Pero, ¿qué es lo que hace tan único al puñetero Tony Sincalir como para justificar todo este absurdo misterio?, pues su absoluta dedicación al rodaje, casi de forma compulsiva, en formato vídeo y bajo la estampa de su sello "Sinclair Blue Productions", de películas con el fetichismo cosquilleante como excusa, a base de parodiar clásicos antiguos y modernos del cine de terror. Me explico.
En los USA existe mercado para todo, por estrambótico que resulte. El fetichismo de las cosquillas efectuadas con plumas a guapas damiselas en cueros es una de ellas. Pero mientras la mayoría de realizaciones de esta clase de cintas (perfectamente disponibles para su venta en las últimas páginas de la revista "Draculina") se limitaban a seguir unos parámetros estéticamente propios del más anodino y aburrido porno (¿y que porno no es anodino y aburrido?) Tony Sinclair lanzaba títulos como "Count Tickula", "Dr.Ticklestein", "Son of Ticklestein", "Alice in Tickleland", "Featherface", "The tickling bandit", "Dr.Tickle and Mr.Tied" y "Tickling Dick", en los que hiper-cutres versiones de Drácula, Frankenstein, Jekyll Y Hyde, Leatherface, El fantasma de la Opera o Dick Tracy se dedicaban a machacar a mozas a base de plumazos.
Todas estas pelis tenían en común costrosos decorados y daban la impresión de haberse grabado en el garaje del mismo Señor Director. Sin embargo, no solo de cosquillas vivía Sinclair, el hombre intentó probar otros campos dentro del horror zetoso. Tal atrevimiento dio como fruto "Dr.Cripley" (supuestamente basada en hechos reales y que recupera, a lo mísero, la estética de Hammer Films) y "Can-O-Balls", una historia de canibalismo hospitalario -dicen que basada en un relato de Poe- promocionada a base de fotos de tías siliconadas sujetando sierras mecánicas pero que, por lo visto, no llegó a terminarse. La siguiente apuesta del "auteur", "Styx", ni tan siquiera superó la fase de proyecto.
Y después de ese año y pico de actividad frenética, Tony Sinclair desapareció sin dejar rastro. Seguramente hoy día se dedique al porno standard con otro nombre, o esté felizmente casado y pase su tiempo en algún negocio respetable. Sea como sea, para el recuerdo quedan todas esas pelis extrañas y la mera existencia de un individuo que sin demasiada dificultad podría ganar la medalla al cineasta más marciano de la historia... hasta que aparezca otro, ¿quién osa?.
Por si a alguien le interesa, Aratz buscó, encontró, vio y reseñó algunas obras de Tony Sinclair (y luego me las pasó a mi), si quieren, AQUÍ pueden leer su opinión (que comparto absolutamente).
Y a continuación, una muestra del trabajo del Sr.Sinclair.
El malvado COUNT TICKULA torturando a una víctima.
El no menos malvado DR.TICKLESTEIN haciendo lo mismo.
Este es mi favorito. FEATHERFACE y su sierra
mecánica de plumas....
mecánica de plumas....
TICKLING DICK tortura a una sospechosa.
El rodaje de la versión cosquilleante que Sinclair
efectuó de El fantasma de la Ópera.