miércoles, 30 de septiembre de 2009

RESIDENT EVIL DEGENERATION

"Resident Evil" tiene tres películas a cada cual peor, siendo la tercera un verdadero despropósito, así que mis expectativas ante esta "Resident Evil Degeneration" eran nulas. Lo único que me llamaba es que estaba íntegramente realizada en CGI, y que había zombies (aunque los llamen infectados. La mejor manera para identificarlos es la siguiente: El zombie se mueve lento, el infectado corre. Y me da igual como los llamen en las pelis, al final son lo mismo) Que además no tenga mucho que ver con la historia de la trilogía protagonizada por Milla Jovovich, también le suma puntos.
El virus T, un arma biológica creada por la extinta "Umbrella Corp." , está causando estragos en el aeropuerto de la ciudad en la que transcurre la acción. Un importante senador, y a la vez dueño de una farmacéutica relacionada con el virus T, está atrapado dentro del aeropuerto. Junto a él, Claire Redfield, una superviviente de "Racoon City", y varios civiles se las verán con los zombies que deambulan por allí. Leon S. Kennedy (protagonista junto a Claire del videojuego "Resident Evil 2") es enviado para rescatarles. Llega, se cepilla a la mitad de los zombies y saca a casi todos con vida. Claire que es una activista de una ONG que se manifiesta contra la farmacéutica del senador, tiene que tragarse sus palabras al descubrir que dicha empresa ha desarrollado la vacuna para el virus T, y que es una persona muy cercana a sus ideales quien lo ha soltado en el aeropuerto. Todo esto lleva a un segundo tramo de la película donde se echan en falta los zombies y todo es más thriller que terror.
Los modelados de los personajes son de sobresaliente en algunos como Leon, Claire o Angela, y de echarse a llorar en otros, como el del senador, cuyo traje parece una segunda piel y con una textura horrorosa. Puede que esté hecho así para sentir mas repulsión por él, pero parece una falta del pulido final. La iluminación, acojonante, casi se diría que es real. La animación es perfecta, lo más seguro es que sea capturada, pero las expresiones faciales siguen siendo la asignatura pendiente del CGI. Sus caras transmiten emociones en contadas ocasiones, y porque son gestos muy reconocibles, como bajar las cejas y fruncir el ceño o sonreír, pero cuando son emociones más complejas, como dudas o incertidumbre, ahí la cagan.
La verdad es que se pasa en un suspiro, y si bien el segundo tramo se desinfla un poco, el regusto que deja al terminar es de que no te importaría ver una segunda parte ya mismo. Lo dicho, no es la reinvención de la rueda, pero entretiene, y da fe a los que creíamos que el nombre "Resident Evil" solo significaba sacar tajada de una licencia de videojuegos.

DARK COUNTRY (EN TIERRA OSCURA)

"Dark Country" es el caprichito de Thomas Jane por ponerse detrás de la cámara (aunque hace casi una década ya dirigió una tal "Jonni Nitro"), y como suele ocurrir en la mayoría de las veces que un actor se pone a dirigir, la cosa en más bien tirando a floja.
Unos recién casados salen de luna de miel, atravesando el desierto en automóvil. Tras un absurdo calentón donde se mezclan velocidad y masturbación, atropellan a un, ya de por sí, bastante pútrido individuo, al que socorren con intención de llevarlo a un hospital. Curiosamente, el tipo se incorpora y comienza a decirles cosas de sus vidas, hasta que, sin ton ni son, intenta estrangular al marido. No lo consigue, y por consecuencia, acaban matándolo. Como no saben donde meterlo, lo entierran y siguen su camino. Es entonces cuando se dan cuenta que todo en esos parajes es repulsivo.
A mi no me acaba de convencer la película de Thomas Jane. No es que no me acabe de convencer, es que, pensándolo en frío, incluso la detesto.
Aunque el punto de partida es interesante, en cuanto el individuo atropellado hace acto de presencia, la peli se vuelve anodina, no cuenta nada y te meten el final (al estilo de "El sexto sentido", para que se hagan una idea de la estupidez a la que anoche me enfrenté) a capón, tras haber metido también a capón la presencia de Ron Perlman, que tiene que soltar una frase reveladora, como para justificar su aparición.
Eso sí, Thomas Jane consigue algo muy difícil, y es que en una (exagerada) escena de masturbación femenina, donde una chica muy guapa hace lo propio con sus manitas, sus labios y un hielo, no nos pongamos a tono para nada, si no todo lo contrario, que nos entre grima ¡Con una chica preciosa!
Por lo demás, los vehículos y tormentas hechos en CGI, y los escenarios a base de croma, no ayudan mucho a disfrutar de la peli, más cuando el concepto de Jane de un ambiente malsano consiste en que no se vea nada en pantalla de lo oscuro que es todo.
Una patochada.

LA LEY DE MURPHY

"La ley de Murphy" es una película literalmente afectada por lo que su propio título significa. De entrada tiene todo para triunfar: Charles Bronson metido de lleno en su etapa ochentera, "Cannon" a la producción, J.Lee Thompson a la dirección, violencia, frases macarras ("¿Recuerdas lo que te dije sobre la ley de Murphy?.... ¿Recuerdas lo que te dije yo?, ¡Bang!" o "¡Vete al infierno!... Las damas primero"), en fin, nada que no estuviese en "El justiciero de la noche", "Justicia Salvaje" o "Kinjite: prohibido en occidente"... sin embargo, no funciona como debería, el aspecto negativo de ella acaba resaltando sobre el positivo.

Un policía recientemente abandonado por su mujer, y en plena crisis personal, es el blanco de la venganza de una fría y despiadada psicópata a la que años atrás encerró. Esta se lo monta para que sea acusado de los crímenes que ella comete, por lo que es detenido. Naturalmente no durará mucho entre rejas, de donde escapará con el fin de encontrar respuestas y demostrar su inocencia. El problema es que en la huida arrastra a una ladronzuela irritante y cargante (el supuesto contrapunto humorístico) que, seguramente, sea la que arruine el film. Encima, también hay un mafioso de por medio cuya meta es cazar al pobre protagonista.
Bronson da vida a un poli más humano, con sus debilidades y flaquezas, pero sigue siendo un tipo duro, por lo que aunque se aleje medianamente del vengador sediento de sangre de "El justiciero de la ciudad" o el poli dispuesto a todo de "Al filo de la medianoche", convence. Así que, tal y como decía, probablemente el cáncer de "La ley de Murphy" sea la chica chillona de los cojones (encarnada por Kathleen Wilhoite, quien ese mismo año daría vida a la médium de "Witchboard"). 
Al film le falta garra y ritmo, aunque no carece de sus aislados buenos momentos (la humillación del jefe mafioso o el desenlace), así que...

lunes, 28 de septiembre de 2009

MARIHUANA

Auténtica rareza en la línea de "Reefer Madness" y demás filmes amarillistas antidroga (pero de procedencia latina, lo cual hace todo más hilarante), que supone uno de los primeros trabajos de León Klimovsky en su Argentina natal, y también supone, por un lado una patochada de padre y muy señor mío, y por otro, la oportunidad para que 
el director se pusiera a experimentar con la excusa de filmar un colocón de marihuana. Los resultados artísticos no son nada desdeñables. Pero ojo, eso -y una trama policíaca tan graciosa como bien resuelta- es todo lo bueno que tiene la peli. Una hora y siete minutos interminables, numeritos musicales incluidos.
Una mujer aparece asesinada a golpes en un club social (la peli es de 1950. Esa escena debió ser muy dura en la época), y la policía asocia la muerte con una red de traficantes de marihuana. El marido, por su cuenta, se pone a investigar, descubriendo auténticos personajes oscuros fumadores de porros, así como un fumaderos siniestros y malsanos, cuya ambientación es más propia de una peli de terror. El tipo acaba probando los canutos y la historia acaba muy, muy mal.
Si las pelis yankis sobre el tema son tremendamente exageradas, esta ya roza lo demencial… pero el aburrimiento al que nos somete hacen que ni eso merezca la pena.
Otro dato muy gracioso. Interpretados por argentinos, dos de los personajes protagonistas son españoles, y eso da a lugar a un diálogo 
cachondo: -“¿Es usted extranjero?”. “Si, soy español”- ¿Pero español de España?, porque yo también soy español, pero de Cataluña…”
En fin, como curiosidad, dejará satisfechas las inquietudes del cinéfilo más exótico.

