En Cataluña tenemos dos cineastas apellidados Serra. El insufrible y odioso, Albert, y el majo y talentoso, Jaume Collet-Serra. Confieso que incluso admiro a este último. El tío quería hacer cine "a la norteamericana" y en lugar de facturarlo patéticamente desde este país, decidió pirarse a los USA y buscarse las garrofas hasta lograr debutar como director de películas mainstream genuinamente Hollywoodienses. Y encima, bastante dignas, sobre todo sus incursiones en el thriller junto a Liam Neeson. Aquí, como era de esperar viniendo de un país de envidiosos, se tardó lo suyo en valorar lo que el amigo Collet-Serra había conseguido. Hasta hoy, que parece que por fin se le comienza a tener en consideración, especialmente tras facturar unos cuantos films de éxito tan entretenidos como eficaces en lo suyo: "La huérfana", "Sin identidad", "Non-Stop" o "Una noche para sobrevivir".
Lastimosamente, tales adjetivos no podemos aplicarlos a la que es su última aportación: "Infierno azul", la historia del acoso por parte de un tiburón hacia una surfista, que se refugia en unos pedruscos que sobresalen del agua. Tratará de sobrevivir a las inclemencias y, por supuesto, escapar, ya que la marea ha de subir y quitarle el poco espacio vital del que dispone.
"Infierno azul" tiene un acabado técnico encomiable. Y las secuencias de surfeo, teniendo en cuenta el nulo interés que despiertan en mí, están muy bien paridas. Mola también la idea del cadáver de la ballena flotante y las primeras apariciones del escualo. Pero, poco a poco, se va adentrando en la más absoluta rutina y, efectivamente, las situaciones y salidas previsibles comienzan a acumularse una tras otra, en perfecto y milimétrico orden. Encima, y a pesar de su intento de ser realista, el "modus operandi" del tiburón resulta poco plausible. En ese sentido, y en muchos otros, era considerablemente mejor la película con la que "Infierno azul" guarda algunos puntos en común, "El arrecife".
Total, que se me hizo pesadita y, en esencia, acabó resultando una pequeña decepción, me esperaba algo un poco mejor viniendo del Sr.Collet-Serra. Eso no significa que haya perdido mi fe en él, desde luego. Veré lo siguiente que haga.
Como colofón destacar el papelito que se marca Óscar Jae-nada interpretando, cómo no, a un mexicano.