domingo, 13 de enero de 2013

EL CAMINANTE

Tras ver por primera vez “El Caminante”, quedo completamente deacuerdo con todos aquellos que en sus escritos afirman que es la mejor película de Jacinto Molina/ Paul Naschy. Y es que, efectivamente, así es.
Un tal Leonardo, va por los caminos de Castilla con poco más que harapos. Pronto consigue algo de dinero y mejores ropas tras apuñalar a otro vagabundo. Poco a poco, y tras buscarse un sirviente que le acompañe, va ascendiendo en una carrera que básicamente se compone de asesinatos, fornicios, robos… todo el mal que a este hombre se le ocurre hacer. Con las mismas que se convierte en un hombre rico por los caminos, pronto es apaleado, vilipendiado y crucificado. También descubriremos, que en realidad se trata del diablo, que ha decidido vagar por la tierra un tiempo y pasárselo de puta madre. Pero como en esta condición tiene que desprenderse de sus poderes, le sale el tiro por la culata, ya que como el propio Leonardo sentencia “El bicho más malo que hay en la tierra, es el hombre”.
Clasificada “S” en su momento, por su contenido violento y sexual –vista hoy en día, a pesar de la violencia, los tetamenes y poblados felpudos que aparecen en la película, ya no nos escandalizamos por nada, y además, la cosa no es para tanto- “El Caminante” deja claro, como vengo diciendo siempre, que en verdad, si Paul Naschy tiene un guión más o menos decente, el más indicado para dirigirlo, es él mismo. Y es que está película adolece de todas las torpezas y cutradas de las que están llenas todas sus películas. Incluso las interpretaciones están bien, incluido el propio Naschy que se le ve inspirado, y en absoluto chirría. Resulta incluso convincente como el diablo, eso si, teniendo en cuenta, que como en todas sus películas de la época, este está doblado por un actor de doblaje. En verdad, casi todos los actores están doblados en esta película, incluida Paloma Hurtado, a la que choca ver sin su característica voz.
Curioso me resulta el elenco de secundarios, por el siguiente motivo. Además de la antes mentada Paloma Hurtado, la mayoría de los actores aparecen en la comedias ambientadas en el medievo que dirigió Mariano Ozores. Debieron gustarle los actores de estas películas embutidos en esos trajes a Don Mariano.
La película viene acompañada de una buena dirección, incluso, una buena fotografía y un ritmo acojonante. A eso le sumamos unos cuantos tintes de comedia, y el resultado es la película más entretenida de Jacinto Molina, eso si, dentro de lo potable, nada tan divertido como esos desmadres suyos como son “El aullido del diablo” o “La noche del Ejecutor”. Incluso se puede se podría decir, que es su única película de calidad.
Luego, no podemos dejar de lado las, vamos a llamarlas, “Paulnaschyadas”, que de esas hay algunas. A parte de reservase para si mismo todas las escenas de folleteo sobando y magreando a todas las actrices (incluso hay una que es una gran actriz, ya que simula a la perfección repulsa, cuando aparta con fuerza a Naschy en un momento en el que  este acerca su boca a uno de sus senos con la intención de succionarlo…), y dejando  tan solo una escena sexual a su sirviente, interpretado por David Rocha: Cuando un maricón le da por el culo.
La otra “Paulnaschyada”, es el enorme bulto que marca en la entrepierna dentro de las mayas que calza en algunos momentos de la película. Un paquetón descomunal. Vale que en un par de momentos se hace mención en la película al enorme miembro viríl del tal Leonardo, pero ese paquete es del todo excesivo.  Risas aseguradas en parroquia.
Así pues, una película  muy recomendable, y definitivamente, a años luz de todo lo demás que hizo Molina.