viernes, 25 de septiembre de 2009

TERMINATOR SALVATION

McG solo ha hecho bien una cosa en su vida profesional, producir la serie de TV "Spaced", con Simon Pegg de protagonista y Edgard Wright en la dirección. Como director solo tiene caquita, entretenida, pero caquita. Ejemplos de ello son las dos partes de "Los ángeles de Charlie" (en la secuela me salí del cine por primera vez en mi vida e hice un corte de mangas a la pantalla según me iba, lo cual provocó los aplausos del público) El resto de sus trabajos en la silla de dirección han sido episodios pilotos o documentales de música y vídeos musicales. No digo que sea mal director, solo que elige mal sus trabajos, y para muestra la película que nos ocupa.
El futuro, "Skynet" domina casi todo el mundo. La resistencia hace lo que puede para luchar contra las máquinas pero están perdiendo. "John Connor" es un mindundi, ni siquiera es sargento, pero suple esa falta de poder haciendo de gurú y hablando por radio todas las noches, dando consejos de cómo acabar con los distintos autómatas de "Skynet". Por otro lado, aparece un extraño llamado "Marcus" que antes del día del juicio fue ejecutado por asesinato, y su cuerpo donado a la ciencia. "Marcus" se encuentra con un joven "Kyle Reese" (ya saben, el héroe del "Terminator" original), y cuando este le explica que hay que llegar hasta "Connor" para sobrevivir, sufren un ataque. "Kyle" y una niña muda que le acompaña, y que no pinta nada en la película, son secuestrados por las máquinas y llevados hasta la central de "Skynet" para experimentar con ellos. "Marcus" buscará a "Connor" para que le ayude en el rescate.
La película tiene altibajos, momentos de acción y momentos de paliqueo chorra. Además, hay mil y un fallos de guión, como que "Connor" hable por radio y las máquinas no rastreen la señal. Que un grupo de personas escuche un coche llegar a lo lejos, les de tiempo a esconderse, y en cambio no oigan acercarse.a un robot del tamaño de un edificio. Que en una escena es de día y en la siguiente de noche. La tontería de que la fuerza del ser humano esta en el corazón. La película es casi disfrutable por sus escenas de acción, pero aconsejo dejar el cerebro en casa porque, como pienses mucho en lo que ves, te llevarás una decepción.
De las actuaciones solo puedo decir que todos están fatal, todos, no se salva ni Bale, ni el Worthington este que ahora saldrá en muchas películas pero que tiene cero carisma. En cuanto al cameo de Schwarzenegger, es la forma de unir el universo de esta película con el futuro postapocalíptico que mostraban las primera y segunda partes. Puede que la calidad del modelado sea un poco burda (para los que no lo sepan, el "chuache" se hizo en CGI, que ya no está para estos trotes) pero puede venir bien ya que sería como una especie de versión 1.0 de la piel que recubre a los "Terminators", resumiendo, canta bastante su condición de muñequito 3D.

jueves, 24 de septiembre de 2009

¿DÓNDE ESTARÁ MI NIÑO?

Ya estoy un poco hasta los huevos de que se crean que bromeo cuando digo que soy fan del cine de Mariano Ozores. La gente se piensa que es que hago la gracia, para parecer más “cool” o ir de simpático. Después de la risotada socarrona, viene siempre el “Ahora en serio, qué películas te gustan”. Y es que es cierto, me gusta el cine de Ozores de verdad… no para reírme de él, ni para vilipendiarlo… admiro su oficio y como coloca la cámara. De hecho, siempre digo que si el cine de Billy Wilder son obras maestras, el de Ozores también, pues es lo mismo. Y la gente se me toma a coña. Entonces… ¿cómo confesar que otras de las películas que más admiro del cine Español son las de Manolo Escobar?... por todo eso, jamás lo había dicho. Pues igual, me gustan esas películas (repartidas entre varios directores), donde primaba ver a Manolo Escobar cantando, pero siempre incorporaban una sólida historia cómica, unos actores cojonudos y unos directores que hacían lo que les pedían, dotando al producto de entretenimiento puro y duro. Mucho oficio tenían, sí señor.
Entonces, una de las películas más recordadas de Escobar, y de las mejores, sería este "¿Dónde estará mi niño?" en el que, como casi siempre, el cantante se interpreta a sí mismo ( aunque cambian el apellido de Escobar por el de Andújar) y nos explica la historia de una chavala, a la que, estando en Ibiza de vacaciones, conoce el cantante, follador empedernido, y se la folla, para irse después a seguir cantando por ahí. La chavalita se queda embarazada de Manolo, y siete años más tarde acude a visitarle a una actuación, pues piensa que estará tan locamente enamorado de ella, como ella lo está de él. Y la cruda realidad es que Manolo ni se acuerda de chavala. Pero el padre del cantante (un fantástico Antonio Garisa) sí se acuerda, así que ella se hace pasar por la novia de este y el niño por hermano bastardo de Manolo, con el fin de que se encariñe con ellos, y al final se case con la chica.
La peli está muy entretenida. Poco más tengo que decir. Con mucho ritmo y con unos toques trogloditas y machistoides que me hacen mucha gracia, pues el hecho de que la única vez que la chica se acostó con un hombre, fue aquella, en la película lo celebran como si la que se tira a más de un hombre fuese una puta. O el hecho de que el padre y la tía de Manolo Escobar andan toda la peli intentando convencerle de que siente la cabeza. En fin, ¡cine de curas cojonudo!
Dirige el gran “valgo-lo-mismo-pa-un-roto-que-pa-un-descosío” Luis María Delgado.

LA CENTINELA

Consecuencia directa del "boom" sobre cine satánico producido en los USA por ahí mediados / finales de los 70 (con "El Exorcista" como detonador y "La Profecía" como mimado hijo bastardo), "La Centinela" me dio auténticas pesadillas de chaval a causa de sus numerosas secuencias de inquietante y extraño surrealismo truculento. El director no es otro que Michael Winner (basándose en una novela de Jeffrey Konvitz), responsable de los tres primeros films de la saga "Death Wish", y cuenta con un reparto considerable, que se extiende incluso a papeles minúsculos, ahí va la lista (en orden imdbiano): Chris Sarandon, Martin Balsam, John Carradine, José Ferrer, Ava Gardner, Arthur Kennedy, Burgess Meredith, Sylvia Miles, Deborah Raffin, Eli Wallach, Christopher Walken, la sexy Beverly D'Angelo (futura esposa ficticia de Chevy Chase en las pelis de la chiflada familia americana, y que protagoniza una escena de onanismo muy potente), Tom Berenger (en un rol tamaño ladilla), Jeff Goldblum (que ya había currado para Winner en "Death Wish" haciendo de violador y con el que tenía muy buena relación) y ¡Richard Dreyfuss de extra!. La verdadera prota de la función, la sosita Cristina Raines, terminaría con sus escuetos huesos en la caja tonta. De los efectos visuales y maquillajes se responsabilizan dos grandes, Albert Withlock (quien había colaborado en pelis de Hitchcock) y Dick Smith, respectivamente.
Una modelo y su novio buscan piso. Encuentran uno amplio, de aspecto algo gótico, pero a precio de ganga. Tras instalarse (ella sola, es una chica muy de los 70) conoce a los vecinos, que son una panda de tipos y tipas raro/as. Encima, por la noche, escucha ensordecedores estruendos en el piso de arriba. Enfadada, va a reclamar a la dueña del lugar y esta le dice que flipa, pues salvo un siniestro cura ciego asomado día y noche a la ventana del ático, hace años que nadie más habita allí.
La premisa es tan interesante como suena, y el film está plagado de pequeños momentos francamente efectivos, sobre todo cuando la moza, de madrugada, solana y linterna en mano, sube al piso ruidoso y se encuentra con una sorpresa escalofriante. A ratos Winner pierde el pedal y se pasa de rollo efectista, pero para un fan del cine de terror de bajo viente como yo, ya mola. Atención al desenlace, con la enfermiza intervención de auténticos fenómenos de feria, de aspecto turbador, sí, pero poco dotados para la interpretación.
Con todo, un pequeño film muy estimable que el propio Winner intentó remakear hace poco, sin conseguirlo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

