lunes, 28 de abril de 2008

GRASS

A mí los documentales, según la temática que tengan o quien los haga, me interesan. Y este en concreto me interesaba. No lleguemos a equívocos, habla de la lucha estadounidense contra la marihuana, tema que no me interesa ni lo mas mínimo Ni fumo marihuana. Pero un amigo mío, que por el contrario fuma constantemente y es un estudioso del tema, me lo recomendó, porque sabe que me gustan las pelis raras, y este documental, dirigido por Ron Mann y narrado por Woody Harrelson, está resuelto a base de imágenes de viejas películas propagandísticas, producidas por los antinarcóticos, que no tienen desperdicio. El ellas quieren dejar bien claro que si fumas marihuana, te vuelves loco.
Después de ver el documental, lo primero que he hecho es buscar en la mula, a ver si podía conseguir esas añejas películas, pero nada. Ni rastro.
Buscando en Imdb una de ellas, la más conocida, "Locura de porros" ("Reefer Madness") de 1936, tampoco aparece, pero sí un musical basado en la misma que se hizo en 2005.
Las imágenes son super graciosas. Aparece una pareja tocando el piano y fumando porros. Él le dice a ella que toque mas rápido, y así lo hace. Después entra un hombre en la habitación y el tipo fumado, poniendo cara de loco, lo mata a palos. Lo llevan a la cárcel y allí, vemos planos de su cara totalmente desencajada. El tipo se ha vuelto loco porque se fumó un porro.
"Reefer Madness" es el que mas me llamó la atención y con el que me he quedado, pero en el documental aparecen también una película muda del oeste, donde los cowboys fuman porros y, como consecuencia, se vuelven loco. Otra en la que unos muchachos, después de haber ingerido marihuana, deciden abrir unas botellas de cerveza, rompiendo la boquilla contra la pared, y beben, cortándose uno la boca (sin darse cuenta) y el otro siendo hospitalizado por ingerir vidrio molido. Ambos acabarán siendo heroinómanos por culpa de los porros.
Ya os digo, el documental no es nada del otro mundo, pero ver estas imágenes de verdad merece la pena.

DRACULA.3000

Alguien decidió llevar a "Leprechaun" al espacio, y la jugada resultó buena. "Leprechaun 4" fue una de las entregas mas divertidas de la saga.
Mas tarde, al de "Crystal Lake" lo criogenizaron para descongelarlo a bordo de una nave espacial en "Jason X", una de las secuelas mas estimulantes de "Viernes 13".
Pues ya que se llevaron al espacio a esos monstruos modernos, alguien debió pensar : ¿Por qué no también a los monstruos clásicos? Así que, en esta secuela bastarda de los "Drácula 2001" y "Drácula II", nuestro Conde favorito se va a tomar por culo, al año 3000 concretamente, en una comedia espacial muy pobretona en cuanto a sangre, de argumento triste y simplón, pero, ojo, tremendamente divertida y entretenida.
Resulta que un Van Helsing del futuro (descendente directo del original) es el capitán de una nave de reconocimiento que tiene como fin explorar otras naves abandonadas que vagan por la galaxia. En una de estas se topan con una proveniente del planeta Transilvania (¡ja, ja, ja, ja!) 
llena de ataúdes y, como es de suponer, en uno de estos está el Conde Orlock, también conocido como Drácula, al que despiertan por error (uno de los tripulantes se corta la mano al intentar abrir el ataúd, derramando su sangre en las cenizas del vampiro) y, claro, este está aquí para limpiar el nombre de todos aquellos chupasangres que se dejaron matar por un Van Helsing.
Es una de las películas más ocurrentes y graciosas que he visto últimamente.
Llena de rostros conocidos, Casper Van Dien interpreta a Van Helsing (¿lo del “Van” es casualidad?) que, lejos de salvar el cotarro matando a Drácula, es mordido por él y convertido en vampiro a mitad de película (¡como me gustó eso!). El resto de la tripulación es la hostia de graciosa también. Tenemos a Coolio interpretando a un gangzta del futuro, que mordido y convertido, antes de atacar a sus victimas suelta chistes sobre el tamaño de su polla y eyacular en las tetas de la muy tetuda Erika Eleniak, quien interpreta a una robot a la que Drácula muerde antes de confesarle lo mucho que le gustan sus tetas, “tan blandas, pero a la vez tan firmes”, dice el Conde mientras se las manosea. Claro que pronto pierde el interés por ella, porque lo que el rey de los vampiros necesita es sangre, y los robots no la tienen, así que… (otra vez, no puedo evitarlo ¡ja, ja, ja, ja, ja!).
Luego está por ahí Tiny Lister Jr. como un negro garrulo y machista que al final se folla a la guapa de la película (el robot) y al inevitable Udo Kier apareciendo en una especie de vídeo diario en el que cuenta los horrores de Drácula.
No se dejen engañar, el vampiro cibernético que aparece en el cartel no sale en toda la película. Aquí Drácula gasta el aspecto clásico de Bela Lugosi, con su capa y todos sus rollos, interpretado por un garrulo con pinta de boxeador. Lo cual es mas gracioso todavía.
Un divertimento tonto, cutre, insustancial, pero con el que te partes el culo de risa. Esta sí que es recomendable.

domingo, 27 de abril de 2008

DEAD MAN´S SHOES

Un chaval retrasado es adoptado cual mascota por los matones/traficantes de un pequeño pueblo de las Inglaterras. Lo que primero son bromas (hacerle fumar crack, liarle con una tipa...) van empeorando lentamente, hasta la humillación total. Años después, el chaval vuelve al pueblo acompañado de su hermano mayor, militar, quien viene dispuesto a vengarle con los métodos más expeditivos.
Leído así suena a típica película de venganzas justicieras... y más si añado que para actuar el prota se disfraza con un mono verde y una máscara anti-gas de esas. Hay violencia y hay sangre. Sin embargo, "Dead Man´s Shoes" vendría a ser "El Exterminador" dirigida por Ken Loach, en serio (y no voy tan desencaminado, ya que, supongo que involuntariamente, ambos films tienen un par de ideas en común, que el vengador lleva un abrigo verde de origen militar cuando va "de paisano" o que amenaza a sus informadores con "Si me has mentido, volveré a por ti").
Dirigida por Shane Meadows, el realizador británico responsable de la potente "This is England", "Dead Man´s Shoes" es lo que se dice un título de culto. Lo que la hace distinta a la típica peli de vigilantes y revanchas es su estética, su ritmo, su tono... que como se daba en "This is England" es brutalmente realista, de una naturalidad pasmosa, casi parece una peli improvisada, con la cámara bien sujeta al hombro del que filma y dejando el trípode en la puerta. Nada de efectismos, ni secuencias espectaculares de acción desbocada. La violencia es sangrante, pero contenida y abundan los anti-climax, los momentos que rompen con lo que en una producción de Hollywood hubiesen sido pura descarga de adrenalina. Los matones son una panda de desgraciados, de perdedores, que no tienen ni un arma decente, y mucho menos lujos... incluso en algunos casos da lástima verlos caer bajo la ira vengadora del soldado protagonista.
Vale, a ratos es un poco brasas, pero hay una pequeña "sorpresa" final que logra despertarte justo en el momento en el que los ojos iban a cerrarse. Sin embargo, y a pesar del rollo auteur, ES una peli de venganzas y ES una peli de justicieros... de esas que los críticos petulantes que echen pestes sobre "Death Sentence" pondrán en un pedestal cuando, en esencia, son casi lo mismo (y de hecho, arrancan igual).
Aunque solo sea por su diferencia, vale la pena verse este "Dead Man´s Shoes". Sin duda, con Shane Meadows estamos ante un cineasta cuanto menos interesante. Que siga así.

