De la mano de los ¿Debería llamarlos mecenas, o mas bien estafadores? Joseph Lai y Godfrey Ho, he tenido el inmenso placer de ver este maravilloso “Corta y pega” malamente perpetrado por las mentes mas perversas del mundo del espectáculo de Hong Kong, con permiso de Tomas Tang (O no, que ya se sabe lo que cuenta la historia), con Richard Harrison a la cabeza del reparto. Claro, la cosa es simple; Si Lai y Ho, tienen en su poder una ignota película de, váyase usted a saber que exótico país Asiático, que por si sola ya es un absoluto delirio, imagínense, si le añaden a esta escenas de las muchas que tenían con Richard Harrison haciendo el ridículo, y manipulan todos esos metrajes de forma no muy talentosa, para concebir una película que sea vendible a nivel mundial. El resultado, obviamente es, no ya delirante, si no una absoluta locura, pero eso el público no lo sabe, y sumado a un título del todo chanante como es SCORPION THUNDERBOLT, pues van tirando de aquella manera fraudulenta, que algún beneficio les habría de dejar.
La sinopsis resultante de este revoltijo de escenas es el siguiente; Un monstruo con aspecto de reptil se está cargando a media población. La policía, pone cartas en el asunto. Por otro lado, un occidental con bigotillo (Harrison, como no), mientras jode por ahí y hace Kung-Fu de manera gratuita por allá, se entera de que posee un anillo por el cual un grupo de gentuza, se interpone en su camino. El no entiende porque tanto interés ante un regalo de su abuela, pero un maestro le dice que ese anillo es el único que puede acabar con una maldita bruja Taiwanesa, que por otro lado, es la culpable de que exista el maldito demonio-serpiente. Mientras que el culebrón de amor entre el poli bueno y el monstruo (su compañera) se desenmaraña y la policía reduce a tiros al horrible monstruo, el occidental se va en busca de la maldita bruja, a la que da muerte con su anillo, sin ningún tipo de problemas.
En lo suyo, sin duda una absoluta obra maestra.
Como el material montado (Y re-montado, y re-montado otra vez mas), es de por sí bueno (ustedes ya me entienden) la cosa funciona a la perfección. Sangre y acción a tutti plen, con un monstruo que bien podría ser el primo retrasado de Godzilla, pero que además gusta de morder, arrancar caras y gastárselas de maneras mas borricas que un arao, sin contar con el loco del principio de la película, que lanza las tripas de un zorro muerto que lleva consigo, a todo policía que osa acercarse a el. Una locura amoral, perpretada por dos inmorales de mucho cuidado… pero fascinante en su elaboración y existencia y entretenida a mas no poder.
Una de las pocas incursiones de Richard Harrison en el cine de Godfrey Ho, en la que no hace de Ninja… Aunque ya saben lo que pasó con Harrison; Joseph Lai y Godfrey Ho, lo contrataron para hacer un par de películas, rodando el material suficiente, para luego, unir esas escenas rodadas a viejas películas que estos compraban de saldo, montarlo todo y facturar así tropecientas películas, reduciendo las apariciones del actor al mínimo, pero figurando su nombre como reclamo en lo mas alto de la carátula. Un negociazo.
Aunque la práctica no era nueva, Jess Franco, también lo hizo en un par de ocasiones.
Cuando Richard Harrison se enteró de las practicas de sus productores Hong-koneses, y vio el resultado de tan infames producciones con su nombre de por medio, se sumió en una fuerte depresión y decidió dejar el mundo del cine.
Por lo que a mi respecta, hizo mal porque dejó para la posteridad obras maestras del cine “Trash” mas mafiosillo, momentos cuya hilaridad es indescriptible, y títulos tan chanantes como NINJA TERMINATOR, por ejemplo. Debería estar orgulloso de su legado, sin embargo de avergüenza de este tipo de cine, y no tiene mas que palabras de odio para Lai y Ho, que al fin de al cabo, son quienes le proporcionaron su fama. Todos los “Peplums” y “Spaghetti Western” que protagonizó, no son tan recordados como sus pelis de Ninjas, por mucho que las rodara engañado.
Y con este SCORPION THUNDERBOLT, que quieren que les diga, me lo pasé como un enano. Todo lo que nos gusta (Sangre, tetas, artes marciales, raccord, argumento inexistente, buenos diálogos, risas, risas y risas) está en esta película, cojones.