PELOTAS EN JUEGO

Cuando me dijeron de ver esta película me esperaba el horror, y es que un Christopher Walken con pelucón a lo "Drácula" en la portada (distinta a la aquí expuesta) invitaba a pensar que aquello sería una comedieta chusca. Y la verdad es que me llevé una sorpresa, es una comedieta chusca, sí, pero está graciosa y afortunadamente no tiran de chistes fáciles palo caca-culo-pedo-pis.
El ascenso de Randy Daytona como joven promesa del ping-pong es meteórico. Siempre gana. Así que su padre apuesta por él, lo que en un torneo pone tan nervioso a Randy que, finalmente, pierde. Ello provocará que su progenitor sea asesinado al no pagar una deuda y Randy deje la competición para siempre. Pasados los años el muchacho se gana la vida haciendo espectáculos en bares. En ese momento, un agente del FBI le aborda para encomendarle una misión, atrapar a un importante villano que, además, fue el culpable de la muerte de su padre. Como condición, Randy tendrá que presentarse a un tornero especial de ping-pong, uno al que solo podrá acudir si vuelve a estar entre los mejores. A partir de aquí vivimos una especie de remake-parodia de "Operación Dragón". En dicho torneo veremos escenas muy divertidas tipo "Matrix" aplicadas al ping-pong.
Lo que hace de esta película un divertimento es su inclinación hacia el "spoof", no llega a ser un "Agárralo como puedas", pero muchos de sus mejores "puntos" los tiene en pequeños gags absurdos. El protagonista es un tal Dan Fogler, al que no conocía de nada y que, para mi al menos, es más gracioso que Seth Rogen. Sé que Víctor no estará de acuerdo conmigo, pero es lo que hay ;)

lunes, 21 de septiembre de 2009

JUSTICIA SALVAJE

Soy un gran fan de las películas que entre los 70 y 80 encasillaron al gran Charles Bronson en el papel de justiciero. Mis favoritas son las de la saga "
Death Wish", por supuesto, pero dejando estas a un lado, la que encabeza mi top ten es "Justicia Salvaje" (¡que gran título!), en la que Charlie interpreta a un asesino a sueldo que sale de su retiro para cazar a un tipo experto en tortura que instruye en el tema a dictadores y otros entes de mal vivir.
Los que saben dicen que "Justicia Salvaje" es la peli más depravada de todas las que protagonizó el del mostacho a lo largo de su carrera. Probablemente ello se deba al hecho de que, en esta ocasión, tito Carlos es más despiadado, cruel y frío que nunca... no muestra la mínima debilidad humana, es una máquina de matar, que no está orgulloso de ello, pero tampoco le atormenta. El modo en que ajusticia (a su manera, como tiene que ser) a dos esbirros es sencillamente brutal, no por el método en sí, sino por el cómo, por la naturalidad con la que procede. ¡¡Genial!!.
También contribuye al malrollismo el tema de las torturas. Sin ir más lejos, nada más empezar contemplamos una bastante dura y sórdida, que nos prepara para el baño de violencia que se avecina.
A los mandos tenemos al incomparable J.Lee Thompson y la cosa no llega a los 90 minutos.
Muy disfrutable y altamente recomendable.

domingo, 20 de septiembre de 2009

MOTEROS TRANQUILOS, TOROS SALVAJES

"Moteros tranquilos, toros salvajes" trata un tema de entrada apasionante, la generación que cambió Hollywood en los 70.
Esta década, considerada por expertos como la mejor y más significativa del cine americano moderno, aportó muchos avances y variaciones. Por ejemplo, el terror se endureció, el porno dejó de vivir entre sombras... y sí, la meca del
cine comenzó a parir películas influenciadas por la contra-cultura que lo pusieron todo patas parriba y propiciaron que, llegados los 80, el negocio del séptimo arte volviera a caer en manos de ejecutivos y no de "artistas".
Peter Biskind tiene el detalle de ser objetivo, puntualmente suelta alguna opinión, y derecho no le falta, pero ante todo deja que sean los propios testigos de la historia los que desvaríen y digan las más suculentas gilipolleces.

¿Y cual es esa generación de la que hablo?, pues Coppola, Scorsese, De Palma, Schreder, Bogdanovich, Ashby, Friedkin, Lucas y Spielberg, entre algún otro. Por primera vez, Hollywood daba poder y libertad al director y estos no supieron aprovecharlo, exprimiendo el momento y sepultando dicha oportunidad con un comportamiento caprichoso, ególatra, inmaduro y... bueno, digno de un retrasado mental. Todos fueron unos hijos de puta, unos drogatas incurables, unos egocéntricos de tomo y lomo y despilfarraban dinero cuando lo tenían... aunque se creyeran muy progres y hippies. De hecho, resulta triste leer todas las parrafadas idealistas que soltaban entonces, y ver dónde y cómo están ahora.
Naturalmente, los malos de la función son Lucas y Spielberg, que, según sus compañeros de viaje, acabaron con el "arte" por culpa del éxito de sus dos obras abiertamente comerciales, "La guerra de las galaxias" y "Tiburón". A raíz de ahí, y sumado a los desastres financieros de algunas de esas "películas respetables" entre las que se encontraban "Toro Salvaje" y -especialmente- "La puerta del cielo", los grandes magnates decidieron recuperar la batuta y darle una buena patada en el culo a esa panda de gilipollas más preocupados en esnifar coca y soltar la lista de ídolos (todos ellos franchutes, Godard en cabeza) que en hacer su trabajo.
Irónicamente, y a pesar de su papel de "demonio", el único honesto fue Spielberg, que ya entonces quería hacer lo mismo que sigue haciendo actualmente y, por ese motivo, jamás se contradijo ni se traicionó a sí mismo, cosa que no pueden decir ni Coppola, ni Scorsese, ni De Palma, ni Friedkin, ¡¡que menudo cacho cabrón estaba hecho!!.
No comprendo ese odio al cine comercial, al cine de evasión, ¡imaginaos que todo lo que se
estrenara fueran pelis de autor, artísticas!, ¡¡por dios!!, sería una pesadilla. Negar que el cine es un negocio y que para invertir antes hay que ganar, es algo que personalmente encuentro de lo más lógico, y no me entra en la cabeza que algunos no lo quieran comprender y condenen a todo aquello nacido con el admirable afán de divertir y entretener (hay un mamón que califica a "La guerra de las galaxias" de "cine para idiotas"... puede que las miles de personas que la hemos visto seamos eso, idiotas, pero es preferible ser un idiota que ve cine para idiotas, que un idiota que HACE cine para los que se creen más listos).
Al final el más inteligente es Roger Corman, que afirmaba sin rubor que el éxito del cine europeo de la época se debía a que mostraba desnudos y sexo sin censuras... eso es hablar claro, cojones.

Por todo lo expuesto, si consigues mantenerte como mero espectador, el libro termina resultando muy gozable, incluso adictivo... despierta a la maruja que todos llevamos dentro, e invita a reírnos de las numerosas mongoladas que hicieron algunos cineastas de esos intocables.
Aunque si tu pretensión es dedicarte al séptimo arte de modo profesional, casi te diría que no te lo leas o comenzarás a pensar en elegir otra profesión... eso si, claro está, no eres tan imbécil como el 90% de personas que pueblan las páginas del libraco.

jueves, 17 de septiembre de 2009

EN TIERRA DE NADIE

"Reeker" era una peliculilla del 2005 con una buena idea de base, pero un desarrollo monótono. Vamos, que no me gustó.
Sin embargo, funcionó razonablemente bien, motivo por el que tres años después su director y guionista, Dave Payne, estrenó esta precuela de la que ahora os hablo, "No Man's Land: The Rise of Reeker", en la que se vendría a narrar el origen del monstruo, aunque en realidad, y como ocurre en muchos films del estilo, te cuentan exactamente lo mismo que en la peli precedente, variando solo personajes y poco más.
¿Y cual es esa buena idea de la que hablas?, pues aquella según la cual, durante el tránsito de la vida a la muerte, algunos se esfuerzan más que otros en no caer. Es entonces cuando entra en acción "Reeker", algo así como un ayudante de la muerte, con el fin de cazar a aquellos que se resisten y llevarles al destino que les pertoca. Aquí los que quedan atrapados en ese espacio de tiempo son unos ladrones y los policías que los persiguen. Poco a poco irán cayendo en manos del bicho de la función, que se distrae mutilándolos gustosamente. Si buscas gore y vísceras, quedarás bastante satisfecho.
Lo curioso es que los que me hablaron de esta peli me la dejaron por los suelos, y en el puñetero imdb hay quien la califica como "la peor del año"... no se, doy por hecho que estos elementos han visto poco cine malo-malo, porque a mi me parece un film perfectamente visible... no es ninguna maravilla, pero tampoco es tan terrible, tiene sus buenos momentos, sobre todo ciertos arranques de inquietante surrealismo más propios de David Lynch.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