miércoles, 23 de abril de 2008

REBOBINE, POR FAVOR

Ante todo dejemos claro que a mi Michel Gondry no me gusta ni lo mas mínimo. No le odio a muerte, pero no me mola nada lo que hace. De hecho, tuve que quitar "La ciencia del sueño" a los veinte minutos. Sin embargo, con este "Rebobine, por favor", quise darle una oportunidad, porque tenia un par de elementos que me interesaban. Para empezar, es una comedia convencional, sin todos esos rollos artísticos y surrealistas que suele gastarse el francesito. Después, cuenta con Jack Black como protagonista, y yo las pelis de Jack Black me las como dobladas y a pelo. Y en tercer lugar, y por la parte que me toca, me gustaba el hecho de que los empleados de un vídeo club (solo de vhs) deciden grabar en vídeo casero los éxitos de Hollywood, tras haberse cargado todas las cintas del establecimiento. No solo se reivindica el cine casero, sino que la cosa tiene hasta su gracia.
Bien, pues el resultado es de vergüenza ajena.
Un coñazo de tres pares de huevos, sin un solo gag destacable, y donde Black está especialmente soso (y eso que el tipo es un torrente de energía), la historia es estúpida y, a pesar de estar filmada de manera muy campechana (es decir, que el director se acerca al neorealismo para que los protas nos parezcan cercanos. Y lo que resultan es sosos), no te la crees ni de coña. La cosa está en que cuando alquilan la primera película casera, el cliente, en lugar de protestar, le encanta lo que ha visto y pide más. Los protas graban más pelis caseras imitando los éxitos de Hollywood, y gracias a ello un vídeo club que estaba muerto se les llena de clientes que demandan las “suecadas”, que es como llaman ellos a sus copias ¡y ganan pasta!.
Quizás hay algún momento de los que graban que está simpático, pero pronto todo se va al garete. Es una vergüenza sin nombre esta jodida película. El Gondry que se dedique a lo suyo, que es hacer videoclips de modernos y pelis raras, y no insulte a nadie más.

martes, 22 de abril de 2008

SILIP, DAUGHTERS OF EVE

"Silip" es una película Filipina dirigida por un tal Elwood Pérez, que, por otro lado, tiene una extensísima filmografía, plagada de títulos de exótica catadura. He buscado info sobre la peli (porque no me ha dejado indiferente, la verdad) y no hago mas que leer memeces. Al tal Elwood Pérez se le ha comparado con Buñuel, Jodorowsky, Jess Franco… y yo no he visto nada de eso en su película. En realidad, es un "sexploitation" que se pasea por los caminos del "mondo" mas infame y el porno-soft más anti-erótico que os podáis imaginar, además, la trama se asemeja bastante a la de cualquier culebrón sudaca ambientándose toda ella en una especie de poblado semi-indígena. Eso sí, a delirante y mala leche no la gana ninguna peli.
Con una factura un poco superior al lo que nos tienen acostumbrados los filipinos, "Silip" empieza fuerte, con un cabrón (el guaperas) dándole un mazazo en la cabeza a una vaca. Por si eso fuera poco, no duda en destripar y decapitar al animal con precisión de cirujano, ante la atenta mirada del espectador y de unos infantes que también tienen lo suyo en la puta peli. Acto seguido, una muchacha de vestido transparente que calma sus calores sexuales en una tinaja con agua, menstrúa en primer plano. Todo ello aderezado con una voz en of en filipino, que vaya usted a saber lo que está diciendo. Más tarde, llega el cabrón que ha matado a la vaca y, tras de darle una buena somanta de hostias a una muchacha, la penetra a cuatro patas. El maltrato a las féminas es una constante.
La película va avanzando entre dialogo y dialogo, folleteo barato y folleteo barato, hasta que llega la siguiente escena delirante, donde a la chica que antes menstruaba, por otro lado maestra de los niños del pueblo, le entra un calentón de tres pares de cojones tras rezar en hermandad a una virgen. Sale de la choza corriendo y se tira al suelo, cachonda perdida, en lo que al principio pensamos es una especie de posesión y los niños salen tras ella, con el fin de calmarle los ardores tirándole tierra en el coño y el resto del cuerpo. Que cosa mas rara, por dios…
Al poblado llega otra chica filipina. Se quiere ventilar al guapo de la película, así que empieza a calentarle, aprovechando que la novia de este duerme en la choza. Consigue follarselo y claro, entre tanto gozo, logran despertar a la novia que, enfurecida, corre hacia ellos. Entre su novio y la amante le dan una paliza, la atan, la amordazan y mientras, se ponen a follar delante de ella. Así narrado no impacta demasiado, pero visto raya bastante.
Entre tanto, la maestra menstruadora calma sus calores frotándose el coño con arroz. El resto del pueblo, se entera de tanto folleteo y claro, no lo aprueban. Un grupo de niños que rula por ahí toda la película, cuenta en sus filas con una cría que, consciente de las calenturas de su maestra, le confiesa que ella también está menstruando y va cachonda perdida. Ambas se sienten muy culpables por ello.
Sigue el folleteo, la violencia y el babosismo, cuando el guapo de la peli consigue poner cachonda a la maestra, y se la folla en una escena en la que el propio actor se pone cachondo y tiene una erección, que no se preocupa de ocultar a la cámara. Son interrumpidos por la niña que ya es mujer, y la maestra, muerta de vergüenza, sale corriendo. A todo esto, la niña se pone cardíaca viendo ese falo tieso y se acerca con aviesas intenciones de agarrárselo al galán (en un plano que roza la pederastia) Este, que aunque se ha puesto las botas con todas las del pueblo, ha dado de hostias y destripado vacas para hacerse el chulo, aun posee algo de moral, aparta a la niña de su nabo tieso con un empujón que la tira terraplén abajo. La niña se golpea la cabeza con un pedrusco y muere. El tipo, horrorizado, coge el cuerpo sin vida y lo arroja al mar, el mismo mar donde la maestra está descubriendo los placeres del lesbianismo con la filipina liberada.
A todo esto, uno de los niños ha visto como el galán se deshacía del cuerpo (todo esto en pelotas) aprovecha para clavarle un machete en la espalda al asesino accidental. Este no duda en coger un hacha y perseguir al niño por la arena de la playa con el fin de descuartizarlo, pero llegan el resto de los niños
 que se lo impiden tirándole tierra a los ojos. Aturdido, el tipo cae al suelo y los niños le sacan el machete de la espalda, para acuchillarlo varias veces, uno por uno, turnándose. En esto que el niño perseguido y testigo de los actos se hace con el hacha y, con todo lujo de detalles, le corta la cabeza en una escena tan bien echa como desagradable de ver. Toma la cabeza y se la muestra a la novia cornuda de este, que en esos momentos pasaba por allí
El resto del pueblo ya está harto de tanto crimen por culpa del folleteo y corren a buscar a la culpable de tanta masacre: la joven filipina que venía de Estados Unidos, con la suerte de que la encuentran haciendo guarrerias con la maestra en la playa… Las cogen, las lapidan, las atan dentro de una choza donde son violadas por TODOS los hombres del poblado y, acto seguido, le prenden fuego, quemándolas vivas. Después se confiesan todos y quedan libres de pecado.
Todo esto en dos horas diez de metraje, que me dejaron anoche un poco de mal rollo, pensativo y con esa extraña sensación que aportan este tipo de películas sin escrúpulos, sin moral y chungas. Y la aguanté en Filipino, sin subtítulos y ni darle ni una vez al "fast forward".
No puedo decir que me haya gustado, pero me alegro de haberla visto. Aunque muchos visionados como este pueden dejarte gilipollas.

