Tras verla anoche, me dejó indiferente. Nada. Ni me había
entretenido, ni me había dado miedo, ni me había fascinado en lo visual, a
pesar de las intenciones de sus directores, Maury y bustillo (que debutaron con
más solvencia con “Al ´interieur”) de demostrar las tablas que tienen en la
labor de dirigir los aspectos técnicos.
Y así de primeras, no me decía nada como para molestarme en
reseñarla. Es más, el hecho de que aparezca aquí reseñada, es debido a un
momentin muerto que tengo en estos instantes, y así aprovecho para NO
recomendarla.
Porque es que, lo único bueno que tiene es el comienzo. Pero
no es que este sea bueno, es un comienzo normal y corriente, lo que pasa es que
nosotros, como espectadores, nos sentamos a verla con unas expectativas, a
saber; Debut de los directores eficiente, seriedad a la hora de afrontar el
cine de terror, francesa… Juicios
positivos a una pareja de directores que solo habían hecho una película. Creemos
que empieza bien, pero es solo porque queremos que empiece bien.
Comentaba esta misma mañana con Naxo, que tendemos a poner
el grito en el cielo antes de tiempo. “Livide”, además de pretenciosa y de
intentar cubrirlo todo de un halo poético, choca consigo misma cuando nos mete
con calzador un par de escenas con abundante gore, para así contentar a su público
que no es otro que el de las tripas y los chorretones.
No del todo lenta, densa y con un final de vergüenza ajena,
hay quien se atreve a compararla con esa obra maestra que es “Suspiria” (¿por
qué? ¿Por qué son bailarinas y se trata de una escuela de danza?), cuando en
realidad, su fotografía, su look, nos recuerda a cualquier corto de
principiante de Jaume Balagueró.
Así pues, no se me caen los anillos cuando afirmo que ya pasó
el tiempo del cine de terror francés, y que ya se puede decir aquél tópico de “Es
producto de una época”, la de la década pasada.
Aburrida hasta el delirio.