LA NIEBLA

Cuando era un crío, el cine de terror me atemorizaba tanto como me fascinaba. Decidido a superar mis fobias y me zampé varios títulos míticos alquilados a tutiplen en el añorado video-club de "El Corte Inglés". Parece una tontería, pero aquel fue un momento muy importante para mi que recordaré con cariño el resto de mis días. Entre todas las seleccionadas destacó una, "La Niebla" de John Carpenter. Preparándome psicológicamente para la que me esperaba, le pregunté a mis mayores si era una peli fuerte, a lo que me respondieron: "No, John Carpenter no suele meter mucha sangre". Encantador, ¿verdad?.
Mientras no he olvidado el pavor que me dio "El Exorcista" (otra de las elegidas), el recuerdo de mi reacción ante "La Niebla" es tan difuso como esta misma (y aquí me refiero al fenómeno natural)... pero sería buena, porque acabé incorporándola a mi videoteca personal mediante el sistema de conectar dos magnetoscopios. Sé que me dio miedo, eso sí, y es que si algo tiene este indiscutible clásico es su capacidad de acongojar. Algo que se trasluce perfectamente en sus numerosos carteles publicitarios, desde la siniestra mano asomando por la puerta (ver), pasando por la versión en la que Jamie Lee Curtis intenta evitarlo, hasta la genial ilustración de la edición patria en vhs con el amenazante esqueleto de largas uñas ideal para quitarle el sueño a un chaval como era yo (aquí al lado).
El caso es que hace un par de días volví a verla y pude confirmar la candorosa obra de arte que es, empezando por esa banda sonora arrebatadora responsabilidad del mismo tío John. Las imágenes son preciosas, hipnóticas y misteriosamente bellas. Los momentos de regocijo múltiples, como cuando la niebla, brillante, atraviesa carreteras y tejados o las siluetas de los marineros vengadores a contraluz, llamando educadamente a la puerta de su víctima en plena medianoche.
"La Niebla" es una fascinante historia de fantasmas, clásica pero moderna al mismo tiempo. El anciano que, nada más arrancar el film, atemoriza a los chavales alrededor de la hoguera narrándoles teatralmente la leyenda de "Blake" y los suyos es una auténtica metáfora de lo que somos nosotros, los espectadores, críos dejándonos asustar con gusto por Carpenter, que vendría a ocupar el puesto del vejete.
El mentado "Blake" comandaba una troupe de leprosos de los que el pueblo pesquero de "Antonio Bay" quería deshacerse. Y lo consiguió mediante trampichuelas, afanándose además todas sus riquezas. Han pasado cien años, y los espíritus de aquellos marineros traicionados van a regresar para tomarse la revancha, rodeados de una condensación visible de vapor casi fosforescente.
"La Niebla" es toda ella un regalo para el aficionado, y para el cinéfago con buen gusto. Sus primeros 24 minutos son de obra maestra, perfectos. Encima con Tom Atkins de protagonista, ¿se puede pedir más?.
Dice Carpenter que él considera a "La Niebla" como una versión de las típicas historias de venganzas del mas allá que llenaban las páginas de los tebeos de la E.C., de los que el cineasta se declara fan. Por otro lado, y a la hora de hablar del origen de la idea, cita cierta experiencia durante una visita a Stonehenge, en la cual se vio rodeado de una niebla espesa y brillante que parecía sobrenatural. Vale, es probable que sea verdad, pero también que oculte la nada descabellada influencia de "El Buque Maldito" de Amando De Ossorio, con la que guarda muchos y sospechosos puntos en común (y recordad que, en los USA y ya en aquella época, las desventuras de los templarios-zombie funcionaban bien). Supongo que nunca lo sabremos a ciencia cierta.
Sea como fuere, estamos ante una absoluta joya del cine y, más importante aún, una película de terror en el sentido más estricto, real y tradicional. Y sí, ya no se hacen cosas como esta... algo que, por si alguien lo dudaba, acabó de evidenciar el horrendo remake estrenado no hace tanto, y olvidado incluso antes.

HALO WARS

A finales del 2001 apareció en los EEUU un videojuego llamado "Halo: Combat Evolved". Lo que "Bungie", la desarrolladora, no sabÍa cuando se puso manos a la obra con lo que iba a ser una continuación de "Marathon Durandal" -un juego para "Mac"-, es que el universo "Halo" seria una gallina de huevos de oro. Ya se han comercializado cuatro videojuegos. La semana que viene aparece a la venta un quinto, y el año que viene lanzarán la precuela. Todos cuentan con escenas de vídeo, algunas realizadas con el motor gráfico del juego y otras con un CGI de gran calidad. Algún "nerd" ha capturado todos los vídeos del último videojuego, "Halo Wars", los ha unido y colgado en la red a modo de película o, más bien, episodio de TV, ya que dura 30 minutitos clavados.
Año 2522, los humanos dominan los viajes espaciales y han colonizado varios sistemas. Por desgracia acaban de encontrar una raza alienígena que solo ansía la destrucción de la humanidad. Se hacen llamar "Covenant", son distintas especies con clases diferenciadas, los "Profetas", que harían las veces de políticos y jefes religiosos, los "Élites", soldados especialistas, y luego un par de especies inferiores que ejercen de carne de cañón.
Durante un combate espacial entre humanos y aliens, la nave "Espíritu de Fuego" localiza a una gran formación del "Covenant" muy interesada en un planeta muerto. Hasta allí se desplazarán los humanos para ver qué es lo que el enemigo pretende sacar. Resultará ser una flota de naves abandonadas por "los antiguos" (una raza avanzada tecnológicamente pero ya desaparecida) que supondría el exterminio total de los humanos.
Como no es una película al uso, sino los vídeos intermedios de un videojuego, nos quedamos colgados en los momentos de más acción, ya que estos serán los que maneja el jugador, haciendo de la película un "coitus interruptus" constante. ¿Y es así todo el rato? Afortunadamente no, aunque están cojonudos. No solo por el nivel del CGI, que deja a la altura del betún a las ultimas producciones infantiles tipo "Space Chimps" o "El Espantatiburones", sino por una coreografía de acción simplemente genial.
Como película no vale nada esta "Halo Wars". Como curiosidad tiene un tiento, y durando solo 30 minutos te lo puedes meter entre pecho y espalda en cualquier momento.

martes, 15 de septiembre de 2009

DRIFTER: HENRY LEE LUCAS

Enésima versión de las correrías del asesino en serie Henry Lee Lucas y su coleguita Otis Toole, que si la comparamos con aquel peliculón y canto a la sordidez que fue "Henry, retrato de un asesino" de John McNaughton, parece una versión edulcorada. Pero solo si las comparamos. Si vemos "Drifter: Henry Lee Lucas" sin tener la otra presente, entonces estaremos ante un biopic muy entretenido y correcto, al que por ponerle pegas, se le pueden poner muchas: Los protas son demasiado guapos (como siempre) y la sangre y el mal rollo brillan por su ausencia. No obstante, insisto en que la película se puede ver tranquilamente y pasar un rato muy agradable siendo testigo de los avatares de dos asesinos que caen muy simpáticos (otra vez, y ya me callo ¡Lo juro!, todo lo contrario que en la de McNaughton, donde daban auténtica grima).
Henry es detenido por la policía y empieza a confesar sus crímenes (a lo que añadirá un poco de chapa autobiográfica). Un agente llega a la conclusión de que se está inventando la mitad, porque no concuerdan en absoluto con los datos.
El director, Michael Feifer, está obsesionado con los asesinos en serie y para corroborarlo, nada como echar un ojo a su filmografía: "Ed Gein: The butcher of Plainfield", "Chicago Massacre: Richard Speck", "El asesino B.T.K" o "Boston Strangler: The Untold Story" son todas suyas. Incluso ya tiene otra lista, 
"Bundy: An American Icon". Digo obsesionado, pero podría ser, simplemente, que le reportan pingües beneficios. A saber. Para que no se diga, también a veces dirige ficción pura, caso de "Venganza Infernal" o "Dracula´s Guest".
No sé ustedes, pero a mí Michael Feifer me parece de lo más interesante.
En cuanto a los protagonistas de la peli que nos ocupa, Antonio Sabato Jr. y Kostas Sommer, son unos auténticos mariquitas en comparación con Michael Rooker y Tom Towles. Hago hincapié en esto porque es que me parece de juzgado de guardia. Por lo demás, muy maja la peli.

lunes, 14 de septiembre de 2009

¿QUE HACE UNA ESTRELLA COMO YO EN UNA PELICULA COMO ESTA?