sábado, 19 de abril de 2008

TRUHANES

Una de las grandes obras maestras de la comedia española contemporánea, debut como director de Miguel Hermoso y, probablemente, una de las mejores películas, independientemente del género, de la historia del cine español.
"Truhanes" cuenta la historia de dos hombres, Ginés (Paco Rabal) y Gonzalo (Arturo Fernández), que, por avatares del destino, se encuentran entre las paredes de la prisión de Carabanchel. Gonzalo es un criminal de guante blanco que se dedica a la compraventa de antigüedades –robadas- y ha sido traicionado por sus socios, mientras que Ginés, Natural de Bullas, provincia de Murcia, es un carterista de tres al cuarto que ha dado con sus huesos en la cárcel en más de una ocasión. El caso es que estando ambos allí, deciden llegar a un trato; Ginés cuidará de Gonzalo durante su estancia en la cárcel, ya que al primero por experiencia y veteranía se le respeta, mientras que el segundo es carne de cañón en presidio. A cambio, una vez fuera, Gonzalo ayudará a Ginés a reemprender su vida.
Cuando Ginés sale de la cárcel y da con el paradero de su compañero Gonzalo, las más disparatadas situaciones cómicas, pero también dramáticas, se sucederán a lo largo del metraje.
El gen de esta película se remonta a 1974, año este en el que tras finalizar sus estudios en la escuela de cine, el director Miguel Hermoso, es condenado a prisión al ser detenido cuando filmaba una manifestación. Se le acusaba de propaganda ilegal. Al morir Franco, hubo una amnistía por lo que los presos condenados en esos cargos saldrían en libertad, pero al director le dio tiempo a pasar allí un mes y medio (de los ocho previstos). La sensación nada más entrar, la soledad del primer día –y que tan bien reflejada se ve en la película con la llegada a prisión del personaje de Arturo Fernández durante los títulos de crédito-, fueron los sentimientos que, años después, motivaron el rodaje de esta película.
Hermoso estuvo trabajando en publicidad durante una década que le sirvió de auténtica escuela a la hora de abordar un rodaje, en contraposición a la escuela de cine. Así que, tras tener los huevos pelados de rodar spots, decidió que ya era hora de ejecutar su primer largometraje, este “Truhanes”.
Eran tiempos en los que para rodar una película bastaba con que la idea gustara a un productor que decidiera financiarla. Hermoso movió su guion por las diferentes productoras. Pero la cosa no acababa de cuajar. Se llegó a decir incluso que un argumento como ese no funcionaría en taquilla a no ser que lo protagonizaran Pajares y Esteso, amos de la taquilla en aquellos días. Sin embargo, Miguel Hermoso tenía claro quiénes serían sus protagonistas; Paco Rabal y Arturo Fernández.
Como fuere, y ante las dificultades presentadas por los diferentes productores/inversores, Hermoso decidió producir él mismo su película, por lo que se vio obligado a invertir en ella todos sus ahorros y a empeñar sus bienes, hogar incluido y,  así, afrontar los riesgos que una producción conlleva. Claro, en la época no era tan difícil como lo pueda ser hoy exhibir después la película producida, máxime cuando se cuenta con dos estrellas en el reparto.
Por otro lado, tampoco fue fácil lidiar con el ego de sus actores protagonistas que no eran conscientes de que iban a enfrentarse a papeles imprescindibles en sus respectivas filmografías. Es por ello que tanto Paco Rabal, como su hermano Damián, a su vez su representante, mostraban cierta reticencia  ante el papel de Ginés ya que este requería que Rabal no luciera el peluquín que acostumbraba a ponerse normalmente, y es que  aunque el actor ya era un hombre maduro, todavía tenía arraigado el concepto de galán clásico en sus entrañas; Rabal. Aparecer calvo en la película, pensaba él, acabaría con esa posición. Finalmente, y muy acertadamente,  accedió.
Por su parte, Arturo Fernández – más galán todavía-  se encontró, por un lado, con que la imagen de hombre guapo y casi aristocrático que daba en el teatro podía verse afectada en una película en la que no solo tenía que aparecer en muchas de sus secuencias desaseado y mal vestido, sino que en algunas de ellas, cual mamarracho, debía aparecer con un traje varias tallas más pequeñas, y no es que sean manías de típico actor presumido, es que Arturo Fernández vivía de interpretar al galán de toda la vida. El público no quería verle en otro rol, por lo que tenía mucho que perder y nada que ganar en el caso de que la película resultara un fiasco. Pero ese no era el mayor inconveniente, el mayor problema era compartir protagonismo con Paco Rabal, al que Fernández consideraba un maestro. No puede ser que haya dos gallos en el mismo gallinero. Fernández pensaba que, a pesar de contar con mayor número de escenas que su partenaire, el papel que se iba a calar en el público era el de Paco Rabal quien se llevaba las mejores escenas en un guion y, por tanto, acabaría eclipsándole. El propio Miguel Hermoso fue a verle al teatro donde trabajara durante le pre producción y le convenció para hacer la película alegando que, efectivamente, Rabal era el motor, uno que de ninguna manera arrancaría sin la gasolina de Arturo Fernández. Y ambos actores están memorables en la película, si bien es cierto que mientras los premios y honores se los llevaba Paco Rabal, hay quien decidió premiar a Arturo Fernández por su labor, cosa que el actor agradeció y no se esperaba. A título personal, decir al respecto que abogamos desde estas ciber páginas por la actuación de Fernández por encima de la de Rabal. Los dos están muy bien, pero el primero está de antología.
Claro que el nivel actoral de la película es muy grande a todos los niveles, y si memorables están Rabal y Fernández, no menos los secundarios, sobretodo en la primera parte, que transcurre en prisión, con las presencias del eterno Emilio Fornet, Fernando Bilbao o sobretodo, Rafael Díaz, visto en películas como “¡Ay, Carmela”, secundario invisible del cine español que compone el personaje de “El Lupas”, un entrañable intelectual del lumpen, que roba escenas a cada momento que puede.
Todos estos secundarios brillan con luz propia en todas las escenas en las que sus personajes se reúnen en la celda de uno u otro y tienen conversaciones totalmente improvisadas que dotan de frescura, química y saber hacer el material.
Por otro lado, y directamente del cine folclórico y sugerida para el papel por el propio Paco Rabal, Lola Flores interpreta a la hermana de Ginés, que en un momento, y debido a una fuga, da cobijo en su hogar a nuestros protagonistas. Flores, que nunca había tenido la oportunidad de actuar más allá de ser el icono que era, en una película para su propio lucimiento, demuestra que todo el poderío que tenía como folclórica, lo tenía también como actriz ajena a todo eso, dando unos resultados, en sus escasos minutos en pantalla, del todo eficaces y a la altura de sus protagonistas.
La película se estrenó en el festival de San Sebastián, cosechando un gran éxito. Por aquel entonces el evento no tenía películas a competición, así que "Truhanes" tan solo recibió el premio que le otorgó el público a Paco Rabal en calidad de actor, pero fue un pistoletazo de salida que, aunque de discreto paso por salas congregando unos 350.000 espectadores, sí hizo ganar mucho dinero a su productor/director con la venta a, prácticamente, todas las televisiones del país que la emiten con mucha regularidad, y a otras tantas Europeas, convirtiéndose así en un film muy popular con el paso de los años.
Y es que “Truhanes” sería una rara avis de los ochenta, que vino a las pantallas en tiempos en que en el cine español lo que primaba era una comedia de corte erótico y sexual, ya viniera este desde el desmadrado objetivo de Mariano Ozores, o desde el de los miembros adscritos a la  nueva comedia madrileña capitaneada por Colomo o Trueba. “Truhanes”, que también tendría sus dosis de destape, sin embargo, era un tipo de película extraña y distinta que no se adscribía a ninguna de las dos corrientes imperantes. A eso añádanle que, sí, se trata de una comedia, pero con pinceladitas dramáticas y que mezcla subgéneros teniendo gotitas de cine policiaco, obviamente del cine presidiario y, considerando en cuenta los personajes secundarios que pululan por la cárcel, muy extraño es que no aparezca en esos listados de cine quinqui elaborados por fans del subgénero empeñados en incluir cualquier película en la que aparezca un delincuente. El resultado final de este cóctel de conceptos es verdaderamente divertido y,  por muchos años que pasen, la película nunca se queda desfasada u obsoleta, asimismo, posiblemente sea una de las comedias españolas menos disparatadas que, sin embargo, mayor número de carcajadas provoca al espectador, y que deja ese regustillo tan agradable en el subconsciente colectivo.
Por otro lado, técnicamente esta bien rodada, mejor montada y de corte clásico, un ejemplo de ritmo del mismo modo que muestra, también de forma maestra, como hilar tramas y subtramas y que todas acaben desembocando en el mismo lugar. Un trabajo bien hecho.
Miguel Hermoso, que sería un solvente director a lo largo de su carrera con buenos films a sus espaldas como “Como un relámpago” o “La Luz Prodigiosa” y films directamente malos como el fallido biopic sobre la anteriormente mentada Lola Flores “Lola, La película”, jamás volvería a rodar nada semejante.
El prestigio, a posteriori, generó que diez años después se produjera una serie de 26 episodios basada en la película y en la que repetirían los personajes principales, Ginés y Gonzalo, nuevamente interpretados por Paco Rabal y Arturo Fernández, en una suerte de sitcom a la española, un vodevil televisivo que no casaba nada con los personajes y dirigiría el propio Miguel Hermoso. Sin ser algo que no pueda disfrutarse en una tarde tonta, comparada con la película resulta infinitamente inferior.

