lunes, 30 de noviembre de 2015

INTERVIEW: DANIEL F. AMSELEM

Un buen día me dio por ver una película española cuyo elenco formaba parte de la plana mayor del programa “Crónicas Marcianas”. Y me gustó… Huelga decir que de primeras, siento debilidad por este tipo de producto, este cine español comercial tan al margen del cine español comercial. Y ciertamente, la película me pareció muy curiosa, lo suficiente como para revisarla años después y dedicarle una entrada en este mismo blog. Está película era “Operación Gónada” (pincha sobre el título para saber más) que por algún extraño motivo, en la actualidad, no goza de vida videográfica de ningún tipo y navega por el limbo de las películas “raras”, “malditas” o como diablos queramos llamarlas. Por otro lado, el director, que demostró oficio con la película sin lugar a dudas, no volvió a estrenar largometraje alguno…
Así que con este montón de dudas acerca de “Operación Gónada” y sus entresijos, me puse en contacto con su director, Daniel F. Amselem, que muy amablemente contestó a todas mis preguntas y nos cedió fotografías exclusivas del rodaje de “Operación Gónada” para que ustedes puedan disfrutar de ellas aquí.
Sin más, les dejo con la entrevista.


Muy buenas Daniel. Según tu ficha en IMDB “Operación Gónada” es tu único largometraje pero veo que también has rodado dos cortos, “El Buga y la Tortuga” y “Chat Noir”. Por lo demás, tu nombre es desconocido a pesar de haber rodado un largometraje comercial estrenado en salas. Así pues ¿Quién Es Daniel F. Amselem y de donde sale?

Daniel F. Amselem es un comunicador audiovisual con más de 20 años de experiencia que nació en Madrid, estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense (junto con Iciar Bollaín y Santiago Segura) e inició carrera como ilustrador y director de cortometrajes a principios de los noventa. En mis primeros años compaginé la ilustración y el diseño gráfico profesionalmente con la escritura y realización de cortometrajes en Madrid. Me estrené cinematográficamente en 1993 con la productora Dexiderius y el cortomotraje “Jam Session”, película que se exhibió en el MoMA de Nueva York como muestra del nuevo cine Español. Luego vino “El Buga y la Tortuga” (1995) con Loquillo, en su primer papel para el cine, y posteriormente comencé mi trabajo como guionista de largometrajes en Barcelona, dónde me trasladé a vivir. Allí co-escribí el proyecto de “Operación Gónada” con una ayuda del Ministerio de Cultura para su desarrollo, lo que me permitió darme a conocer y que una productora de Madrid, Blue Legend, se interesara en la producción del proyecto.

En “Operación Gónada” aparecen muchos actores que por aquél entonces pertenecían al elenco habitual del programa “Crónicas Marcianas”. ¿Hasta que punto tenía que ver la película con el programa? ¿Cuál es el nivel de implicación del programa en la misma?
Mariano Mariano, a pesar de tener un gran carisma y derrochar simpatía en la pequeña pantalla, resultó un pésimo actor para el cine. ¿Cómo fue el proceso de selección del humorista? ¿Por qué el papel principal?

El proceso de preproducción de la película empezó dos años antes de su estreno. Por aquel entonces, ni Daniela Cardone ni Xavier Deltell eran conocidos ni trabajaban en el programa televisivo de Javier Sardá. Al humorista de Lérida lo descubrí en un programa de TV3. Su casi anonimato y su aire “autista” se acercaba mucho al Franco que quería para mi película. Con la modelo argentina, fue la casualidad. La descubrí viendo un programa del corazón en verano y pensé que era perfecta para el papel ya que representaba la viva imagen de los dibujos y diseños que había elaborado para su personaje. Ella había venido por primera vez a España acompañando a su pareja de entonces, Guillermo Furiase. Todos ellos, tras la experiencia del rodaje y la incorporación de Mariano Mariano al elenco, terminaron colaborando en “Crónicas Marcianas” antes de que la película estuviese terminada. La única implicación del programa con la película fue dedicarnos unos minutos los días previos a su estreno. Un pequeño “favor” que nos hacían para promocionar la cinta. Sobre la elección de Mariano Mariano, fue una imposición del productor y el distribuidor de la película (Columbia TriStar España). Yo había solicitado a un, por entonces, actor en ciernes llamado Javier Cámara y a otro cómico llamado Carlos Iglesias. Para el productor, la elección de Mariano Mariano era su aportación y su gran idea. Con Xavier Deltell y Daniela Cardone pude trabajar y ensayar sus personajes, con Mariano Mariano fue imposible.

 ¿Es cierto que para darle vidilla a su personaje, la voz en off que acompaña al personaje se decidió incluirla durante el montaje?
Si es cierto. El personaje de Mariano Mariano (en el guion) era el personaje más normal de todos que llegaba a un mundo muy loco, absurdo y surrealista. Su actuación debía ser lo más equilibrada posible pero esto, no se pudo conseguir. Mariano Mariano no era un actor y sus líneas quedaron muy planas. Tanto es así, que el humorista llegó a sentirse bloqueado, en algunas tomas, por ser muy diferente a la televisión. Luego, en la postproducción, realizando unos “retakes” de sus diálogos, surgió la idea de colocar una serie de “morcillas” a lo largo de la película. Una idea del productor y de Mariano Mariano que fue secundada por el distribuidor que, de alguna manera, obligó a que esto se hiciera. A mi parecer, la voz en off sobraba claramente a pesar de la plana actuación final de Mariano Mariano.



Hoy por hoy soy fan de “Operación Gónada”. La primera vez que la vi fue al calor del hogar, en VHS cuando todavía se podían alquilar películas en el vídeo club. Y la vi por morbo, leí en la prensa seria que se trataba de una película espantosa. Sin ir mas lejos, la crítica más abrasiva que leí se reducía a una sola palabra; decía “Vergonzosa” y lo cierto es que una vez vista, no me pareció una obra maestra pero si me pareció una comedia muy sólida, con buenos gags, original y con mucha inventiva e infinitamente mejor que la mayoría de películas españolas de aquél año. La única pega reside en algunos de los miembros del casting que tampoco dificultarían el disfrute de la película. Siempre pensé que una mano negra se posaba sobre la misma, ya que las críticas me parecían poco justas y exageradas ¿Qué hay de cierto en esto? ¿A que crees que se debe ese asesinato a tu película y, por ende, a su vida comercial?