De 2005 data este interesante y divertido libro, en el que Luis Miguel Carmona, se va ensañando, con autentica mala baba, con todos aquellos actores que por unos motivos o por otros, la cagaron en alguna película, dividiendo el libro en las siguientes categorías: “Actores que, intentado demostrar su versatilidad, interpretan un papel diferente a lo que nos tenían acostumbrados, haciendo el más absoluto de los ridículos”, “Actores que han interpretado personajes de otras nacionalidades”, “Actores que interpretan personajes con edades muy diferentes a las suyas”, “Actores blancos que han interpretado personajes de otras razas”, “Actores que se ponen a cantar si saber”, “Actores conocidos que interpretan papeles de padres, hijos, hermanos, abuelos y madres, con la edad algo alterada o bien con ningún parecido físico entre ellos”, “Actores que han interpretado a Héroes, a pesar de que el físico o la edad fuesen un impedimento”, “Actores que han interpretado personajes históricos” y “Actores de prestigio, actuando muy por debajo de sus posibilidades en películas vergonzantes”.
A todo esto, súmenle un repaso a todos los premios desde su creación, hasta la fecha del libro, de los Razzies, Yoga y Godoy.
Está muy bien, porque el autor se mofa bastante de los actores de los que habla, se ceba sobretodo con Marlon Brando, y aunque algunas veces no está muy acertado cuando afirma que grandes películas son una mierda (caso este de HOWARD), por lo general, la lectura es de lo más simpática, te ríes lo tuyo y lo pasas bien.
Eso sí, el autor es un poco carca, y centra el grueso del libro en actores y actrices clasicos de los años 30, 40 y 50. Y lo retroretro, me tira un poquillo para atrás a la hora de comenzar a leer la entrada, aunque luego esta sea igual de disfrutable que cualquier otra protagonizada por un actor de los 80 o los 90.

OBSERVE AND REPORT

Cuando me pongo a ver una película, solo por el actor que aparece en ella, eso significa, que inexorablemente, me he convertido en fan de ese actor, así que Seth Rogen puede estar contento, puesto que gracias a un puñado de películas graciosas en este último año, ya me tiene de culo, esperando a ver todo lo que haga.

OBSERVE AND REPORT, cuenta la historia de un Segurata, que cómo casi todos los seguratas, es un flipado de su trabajo. El se cree que es un mega policía y se toma su trabajo en el centro comercial muy en serio.
Un día, un exhibicionista llega al centro comercial, a enseñar sus partes a todo aquél que se le pone a tiro, pero el segurata no estaba allí para impedírselo, así que a partir de ahora, la misión de este segurata será capturarle. Y para ello, decide ingresar en la policía, pero no puede, debido a un trastorno bipolar que sufre, y que solo puede controlar a base de pastillas, lo que le frustra aún más.
La película está muy bien, muy entretenida, muy visible, aunque se sirve del tópico del Segurata, que es segurata, porque por algún motivo, no pudo ingresar en la policía. Y es que bien pensado, si no se sirviera de ese tópico, no habría película.
Aunque el argumento penduléa, y la historia no es del todo atractiva, la película se sostiene como una polla tiesa, gracias a un reparto cojonudo, que junto con un montón de gags bien puestos y bien ejecutados por los actores, hacen que lo tontorrón del asunto pase a ser lo que los corbatillas llaman “Alta comedia”, y es que están todos muy bien; Seth Rogen, cojonudo, un torrente de energía, da gusto verlo. Claro que este tipo ha empezado relativamente hace poco, en seguida a tocado la cima y está que ni el se lo cree, de ahí ese entusiasmo. Veremos, que tal dentro de uno años. Luego está Ray Liotta, que ya andaba más perdido que otra cosa, y que aquí haciendo de poli cabrón al que el personaje de Rogen da la brasa constantemente, se desenvuelve como lo que nunca ha dejado de ser: Un gran actor. Y luego tenemos a Anna Faris, haciendo de Anna Faris, pero que es justo lo que queremos ver por dos motivos: Es una de las pocas actrices graciosas que existen y nos pone muy, pero que muy cachondos. Tiene una boca que parece concebida para chupar pollas.
En cuanto a gags, quiero destacar dos escenas, en las que me dolía la tripa de tanto reirme: toda la escena en la que el compañero segurata de Rogen, le muestra “los secretos para disfrutar de su trabajo” que básicamente, es dejarse llevar por los efectos de todas las drogas conocidas, y toda la escena final del exhibicionista, que no comentaré para no destripar el final.
En resumidas cuentas, una comedia muy divertida, muy recomendable que está situando a Seth Rogen a la altura de sus ídolos e influencias a quienes imita. Pero es que además, Rogen, tiene un “nosequé” que Stillers y demás no tienen, y que le va a hacer subir cada vez más y más…
El dire, (que por cierto, ha hecho un trabajo excelente en esta película) es un novato llamado Jody Hill.

FUTURE KILL

Curiosa película esta. ¿Buena?, no, pero sí con la suficiente dosis de delirio como para destacar de entre la media.
Estamos en 1985, los punks (y su versión mediática, la new wave) son los malos oficiales del cine. Ronald W. Moore, futuro director de esta peli (y ninguna más), ve un reportaje por la tele en la que los punks intentan limpiar esa mala imagen, alegando que en realidad no son violentos y luchan por causas justas. Decidido a integrar eso en su guión, pero con el filtrado mental propio de un profano, crea a una panda de punks pacíficos pero atormentados por dos cosas, la rama violenta de su gremio y la energía nuclear. De hecho, están jodidamente obsesionados con ella. Especialmente uno llamado Splatter, que tuvo un accidente (de tipo radioactivo, se entiende) y desde entonces va vestido como de medio cyborg, lleva unas cuchillas en la mano línea Freddy/Lobezno y, bueno, está pillao... le flipa matar.

Por otro lado, tenemos a una pandilla de universitarios ricos y pedorros a los que les encanta gastar bromas. A modo de prueba/castigo les obligan a disfrazarse de punks e ir a los barrios bajos a secuestrar uno (¿?)... no hay que ser muy listo para adivinar que terminarán el resto del film perseguidos por el mentado Splatter.
Lo dicho, "Future Kill" es una extraña combinación de géneros tales como la comedia gamberra juvenil (los primeros 15 minutos parecen "Desmadre a la americana", con elementos de cachondeo y todo), el thriller futurista post-apocalíptico y las historias de rivalidades entre bandas callejeras (de hecho, "The Warriors" está bien presente durante toda la función). Incluid en el pack maravillosos momentos para el absurdo (especialmente cuando aparece el mentado Splatter), diálogos chorras de antología (mis frases favoritas: "¡Puta de las estrellas!", "Antes prefiero chupársela a un murciélago" y "¿No te gusta lo que puede pasarle a un hombre moderno con un poco de energía nuclear mal colocada?"), un tipo que por muecas y peinado parece el Jim Carrey de "Dos tontos muy tontos" (o mejor, la versión juvenil de su precuela) y la inevitable banda punk/new wave que, para variar, no está tan mal... AQUÍ podéis verla y oírla tocando la canción que suena íntegra en "Future Kill".
El elemento atractivo del film se supone que era/es la presencia en el reparto de dos de los actores principales de "La matanza de Texas" original, Edwin Neal, el autoestopista loco que aquí, además de interpretar a Splatter, es co-guionista y productor, y Marilyn Burns, la única supervivente de la epopeya de Tobe Hooper, que se reserva un rol bastante escueto ataviada de hortera hembra-punk.

Según se dice, que Giger firmara la ilustración del cartel original fue el resultado de una sutil estafa perpetrada por el director y guionista. ¡Olé sus huevos!.

Recomendada para buscadores y deglutidores de cosas raras.

viernes, 11 de septiembre de 2009

DEADLY MANOR

Último título de la "trilogía de terror-chapa" iniciada por José Ramón Larraz con "Descanse en piezas" y, aún más plomiza, "Al filo del hacha". Según fuentes cercanas, el realizador opina que aquellos que califican a "Deadly Manor" de slasher, se equivocan. Bien, es verdad que la peli trata de regresar un poco a elementos propios del viejo terror, el de tipo gótico, sin embargo, no es menos cierto que los tópicos del cine de acuchillamientos están bien presentes.Y es que todo, absolutamente todo, en "Deadly Manor" es previsible, hasta el más mínimo detalle. Larraz se toma su tiempo para contarnos lo de siempre, y va a ritmo de tortuga coja. No hay nada "interesante" hasta la primera media hora... y encima, tampoco es que lo sea tanto.
Un grupo de aborrecibles jovenes (si, ¡¡¡OTRA VEZ!!!) se desvían de su camino durante un viaje en carretera y llegan a un caserón aparentemente abandonado (si, ¡¡¡OTRA VEZ!!!). Por supuesto no es el caso, y poco a poco, a lo largo de la noche, una presencia de chanante aspecto (máscara blanca y ciega de un ojo) los irá aniquilando one by one, hasta que la superviviente ("the final girl" que dicen) conocerá el absurdo secreto que lo envuelve todo.
Me senté delante del televisor muy dispuesto a tener paciencia, y además, también me apetecía zamparme una de estas, con las que no tienes que pensar mucho y puedes distraerte a ratos. Por eso, tal vez, la soporté entera y sin bostezar demasiado... pero sí, es cierto que aburre, carece de imaginación (y sangre, poca) y no ofrece absolutamente NADA que valga la pena... bueno sí, ¡tetas!, en ese aspecto te quedas bien servido. Ya es algo.