jueves, 17 de abril de 2008

MONSTRUOS DE PIEDRA

Sinceramente, considero que la ciencia ficción de los 50 y 60 está bastante sobre valorada. La mayoría de esas películas me parecen muy aburridas, previsibles y almidonadas, todos tan estáticos, con sus trajes que nunca se manchan, interpretaciones medidas según el sistema palo (es decir, que parece que los actores lleven uno metido por el culo), etc.
Con los años esa clase de cine se ha puesto en un pedestal que solo merecen unos pocos, muy pocos, títulos y "Monstruos de Piedra", es decir, "The Monolith Monsters" no es que sea uno de ellos, TAN buena no es, pero sí se salva de la quema, lo que ya es algo.
Un meteorito cae a la tierra y se parte en un montón de rocas negruzcas que, al contacto con el agua, crecen y desarrollan vida propia. Imaginaos pues la que se arma tras una tormenta intensa. Los pedruscos se hacen gigantes y van avanzando lentamente hacia el pueblo de los protas con intención de pisotearlo... o convertir a sus aldeanos en estatua, que es una de las capacidades que tiene el invasor.
¿Original, no?, al menos a mi me lo pareció. En una era donde todo eran geniales monstruos de caucho super-cutres, optar por un enemigo del espacio como ese, capaz de adoptar incluso bonitas formas casi cristalinas, es para mi una idea rompedora. Los efectos especiales no están tan mal como uno podría esperar, mucha maqueta machacada, pero con su encanto. Los de maquillaje dejan un poco más que desear, pero tampoco molestan. La narración es ágil, sin demasiados tropiezos, y ello ayuda a que la peli pase volando (también que no llegue a los 80 minutos, algo muy típico en ese tipo de productos), encima, no hay hija de científico que intenta liarse con el periodista guapo, ni imágenes de archivo del ejército disparando cañones, lo que es de agradecer.
Resumiendo, que la peli está muy simpática y bien merece que le eches un ojo, y más ahora, gracias a la preciosa edición en dvd que los de "L´Atelier 13" se han sacado de la manga.

CRUCE DE CAMINOS

Tras estar toda la tarde pensando en el aspecto actual de Ralph Macchio, y en lo cojonudas que fueron para mi sus películas ochenteras (casi tanto como lo fueron las de Michael J. Fox ), tuve que verme una de ellas. Hacía tiempo que no recurría al vhs, que ya tengo pocas cintas, y las que me quedan van a ir a la basura en cuanto las recupere en dvd (o ya puestos, Blu Ray)
Pues eso, que por pura nostalgia me puse (y bien que hice) "Cruce de caminos", una película de Walter Hill, al que le tengo perdida la pista desde que hizo "Invicto", que es cojonudisima , vibrante e intensa… una de esas que ponen los pelos de punta -aunque no me guste ni una mierda el blues, estilo musical con presencia absoluta en la trama-, por la que no pasan los años (la peli digo, que no por Macchio… y mucho menos por Joe Seneca, ya fallecido) y que, asombrosamente, y después de 22 añazos, me voy a ver por segunda vez esta noche, porque es que ya ni me acordaba de lo buena que era.
Eso sí, estamos ante una nueva versión de "Karate Kid" en toda regla… es más, esta sinopsis que voy a hacer, valdría para las dos películas:
Un joven de origen Italiano, que siente una gran pasión por lo que hace, es vapuleado en la escuela. En una de estas, conoce a un anciano experto que le guiará por el buen camino para que el muchacho perfeccione su pasión. Éxito final asegurado. Ahora cambien karate por blues y anciano asiático por anciano negro. ¡Voilá!.
Y es que es la misma puta película, pero en distintos escenarios. Obviamente yo me quedo con "Karate Kid", pero "Cruce de caminos" es bastante menos babosa y con un trasfondo semi-fantástico que personalmente agradezco. Lo de que las antiguas glorias del blues pactaban con el diablo, su talento a cambio de su alma, se supone real. Y me mola mucho ese detalle. Y el vacile que se montan, porque en el duelo final de guitarras (uno que mola, aunque no te guste el guitarreo. Y que conste que yo lo odio), el contrincante de Chispas Martone / Macchio (¿o debería decir Daniel Larusso?) es un virtuoso que suele vencer siempre porque ha pactado con el diablo. Bien, pues Macchio gana esta vez, sin pestañear siquiera, sin hacer pactos ni con Dios, ni con la virgen puta. Vaya vacile.
En fin, que es un peliculote, muy, muy, muy bueno, al que vosotros, malditos hijos de puta, deberíais dedicarle una revisión.
Pelos de punta.

martes, 15 de abril de 2008

HORAS DE HORROR

Película canadiense dirigida por Paul Fox, un tipo con una larguísima carrera televisiva, en la que una psiquiatra, tras varios días de intenso laburo con sus locos, decide tomarse un descanso en una cabaña junto a su marido y su hermana. Allí reciben la inesperada visita de uno de sus mas problemáticos pacientes. No cuento más, porque la destriparía y es una película lo suficientemente interesante como para evitar dar más datos.
Bastante densa, con un ritmo lento, pero necesario, este thriller psicológico es una de las mejores películas de las que he visto últimamente. Una atmósfera oscura la acompaña desde el principio y es de las que engancha.
Bastante durilla en cuanto a gore, es tremendamente canadiense, y con esto no quiero decir otra cosa que se nota que no es Americana. El sentido del humor, que por hache o por be, está presente prácticamente en todos los productos que contengan sangre, aquí, gracias a dios, no existe, y con eso y la facilidad que tiene el director para hacer que la historia nos interese, convierten a esta película en una experiencia notoria, que si bien el horror de titulo español no aparece por ningún lado, sí que estamos en tensión durante gran parte del visionado.
Se llevó alguno de los premios en el festival de Sitges de 2005.
La recomiendo, sin duda alguna.

