lunes, 6 de agosto de 2007

EL MARINE

De entrada, la cosa promete. Nos situamos en la guerra de Iraq. Los integrantes de un comando de Al Qaeda están a punto de degollar a un grupo de marines americanos frente a una video-cámara. De pronto, aparece en escena el prota de la función, un tiparraco hiper-musculado y con cara de pedrusco que, ataviado con sus ropas de batalla, hace papilla a los malos y salva a los buenos. ¡Dios!, esto es puro cine "de machos musculosos" ochentero!!, el protagonista berreando mientras suelta una ráfaga de balas, el "mensaje político" tan obvio... hummm, creo que vamos a pasarlo muy bien viendo esta película.
El muchacho se llama John Cena, no es exactamente un actor, más bien su fama se la debe a la lucha libre, ya que es una de las estrellas de este "deporte" tan popular y con tanto tirón en los USA. Tanto, que incluso existe una productora, WWE Films, especializada en fabricar pelis para lucimiento de los astros de la lona y el puñetazo. Tenemos a The Rock en el flojito remake "Pisando Fuerte", a Glen Jacobs en el potable slasher "See no evil" y ahora es el turno de Cena, y el director, un tal John Bonito... pero ¿a quién le importa?.
Seguimos viendo la película. El prota tiene un nombre chanante, John Triton... como John Rambo o John Matrix... este último el responsable de masacrar a medio reparto de extras en la fabulosa "Commando" (donde hay un carismático villano llamado Benett, igual que en el film reseñado. ¿Casualidad o cita intencionada?). Y es que, esencialmente, "The Marine" cuenta lo mismo que ese sub-clásico ochentero, el rescate por parte del héroe de un ser querido, en este caso su mujer que, por avatares del destino, cae en las zarpas de un grupo de ladrones de joyas.
Sin embargo, todo lo que prometía el arranque del film, se va transformando en decepción a medida que el metraje avanza. Las señas de identidad propias del cine musculoso de los ochenta van desapareciendo, y se convierten en un lenguaje más propio de estos tiempos tan políticamente correctos, a saber: Poquísima sangre, nula mala leche, número de fenecidos no demasiado generoso, desarrollo monótono, héroe poco... heroico y, el más grande de los defectos, unos malos con excesivo carisma, no demasiado despiadados y hasta que caen "bien". Todas esas cosas que un crítico consideraría "mejoras" en relación a los guiones de "Rambo", "Desaparecido en combate" o "Justicia de Acero" pero que, para mi, y para ti, vienen a ser todo lo contrario.
Al final, ni las cuatro escenas de acción y/o muerte potentes, ni las continuas citas a otras pelis ("El precio del poder", "Viernes 13", "Deliverance"...) y ni el siempre simpático Robert Patrick como malo de la función arreglan el desaguisado. Que sí, que la peli tiene un par de fantasmadas de esas que algunos tontos toman por defectos, cuando para mi son LA GRACIA de esta clase de productos... pero podría haber dado mucho, muchísimo más de si. Lástima.
Para pasar el rato, y poquísimo más.