jueves, 10 de septiembre de 2009

EL ASESINO DEL CEMENTERIO ETRUSCO

Estamos ante una de las pocas (¿o la única?, "Manhattan Baby" se resistió pero al final cayó) producciones Italianas del horror de los 80 que nunca alquilé en su época (ni siquiera teniendo el sello José Frade como garantía o el fabuloso -como siempre- cartel del gran Enzo Sciotti). Sentía curiosidad, sí, pero no la suficiente. Supongo que fue de gran ayuda que Sergio Martino nunca hubiese sido un director que me interesara especialmente, y que en un viejo "Mad Movies" la calificaran de tele-film y mencionaran su ausencia de gore, justamente lo opuesto a lo que por entonces nos tenían generosamente acostumbrados Fulci y compañía.
Pasados todos estos años, finalmente reuní valor ayer noche. ¿Y?... pues bueno, si no tienes nada, nada, NADA que hacer, vale... pero no antepondría su visionado a una siesta.
Veamos... la cosa va de arqueólogos que encuentran una tumba etrusca y aprovechan el traslado de objetos antiguos para colar droga en un par de cajas, lo que la liará parda con tiros y alguien matando al reparto según un ritual antiguo. La mujer de uno de los arqueólogos tiene visiones del pasado y al final se les va la olla con la aparición de un cristal formado por anti-materia que es la clave del universo conocido y... ay, no se... la verdad es que no me enteré muy bien, algo a lo que contribuyeron los continuos parones para facer otras cosas.
El reparto es bien majo, John Saxon en un pequeño papel, un acabado Van Johnson, Paolo Malco (también presente en "Aquella casa al lado del cementerio" o "El destripador de Nueva York", entre otras) y Franco Garofalo, el mítico "Santoro" (en realidad "Zantoro") de "Apocalípsis Caníbal".

Hay un personaje que se llama Alberto Lenzi (un casi-homenaje??), la música recuerda mucho al tema central de "Dawn of the dead" (demasiado!!) y el final sorpresivo es del todo retorcido y absurdo.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

SHOOT ´EM UP (EN EL PUNTO DE MIRA)

Acción a raudales, fantasmadas por doquier, casquillos de bala y pólvora. "Shoot ´em up" no tiene historia, bueno sí la tiene pero te es absolutamente indiferente, lo único que importa es ver como supera la flipada anterior, y casi siempre la supera. El protagonista, al que llaman Mr. Smith aunque todos saben que es un nombre falso, dispara con precisión cualquier arma, come zanahorias y esta siempre enfadado. Este es todo el personaje que le dieron a Clive Owen, más que suficiente.
La película empieza sin créditos iniciales, directamente vemos a Mr. Smith sentado en un banco a las tantas de la noche mientras se come una zanahoria. Una embarazada salida de una clínica corre por la calle, pasa delante suyo y se mete en un almacén. Un coche dobla la esquina, se estrella contra otro aparcado, su conductor grita amenazas a la embarazada. Sale del coche, pasa por delante de Mr. Smith a quien pregunta "¿Que coño miras?", y antes de entrar en el almacén saca una pistola que deja bien a la vista. Mr. Smith, que hasta ese momento ni se ha inmutado, se levanta malhumorado y entra a repartir estopa. Mientras tiene lugar un tiroteo muy deudor de las pelis de gangsters chinas, Smith ayuda a la embarazada a dar a luz, y adivinen cómo corta el cordón umbilical. Exacto, de un tiro. La madre muere en el trajín, y el protagonista tiene que salir del almacén que cada vez se llena de más pistoleros, con el niño en brazos, al más puro estilo Chow Yun-Fat. Como el niño tiene que comer, se lo lleva a una prostituta especializada en autonepiofilicos a la que da vida Monica Bellucci. El malo es un sobreactuadisísmo, y a la vez genial, Paul Giamatti.
Las escenas de acción son cachondísimas, como decía muy inspiradas en las películas de tiroteos de Tsui Hark o John Woo, así que, por ese lado, estamos servidos. Pero la historia es tan insulsa que hace que nos olvidemos de la película al poco de verla. No marca como un "Hard Boiled" o un "A Better Tomorrow". No se si será por Clive Owen, pero es que todo lo que protagoniza es olvidable, no digo que no entretengan, sin embargo suelen ser productos insulsos. A pesar de ello, me ha gustado este "Shoot´em Up", así que si lo tuyo no son los tiroteos, las pistolas, las escopetas, las uzis y las fantasmadas, esta no es tu peli y nunca lo será.

CONSERJE A SU MEDIDA

Típica comedia noventera para lucimiento de un Michael J.Fox que ya comenzaba a actuar con las manos en los bolsillos por culpa del Parkinson. Al contrario de lo que ha pasado con muchas comedias, más o menos simpáticas, de aquella época, esta ha envejecido muy dignamente, y si omitimos el rollo baboso que, a fin de cuentas, es el “leitmotiv” de la película (muy propio de los noventa), la verdad es que estamos ante una cosilla muy disfrutable, gracias a, y solo a, Michael J. Fox, que es un torrente de energía, y sin grandes estridencias va marcando él solito el ritmo de toda la película. Gracias a dios, no sale de plano.
Un conserje de un hotel de lujo va haciendo favores a todos los ricachos que se hospedan allí, con el fin de recibir grandes propinas y favores. Pero un día se enamora de una pizpireta muchacha, que mira tu por donde es la amante de uno de los tipos que le va a gestionar su sueño: montar un hotel de lujo a las afueras de Nueva York. El enredo está servido.
Las pelis de J.Fox de los noventa pasaron con más pena que gloria, pero yo, pensándolo fríamente y tras revisar esta, llego a la conclusión de que, excepto "Rock Star", estaban todas de puta madre. Y "Conserje a su medida" es puro “usar y tirar” -de hecho, yo no recordaba absolutamente nada-, pero en el momento que la ves, te quedas atontado y totalmente inmiscuido en la trama.
Por otro lado, es lógico que esta peli sea disfrutable, si tenemos en cuenta el buen hacer de su director, Barry Sonnenfeld, un artesano de estudio de esos siempre eficaces, que tiene su filmografía plagada de éxitos. Suyas son joyitas "mainsteam" como las dos entregas de "La Familia Addams", las dos de "Men in Black" o "Wild Wild West" entre otras y que, tras esa patata hervida con Robin Williams que fue "Vaya Vacaciones", ha quedado relegado al siempre económico mundo de la televisión, encargándose de la dirección de algunos episodios de series. En definitiva, que "Conserje a su medida" , horroroso titulo español para "For the love of the money", es una película de la que ya no nos acordábamos, es cierto, pero que, en contenido, fondo e intenciones, es un millón de veces mejor que cualquier cosa similar de las que se estrenan hoy en día en las salas.

EL MORADOR DE LAS TINIEBLAS

Prototípica producción "Empire" (es decir, Charles Band) de finales de los 80, justo cuando la mítica compañía comenzaba a derrumbarse (bueno, según he leído fue justo al año siguiente). ¿Tuvo algo que ver eso con el hecho de que "El morador de las tinieblas" (el título original es igual de guapo, "Cellar Dweller") sea... lo que es?... ¡no!, se trata de una característica común a la mayoría de productos de la casa.

Y cuando dices "lo que es", ¿a que te refieres?. Bien, "El morador..." no es una basura total y completa, tiene su gracia, aunque limitada y, probablemente, solo detectable por fans del cine de horror dispuestos a todo con tal de ver monstruos, hachas y sangre, aunque tampoco sea mucha (como yo, mismamente). De hecho, la recordaba peor y estaba tan dispuesto a sufrirla que, tras los agradecidos 70 escasos minutos que dura, pensé: "Coño (ya saben que yo pienso mucho en eso), pues no es tan horrible"... aunque nunca se la recomendaría a mi abuelo (si lo tuviera).

Un dibujante de comics muy E.C. (interpretado fugazmente por Jeffrey Combs) utiliza un libro de magia negra para los guiones de sus tebeos protagonizados por el monstruo de turno. Naturalmente ello hace que este se materialice en carne, hueso y pelo y arrase con todo. Unos años después, una chica muy mona, pero muy sosa, se emperra en retomar la obra del dibujero y, claro, revive a la criatura, que hará estragos en una comunidad de artistas.