La película, lejos de ser un trabajo realizado en dos días (como algunos dijeron), fue un proyecto muy currado desde su concepción inicial hasta su montaje final. Eso, quieras o no, se percibe en la película. Sobre esto quisiera decir que Javier Sardá dijo al ver la película que “estaba demasiado bien hecha” y Boris Izaguirre comentó que le recordaba (a su manera) a unos Monty Python hispánicos. Sobre la sangría a la película quiero pensar que vino porque un total desconocido se había atrevido a tratar un tema muy delicado de una manera “muy irreverente” (según ellos) y lo había hecho sin padrino alguno y consiguiendo todos los recursos posibles para llevarlo a cabo. Para los de derechas parecía que me metía con la figura de Franco mientras que para los de izquierdas hacía coña sobre un tema que había hecho sufrir a mucha gente. Creo que para todos ellos, los de un lado y otro, les faltaba claramente distancia y, sobre todo, saber reírse de uno mismo.

La película fracasó comercialmente, de acuerdo, ni más ni menos que otras películas españolas. ¿Por qué crees que otros directores que fracasan con su opera prima siguen haciendo sus películas y tú eres un completo desconocido?

Porque tienen un productor que les acompaña a lo largo del camino. El cine es de los productores y no de los autores. Para poder triunfar o iniciar un camino medianamente firme, has de ir de la mano de uno de ellos y hacer (casi siempre) lo que ellos opinan. Yo, tras la experiencia, quise seguir fiel a mis principios e intentar hacer lo que creía hasta el final y esto me ha llevado, casi siempre, a encontrarme  con “la puerta de la oportunidad” cerrada a cal y canto.

He leído por ahí que los efectos infográficos, totalmente novedosos en su momento, costaron 500 millones de pesetas. ¿Qué hay de cierto en todo eso?
Pues como todo, marqueting para inflar más el presupuesto de la cinta y alcanzar los mínimos para conseguir la subvención pertinente. La película costo bastante menos de lo que se dice pero se destino mucho esfuerzo y creatividad en plantear y diseñar todo aquel mundo visual e infográfico que luego realizamos en muy poco tiempo y a muy bajo coste.



¿Por qué la película no cuenta con una edición en DVD?

Creo que por dos motivos básicamente. Uno, porque la productora desapareció y es posible que dejara algún pufo económico con el que responderían las películas como único aval y segundo, porque es una obra muy difícil de ubicar en el típico cine español. Sobre el punto uno quisiera remarcar que ninguna de las películas de la productora se distribuyeron nunca en DVD, lo que me hace pensar que su comercialización va más allá de su “denostada” calidad cinematográfica.

¿Cuál es tu opinión sincera sobre tu película?

Que se trata de una obra fallida con un gran potencial detrás. En este proyecto hubo dos visiones muy diferentes que chocaron entre si y que causaron un producto intermedio que no satisfizo finalmente a ninguna de las partes. Yo buscaba una mezcla entre Lubitsch y Berlanga tocado con un poco de los cartoons de Warner Bros. y el productor quería un nuevo “Torrente, El brazo tonto de la ley” mezclado con “Aterriza como puedas”. El resultado: una española televisiva demasiado bien hecha en un contexto histórico no correspondido.

¿Tienes buenos momentos del rodaje en tu memoria o alguna anécdota destacable?

Si, la verdad es que recuerdo con mucho cariño aquella experiencia. Lo pasamos muy bien y el equipo fue una verdadera maravilla. Aún hoy mantengo amistad y buenas relaciones con alguno de sus miembros, a pesar de no haber vuelto a trabajar con ellos. Anécdotas, varias, aunque remarcaría la del primer día de rodaje. Augurio de lo que sería el proyecto en sí. Iniciamos rodaje un domingo con la secuencia más complicada y numerosa (por actores) de la película, la llegada a la estación y la salida del tren rumbo a Hendaya. Era mi estreno, solo disponía de una jornada para realizar un montón de planos en un lugar donde solo podíamos rodar un día ya que era un museo que debía estar libre al día siguiente. Mientras que toda la figuración comenzaba a maquillarse arrancamos con un plano de grúa donde la máquina de vapor se ponía en marcha y salía rumbo a Hendaya. Yo ejercía del maquinista (mi particular cameo a lo Hitchcock) y el plano arrancaba en la chimenea del tren humeando y sonando. Pero aquel inicio, tras una primera y única toma, se truncó con la caída de la cámara de la grúa y su consiguiente rotura. Nos habíamos quedado sin cámara para filmar y con toda la jornada aún por delante y obligados a rematarla aquel mismo día y con la única luz del sol como principal iluminación general de la estación. Pero lejos de entrar en pánico, me retiré a una esquina y medité como solucionar todo aquello en menos tiempo y de la mejor manera posible. La nueva cámara tardó tres horas en llegar y volvimos al tajo. El resultado fue mejor incluso que lo planteado en origen y la experiencia muy reveladora: El cine profesional es, muchas veces, impredecible y, aunque todo esté muy bien preparado, “Murphy” ronda siempre por ahí.



Hoy por hoy, ¿Daniel F. Amselem vive del cine? ¿Te une algún trabajo al medio actualmente?

Hoy no. Durante años trabajé en producción y dirección de cine y publicidad tanto como jefe de producción como ayudante de dirección. Durante este periodo he querido, además, levantar mis propios proyectos y hacerlo desde mi particular productora pero la falta de solvencia económica, en muchos casos, y la dificultad de no tener un padrino en otros, me han impedido rodar un segundo largometraje. Aunque esta circunstancia no me ha coartado la posibilidad de seguir realizando proyectos tanto en formato de cortometrajes, webseries o piezas breves de animación.
  
¿Tienes algún proyecto cinematográfico a la vista?

No. Lo más cercano es realizar una novela gráfica sobre uno de mis antiguos proyectos cinematográficos (“Dragón de Hierro”) que ya consiguió premios y menciones en su fase de escritura. Pienso que la posibilidad de convertir la visión de mis proyectos a novela gráfica es una buena alternativa para expresarme y compartirlos con el gran público. Es un medio que me permite materializar exactamente mis ideas y no necesita de la maquinaria del cine para realizarse. Además, de gustar, es una manera muy cómoda de ver su potencial como futura película.

Pasemos a hablar un poco sobre ti; ¿Qué tipo de cine le gusta a Daniel F. Amselem? Gustos e influencias.