lunes, 14 de abril de 2008

THIS IS ENGLAND

Soy defensor a ultranza de la fantasía. Creo sinceramente que es deber del cine hacernos vivir situaciones que nos alejen de nuestra rutina diaria. La realidad es algo ya muy palpable desde que me levanto como para querer verlo reflejado en una pantalla... menos aún en forma de drama pesimista y, muchísimo menos, si es una de aquellas aburridas miradas al ombligo sobre la clase obrera llena de moralismo y autocompasión (y si la firma un intelectual y/o burgués, tipo Ken Loach, ya ni te cuento). Sin embargo, "This is England", que podría encajar perfectamente en ese grupo, habla de un tema que me interesa, el movimiento skinhead, y a pesar de que su realizador, Shane Meadows, considere que en los 80 el cine estaba muy mal por culpa de títulos como "Tiburón" o "E.T. El Extraterrestre" (¡¡sacrilegio!!), decidí hacer un esfuerzo y verla (entre otras cosas, porque tampoco pagaba por ello, je je je). Hay que decir, curiosamente, que Meadows es el firmante de un título de bastante culto, "Dead Man´s Shoes", que hay quien mete en el saco del cine de justicieros... hummm, no sé si será verdad, pero eso ya contribuye a que ponga al realizador británico en el lado menos sombrío de mi lista negra.
Y es que encima "This is England" está muy bien. Es típicamente inglesa.... osea, como una de Loach pero con una trama más interesante y sin aparente tirón panfletario. Meadows básicamente nos cuenta una historia autobiográfica (fue skinhead en su juventud y, aunque hoy se arrepiente, se dejó comer el tarro por el infame National Front), en la que un chavalillo de inevitable clase obrera, cuyo padre murió en la guerra de las Malvinas, se adentra en el mundo de los cabezas rapadas. Olvidaros por completo de "American History X" o, sobre todo, "Diario de un skin", porque este es otro rollo.
Partiendo del movimiento skin primigenio (ligado al ska y toda la movida Jamaicana), asistimos a cómo la ultra-derecha más chunga se infiltra y lo transforma. Todo ello narrado con mucha naturalidad, sin efectismos (la violencia es mínima). Meadows no juzga, solo cuenta lo que es, sin manipularlo, ni alzarlo, ni criticarlo. Los actores están todos de puta madre, realmente te los crees, y da la sensación de que el director les dio cancha para la improvisación.
Repito, el movimiento skin es solo el escenario por el que se desarrolla la verdadera historia de la peli, la del chaval protagonista y su proceso de madurez (y joder, lo deprisa que va el niño), pero desde luego le da mucho color (jamás verás unos skins tan majetes y tratables en otra película como en los primeros 30 minutos de esta) y de no haber sido así, nunca me hubiese tomado la molestia de consumir "This is England".
Y es que, encima, la banda sonora viene plagada de grandes temas... "UK Subs" por aquí, "Specials" por allí y la versión de una de las canciones más bonitas de "The Smiths". ¡Así no hay quien se resista!.

VAMPIROS, SED DE SANGRE

Que me haya gustado esto posiblemente sea de juzgado de guardia.
Un policía, abandonado por su mujer, se obsesiona con ella hasta tal punto que se dedica a espiarla. En un ataque de ira, por el que incluso sus superiores tienen que darle un toque, sale de fiesta por ahí a tomar copas y conoce a una cachonda que se lo quiere follar. Juntos acuden a una orgía donde todos joden con todos y allí, además de descubrir que es vampiro hasta el apuntador, la cachonda le muerde.
Exhausto por todo esto, el poli decide contactar con su mujer, muy especializada en el tema vampiros, y esta le da una serie de potingues para ralentizar su transformación. Juntos darán cuenta de toda esa horda de vampiros, salidos y violentos.
Lo bueno es que llega un punto en la peli donde no sabemos si todo esto es real, o al poli se le ha ido la pinza por culpa del abandono de su esposa.
"Vampiros, sed de sangre" es tan mala como entretenida. El look de los vampiros está directamente mangado a los de "Abierto hasta el amanecer", pero con un maquillaje mucho más chapucero. De hecho, el vampiro chungo, el más malo de todos, parece un teleñeco, así que, con todo, la cosa da más risa que miedo.
Pero como de gore anda bien servida, al final resulta una diversión cojonuda para una tarde tonta, que se disfruta perfectamente, con esa peste que echa a telefilm barato. Su visionado pasa super rápido sin que llegues a aburrirte ni un momento, lo cual es muy de agradecer.
Luego, el reparto no está mal. Por un lado tenemos a Kevin Dillon, uno de esos rostros que hemos visto en más de mil pelis (pero ahora no identifico con ninguna), por otro a Vanessa Angel (que está muy jamona) quien después de pasearse por el mainstream de la mano de los Farrely en su estupenda "Vaya par de idiotas", ha acabado haciendo series de televisión y "series B" tan chungas como esta, lo cual no impide que os hagáis unas pajillas observando su curvilíneo cuerpo. Y después tenemos por ahí, bastante desubicado como jefe de policía,  a Lance Henriksen, quien no hace ascos a ningún papel que se le ofrezca, por millonaria o pobretona que sea la producción.
Dirige la cosa un tal Richard Brandes, uno de esos directores con uno o dos títulos en su filmografía.
Que sí, coño, que se puede ver.

sábado, 12 de abril de 2008

EL SECRETO DE LOS FANTASMAS

Todavía le faltaban unos cuantos años a Roland Emmerich para subir a los puestos más altos de la taquilla con cosas como "Independence Day", "Godzilla", "El día de mañana" o "10.000 AD", pero ya por entonces, y recién huido de las Alemanias, hacía gala de los mismos defectos que actualmente, sobresaliendo su casi obsesivo sueño por ser el nuevo Spielberg... eso si, el Spielberg de los ochenta, de cuando este nombre era única y exclusivamente sinónimo de cine de evasión del bueno. Emmerich, como ya hiciera en "El secreto de Joey", se alimenta totalmente del cine-espectáculo juvenil del Hollywood de aquella dorada década, y esta peli es casi un catálogo de todos sus tics, aciertos y defectos.
Un par de chavales aficionados al cine fantástico, tanto el verlo como el hacerlo de modo casero (aunque utilicen equipos profesionales), reciben por herencia un reloj mágico en el que habita un fantasma simpático. Este se introduce en el cuerpo de un muñeco y, a través de él, ayudará a los jovenzuelos (y a su actriz, Jill Withlow, que junto a uno de los dos varones, Jason Lively, compartió protagonismo un año antes en "El terror llama a su puerta") a encontrar un tesoro oculto que, al mismo tiempo, busca un malvado magnate de Hollywood. Deberán enfrentarse a toda suerte de peligros, incluida una armadura con vida propia que recuerda bastante al caballero de cristal de "El secreto de la pirámide".
Los chavales en cuestión encajarían perfectamente como extras en "Regreso el futuro" o "Exploradores" (por sus pintas y las aspiraciones a convertirse en yuppie), el fantasma tiene la cara de "E.T.", tal cual, el tono es deudor de la comedia adolescente de la época con regusto a "Los Cazafantasmas" (no en balde en los USA la peli se tituló "Ghost Chase") y "Los Goonies"... en fin, puro compendio de cine juvenil, perfectamente aderezado por una canción tecno-pop genuinamente hortera.
Es evidente que Emmerich no dispone de los medios de su admirado Spielberg y las ambiciones que gasta (siempre tan desmedidas) chocan con el resultado. Es como un gran pastel al que le faltan ingredientes... tiene sus momentos, no diré que no, sobre todo si, como yo, tienes nostalgia de la década y del formato VHS en el que la visioné, pero la verdad es que aburre y sabe a muy poco.