Como suele pasar en este tipo de films, el modo en que el proceso creativo de un comic es trasladado a la pantalla resulta del todo absurdo. La chica (ya cuesta creerse que una tipa así, tan "chic" ella, aspire a hacer tebeos) tiene un estilo muy curioso, a ratos parecen los monigotes de un niño de 12 años, y a ratos Wally Wood estaría orgulloso. Además, la muy zángana es capaz de currarse una página entera, con sus viñetas rectas y sus distintas tonalidades de gris, usando un único rotulador, sin lápiz previo. ¡Menudo genio!.
En el lado netamente positivo, tenemos el modo en el que se ríen de los típicos artistas pretenciosos y pedantes. Todo ello se lo debemos al guionista, que no es otro que Don Mancini, el padre de "Chucky" oculto tras un oportuno alias (Kit Du Bois) y que califica a "Cellar Dweller" en entrevistas recientes de "pedazo de mierda". Perdona chato, pero si lo es, en parte es culpa tuya.
El director no es otro que el legendario John Carl Buechler, creador de bichos de látex tan cutres como encantadores (y característicos, ahí están los "Ghoulies" de ejemplo) y eventual director de películas con mala fama, tipo "Troll" o la séptima entrega de "Viernes 13". El reparto también resulta curioso, Jeffrey Combs a un lado, destacan Yvonne de Carlo (la mamá de la familia "Munster") y Brian Robbins (quien tendría más suerte como productor ejecutivo de "Smallville").

Resumiendo, que "El morador de las tinieblas" resulta torpe, tonta y tosca, pero con la actitud correcta, puede ser hasta entretenida.

martes, 8 de septiembre de 2009

FRANKLYN

Esta semana no estoy siendo muy acertado en mis visionados. Todo lo que veo acaba siendo una mierda. Mierda rancia. Y esta peli está años luz de resultar simpática siquiera.
"Franklyn" es una película inglesa en la que, a base de retales, nos cuenta un par de historias muy poco interesantes. Destaca la de un Ryan Phillippe entradito en carnes y ya decadente, situada en un Londres futurista que parece del medioevo. Luciendo una mascara fardona, sale a las calles a asesinar a un tal “El individuo”. Paralelamente, en la misma ciudad pero en tiempos actuales ocurre también algo de lo que yo, tipo más bien garrulo y poco dado a pensar, no me enteré de nada.
Deudora de "Matrix", lo que nos ofrece esta película es un alarde visual que, personalmente, no me parece acertado en ningún caso (ni en esta, ni en ninguna). Y por lo demás un aburrimiento extremo y una Eva Green vestida (si no es desnuda la verdad es que esta actriz 
no me interesa para nada). A la hora y cuarto del visionado mi hartazgo fue total y pulsé el stop de mi reproductor. Así que poco mas puedo decir de esto. Pero vaya, mejor pierdan su tiempo viendo otra cosa.
Dirige un inglés llamado Gerald McMorrow.
No está el horno para bollos esta semana.

HELLMASTER

La primera vez que supe de esta peliculilla fue leyendo "Fangoria", en su edición española (Luis Vigil mediante). No se por qué, pero me llamó la atención. Sin embargo, he tenido que "esperar" 16 años para verla... y una vez más, como suele ser habitual y acorde al infastuoso terror de los 90, la decepción ha sido notable.
John Saxon interpreta a un científico loco que, tras 20 años de haberla armado gorda experimentando con una droga rara en un insti, vuelve para seguir con sus travesuras. Un periodista que perdió a su mujer en aquella ocasión, e interpreta David Emge del "Dawn of the dead" original, será el que le plante cara con una ballesta armada de jeringuillas.
Bueno, pues para poder explicaros todo esto, necesité cerca de 60 minutos de peli. Que sea culpa de la incapacidad del director por narrar con solvencia o de mi perrería a la hora de seguir una historia retorcida, lo dejo a vuestro criterio. Lo que sí está claro es que "Hellmaster" resulta muy mediocre y aburrida, a pesar de que se esfuerza por destacar del montón, aportando material estéticamente llamativo y narrativamente surreal y/o inquietante que recuerda a "Phantasma", "Pesadilla en Elm Street" y un David Lynch tirando a torpe. Encima, está plagado de absurdas rayadas filosóficas sobre dios y su puta madre.
Vamos, que si en estos 16 años la raza humana hubiese desaparecido de la faz de la tierra víctima de un cataclismo -yo incluido- con la consiguiente imposibilidad de ver "Hellmaster"... no hubiera pasado nada.

lunes, 7 de septiembre de 2009

BLOOD LOSS

Al enfrentarme a esta película pensé que, 
 a juzgar por el título ("pérdida de sangre" sería su traducción) y lo maravilloso de su póste, y sin ser de terror, al menos tendría las suficientes dosis de violencia y/o hemoglobina como para pasar una jornada de Domingo la mar de entretenida. No fue así.
Y es que el tópico de “Telefilm de Antena 3 de Sábado al medio día” con este engendro se hace más patente que nunca.
"Blood Loss" cuenta la historia de unos ladrones que, huyendo, sufren lo que los Mexicanos llamarían “una balasera”, con uno de ellos muriendo desangrado. El hijo de este, pasados unos años, investigará para saber que pasó en realidad y, si es preciso, vengarse. Por eso a esta película se le conoce también con el título de "Day of Vengeance" (lo que nos da una clara pista de que, sí, al final es preciso).
Ni gota de sangre, a pesar de lo que anuncia, y la cualidad de ser la película que más distraído me ha tenido... pensando en mis cosas. Así pues, no la recomiendo para nada.
Dirige el debutante Isaac Pringree.

DISTRICT 9

Los aliens llegan a la Tierra. Su nave se para encima de la ciudad de Johannesburgo. Como los extraterrestres no salen, un equipo especial sube y tiene el primer contacto, posiblemente uno que nadie había imaginado. Los residentes de la nave espacial son una raza enferma y desorientada, así que se les traslada a un campamento justo debajo de su platillo. Allí pasan los años y como ni los aliens ni su tecnología nos son de utilidad, nos olvidamos de ellos.
Las "Meta Naciones Unidas" (MNU) tienen un departamento encargado de los asuntos humanos-alienigenas, y es aquí donde el protagonista humano de la película trabaja como asistente social que tiene asignado a los "gambas" (llamados así de forma despectiva por su aspecto), y acaba de ser ascendido para llevar adelante una importante misión, hacer firmar a todos los bichos la orden de desalojo, ya que quieren trasladarlos a una zona más lejana. En esta operación, Wikus, que así se llama el prota, sufre un pequeño accidente que no desvelaré, y por el que se verá perseguido por sus congéneres de especie, quedándole como único escondite el "Distrito 9", el gueto de los aliens, donde no tiene muchos amigos precisamente.
La película esta producida por Peter Jackson, dirigida por Neil Blomkamp y con efectos de la "Wignut", la misma de "El Señor de los Anillos", por lo que son sencillamante acojonantes. Los dos primeros planos de los aliens puede que te canten un poquito, pero, según avanza la película, no piensas en ellos como algo hecho en 3D, sino como entes perfectamente reales, por apariencia y también por la interacción con su entorno. A todo ello hay que sumarle un rodaje estilo falso documental, con mucha cámara al hombro, tantas otras de seguridad y tráfico o grabaciones de móvil. Algo similar a "Monstruoso" pero multiplicado por mil. Aun así, este montaje se va diluyendo con el avanzar de la historia, pasando a uno más convencional.
La intención de la película es abofetear en la cara al espectador, hacernos recordar el Apartheid, y dejarnos claro que, dentro del colectivo humano, el racismo, la intolerancia y la estupidez son patrimonio universal.

