Se ve que funcionan mejor cuando se traslada la acción en el
pasado, continuando cronológicamente con “Puppet Master: Axis of evil”
ambientándolo todo en plena segunda guerra mundial. La ambientación, como de
costumbre en los últimos títulos, es de pena.
Resulta que el ejercito nazi tiene a un científico
secuestrado para que idee una formula que haga resucitar a los muertos. Por una
serie de circunstancias, una de las marionetas, Tunneler, cae en sus manos, y
descubre que lo que hace que estas marionetas cobren vida, es un suero verde
que tienen en su interior. El científico intenta sintetizar ese suero para que
sirva para dar vida a las personas humanas, pero entre tanto, se entretiene dando
vida a unas marionetas de su invención. Un inciso: Como los sueros verdes
fosforito no tienen derechos de autor, el Señor Band, tiene la poca vergüenza de
darnos a entender, que el origen del suero verde de “Re-Animator”, tiene su origen
en “Puppet Master”, y no pocos son los planos en los que el científico blande
su jeringa a lo Herbert West. Incluso en un momento de la banda sonora, suenan
los primeros acordes de la banda sonora de “Re-Animator”, cuando aparece en
escena una jeringa repleta de suero verde. Hay que tener mala idea.
Total, que las marionetas de siempre, que desde la sexta
entrega son buenas, y que ahora están junto a un joven militar que las encontró
en su casa, irán en busca de Tunneler y se las tendrán que ver con las nuevas
marionetas malas, esta vez unas cuantas, y que serviran para que los fans
puedan comprarse los muñequitos posteriormente.
Nada nuevo, lo de siempre, muy parecida a “Axis of Evil”,
con mucho e interminable “Bla, bla, bla” de lo más intrascendente y
aburrimiento extremo en cada uno de los fotogramas.
Ni siquiera la presencia de las nuevas marionetas (Una Ilsa
nazi, un hombre lobo nazi, una especie de tanque con cabeza y aspecto de Darht
Vader y un japonés Kamikaze que suelta frasecitas) ni los enfrentamientos entre
marionetas buenas y marionetas malas, hacen de esta película algo fresco y
merecedor de un visionado. A cada nuevo título, la saga va a peor, y eso que el
listón ya estaba demasiado bajo.
Destacable únicamente por la coñita a “Re-animator”, ni tan
siquiera somos testigos de asesinatos y sangre como antaño. La saga ha dejado
de pertenecer al género de terror para pasar a convertirse en cine bélico y/o
de aventuras, de cuarta categoría.
Aburridísima, espantosa, absurda, nada interesante. Y sin
embargo, en los USA se siguen esperando sus entregas con expectación, su
merchadising, y es la saga mimada de “Full Moon”, de hecho, las dos últimas películas
de la serie han sido rodadas en 35
mm. mientras que
ellos llevan ya años trabajando en vídeo para el resto de sus producciones.Ver
para creer.