Mis gustos son muy variados. Siempre me han gustado los realizadores que no “existen” detrás de las cámaras, los grandes narradores, vamos. El Western y las películas bélicas son mi género aunque la comedia de la sonrisa es también una de mis debilidades. Si me preguntas directores que me gustan, te diría que muchos pero para darte unas mínimas referencias, me hubiera gustado hacer películas como las de: Ernst Lubitsch, Luis García Berlanga, David Lean, Howard Hawks y los dibujos de la Warner sin olvidarme, por supuesto, de Clint Easwood.



 ¿Qué opinión te merece la comedia clásica española, la vulgarmente llamada “Españolada”?

Es tan respetable como cualquier otro género. Es algo muy nuestro y que durante mucho tiempo (los 60, 70 y 80) llevó a mucha gente a las salas de cine españolas. Luego, todo se globalizó, y la gran industria americana nos impuso su cine fagocitando todo lo nuestro. Una pena porque esta circunstancia ha impedido crecer y desarrollar bien este género, como si lo ha hecho el cine cómico francés. Muy pocas comedias han conectado o aportado nuevas cosas porque es el género más difícil y el que menos oportunidades tiene. Realizar un buen drama es siempre mucho más fácil y rentable que crear una buena comedia. 

Fuiste durante años Jefe de prensa del festival de cine de comedia de Peñíscola. Háblanos de la experiencia.

No solo fui jefe de prensa, también cree la imagen corporativa del mismo y forme parte del núcleo duro de la dirección. La experiencia fue increíble, creamos un festival cercano, donde se daba a la comedia española su protagonismo (que por aquel entonces no tenía) y la oportunidad de juntar a sus creadores con la gente en un marco incomparable, en el mismísimo “Calabuch”. Luego vino Málaga, con mejores infraestructuras y sponsors y Peñíscola termino por desaparecer. Aunque en aquellos años los “viejos dinosaurios” de nuestro cine revivieron y nacieron muchos de los nuevos realizadores que hoy ya ejercen como profesionales consagrados. Todos, tanto nosotros como ellos, guardamos un imborrable recuerdo de aquellos tiempos.

¿Qué Opinas del Goya de honor que se le concede este año a Mariano Ozores, después de años y años de ninguneo por parte de la academia?

Mira me hace ilusión. Mariano fue uno de los asiduos de Peñiscola y un hombre que ha dado de comer a mucha gente en la industria española. Viene de una familia de cine y toda su vida ha querido contar historias y hacerlas para que la gente ría. Nada más. Sus capacidades nunca fueron la de un excelente realizador técnico pero si la de un guionista ágil, muy creativo (con su mundo) y muy capaz de dirigir a unos actores de manera muy creíble y fluida dentro del marco de sus historias. Ahí es nada. Creo que este homenaje tenía que llegar y me alegro que la academia haya dado el paso.



Esto es todo Daniel. Gracias por tu tiempo y si quieres añadir algo, o decirle algo a los lectores de “Aquí Vale Todo”, este es tu espacio.

Gracias a vosotros por la oportunidad de expresarme en este lugar tan libre y mágico. Animaros a seguir viendo cine, tanto el de antes como el de ahora. Saludos a todos.


domingo, 29 de noviembre de 2015

LOS FOTOCROMOS (Y LA CARATULA DEL VHS) DE "GOLPE EN LA PEQUEÑA CHINA"

Fui al cine a ver “Golpe en la pequeña China” -en el “Comedia” de Barcelona, para más señas- porque en aquella época era fiel seguidor de John Carpenter. Me gustó, pero no me entusiasmó. No comparto ese mega-culto que tiene, pero tampoco diré nada malo de ella. Menos aún tras revisarla la otra noche. Desde luego es una película genuinamente entretenida y buenrollera. Y siempre he pensado que si fracasó en la época es porque Carpenter se adelantó a su tiempo. Hasta entonces nadie de Hollywood se había molestado en tomar nota del cine asiático como fuente de inspiración para un blockbuster. El de artes marciales y el de magias negras, blancas y amarillas. Y el público tampoco estaba preparado para la mezcla. Años después tal combinación se ha convertido en algo de lo más común y corriente… incluso se habló de un inevitable remake con Dwayne Johnson encarnando al entrañable brabucón anti-héroe de la movida, “Jack Burton”, estupendamente interpretado por un Kurt Russell en el mejor momento de su carrera (y disfrutando mucho en el proceso), aunque finalmente nunca más se supo del asunto. Mejor, oiga.
Seguramente fue más el personaje que la peli lo que caló hondo en mí. Me encantaba su inutilidad e incapacidad. En realidad “Jack Burton” se pasa más de la mitad de su aventura inconsciente o intentando desenfundar un arma, sin colaborar demasiado. Brillante.
Otra cosa que me marcó de “Golpe en la pequeña China” fue el malo, “Lo-Pan”, y su capacidad de lanzar rayos lumínicos por ojos y boca.
Es evidente que
“Golpe en la pequeña China” estaba destinada a ser el inicio de una nueva franquicia (no nos engañemos, también “Indiana Jones” contribuyó a su existencia, algo que los franceses pillaron en seguida viendo cómo la titularon allí: “Les aventures de Jack Burton dans les griffes du Mandarin", resaltando el nombre del aventurero), pero el hecho de que no funcionara la limitó a un solo film, evitando así que se cargaran el concepto. Cierto que lo han intentado vía cómics… pero, a la larga, no es lo mismo.
En cualquier caso, ahí van los fotocromos que tenemos (no están todos) de “Golpe en la pequeña China”, cortesía del legendario Alex Gardés. Completa el show la caratula del VHS.