jueves, 10 de abril de 2008

FINGERPRINTS

Extraña película esta. Es decir, de extraña no tiene nada, se trata de un producto ultra-standard ideal para rellenar los estantes del video-club... sin embargo, es bien cierto que hasta los 33 minutos no tenía ni idea de qué esperar de ella y, eso amigos, no abunda.
Un autobús escolar repleto de niños es 
accidentalmente arrollado por un tren. Cuarenta años después, una chavala recién salida de una clínica de rehabilitación llega al pueblo. Resulta que al haber estado tan cerca de palmarla por una sobredosis, tiene el poder de comunicarse con los muertos. Y estos deciden pedirle ayuda para que resuelva qué es lo que realmente ocurrió la fatídica noche del mentado piñazo.
Vale!!, hasta aquí tenemos una historia de fantasmas bastante normalita, sin demasiadas salidas de tono, algunas secuencias inquietantes y los adolescentes de rigor con sus movidas de instituto. Bueno, lo correcto. Pero entonces, te cuentan una historia según la cual el jefe de estación, atormentado por la culpa, se ahorcó y por lo visto su espíritu ronda también tan transitado lugar. Claro que a este reparto sobrenatural hay que añadir a un asesino vestido de, eso, jefe de estación y con la cara cubierta por una malla negra. El muy picoso se dedica a asesinar a todo aquel habitante que ose acercarse demasiado a sus dominios, ya sea atravesándolos con una barra de acero como cortándoles el tendón con una cuchilla. ¿Lo van pillando?. Vamos, que cuando menos te lo esperas, la peli de fantasmas se muta en un slasher puro y duro.

Al final, todo converge y logra tener bastante sentido... es decir, más o menos. Pero el caso es que para cuando eso ocurre, has pasado una hora y cuarto o así bastante entretenido y, encima, te han regalado la vista con las apariciones del eterno secundario Geoffrey Lewis y el rey de la "serie B" Lou Diamond Phillips.
Para rematar, un desenlace más propio de las pelis de Freddy Krueger (y metido así un poco con calzador) que de estos tiempos tan insípidos que nos ha tocado vivir.

martes, 8 de abril de 2008

LOS HIJOS DE LOS MUERTOS VIVIENTES

Esta película, es muy rara...
Comienza muy bien, muy potente, casi como una secuela bastarda de las de Romero (o casi como un plagio...) y esa primera parte está totalmente impregnada de ese estilo. A mi me recordaba ligeramente a "Dawn of the dead". Los títulos de crédito anuncian como protagonista a Tom Savini, que también hace las veces de coordinador de especialistas, y con el estilo chulesco que le caracteriza en todos los papelitos que hace por ahí, en este primer cuarto de hora se dedica a matar zombies sin descanso. Y te quedas totalmente enganchado. Por momentos piensas que estamos ante una gran peli, pero pronto se cargan a Savini y la historia cambia totalmente.
En el segundo cuarto vemos a un puñado de jovencitos que se dirigen en una furgoneta hacia un pueblo, contando historias de un tal Abbot Hayes, un asesino que una vez muerto, no encontraron su cadáver por ningún lado y la película pasa a parecer un slasher, o al menos reúne todos los elementos para serlo. Aparece entonces el zombie protagonista, llevando unas prótesis que le dan un aspecto demoníaco, y el solito se va cargando al personal, a base de mordiscos. Estos convierten en zombies a los jovencitos de la furgoneta, y así pasa de nuevo a ser una peli mata zombies. Para cuando eso ocurre, ya estamos hasta los cojones de lo que no deja de ser un puto lio de lo mas tonto.
Y aunque en un principio esos giros argumentales puedan parecer atractivos (lo serían si se hubiera encargado del proyecto alguien competente), el director, Tor Ramsey (vaya, un cualquiera...), no se hace con la peli, y acaba rodando una puta mierda como un templo de grande. Eso sí, el primer cuarto de hora, como decía, funciona perfectamente por si solo, y hubiera sido un corto magistral... pero el resto, es ridículo.
Vean "ese corto" y luego quiten la película.

CORNELIUS - SENSUOUS

Ahora que tengo televisión digital terrestre, por la noche suelo ponerme un canal bastante curioso, donde hay un programa de video-clips que suele tratar todos los estilos musicales. Viéndolo, descubrí a este Japonés y me enamoré de lo sonidos electrónicos que creaba. Ya se que es música para modernitos, pero si hay calidad, soy el primero que paso por alto mis prejuicios para disfrutar de las cosas que merecen la pena. Y este disco, realmente lo merece.
Desconozco todos los trabajos anteriores del artista, y tampoco voy a indagar, pero “Sensous” es toda una gozada.
Ritmos minimalistas, canciones “easy listening” para echarse la siesta. Ojo, no es que estos temas aburran, es que son altamente relajantes, y para conciliar el sueño, esto está muy bien. Y yo valoro esas cosas... Pero es que para llevarlo en el mp3 también funcionan, porque es un disco muy entretenido.
No me voy a extender mucho mas, soy muy malo escribiendo sobre música (ok, escribiendo en general, pero mas torpe aún si es música), pero para acabar, destaco el tema “Toner”, donde un pianito acompaña a los rítmicos sonidos que emite una impresora cuando está imprimiendo.
Muy recomendable.

JUNCAL

Lo primero de todo: Aclarar aquí que odio los toros. Me parece un espectáculo lamentable, no ya solo por su crueldad y su bestialidad. Me parece espantoso por lo aburrido que es todo lo relacionado con la tauromaquia. Es decir, que si los toreros, en lugar de matar animales, torearan, por ejemplo robots, me parecería igual de aburrido. Sin embargo, siento una extraña atracción por todo lo patrio. Soy fan de Lola Flores, de Peret y de las películas de Joselito. Nada me pone los pelos más de punta que una saeta bien “cantá” o admirar durante horas un bodegón bien “pintao”. Por eso no os debe extrañar que me encante la imagen de los toreros, jóvenes paletos, dispuestos a lo que sea con tal de conseguir la gloria. Me encanta, con todo su patetismo y su garrulismo. Repito, estoy en contra de todo tipo de violencia animal (hago especial hincapié, que luego hay malentendidos), es la actitud del torero la que me fascina y como buen hortera que soy, me encanta su look. No hay nada que me parezca más chulo que un tío vestido de luces, con todo el paquete de lado. Me he zampado, con dos cojones, todas las pelis de toreros, de el Cordobés, del Platanito, e incluso una que protagonizó el Juli antes de convertirse en figura, titulada "Sueño de luces", bastante costrosa, que hoy está ilocalizable, precisamente porque el propio torero se encargó de que ese bodrio desapareciera de circulación… pero en su momento la alquilé.
Si a eso añadimos la profunda admiración que siento hacia TODOS nuestros actores clásicos, está claro que "Juncal" es una serie que me marcó lo suyo.
"Juncal", serie ¡filmada en cine! de siete capítulos, que se emitió hace ya 20 años en televisión, nos cuenta la historia de un torero que pudo ser muy grande, pero por culpa de una cogida (que se joda) se quedó a medio camino. Ya viejo, este hombre no ha pegado palo, ha vivido de las mujeres y ha sido un caradura, pero todo eso le ha pasado factura y se ha quedado solo, así que planea recuperar a su familia, a la cual abandonó años atrás.
Basada en las andanzas de Bienvenida y creada y dirigida por Jaime de Armiñan, un auténtico aficionado al toreo y lo cañí que le gusta plasmar todas sus inquietudes en la pantalla, nos encontramos ante una serie muy amena, donde se toca el tema de la tauromaquia, pero por encima, en "Juncal" eso es lo de menos, lo importante es Paco Rabal, actor como la copa de un pino, que por culpa del éxito de esta serie se encasilló en el papel, a pesar de que ya llevaba tropecientos años de carrera. Hay que mencionar también que a este actor, libre de prejuicios, le tengo especial simpatía por haber intervenido en autenticas joyas de fantástico europeo (con dos cojones, Paco) como puedan ser "La invasión de los zombies atómicos" o "El tesoro de las cuatro coronas" ¡haciendo de "La Masa" en un circo! Y ya al final de su carrera, su última película fue "Dagon, la secta del mar", lo que deja muy claro que “el que dirán” se lo pasaba por los cojones. Tenía el estatus suficiente para hacer lo que le saliera de los idems.
Lo dicho. Da gusto ver a Rabal en esta serie. Sus monólogos, o las conversaciones con su compañero de aventuras “el Búfalo”, interpretado por El Brujo, son totalmente antológicas.
No es la trama sobre su hijo abandonado y también torero lo que nos interesa, lo grande es ver a "Juncal" en el bar, o seduciendo a una señorita, recitando un poema o tirándose el pisto.
Y luego, lo bien que se mantiene la serie, en cuanto a ritmo… podía muy bien haber sido rodada ahora.
Con todo el rollo que os acabo de soltar, la reseña se titula "Juncal" porque de algún modo tenía que titularse, pero en realidad, con este texto, lo que quiero es reivindicar un poquito la figura del torero (que el garruleo también mola) y, sobre todo, la de Paco Rabal.

