Hacemos un paréntesis con la saga de "Death Wish" pero seguimos disfrutando del bueno de Charles Bronson. Y es que el debut de Walter Hill en la dirección no pudo ser más acertado.
Bronson interpreta aquí a un buscavidas que toma contacto con un organizador de peleas callejeras (James Corbun) y, juntos, logran ganar un poco de dinero. Pero el tipo no puede estarse quietecito, y dinero que gana, dinero que apuesta donde sea, dejando pellas por ahí y debiendo a quien no debe. Por suerte, Bronson, que es un buen hombre, está por ahí para sacarle de apuros.
Bronson interpreta aquí a un buscavidas que toma contacto con un organizador de peleas callejeras (James Corbun) y, juntos, logran ganar un poco de dinero. Pero el tipo no puede estarse quietecito, y dinero que gana, dinero que apuesta donde sea, dejando pellas por ahí y debiendo a quien no debe. Por suerte, Bronson, que es un buen hombre, está por ahí para sacarle de apuros.
El plato fuerte de esta peli, a parte de Charles Bronson (y su permanente rictus de ser incordiado por los rayos del sol), son las peleas, que están coreografiadas con maestría. Una especie de boxeo victoriano combinado con patadas, del que Bronson es aquí el más grande. Nada de mariconadas, Charlie no pierde ni un solo combate desde el principio de la película.
Muy bien ambientada en los años cuarenta, "El luchador" gasta un halo dramático que le viene muy bien y la ausencia de música incidental hace que sea más cruda y violenta, a pesar de que no haya sangre y las yoyas sean limpias, como las de Bud Spencer y Terence Hill.
Muy buena y muy de acción... pero una acción muy extraña. Es setentera, aunque parece anterior, como si, efectivamente, estuviera rodada en los años cuarenta.
Clásico.
Muy bien ambientada en los años cuarenta, "El luchador" gasta un halo dramático que le viene muy bien y la ausencia de música incidental hace que sea más cruda y violenta, a pesar de que no haya sangre y las yoyas sean limpias, como las de Bud Spencer y Terence Hill.
Muy buena y muy de acción... pero una acción muy extraña. Es setentera, aunque parece anterior, como si, efectivamente, estuviera rodada en los años cuarenta.
Clásico.