viernes, 27 de noviembre de 2015

REENCUENTROS

Pensándolo, es muy cierto que Jonh Belushi es un icono, pero también es cierto que de las siete películas en las que apareció, fueron un fracaso seis, solo fue un exitazo “Desmadre a la americana”, todo lo demás pinchó, a veces de forma catastrófica, lo que le convierte en un verdadero cómico de culto. Porque la veneración por Belushi viene a posteriori y no por gran actor, sino por yonkie. Y el culto a películas como “1941” o “Granujas a todo ritmo”  se inicia años después, que en el momento, fueron fracasos gordos.
Si bien empezó con papeles episódicos en películas como “Camino del Sur” o la que nos ocupa “Reencuentros”, “Old Boyfriends” en su versión original. Nada, es una intervención que apenas sobrepasa los 25 minutos, pero que sirve para comprender por qué Belushi es tan amado; es que gozaba de un carisma y una personalidad tal que traspasaba incluso las películas en las que aparecía. Y no hay que olvidar que Belushi es quien es gracias a sus intervenciones en el “Saturday night Live” y que de ahí le viene el éxito y la fama; cuando murió, en el cine, no estaba más que empezando y, a juzgar por los fracasos, con bastante mal pie. Pero cuando salía en una peli, el espectador se queda bocas contemplando el alarde de energía que soltaba el actor.
“Reencuentros” es la progre historia de una loca del coño que tras divorciarse, decide pegarse el festival de pollas follándose a sus ex novios, así se va a una ciudad y fornica con uno, lo intenta con otro en otra ciudad, y mientras cala hondo en el primero de todos ellos, cuando este se va a buscarla, le da tiempo a echarse otro caliqueño con un tercero.
La película pasó inadvertida, porque pocas cosas se han visto más malas que esta. Un coñazo de corte medio feminista, con una música épica que le acompaña en toda suerte de escenas románticas y que no le va nada bien al asunto, que supuso el debut de su directora, Joan Tewkesbury, y que después quedó relegada a la dirección televisiva porque es obvio que la chica no era en exceso talentosa.
Belushi interpreta en la cinta a su novio del instituto, el cual la humilló diciendo a sus compañeros que se había acostado con ella siendo mentira. Cuando se reencuentran años después, ella está dispuesta a, ya que él alardeaba de ello, que se la tire de verdad.
Y ahí radica todo el interés del asunto, el poder ver en acción a Belushi en una de sus películas más ignotas. Una vez concluye su parte, el resto de la película carece de interes. De hecho, circula por la red una versión de la película montada por un fan, en la que solo vemos las escenas en las que aparece Belushi.
La película la protagoniza Talia Shire, hermana de Francis Ford Coppola y la Adrian de “Rocky”, papel por el que consiguió después este protagonista, y por el cual ya nunca haría ninguna película trascendente más allá de la saga de “Rocky”. “Reencuentros” estaba concebida para su lucimiento, pero se lució más bien poco. Y es que ¡que bazofia tan grande por dios!
Junto a Belushi y Shire, Keith Carradine (hermano de David y de Robert e hijo de John) interpreta a otro novio más y Richard Jordan (“Dune”, “A la caza del Octubre rojo”) interpreta al que al final se lleva el gato al agua.  De hecho, en la época del vídeo, era el actor que lo partía de todo el reparto, puesto que al estrenarse directamente en vídeo en nuestro país –y he aquí la prueba de que Belushi no era nadie, al menos en España,  hasta que le reivindicaron los esnobs- en la carátula (que no tiene desperdicio) es él el que figura como estrella, más allá de sus compañeros. También es cierto que la carátula de vídeo es un poco engañosa, ya que se nos muestra la película como una especie de thriller, o algo así, prometiendo acción cuando en realidad se trata de un culebrón rosa y dramático que sonrojaría al más acostumbrado a las ñoñerías.
No obstante en su estreno americano, al largarse el público a mitad de película durante sus proyecciones, de puro coñazo que era, a los señores distribuidores de Embassy, no se les ocurrió otra cosa que cambiar el póster; si en la primera versión aparecía Talia Shire abrazando a un señor anónimo, en la versión nueva, con las que inundaron paneles de autopistas y marquesinas, aparecía ella en primer plano, custodiada por un Belushi que presidía el póster, micrófono en mano, y cuya frase promocional venía a decir algo así: “Talia Shire buscaba el amor de su vida, pero esta vez será Belushi el que la mande a la mierda”. No he podido encontrar casi info de la peli en toda la red, menos aún este póster que tan bien hubiera ilustrado lo que digo.
Jonh Belushi, su representante, y la madre que parió a todos ellos, por supuesto, se llevaron un monumental cabreo al ver el uso que se hacía de la figura de Belushi en la promoción, pero al ser tal el fracaso, pasaron de todo lo referente a denuncias y malos rollos.
Y es que Belushi, cuando se estrenó esto, era ya súper famoso, tanto que le colaron ahí como protagonista para ver si se salvaba la película. Lo único que se consiguió es que la gente pidiera que se le devolviera su dinero a la entrada del cine, porque habían pagado para ver una película protagonizada por John Belushi, y en esta él aparecía un momento. Así que no remontaron y la película se fue al garete; eso si, las críticas fueron más que favorables para el señor Belushi.
Por lo demás, mierda. Lo más interesante, lo que acaban de leer aquí.

jueves, 26 de noviembre de 2015

THE WALKING DEAD SEASON 1

Telltale Games es una productora de videojuegos que se ha especializado en aventuras graficas para grandes licencias, además del popular comic de zombies, también ha hecho juegos muy similares a este pero con Juego de Tronos, Fábulas, Borderlands, Regreso al futuro o Minecraft. Como no he jugado a ninguno más, hablare de el de The Walking Dead pero tengo entendido que todos te los venden como que tus decisiones importan, pero ahora explicare porque no importan ni lo mas mínimo, pero que aun así son grandísimos juegos.

The Walking Dead season 1 es un gran juego que como decía antes se supone que las decisiones que tomas son decisivas y cambian el rumbo de la historia, pero esto es falso, si por ejemplo en un momento te dan a elegir a dos personajes al que uno salvaras y el otro será comido por los zombies, da igual a que personaje salves, dos episodios después ese personaje morirá irremediablemente, sea el que sea el que hayas salvado. Si en vez de coger el cuchillo coges la pistola (ejemplo que pongo inventándomelo) el resultado será el mismo. Que contestes de forma violenta en un dialogo, y por mucho que te ponga en una esquina arriba a la izquierda que ese personaje recordara tu respuesta violenta, da igual, la historia continuara sin un efecto real por tu acción anterior. Que puedas elegir que te acompañen o no, ciertos personajes a rescatar a Clem (luego entro en los personajes) en la parte final del juego, es lo de menos, no interactuaran ni lo más mínimo. Es decir que en todo momento se nos dan pautas de que nosotros tenemos el control, pero es mentira, todo está supeditado a la historia ya escrita de antemano, y aunque esto pueda parecer malo, no lo es, porque el argumento, los sucesos que ocurren, todo está pensado para que desarrolles una relación afectiva con los personajes, que sufras por ellos, y que te joda que tal o cual acompañante muera. Si el jugador fuera haciendo y deshaciendo a su antojo, estos sentimientos se diluirían, salvo claro está, que se escribieran miles de ramificaciones distintas, algo casi imposible. El ejemplo que la gente de mi generación entenderá es el del Libro de Elige tu propia aventura, este juego es más o menos eso, puedes decidir alguna cosa, pero en contra de lo que pasaba en esos libros, que tenían múltiples finales, aquí el final es el mismo para todos, con pequeños matices, pero todos los jugadores acabaremos igual, y no me refiero al personaje que controlamos sino a los que empuñamos el mando.

