedé absolutamente fascinado. ¡¿Qué cojones es esta mierda?!. Si amplían la respectiva foto y leen los diálogos estilo comic que sueltan los animales dibujados, se toparán con perlas como: "¿Qué tripa se la ha roto al "Tarza" este?", "Corta ya la movida "Tarza", que no me vas" o "Madre que mogollón, esta no es mi selva, ¡me la han cambiao!". Puro arte. Sorprende también encontrar que parte de la producción corre a cargo de a famosa Profilmes, la factoría de fantaterror español que en los 70 dio salida a las no menos temibles aventuras fílmicas de Paul Naschy. Tiempo después tuve acceso a sus fotocromos y ahí sí que ya me quedé sin habla. Genuina comedia cutre española de los 80 parida con cuatro pesetas e intención de subirse al carro de lo que era entonces la honda en las películas de risa que venían del otro lado del charco, usar la palabra "loca" en el título, cuantas más veces mejor, ejemplos los hay para parar un tren (desde "Estos zorros locos, locos, locos" a "La loca historia de los 3 Mosqueteros", como otra muestra de esa tendencia en nuestro cine).
No hace falta ser muy ducho para pillar cual debe ser el tono de esta infra-obra de arte. De momento, y hasta que la suframos en una pantalla, nos quedamos con algunos de los nombres ligados a ella, como el del protagonista, Carles Velat, muy habitual por entonces en el cine y la televisión de procedencia catalanas ("Las aventuras de Zipi y Zape", "En busca del polvo perdido", "El fascista, Doña Pura y el follón de la escultura", "No me toques el pito que me irrito" o "Un genio en apuros"). Pa mi que por aspecto se le debería considerar algo así como "el Woody Allen español", de ahí que le asociaran siempre a comedias, por chusqueras que fuesen. Le acompañan la chica de la película, la más que conocida Silvia Marsó, el humorista Conrado Tortosa "Pipper", el muy habitual en cine de destape chungo Joaquín Gómez / Quin Gomes. Otra que tal, Carla Dey. Y Mir Ferri, que también puede presumir de mucha roña en su curriculum. El actor de color se llamaba Julian Granje Davies y solía salir mucho en la primeriza tv3, la televisión de Cataluña (gracias Patrick!).
El director de foto no es otro que el hoy bien reputado Carles Gusi.
Lo que me encanta es que en el poster pongan en un recuadro al productor, Gonzalo González.... ¡si joder, claro, Gonzalo González!..... de los González de toda la vida.
En fin, que ahí les dejo los fotocromos (y el póster) de "La selva está loca, loca, loca...". En una palabra: Im-pa-ga-bles.
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