Resulta cuanto menos curioso –y edificante- que tras ver como esa autentica infamia hecha celuloide que es JA, ME MAATEN! (Infamia esta, que por su propia condición resulta un incunable), que dejó claro que para hacer una película, en absoluto es necesario ser cineasta ni tener noción alguna de cine, alguien se atreva a producir años después una secuela del disparate.
Juan Muñoz, el más perjudicado en todos los sentidos de “Cruz y raya”, principal perpetrador del invento, lo tenía bien pensado y maquinado: Quería hacer un mega-taquillazo. Por eso, sin venir mucho a cuento, vistió a uno de “Los Chunguitos” de MR.T, y se sacó de la manga una parodia muy “sui géneris” de EL EQUIPO A, a destiempo y usando a los personajes gitanos que tanta popularidad consiguieran hace doce años en el show televisivo de “Cruz y Raya”, y emulando a Santiago Segura con TORRENTE, llena la película de cameos de famosos (José Mercé, Santiago Segura, Gabino Diego, Richy Castellanos, Silvia Pantoja etc…) con lo que la receta para hacer una película de éxito está servida. Pues no. Ni por esas. EKIPO JA, fue un fracaso, precisamente por saturar al espectador con una serie de elementos, que, como todo buen producto de moda, acaba pasando. Además, intuyo otro factor en su contra: Juan Muñoz, no goza de la simpatía del público, porque estos mismos ingredientes, le siguen funcionando a Santiago Segura…
La película, obviamente hace agua por todos lados. Es más, pensándolo fríamente –sin motivos personales- incluso me cuesta catalogar este producto como película… yo diría que es otra cosa. De mi interés, en cualquier caso.
Cuenta, como un grupo de gitanos, tiene en su poder un cofre con un anillo en su interior que cumple los deseos de aquel que lo posee. Así pues, mafiosos, Rusos y aristócratas, harán todo lo posible para hacerse con el, mientras el gitano Juan de Dios, el papa, y su equipo (El ekipo Ja) harán todo lo posible para evitarlo. Entre tanto, se sucederán una serie de gags, nunca efectivos. Es como si Juan Muñoz, sin su partenaire José Mota, estuviera más perdido que un hijoputa en el día del padre.
Muñoz, resulta, como actor solvente. Como cineasta, una patata cruda con proyección… es decir: si lavara su imagen, tuviera talento y se centrara en el cine, llegaría a hacerlo bien. La película, que reduce presupuestos aprovechando escenarios naturales, pero no escatima a nivel técnico (tiene look de película de Guy Ritchie o Tarantino, con iluminación “cool” y chanante), tiene momentos muy bien filmados, y otros absolutamente penosos, amen de un montaje de encargo a algún profesional del medio, y no parece una película barata. Lo malo es el resto, guión, historia y diálogos.
En cualquier caso, como curiosidad, a mí por lo menos me funciona.
Tras la disolución de “Cruz y Raya”, Juan Muñoz tiene como objetivo realizar un film cómico de piratas. A estas alturas, nadie apuesta por ese proyecto. Personalmente, me gustaría que lo consiguiese.