La historia es tal que así, el jugador controla a Lee, un culpable de asesinato el día que va a ingresar en prisión. Un Sheriff te lleva en coche cuando se desata el apocalipsis zombie. El coche se sale de la carretera y malherido sales del mismo. Te refugias en una casa donde una pequeña de 8 años llamada Clementine se ha hecho fuerte en su casita del árbol. La pobre esta sola, sus padres no han vuelto a casa y por la que está cayendo parece que no van a volver. Llegado un momento la casa no es segura y cogerás a Clementine y os uniréis a un grupo que pretende huir y salvar la vida. Nos encontramos con personajes conocidos del comic y la serie, como Glenn o Hersell, pero durante poco tiempo, ya que marcharan para continuar con sus hilos argumentales con los comics. El grupo crecerá, luego decrecerá, se unirán nuevos personajes, seguira muriendo gente y más gente, pero la unión entre Lee y Clementine será cada vez más fuerte, y la que el jugador sentirá por proteger a la pequeña, el verdadero motor para seguir con la historia. Aunque lo que quieres (tanto Lee, como tú, jugador) lo único que importa es que a Clementine no le ocurra nada. Aunque como videojuego cojea, es el medio ideal para que sintamos esa empática con Lee, que queramos que proteja a la niña, ya que si esto fuera una serie, una película o un comic, no llegaríamos al nivel de sentirnos responsable de estos dos personajes.

El juego se compone de 5 episodios, más luego un epilogo, se pueden comprar por separado o en bloque, siendo esta ultima manera más barata y la ideal, porque como si de una serie de televisión fuera, siempre acaba cada episodio dejándonos la miel en los labios, con un momento de peligro, una revelación o un “mecaguenlamarsaladaperoquecojones”. 

Y entonces llega el final, ese final agridulce, un final que el jugador ya va viendo casi desde el principio pero que en los dos últimos episodios ya es un hecho casi seguro, ese final que te deja un poco hecho polvo, un poco jodido para qué vamos a negarlo, pero que revisando el viaje que has hecho te das cuenta que es una preciosa historia de un hombre que expía sus pecados ayudando a una niña a sobrevivir en un mundo lleno de muertos que caminan.

Existe una segunda temporada, pero la historia que cuenta la primera queda cerrada, así que no creo que la juegue, al menos no de momento, ahora solo quiero regodearme en la historia de Lee y Clem. Si no lo han jugado y tienen la oportunidad, háganlo, pocos juegos (y películas) consiguen que conectes así con los personajes y que sufras por ellos.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "ENTRE PILLOS ANDA EL JUEGO"

Ya se que no hay un orden y un concierto a la hora de colgar aquí los fotocromos, pero como durante estas dos semanas voy a dedicar mis entradas en AVT a las pelis menos conocidas de John Belushi, aprovecho para que, aunque no tengan demasiado que ver (o si), los fotocromos de estos dos Miércoles estén dedicados a la comedia.
Y le va a la zaga, porque en esta ocasión, si que los fotocromos tienen que ver con Belushi, ya que se trata de una película dirigida por John Landis y protagonizada por Dan Aykroyd -amigos y compañeros en el trabajo de Belushi-, sobre la que ya se dijo casi todo lo que podía decirse aquí.
Sin más, aquí les dejo sus correspondientes fotocromos.