viernes, 4 de abril de 2008

COLD PREY (FRITT VILT)

Es curioso, pero incluso cuando una película se mueve en terrenos de lo más trillados y previsibles, si lo hace con clase y con indudable saber hacer, el resultado cuela perfectamente.
"Cold Prey. Fanáticos del snow" esconde, tras un título tan horrible más indicado para un reportaje sobre el snowboard ese (y que conste que en la peli solo vemos practicarlo durante 5 minutos contados... afortunadamente), un slasher tan, tan, tan clásico que es para mear y no echar gota. Lo único novedoso es que se trata de una producción Noruega de cabo a rabo. Por lo demás, pura estética yankee y una trama que de tópica hasta da nauseas: Un grupo de chavalotes deciden ir a hacer el mongo con sus tablas en pleno monte nevado. Aquello que uno se mete una castaña y, ante la urgencia, descubren un hotel abandonado que usan como hospital improvisado. Lástima -o no- que este lo habita un tiparraco enorme que, hace muchos años siendo chaval, desapareció en plena montaña y, claro, como que resulta no ser muy sociable.
Da igual si son Americanos, Noruegos, Japoneses o Españoles, pero todos los jovenzuelos que suelen asomar el careto por esta clase de films son, eso, ¡gilipollas!. Sin embargo, como decía la peli cuenta con una factura muy bien acabada, toda ella, la fotografía, el montaje... los actores, ¡joder, incluso la música!, de lo más pomposa. Y claro, así no vale. El resultado es un slasher de alto standing con su atmósfera, sus escenas de verdadero suspense (el momento en que descubren el escondite del asesino es especialmente potente) y que no aburre a pesar de contar solo con cinco víctimas potenciales, gore casi nulo y una historia plana, lineal y básica... lo que por otro lado se agradece, porque lo que ves, es lo que es, sin más.
Como detalle curioso señalar que el psycho-killer, de look fotogénico, se cepilla a los niñatos con un pico, lo que trae a la memoria, inevitablemente, "San Valentín Sangriento"... la ochentera, digo. E incluso al final, logran que despierte un poco de compasión.
Si es que cuando hay medios y las cosas se hacen bien, pues eso (no hay más que compararlo con otro reciente slasher que se desarrolla en la nieve -"Shredder"- para darse perfecta cuenta).

EMINEM A.K.A.

Interesante documental sobre la vida de Eminem, desde que nace hasta que peta todas las listas de éxitos del mundo. Tenemos entrevistas a la madre, la abuela , al tío, amigos , antiguos managers y guardaespaldas... pero no se entrevista a Eminem ni a ninguna persona de su circulo, por lo que la veracidad de lo narrado pendulea bastante, aunque no se cuenta nada excepcional que no sepamos o que no se haya contado en la película "8 Millas".
A destacar todo lo referente a su infancia. Eminem, era un niño atormentado, al que pegaban en la escuela (era el único blanco) y buscaba su vía de escape en los comics. De hecho, en la película se nos muestran dibujos que hacía de pequeño, donde nos deja claro que si no le hubiese dado por rapear, se hubiera podido buscar la vida perfectamente haciendo monigotes, ya que lo cierto es que se le daba bastante bien. Aparecen ilustraciones de Robocop, Spider-man y de sus héroes del rap... Eminem, hacía dibujos cojonudos de Public Enemy o de N.W.A.
Debido a su afición a los comics, entendemos porqué al blanquito de Detroit le gusta tanto disfrazarse de súperhéroe en sus video clips.
Sorprende descubrir que le costó mucho hacerse un hueco en la industria musical, pues el color de su piel y el lugar en el que vivía, Detroit, no eran mas que impedimentos para la música que quería hacer, que era rap.
De hecho, antes de pegar el pepinazo, Eminem sacó dos discos, hoy de culto, que no se vendieron nada e hicieron ir a la quiebra a sus productores, en el año 94 el primero y en el 95 el segundo. Después de esto, y currando siempre en trabajos basura, Eminem cayó en una depresión y, sin dejar de escribir rimas, pensó que si toda esa gente no quería calidad, tendría que darles mierda, así que se inventó un alter ego, Slim Shady, con el que escribiría todas las idioteces que se le ocurrieran. Grabó un E.P. autofinanciado con un par de temas y fue justo este disco el que le hizo llegar a L.A., conocer al Dr. Dre y el resto de la historia ya la conocéis.
Lo que me sorprende es que, cuando el rubito del rap escribía sus letras más curradas y profundas, las que tiene en más alta estima, no se comió un rosco, tuvo que hacer el gilipollas y hablar de maricones, matar gente y meterse con las estrellas del pop, para vender cuatro millones de discos. Lamentable.
Aportando datos que mucha gente desconocerá, el documental está francamente bien, y incluye montones de fotos y videos caseros de antes de que Eminem se hiciera famoso. El conjunto resulta muy entretenido.
El director, Mike Corbera, es un adicto al hip hop que solo ha rodado documentales sobre la materia como puedan ser "Kings of Hip Hop", "50 Cent: Refuse 2 die" o "Hip Hop Legends".

