A mediados de los 80 Stallone era el indiscutible rey de la taquilla. Sin embargo, "Cobra" resultó su primer tropezón (en ese momento). Venía después de "Rambo" (y "Rocky 4", dos pelis marcadamente fachas y reaganianas), contaba con el mismo director, George Pan Cosmatos, y el cartel recurría de nuevo a la imagen de Sly con cara de pocos amigos y luciendo arma chanante. Pero, como decía, no coló. No es que fuera un mega-fracaso... pero tampoco el exitazo que se esperaba de ella. Se abrió la veda, todos los críticos rabiosos ante el hecho de que el bueno de Silvestre fuera el boss de Hollywood e hiciese gala de una ideología política algo derechista, aprovecharon la oportunidad para vengarse. "Cobra" no paró de recibir palos y ser continuo motivo de chota en toda clase de medios. Aún hoy, a pesar de que con los años se ha ganado mejor prensa (el poder de la nostalgia, casi tan poderosa como el dinero y el sexo), ese cachondeo mal lechado aún colea.
Estamos ante una adaptación muy asá de la novela "Fair Game" (que sería readaptada unos años después para lucimiento de la top Cindy Crawford), aunque yo siempre he dicho que en realidad "Cobra" es un homenaje/plagio del primer "Harry, el sucio". Aparte de sus varios puntos en común inevitables por género (poli continuamente abroncado por sus superiores, asesinos psicópatas con afición por matar gente de lo más inocente, continua puesta en duda de la capacidad de la ley y su sistema, las frases lapidarias del héroe, etc, etc) tenemos que fijarnos en el reparto. Reni Santoni, quien interpretara al compañero de Clint Eastwood en el film de Don Siegel, es aquí compañero de "Cobra". Andrew Robinson, el francotirador loco de "Harry, el sucio", es en esta peli uno de los superiores de Stallone, y sin ser el malo de la función, su personaje poco tiene de bueno.
Brigitte Nielsen (entonces, creo, pareja de Stallone) es testigo de un atroz crimen perpetrado por una panda de asesinos con aspiraciones sectarias y apocalípticas. Marion Cobretti, poli especializado en el "trabajo sucio" (como Harry!!) se encargará de protegerla. Violencia a raudales y mucha propaganda reaccionaria de delicioso sabor será el resultado.
Hasta cierto punto, podemos decir que "Cobra" es el paradigma del cine de acción ochentero, pues no solo tenemos a un Stallone en plena forma, también se trata de su primera colaboración con la entonces todopoderosa "Cannon". ¡¡Sylvester + Cannon!!, ¿tremendo, no? (imaginaos el placer orgásmico de los críticos a la hora de echar la bilis... tenían todos los ingredientes adecuados, y más). De hecho, esto de que Golan y Globus estuvieran de por medio me dio que pensar. Si lo miras detenidamente, "El Exterminador 2" (otra producción "Cannon" dos años anterior a "Cobra") y el film reseñado tienen algunas ideas en común. Por ejemplo, en las dos tenemos a una secta criminal casi-religiosa empecinada en provocar el mal y cebarse en la gente de la calle. El final de ambas se desarrolla en una fábrica. En las dos, el héroe prende fuego a un malo rociado de gasolina desde el mismo e idéntico contra-picado relentizado. Y el jefe de los malos fenece casi igual en una y en la otra, ensartado y en llamas. ¿Sospechoso verdad?. No sería descabellado pensar que, a falta de material llamativo (y dado que "El Exterminador 2" era una producción más oscura, y fracasada, de la que no muchos se acordarían), los chicos de la "Cannon" buscaran en sus arcas con intenciones recicladoras.
Pero la cuestión es, ¿merecía "Cobra" tanto desprecio?. No, ni por asomo. Es evidente que todo aquello lo provocó una cuestión extracinematográfica, era pura venganza personal. Daba igual si el film era bueno o no, sencillamente Stallone tenía que recibir "su merecido". En realidad "Cobra" es un thriller muy potente, vibrante, estilizado, entretenido y bien hecho con algunos momentos para el recuerdo (ese Brian Thompson tremebundo).
Ahora que a Sly le ha dado por recuperar a sus personajes más emblemáticos, me he preguntado más de una vez si podría llegar a existir un "Cobra 2". Evidentemente, y dado que el film original tampoco fue un mega-hit, es algo que nunca veremos... sin embargo pensar en ello resulta altamente divertido y estimulante.
PD: Añadir la intervención en el reparto del entrañable David Rasche, alias "Sledge Hammer"!!.