lunes, 23 de noviembre de 2015

WIRED

“Ahora mismo tengo una caterva de brujas a mi servicio que arrojarán sus males de ojo sobre esa cosa. Espero que  “Wired” jamás se estrene y voy a poner todas mis energías en ello para conseguirlo, te lo digo honestamente ¡Que arda en el infierno!”. Con estas palabras –más o menos, que es una traducción mía- contestó Dan Aykroyd a una entrevista de la MTV, cuando le preguntaron sobre el proyecto en ciernes, “Wired”, la película inspirada en el Best seller que cuenta la vida de John Belushi, "Como una moto: la vida galopante de John Belushi", escrito por el prestigioso Bob Woodward.
Y es que pocas películas tienen una historia tan dura –y apasionante- detrás de sí como esta. Todo lo que Belushí tocó en vida, a su muerte lo llenó de tensión y mal rollo. Esa es mi opinión.
Resulta que si bien John Belushi no es un actor del todo conocido en España, solo los fans que en España pueda tener conocemos la existencia de esta extraña película, invisible, ignota y maldita, que no había forma de encontrar, hasta que un alma caritativa la colgó en la red. Antes de esto, la película era como si no existiese, porque amigos y familiares de Belushi, se encargaron de boicotearla usando todo el poder e influencias que estos tenían en Hollywood. Incluso, cuenta la leyenda, que James Belushi, hermano de John, iba videoclub tras videoclub alquilándola, no la devolvía, y así se fueron eliminando las pocas copias que se pusieron en circulación, al menos en Hollywood y Los Angeles, pero esto huele a bulo.
El libro de Woodward, “Como una moto, la vida galopante de John Belushi” que es como se tituló en España cuando se publicó por primera vez ¡25 años después de que lo hiciera en los USA! se convirtió en un best seller, básicamente porque contaba los fiestones que se pegaba Belushi, los rayajos que esnifaba y lo estúpido que era –estupidez supina que lo llevó a la muerte-, cosa esta que, no obstante, en Hollywood no gustó nada, y familiares y amigos del actor acusaron a Woodward de sensacionalista y explotador al presentarnos a Belushi como un personaje negativo y no retratar una imagen fiel –según sus allegados- del comediante. Lo mismo dijeron los familiares de Antonio Vega cuando se estrenó el magnífico documental “Antonio Vega, tu voz entre otras mil”, por lo que tiendo a pensar que los familiares -¿Qué van a decir?- no son muy juiciosos ni objetivos a la hora de hablar de los suyos y a fiarme más de los periodistas que han estado investigando años sobre las personalidades de estos, al fin y al cabo, yonkies. Argumentando que Woodward no pasó el manuscrito terminado a la viuda de Belushi antes de su publicación –y bien que hizo- el libro se ganó una muy mala reputación dentro del mundo de Hollywood.
Woodward, que tampoco era un angelito de la caridad, quiso vender los derechos de su libro rápidamente con el fin de que se hiciera una película y cobrar un sustancial cheque, pero en Hollywood, a este tío, lo mandaban a tomar por el culo rápido; ningún estudio quería producir una película en la que el malo de la misma, era el mismo Hollywood.
Finalmente, los derechos los adquirieron un par de productores independientes, que consiguieron 13 millones de dólares, lo que la convertiría en una película de bajo presupuesto. Se contrato a Woodward como asesor técnico y al director Larry Peerce, con mucha experiencia en telefilmes, pero más bien poca en largos para cine, así como al actor Michael Chicklis (“La cosa” en  Los 4 Fantásticos") que fue elegido tras un casting de 200 actores como el mejor de todos ellos para dar vida a John Belushi.
La película se rodó y ninguna distribuidora quiso hacerse cargo de ella para llevarla a los cines, ni las de los grandes estudios, ni las independientes. Woodward afirmaba que este boicot era debido a las fuertes presiones de Hollywood para no estrenarla, pero las distribuidoras decían que no se hacían cargo de ella, sencillamente, porque era una puta mierda. Finalmente una pequeña distribuidora consiguió sacarla en vídeo de manera reducida; pocas copias y en pocas tiendas. Un fracaso absoluto, para fortuna de los poderosos amigos y familiares de John Belushi. Aquí hay que creerse la versión de las distribuidoras, porque ajeno al boicot ejecutado por las personalidades de Hollywood , el festival de Cannes de 1989 la estrena dentro de su programación con una de las mayores expectaciones que tenía el festival en años. De hecho, el día del estreno, la entrada del cine donde se proyectaba se colapsó, colas interminables para las  poco más de 800 butacas con las que contaba el recinto. Bien, pues la película resultó ser tan espantosa, que a mitad de la proyección, ya se estaba marchando el público de la sala. Para cuando aparecieron los primeros títulos de crédito, la gente empezó a abuchear y a pitar a la película, como no se recordaba en mucho tiempo en Cannes. Tras esto, la película murió comercialmente. Quedó relegada al olvido rápidamente. Y aunque circularon copias a lo largo del planeta, la película nunca se emitió en televisión, nunca gozó de más ediciones en VHS de la que sacó esa distribuidora pequeñita, y nunca se editó en DVD.
Puede que en parte sea debido a ese supuesto boicot de los Belushi y compañía (capitaneado por Judy Belushi, Dan Aykroyd  y James Belushi), no lo ponemos en duda, pero lo cierto es que la película es mala a rabiar, una de las peores películas que se pueden ver, sosa, aburrida, mal montada, mal contada, sin ritmo alguno, sin coherencia ni argumento…y ni la más mínima gracia.
Y es que, aún basada en el libro de Woodward, la película es de lo más marciana y se toma unas licencias de lo más estúpidas: Se nos presenta a John Belushi en el deposito de cadáveres, y a partir de ahí, toma protagonismo ¡El fantasma de John Belushi!, que como si de “Cuento de Navidad” se tratase, es llevado por un taxista Portoriqueño –e insoportable- hacia momentos clave de su vida que se nos muestran a modo de flash back y sin orden ni concierto, de forma aleatoria, como si abrieran una página del libro al azar, y dijeran “Vamos a rodar esto mismo”. Para más inri, el propio Bob Woodward aparece como personaje, en una subtrama que más que aportar, ralentiza la acción, en la que este negocia con la viuda de Belushi el trasladar la vida de este a un libro. Y lo mejor de todo es que ni el fantasma, ni Woodward, están en el  libro original en el que esta mierda se basa. Un desbarajuste vaya. Al final la película es como un cochambroso álbum de cromos al que le faltan la mitad para completar la colección.
Por otro lado la mayoría de los protagonistas de la historia, no autorizaron su imagen para parecer en la película,  así que salvo John Belushi, el resto de protagonistas de la historia, o no aparecen – solo se les nombra-, o si lo hacen  es con el nombre ligeramente cambiado. Así Judy Belushi pasa a ser Judith Belushi, Dan Aykroyd pasa a ser Danny Aykroid,  los “Blues Brothers” pasan a ser sencillamente Los  “Blues” y John Landis, que aparece en la película, acaba siendo un director de cine sin nombre.
Yo acabo de verla con la expectación que requería el saber de su existencia, y aún sabiendo que era una película muy mala, no me podía esperar que lo fuera tanto. Me ha costado un imperio el no quitarla, porque, es que parece mentira que una historia tan intensa, con tanta miga, sea contada de manera tan aburrida y tan torpe. Sin ir más lejos, la escena en la que, estando Belushi absolutamente drogado en su caravana, es requerido por Jonh Landis para rodar en el set de “Granujas a todo ritmo”, es lo más vergonzante que he visto en mi vida. Landis acaba dando un puñetazo a Belushi que lo tumba; en la vida real, uno de los episodios más populares. Bien, pues la forma en la que se resuelve eso en pantalla y el como está montado, es para coger al director y al montador, despedirles y que no vuelvan a tocar celuloide en sus putas vidas.
Una película de mierda…Pero la historia que trae consigo es fascinante ¿a que si?
Michael Chicklis, el elegido entre 200 para dar vida a Belushi, resulta ser demasiado soso, demasiado guapo, demasiado alto y demasiado delgado para parecernos un Belushi creíble, además de ser un actor del montón que eso, si, se esfuerza por hacerlo lo mejor posible. En una entrevista afirmó que la vida de un actor es impredecible, puesto que un día se encuentra firmando el contrato de lo que se supone que será el papel de su vida en una película importante para, tras concluirla, no volver a conseguir papeles en un largo periodo de tiempo por culpa en concreto de ese papel. Está para matarlo, por no hablar del maromo que hace de Dan Aykroyd, Gary Groomes, más parecido a Chevy Chase que al larguirucho. De hecho, al verlo en pantalla  me creí que encarnaba a Chevy Chase, que dicho sea de paso en la peli solo aparece nombrado.
En definitiva, “Wired” no es más que una porquería que como curiosidad, obviamente, nos la satisfice, pero hay que pagar el alto precio.
A estas alturas de 2015 el proyecto del Biopic “Made in Hollywood” sigue en pre-producción; dudo mucho que llegue a realizarse y si lo hace, no creo que sea algo mucho más destacable que este, a juzgar por su reparto con Emily Hirsch como Belushi y Ryan Reynolds como Chevy Chase…

domingo, 22 de noviembre de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "SANTA SANGRE"

