En el momento que me dispuse a "adquirir" esta película, confieso que no la miré con detenimiento, simplemente me atreví a juzgar por la (minúscula) caratula y el título. Así, rápidamente, saqué la conclusión de que era un zetismo sobre hombres lobo. "Ala, pa la noche!". Cuando llegó el momento de darle al play, me sorprendió encontrarme ante un producto de Warner Bros con un look indiscutiblemente mainstream. "Concho!" exclamé. Y de hombres lobo, nada. Resulta que era un "home invasion", esas pelis sobre visitas desagradables e inesperadas. Estaba situada en los años 60 y se hablaba de hippies sucios que entran en las propiedades de gente adinerada para amargarles la noche. Errr... eso suena a la movida de Charles Manson, pero no creí que fuese su trama porque en lo poco que había leído, no vi ninguna referencia directa... y una de tal envergadura, bien lo merece, ya sea por su sentido histórico como por el comercial.
Pues resulta que al rato, uno de los personajes femeninos responde al nombre de Sharon, está preñada y es actriz. ¡¿Cómor?!, entonces esa es Sharon Tate, y esto que estoy viendo narra la terrible noche en la que fue asesinada por los seguidores del puto Manson.
Efectivamente, caballeros, ESO cuenta "Wolves at the door". Y lo hace adaptándose a las formulaciones genéricas del terror. Tal es así que se saltan a la torera datos reales y verificados. Incluso le dan un poco de impronta heroica a una de las chicas protagonistas (claro, hay que ser políticamente correctos) cuando le suelta un palazo en pleno jeto a una de las hippies.
Y aquí es cuando me hice la pregunta del millón: ¡¿Pero qué cojones es esto que estoy viendo?!. Yo os lo digo: Una peli de terror INSPIRADA en hechos reales. Es decir, que se valen de la masacre de Manson para contar una historia levemente distinta. ¡Raro!.
De hecho, me ofendí un poco: ¿Cómo osan frivolizar de esta manera un acontecimiento tan dramático y terrible?, ¿hacer de ello una cosa de serie B llena de topicazos?. Bueno, algo parecido hizo James Cameron con la movida del Titanic y ya ven cómo le fue.
Personajes encerrados en una casa a merced de unos asesinos locos, poco higiénicos y greñudos que los van acosando y matando. Todo ello facturado muy profesionalmente, bien interpretado, bien ambientado y que no se hace especialmente pesado gracias a que solo dura una hora y once minutos. ¡Alabado sea dios!. Claro que ayudó a que se me pasara en un plis estar todo el rato intentando entender por qué.
Y es que al final, rizando el rizo, sí que se echa mano de imágenes reales del caso Manson y de lo que pasó una vez terminada la horrorífica velada. Vale, así pues me están diciendo que esto que acabo de ver SÍ es la recreación de aquello.... ¿por qué entonces tomarse la licencia de cambiarlo y añadirle toques típicamente hollywoodienses?. ¡¡S.O.S!!.
Evidentemente, aunque no faltan algunas escenas medianamente angustiosas, olvídense de presenciar la parte más cruda. De eso ya se han encargado otras mentes perversas desde la independencia como Jim Van Bebber o John Aes-Nihil. Lo que aquí tenemos lo firma John R. Leonetti, todo un aplicado artesano que en su cirrículum como director tiene cosillas sosillas del calibre de "El efecto mariposa 2" o, sobre todo, "Annabelle".
En el reparto destaca Elizabeth Henstridge, a la que conozco por su papel en la serie de "Agentes de Shield".
¿Y qué sensación nos queda cuando "Wolves at the door" ha concluido?. Pues no puedo afirmar con contundencia que sea una basura, o que sea una chapa, porque no lo es. Pero tampoco me ha supuesto nada especial. Un producto del montón, que cumple lo justo y se acaba.