INTRUSO EN LA NOCHE

El personal de un supermercado se queda a trabajar de madrugada. El sitio va a cerrar y hay que marcar los productos a mitad de precio. Súbitamente, una silueta negra comienza a cargárselos a todos, uno por uno. ¿Podría ser el ex-novio delincuente de una de las cajeras... u otra persona?. Misterio.
"Intruso en la noche" sería un slasher del montonazo, mas bien aburrido, si no fuese por una serie de factores, comenzando con las mentes creativas que hay tras su concepción y parte del reparto. A eso, que es en lo que nos centraremos en el siguiente párrafo, hay que sumarle una notable dosis de gore. No es que la sangre chorree en cada plano, pero sí es verdad que abunda y, sobre todo, hay un par de crímenes sorprendentemente explícitos y bestias, con el añadido de que la víctima de uno de ellos es el que, en un principio, parece va a ser el chico guapo/bueno de la peli.
Otro de los aspectos curiosos de "Intruso en la noche" va ligado al director y sus amistades. En sendas ocasiones, la cámara rueda desde inéditos puntos de vista, ya sea el interior de un teléfono como por debajo de la pelusa que arrastra una escoba. ¿Inéditos?, eso me suena... son el tipo de cosas que hacía Sam Raimi al inicio de su carrera. ¡Claro!, es que Sam Raimi es uno de los actores secundarios en este film y el director, Scott Spiegel, uno de los integrantes del clan que le rodeaba y le rodea, pariendo cortos en Super 8 durante la adolescencia, co-escribiendo el guión de "Evil Dead 2" o interviniendo como doblador de "actores desaparecidos" durante el rodaje de "Posesión Infernal". De hecho, del grupito era Spiegel el que podía considerarse fan del horror, y fue él quien propuso que el primer largo serio de la pandilla perteneciese a dicho género. Luego sería el director de más cosas (entre ellas, "Abierto hasta el amanecer 2"), co-guionista de "El Principiante" (sí, la de Clint Eastwood), haría buenas migas con Eli Roth (y Tarantino), y terminaría asociado a la producción de films como "Hostel" o "2001 Maniacos" (donde también es actor... cosa que también ha ejercido en algunos subproductos de J.R.Bookwalter", como "Robot Ninja" o "Skinned Alive"). "Intruso en la noche" era su esperado -por él- debut, y el realizador aprovechó para expulsar sus demonios tras varios años currando en un supermercado (motivo por el que no pudo involucrarse más en la creación del primer "Evil Dead"). Otros nombres populares del reparto son Ted Raimi (hermano de), Dan Hicks (co-protagonista de "Evil Dead 2") y ¡Bruce Campbell!, en un escueto papel de policía. En la producción tenemos a Lawrence Bender, entonces futuro organizador de muchas Tarantinadas. De los potentes efectos especiales se encargan los hoy reputados Howard Berger y Greg Nicotero que entonces, asociados a Robert Kurtzman, formaban la "KNB Group".
Ya os digo, "Intruso en la noche" flojea por el lado del ritmo. Aunque lo intenta, Spiegel no logra crear ni el más mínimo suspense, y como todo buen/mal slasher, se limita a rellenar los momentos en los que no vemos crimen alguno con monótona y hueca paja. Aún así, y con un poco de paciencia, la peli puede verse de un tirón, sin avance rápido y con una leve sensación de complicidad.

domingo, 6 de septiembre de 2009

LA NOCHE DEL CINE INCONEXO 3


El final del verano cada día está más cerca, y las temperaturas descienden suavemente. Es momento de celebrarlo... ¿cómo?, ¿con una orgía?, ¿con una ingestión masiva de drogas?... no, mucho mejor, ¡con otra nueva noche de cine inconexo!, la que hace tres (de las oficiales). ¿Compañía?, dos "
Nekrofílmicos" y cuatro películas incomparables. Vamos a por ellas.
"Operación Las Vegas", la aportación del ilustre N.G.Mount / Norbert Moutier, es un film de acción de tirada amateur... pero en lugar de adolescentes iniciándose en el campo del séptimo arte, tenemos señores ya con canas y pelos en los huevos jugando a lá Schwarzenegger en esta "historia" de mapas buscados y mercenarios con mala puntería. Las armas no sacan fuego y el montaje parece facturado por un miope. Un caos absoluto en el que nada tiene coherencia ni sentido, y en el que las chicas que dan patadas de karate pierden el equilibrio. Encima dura hora y cuarenta. Mala hasta el ridículo, pero con mucho encanto.
Le sigue "El despertar de la momia", producción medio Italiana medio Egipcia y medio yanki, que se apuntó al boom zombie iniciado por Fulci, pero cambiando a los revividos por tipos con vendas. A ver, para mi fue la peor de la noche, la más aburrida y plana, aunque momentos para la partida de culamen no le faltan, especialmente gracias al actor (cejas negras, pelo rubio teñido... una inquietante constante a lo largo de la party) que hiper-mega-sobreinterpreta a un profanador de tumbas.
La sorpresa de la noche vino con "El retorno de Martin" (en realidad "EVil Laugh", nada que ver con la de Romero), un slasher producido por Krishna Saha, el director de la mítica "Hard Rock Zombies". A ver, que es un pestiño nadie lo pone en duda, pero su aluvión de delirante iconografía gay, momentos de poético absurdismo y algunos diálogos de juzgado de guardia, lograron lo inesperado, reactivar nuestros sentidos y descubrirnos una anti-joya en toda regla.
Después de semejante viaje, teníamos que ir a por algo seguro y nada como una de las disparatadas epopeyas ninja del productor Joseph Lai para arrancarnos carcajadas y lágrimas. "Ninja Terminator" tuvo el honor de resumir muchos de los sorprendentes aciertos de la sesión, como el mentado binomio cejas negras/pelo rubio teñido, la presencia del incombustible Richard Harrison (también presente en "Operación Las Vegas"), la incapacidad de narrar con coherencia, actuar con soltura y montar con conocimiento. Añadir que, en esta, mis dos acompañantes se quedaron fritos... dejándome solo ante semejante e incierto peligro, ¡mamones!... ¡¡¡en la próxima os quiero bien despiertos!!!.
Que se repita... y se repetirá.

jueves, 3 de septiembre de 2009

EL SECRETO

Una de esas pelis que tienes por ahí, pero no sabes cómo ha llegado a la carpeta de "Terror", así que te haces a la idea. Además, recuerdas algo del argumento y te suena que puede haber temas paranormales, por lo que aún te metes más en harina. Cuando empiezan los créditos descubres que está basada en algo (no sabes si película, libro, serie...) de origen asiático, y lo primero que te viene a la mente son fantasmas de pelo largo. Vale ya estas saturado de eso, pero te sigues haciendo a la idea. Y con estas expectativas, empiezo.
Un matrimonio que lo lleva muy bien, tiene una hija en plena edad del pavo. Aunque su madre la ama con locura, ella la desprecia, cosas de la edad. Cuando madre e hija sufren un accidente de tráfico, son llevadas al hospital, donde el espíritu de la madre entra en el cuerpo de su vástaga. Así, al vivir la vida de la hija, comprenderá como era en realidad.
Lo que podía haber sido, y yo esperaba fuese, una historia con espíritus, sustos y mal rollo, es un drama humano y de relaciones familiares madre-hija. Por ello no me extiendo más, no tiene razon de ser.
El secreto del titulo debe ser cómo llegó esta película a mi carpeta de "Terror".

BRIGADA DE LA NOCHE

A finales de los 80 vivía obsesionado con las películas de justicieros, especialmente si eran violentas... o mejor dicho, muy violentas. Parece que no, pero costaba lo suyo localizar material interesante y llegado cierto punto, me vi obligado a intentarlo con otras nacionalidades ajenas a la yanki, como esta producción francesa de espectacular caratula. ¿Y salió bien la jugada?, hombre, el protagonista es poli, sí, a pesar de que carece del carisma de un "Callahan", por ejemplo. Aunque a mitad de trama se pasa al terreno de los vengadores, lo hace por la puerta pequeña, así que en ese aspecto la sensación de satisfacción es moderada. Sin embargo, es en el terreno de lo violento donde "Brigada de la noche" se marca un tanto, y de los gordos.
Dolores, una prostituta que informa a la policía, es asesinada por un grupo de moteros vestidos de negro. Ello desencadenará un drama criminal en el que, por esto y lo otro, la hermana del poli que investiga el caso será asesinada, lo que llevará a que el prota deje la placa y se tome como algo personal la caza de los culpables, encabezados por un gay psicópata que obtiene placer sexual infligiendo dolor y el gordo enorme que le acompaña.
A "Brigada de la noche" le falta acción, es la máxima pega que se le puede poner. Es demasiado "relajada", aunque esté repleta de escenas contundentes como la matanza en el bar, el brutal interrogatorio al que los malos someten a una puta amiga del poli y, claro está, el desenlace que es lo que ha "pasado a la historia", con mutilaciones y amputaciones perfectamente "gores" que no harían ningún feo en la más burra "horror movie". La historia está bien contada y el resultado se aguanta perfectamente.
Tras la cámara tenemos al emblemático Max Pecas, realizador francés -ya fallecido- especializado en cine erótico y que aquí se desmarcó probando otros sabores (ni que decir que "Brigada de la noche" va cargada de tetas y culos). Distribuyó el invento René Chateau, futuro productor de "
Los depredadores de la noche" y, en ese momento, esposo de la legendaria Brigitte Lahaie, quien tiene un rol muy secundario en esta recomendable muestra de sangrante "cinema noir".