Por todos es sabido que las Islas Baleares son turísticas a
más no poder, prácticamente una colonia donde Alemanes –en particular- se
instalan en busca de calor y diversión, y dónde incluso montan sus propios
negocios con el fin de que los turistas Alemanes se sientan como en casa. Uno
de estos negocios son los “Balnearios”o “Ballermans”, que poco tienen que ver
con esos hoteles donde uno va a relajarse y darse sesiones de baños en piscinas
de aguas termales. Estos balnearios a
los que hago referencia, son unos chiringuitos a pie de playa. Hay uno
especialmente famoso, que es el Balneario 6, que los alemanes se mueren por
visitar, ya que su principal atractivo es el beber sangría en grandes cubos. Vamos,
que los guiris se van para allí y desfasan lo que quieren.
La producción decidió que para la secuela de “Voll Normaaal”,
trasladaría a nuestros protagonistas a Palma de Mallorca en busca de este
Balneario, ya que su objetivo es beber todo lo que puedan y, si pueden, hacerlo
directamente del cubo, y meterlos en
situaciones disparatadas en tan singular escenario. El resultado de esto, fue
la película Alemana más taquillera en
mucho tiempo, que desconozco si aún ha sido desbancada. Tal fue el éxito, que
incluso se editó en nuestro país en vhs para alquiler (eso si, un poco de
tapadillo) por la desaparecida Manga Films, y bueno, tampoco causó mucho
revuelo.
Lo curioso es que estos personajes tan ineptos, tan
ingenuos, sin embargo son alcohólicos y hacen, incluso, apología del
alcoholismo, preguntando uno de estos pardillos a una mujer que se declara
abstemia que “Como puede vivir sin alcohol”. Algo políticamente incorrecto, que
los diferencia de sus coetáneos made in USA.
El argumento es más
simple que un tebeo. Los dos idiotas consiguen, tirados de precio, dos billetes
de avión para Mallorca, y una vez allí, cometen mil y una torpezas y se meten
en mil y un líos. Así de simple y de sencillo.
La película es lo más tonto que te puedes echar a los ojos,
y básicamente se trata de una sucesión de situaciones supuestamente graciosas,
que en realidad no lo son… y ahí radica la gracia precisamente. Esto la
convierte en una película especial, una película que desde el día que la vi la
tengo especial cariño, porque de tan poco graciosa que es, al final resulta la
película más graciosa del mundo. Es como aquello de “Tan malas que son buenas”.
Esto sería “Tan poco graciosa que es graciosísima”. De hecho, hay una escena
tontísima, que es con la que más me he reído en mi vida. Ataques de risa de los
de llorar lagrimones, que no suelen compartir aquellas personas a las que,
entusiasmado, les pongo dicha escena. Los
dos guiris protas, se ponen a currar como chicos para todo en un restaurante
que además ofrece actuaciones. En una de estas, el Bailaor Antonio de Cordoba,
les pide a los retarders que les limpien las botas ya que vienen a verle unos
productores de Madrid y es muy importante para el esa actuación. A los guiris
les cae muy bien este tipo y deciden esmerarse en su trabajo, con lo que le
abren una tapa de las botas para sacarle una chinita, y después la clavan con
chinchetas. A la hora de actuar, este, al pegar un salto y aterrizar con el pie
en el suelo, se clava las chinchetas y grita desesperado, creyendo los
productores que se trata su cante flamenco. El tío sigue su actuación entre
gritos y chorretones de sangre, hasta que al final a los tipos le contratan. Ya,
ya se que no tiene la más mínima gracia, que es imprevisible, y que así contado
no produce ningún efecto, pero vista esta escena, a mí me resulta lo más
gracioso que he visto nunca. En serio lo digo.
Huelga decir, que tras la descripción de esta escena, queda
patente que todos los tópicos de los españoles aparecen, sin vergüenza ninguna,
en la película.
El resto de la película es igualmente tonta, pero funciona…
no hay ni un solo chiste bueno, toneladas de escatología y un humor que solo
haría gracia a los retrasados mentales. Y a mí me hace mucha gracia, así que
cuando el río suena…
Los dos actores protagonistas siguieron repitiendo con sus
personajes, sobretodo en televisión, además de ser actores Alemanes populares y
reputados. De hecho, Tom Gerhardt es uno de los zombies de “Resident Evil 2:
Apocalipsis”.
Su director, Gernot Roll, continua haciendo películas del
mismo corte donde destaca otra para lucimiento, esta vez en solitario, de Hilmi
Sozer, cuyo título es “Pura vida Ibiza”. Esta ya no resultó tan rentable. Me
muero por verla.
Y el año pasado, volvió a juntar a los cómicos para rodar la
película “Die Super Bullen”, donde interpretan a los mismo personajes, esta vez
trabajando como guardias de seguridad… pero por estas tierras no ha vuelto a
haber ni rastro de estos cómicos, ni de sus películas, ni de nada. Aunque estoy seguro que ninguna de ellas es
tan buena como “Balneario 6”.