jueves, 3 de abril de 2008

TAMBIÉN LOS ÁNGELES COMEN JUDÍAS

Como todo hijo de vecino, en su momento disfruté total y plenamente de todas y cada una de las películas protagonizadas por el tándem Terence Hill – Bud Spencer. Me encantaban.
En la actualidad no es que reniegue de la pareja cómica, ni mucho menos, pero sí que les he perdido un poco de estima, porque, seamos serios, en general todas esas películas eran mas malas que el Sida. Solo unas pocas realmente merecen la pena. De ambos juntos, "Dos superpolicías" y "Si no, nos enfadamos". De Terence Hill rescato "El superpoderoso", "Renegado Jim" o "Don Camilo".
De Bud Spencer en solitario, ninguna.
Sin embargo, hay una que es millones de veces mejor que todas las que han hecho juntos, "También los ángeles comen judías", que aunque no entra dentro de mis favoritas, sí entra dentro de las que más veces he visto junto con "Gremlins", "Rocky", "Ed Wood" o "Regreso al futuro".
Y es que es una maravilla.
Aunque, en esta película Enzo Barboni (E.B. Clucher y E.B. Vanders para los vagos que distribuían la edición en vídeo ¿?), tira de imágenes de archivo a tutti plen para ambientar el Nueva York de los años 20. No obstante, las rodadas para la película están muy bien ambientadas y dan el pego totalmente.
Desconozco el motivo por el cual, en una película que parecía concebida para ser protagonizada por Hill-Spencer, se prescinda de Terence Hill y, en su lugar, coloquen a un Giuliano Gemma en estado de gracia, quien emula Hill tanto en las coreografías de puñetazos, como en las maneras de actuar y ¿saben una cosa? me gusta más la percha y el estilo de Gemma. Lástima que no lo sustituyeran nada más que para esa ocasión, porque es que incluso hacía mejor pareja con Spencer que el propio Terence Hill, pero, ya se sabe, Giuliano Gemma es moreno, Bud Spencer es moreno... ¿Se imaginan a Zipi y Zape, morenos los dos? Pues los productores de estas películas tampoco.
Lo que me gusta de "También los ángeles..." es su pestazo a clásico, su pestazo a "spaguetti western" (sin serlo) y su tono sepia, cerdo y sobretodo, esa trama en la que dos desgraciados de buen corazón se meten a mafiosos para salir de la miseria, a fuerza de puñetazos y metralleta metiéndose en toda clase de líos y viéndoselas con brutos de todo tipo, como el Navaja, interpretado por un habitual de las Italianadas de la época, Giovanni Cianfriglia.
Por ahí rula también haciendo de chivato el patrio Víctor Israel.
En fin, que vista recientemente esta peli no ha perdido ni un ápice de frescura. Los años, la factura de la peli y ¡¡¡lo bien rodada que está!!!, la han convertido indiscutiblemente en un clásico Italiano, una obra maestra a la altura del "Amarcord" de Fellini o el "Perfume de mujer" de Dino Risi. O mejor, que yo estas dos no las he visto (ni disfrutado) tantas veces como ela reseñada.
Por cierto  NO COMPREN LA EDICIÓN EN DVD DE "IMPULSO RECORDS", que es una basura, el master una mierda y se ve tan mal que parece un "screener". Si conservan el vhs, no tiren su copia hasta que salga, por lo menos, en Blu-Ray.

TERROR FINAL

Ayer noche me marqué otro de mis habituales viajes nostálgicos al terror de la dorada década de los ochenta, y esta vez me acompañaba "Terror Final", uno de esos primeros slashers surgidos a la sombra del mega-hit que fue "Viernes 13" y por el que asoman varios rostros, y cerebros, conocidos. De hecho, se dice que la peli reposaba en un cajón de la distribuidora, que no sabía que coño hacer con ella, hasta que algunos de sus actores se hicieron notablemente populares, como Daryl Hannah, Rachel Ward o Mark Metcalf (al bueno de Joe Pantoliano, aún le faltaría un poco más para convertirse en el carismático secundario que es hoy) y entonces decidieron estrenarla.
Además de los mencionados, tenemos al mítico Samuel Z. Arkoff en la producción (la otra cabeza visible de la inmortal AIP junto a James H. Nicholson), a Andrew Davis dirigiendo (posteriormente firmaría títulos más que populares como "Código de silencio", con Chuck Norris, "Por encima de la ley", con Steven Seagal, o "El Fugitivo", con Harrison Ford... ¡casi ná!), a Allan Holzman en el departamento de montaje (suyas son caspas entrañables como "Galaxia Prohibida" y "Programada para matar") y finalmente a uno de los guionistas de la saga "Alien" (incluidas las que se enfrenta contra Depredador) Ronald Shusett, de ahí que en su época el film se promocionara como "De los creadores de Alien"... un poco tramposo, pero cierto al fin y al cabo.
Aún así, y con nombres tan jugosos en la palestra, "Terror final" termina resultado un film de lo más flojito... la salvan ese look sucio muy de los ochenta, unos personajes no especialmente gilipollas y un psycho-killer bastante original, del que no pienso destripar nada por si decidís verla algún día. Llegados a cierto momento, la peli da un leve giro y se sale del slasher más ortodoxo para meterse en el terreno de "Deliverance", el de la supervivencia en los frondosos e imponentes bosques repletos de enormes ¿pinos? que parecen tocar el cielo. Mariconadas a un lado, la secuencia de los rápidos también emparenta muy mucho este "Terror Final" con la maravillosa obra de John Boorman.
A la peli le falta toda clase de chicha, no solo en el terreno truculento, y se excede con ese tempo pausado tan típico de la época... pero incluso así y, quizás, precisamente por hacer gala de unos defectos tan característicos del momento, la disfruté razonablemente. ¿Que quieren que les diga?, no tengo cura.

miércoles, 2 de abril de 2008

DEMONIC (FOREST OF THE DAMNED)

Después de una experiencia horrible de la mano de Johannes Roberts y su "Hellbreeder", y otra más o menos positiva con "When evil calls", tocaba hacer balance con la que hace tres, "Demonic". ¿Resultado?, hummm, no lo tengo muy claro, pero digamos que, de momento, Roberts sigue ocupando el puesto de los mediocres en mi propia lista.
Y es una pena, porque "Demonic" podría haber sido una película mucho mejor de lo que es. El realizador británico se esfuerza muuuucho por dotar de algo más a este rutinario relato sobre unos ángeles caídos (con aspecto de fémina) que rulan por los bosques con el fin de seducir primero, y devorar después, a todo incauto que cometa el error de mirarles directamente a los ojos, sin importar sexo ni condición.
Dicho esfuerzo queda patente en algunos aspectos como el visual, el look de la fotografía (a ratos excesivamente oscura), el 
inspirado juego con los infrarrojos, la niebla cuyo fin es dotar de atmósfera a la historia (en un loable pero fallido intento de dar verdadero miedo), los potentes créditos iniciales, incluso la apuesta que el realizador hace por no perder demasiado los papeles y mantenerse sobrio... o, ¿por qué no?, con ideas tan interesantes como la del personaje interpretado por un fugaz Tom Savini, según el cual después de presenciar lo más hermoso del mundo (las demonias en cuestión), ya nada tiene sentido ni valor en esta vida.
Sin embargo todo es en balde, porque el resultado final es de lo más plomizo, vamos, ¡¡que te aburres como una puta ostra!!, y es que cuando partes de unos elementos taaaaan trillados (porque en esencia "Demonic" no deja de ser otra vuelta de tuerca más a "Posesión Infernal") lo menos que debes hacer es tomártelos excesivamente en serio... o por lo menos, compensarlo con abundantes dosis de hemoglobina (como hicieron los responsables de "Carver"), cosa esta que tampoco abunda demasiado en la peliculilla.

Al final, lo más divertido es el cameo de Shaun Hutson, el autor de la famosa novela "Slugs" (que inspiró el film de J.P.Simón), ya sin sus míticas pintas jevillarras (¡la edad no perdona!... y la alopecia tampoco), pero que se interpreta a si mismo con gracia y salero.
Eso si... comprendo que Johannes Roberts esté tan convencido de los valores de su obra como para poner su nombre por encima del título, como hace John Carpenter... pero, seamos realistas, ¡¡¿¿quien es Johannes Roberts??!!, desde luego el director de "La Cosa" no.