Aprovechando que el pasado Miércoles el compañero Víctor nos alegró la vista a todos con los fabulosos y vivarachos fotocromos de “Suspiria”, acabo de sacarme de la manga que esta es la “Semana Argento”. Y no me refiero solo a Dario, en este caso hablamos de su hermano, Claudio, quien produjo/produce muchos de sus desvaríos. En el año 1989 el pequeño de los Argentos tuvo la idea del siglo, rescatar del ostracismo al “auteur” extremo e inconfundiblemente “finalesdelos60iniciosdelos70” –y Chileno- Alejandro Jodorowsky. Ese que tanto os pone ahora con sus rollos psicomágicos y al que se respeta en los estamentos oficiales y en los pisos compartidos por estudiantes jipiosas y porreras. La diferencia es que, antes, con el despuntar de la contracultura, Jodorowsky era un auténtico terrorista del arte. Polémico, transgresor, provocador y algo ridículo. Pelis como la legendaria “El Topo” o la curiosa “La montaña sagrada”  son pilares de la locura drogadiza de su época y que, sin embargo, el paso de los años ha tratado muy mal. La última vez que las revisé daban bastante vergüenza ajena, la verdad. Es curioso que el arte que en su momento representaba la vanguardia y el futuro, se vea hoy tan desfasado.
En la década de los 80 Jodorowsky ya estaba algo más “calmado” y su última película, "Tusk", fue un mero encargo carente del “touch” que solía caracterizarle. Cuando se puso manos a la obra con su return, “Santa Sangre”, lo hizo algo más libre… pero también arrastrando aquella inevitable “domesticación”. A eso súmenle que Claudio Argento (así mismo guionista) le pidió que hiciera una peli con elementos terroríficos. El director aceptó, solo que al pitote añadió delirios robados de Fellini y Buñuel.
El resultado, pues la mejor obra del cineasta Chileno. Pero de largo. Él mismo así lo reconoce. Afirma sin titubear que “Santa Sangre” es perfecta. A mí de chaval me flipó bastante. Me moló por sus escenas truculentas de acuchillamientos tan Argentianas,  pero también por su poesía visual, acrecentada gracias a la estupenda partitura de Simon Boswell. Durante años estuvo entre mis favoritas y otorgó a Alejandro Jodorowsky la etiqueta de ídolo. Eran los tiempos en los que vivía muy confundido porque mientras por un lado seguía adorando el terror más comercial, por otro sentía un inesperado interés por el cine experimental y de vanguardia. “Santa Sangre” era la -para mis inocentes ojos- perfecta combinación de ambos.
O al menos me lo parecía entonces. Hace no mucho la revisé y, como con “El Topo” o “La montaña sagrada” (o la horripilante “Fando y Lis”), saqué la conclusión de que se había quedado algo vieja. No negaré que tiene sus aciertos, que son muchísimos, narrativos y visuales, pero hoy no la tengo en tan buena consideración como solía. Eso no ha impedido que reúna acá sus fotocromos, cortesía del psicomágico Alex Gardés.
En cuanto a Jodorowsky, pues hace mucho que dejó de interesarme. Contribuyó a ello su “estandarización”. Que el media y el público convencional le aceptaran y deglutieran con tanta pasión, y que vieran en él un gurú dispuesto a dar sentido a sus grises existencias. Todo eso me desconcertó. Le restó misterio y magia. Súmenle su decepcionante autobiografía (la compré esencialmente para leer sobre las películas que había dirigido, y el mamón las limitó a un desinteresado párrafo) y que, en fin, el rollo este místico y trasnochado que gasta me agota… además de sus ataques al cine Hollywoodiense claro, tan previsibles y arcaicos como el resto de su discurso.











miércoles, 18 de noviembre de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "SUSPIRIA"

Pues aprovechando que acaba de salir al mercado -por fin- una edición decente de "Suspiria" con  la imagen restaurada y remasterizada (no conozco peli a la que le venga mejor una limpieza de cara... los masters antiguos ya molaban, pero ver "Suspiria" en HD es una pasada) y con jugoso material extra -una entrevista con Dario Argento en la que cuenta ¡Todo! sobre la peli-  vamos a ofrecer una entrada con los fotocromos de cine que, en su momento, adornaron los paneles informativos de los cines españoles.
Huelga decir que "Suspiria" es una de mis películas favoritas de todos los tiempos y, sin duda, la mejor de Argento.
El argumento ya lo saben, así que, sin más, les dejo con los fotocromos.










lunes, 16 de noviembre de 2015

MI GRAN NOCHE

Tan escaldado salí de ver “Las brujas de Zugarramurdi”- junto con “Balada triste de trompeta” dos de las peores películas, no ya de la carrera del director Bilbaíno, sino de la historia del cine, y quien diga lo contrario lo dice por lameculismo o por confundir la velocidad con el repugnante tocino-  que a pesar de que me agradaba la idea de visionar una película que significara la vuelta al cine de Raphael, me tiraba para atrás que se tratara de una nueva película de Álex dela Iglesia. Pero aproveché que se producía “La fiesta del cine” para verla. Por 2, 90, si no me gustaba, siempre podía abandonar la sala dedicándole una morcilla a la pantalla (como hiciera en su momento Aratz con “Los Ángeles de Charlie”). Y al final me ha gustado la película lo suficiente como para verla y luego, sin más, irme a mi casa a hacerme una pajilla rutinaria. Lo que demuestra lo terriblemente irregular que es Álex de la Iglesia. Porque  de la Iglesia tiene muchos mamporreros y a poco que haga ya van a ascender a los cielos su trabajo, cuando en realidad hace unas mierdas estratosféricas. Pero de entre esas mierdas terribles, de vez en cuando hace alguna película que al menos está entretenida; en los últimos 10 años,  solo “La chispa de la vida” y esta me parecen medio potables; el resto y lo pongo con mayúsculas PUTA MIERDA, señores míos. Pero centrémonos en la que nos ocupa, que está simpática ¡qué carajo! Siendo totalmente justo y objetivo, ya que De la Iglesia es un director que me cae medio gordo, y siempre deseo que sus películas me repugnen.
También es cierto que el cineasta ha sabido crearse un sello identificatívo y un universo propio; teniendo esto en cuenta, Álex nos propone una comedia coral, un émulo del cine de Luis García Berlanga versión destroyer, con unas sutiles pinceladitas a lo Almodóvar , en la que introduce todos los elementos cañís y toda la violencia que haga falta para cubrirse las espaldas ante los dos nutridos grupos de fans con los que el director cuenta; por un lado, los descerebrados fans del gore consecuencia del boom de los 90 y que se engancharon al rollito de la Iglesia con “El día de la Bestia”, y los matrimonios de entre 50 y 70 años que se engancharon a su cine con “La Comunidad”. Para más inri, también tiene algo  de “Muertos de Risa”, para enganchar a esos pocos que nos gusta esa película. Entonces, con todos esos ingredientes, nos cuenta la historia de varias personas, personal de figuración, presentadores y técnicos, que se encuentran encerrados en un set de televisión grabando el especial noche vieja 2016, mientras que en el exterior hay una serie de violentos disturbios consecuencia de una –no nos queda claro del todo- huelga. Entre todos ellos, además está infiltrado un fan de la estrella mundial Alphonso (Raphael, claro) cuya misión es matarlo durante la actuación de este en la gala.
Bien, pues me parece un proyecto muy difícil de rodar y coordinar del que ha salido airoso, dándole un ritmo endiablado a un producto que corre el peligro de aburrir (ya saben, un grupo de gente encerrado en un lugar) que entretiene todo el raro que tiene momentos antológicos, que además, en ningún momento deja de ser un película de Álex de la Iglesia. Y luego tiene a esa enorme baza que es Raphael,  cuya presencia se antoja lo mejor de la película, tan solo porque es Raphael  autoparodiandose. La gracia está en que se nos presenta como un ser despiadado y megalomaniaco que no duda en hacerle la vida imposible a su hijo, que trabaja para él, no vaya a ser que “trepe y trepe hasta desbancar a su padre, como hizo Enrique Iglesias”, se atreve a decir en la película. La entrada en escena de Raphael  en el film, que nos lo presenta como una especie del Darth Vader del mundo de la canción, es poco menos que memorable.
Así que en definitiva la película está muy bien, entretenida y simpática con momentos verdaderamente hilarantes.
Pero en la parte negativa, que dirían en el “Un, Dos, Tres… responda otra vez” que tanto inspira a este director – ¿Qué pensaban? ¿Qué se iba a ir de rositas?-, me parece de muy poca vergüenza hacer una película que no deja de ser una crítica mordaz al mundo de la televisión, mostrándonoslo como un universo corrupto y desperado (¡Ja! Como si el del cine español no lo fuera…) y hacerlo contratando a la plana mayor de actores de teleseries de éxito (solo falta Paco León para que esté ahí todo “Aída”) que trabajan para productoras, esnifan con sus jefes y pisan al compi (Edu García dixit entre lineas) similares al “Media Frost” (en alusión a “Media Pro”) que despedaza en su película.
Pero ciñéndonos a lo estrictamente artístico, me da más vergüenza todavía, que en su reparto, habiendo actores más o menos solventes, a la gran mayoría de los que intervienen en “Mi gran noche”, no se les entienda ni una sola palabra de sus diálogos compartiendo plano con otros que, como Pepón Nieto –que aquí está estupendo- , merecen una mayor suerte.
 Y ya para terminar, decir que le edición de audio, en lo referente a las escenas de diálogo de Raphael –intuyo que como buen divo, no se aprendió los textos más largos y rodaban a cachos sus frases- es tan cutre, tan cutre, tan cutre, que siendo una producción profesional de más o menos gran presupuesto, el que se noten los corte de audio a cada cambio de plano del divo, nos lleva a comparar esta obra con la más feróz producción amateur, en lo que a estas escenas se refiere.
Ahora bien, ver a Raphael interpretan “Escandalo” en pantalla grande, es toda una gozada, por mucho que odies a Raphael o no comulgues con su música.
Pero Veeenga … está entretenida, simpática y se deja ver. Para ir a ver en familia estas navidades (si aguanta en cartel) ideal.

domingo, 15 de noviembre de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "CRITTERS"

Como no podría ser de otra manera, supe por primera vez de “Critters” gracias a mis amadas revistas franchutes. Nada más ver las primeras fotos consumirla se convirtió en toda una obsesión, una de la que pude desquitarme cuando se estrenó en Barcelona. Acudí raudo al cine y ¿qué ocurrió?, pues que me gustó… pero no me maravilló. Aún así, fabriqué mi propio critter, y lo hice con dacha negra, cartulina y corcho, en una época en la que látex y gomas varias no eran productos tan accesibles. Digamos que los monstruitos de la película estuvieron a la altura de mis expectativas, pero no el resto. De ahí que rápidamente perdiera interés.
Cuando llegó la segunda parte, no corrí. La alquilé en vídeo. Al apretar el “eject” ya me había olvidado de ella. De hecho, lo único que realmente me motivó a verla es que en un festival de cine fantástico franchute fue premiada como “lo peor del año”, y supongo que me daba morbo ver por qué. Sinceramente, no creo que “Critters 2” fuese peor que muchos otros “exploitations” de “Gremlins”… porque eso era “Critters 1”, no lo olvidemos. Surgió a rebufo de la famosa producción de Spielberg, solo que tenía más calidad y más atributos positivos que “Ghoulies”, “Munchies” o “Hobgoblins”. Siempre consideré que “Critters” era a “Gremlins” lo que “Piraña” a “Tiburón”, la “copia buena" que adquiere entidad propia… y no deja de resultar gracioso que el director de “Gremlins”, la peli expoliada, fuese Joe Dante, el mismo de “Piraña”, la peli expoliante. ¡El cazador cazado!.
Del resto de las secuelas de “Critters” no puedo decir gran cosa. Creo que intenté ver la cuarta, pero no tuve cojoncillos de superar los primeros quince minutos. En cambio sí los he tenido para reunir aquí los fotocromos de la peli original del insulso Stephen Herek, cortesía del gran Alex Gardés. Soy consciente de que, aunque no me considere ni tan siquiera simpatizante de la causa critter, hay muchos ahí fuera que sí. Y que los bichos no dejan de ser un icono menor de su época. Por ello espero que, si ustedes pertenecen a semejante club, gocen del espectáculo…