La película cuenta como tres niños nacen a la vez durante un
eclipse lunar, que por sus características, las cuales nunca se nos son
expuestas, estos acaban celebrando su décimo cumpleaños, cargándose a todo
bicho viviente y de las más variopintas maneras.
Se trata de una de las películas de terror de referencia de
mi pubertad y de las que más veía. Cosa que con lo cagón que yo era –y sigo
siendo- comprendo perfectamente porque el hecho de que estos infantes asesinen
al personal a base de pistolas, arco y flechas y demás parafernalias, a plena
luz del día la mayoría de las veces, lo cierto es que no es del todo aterrador.
Pero de la época siempre recordaba la escena del niño con un saco en la cabeza
con aberturas en los ojos (a lo Jason en “Viernes 13 part.II”) conduciendo un
coche como un loco intentando matar a la hermana de uno de sus cabroncetes
compañeros, y hay que decir que la escena sigue manteniendo el impacto de
antaño.
Con estructura de “Slasher”, pero sin serlo, los niños
consiguen parecer verdaderos cabrones, manipulando y matando a los adultos, y
ahí radica el interés de la película. Matan mucho y cruelmente, lástima que
esos asesinatos no están aderezados con la sangre que debería. En esos términos
“Cumpleaños sangriento” se queda demasiado light. Sin embargo, para vosotros
los palilleros, decir que la película está cuajada de las tetas o tetazas de
las que van a morir. Como debe ser.
No obstante, y aunque los altibajos de ritmo empiezan a ser
un referente en lo concerniente al terror barato de esa época, no hay ni un
solo elemento por el que podamos decir que se trata de una película mala. Es
más, el aburrimiento casi no hace acto de presencia y, a rasgos generales, el
tono general de la película, por descabellado y tonto que sea lo del eclipse,
tiene hasta cierta gracia. Así que, efectivamente, una revisión tras muuuuchos
años sin volver a verla, ha sido una gran idea. Esto es el cine barato de
terror ochentero genuino del video club
con el que me crié. Aunque se estrenó discretamente en cines de barrio, donde
congregó a unos miserables 135.000 espectadores. Eso si, en el vídeo club,
remontó la cifra.
Hay que decir también, que mucha gente confunde esta
película con otra de la época “Cumpleaños Mortal”. Nada que ver, esa era un
“Slasher” genuino.
En el reparto tenemos, además del trío de niños cabrones que
lo hacen muy bien, a Susan Straberg mítica actriz secundara de la televisión de
los años 60 que acabó apareciendo en productos como el que nos ocupa, pero que
también hemos visto en “Montaña Rusa”, “Mujeres de 30 años” o “Retorno desde la
quinta dimensión”, Elizabeth Hoy (“Granujas a todo ritmo”) o José Ferrer,
mítico “Cyrano de Bergerac” de los 50, papá de Miguel Ferrer (“Robocop”, “La
cosecha”) y que al igual que sus coetáneos John Carradine o Basil Rathbone,
acabó haciendo papeles en mierdas del mas variado pelaje y baja estofa (“El
autobús atómico”, “La Centinela”, “El perro de Satán” o “El Enjambre”).
Dirige el asunto Ed Hunt que venía de dirigir series B de
ciencia ficción como “Invasión de las estrellas” y acabó dirigiendo, igualmente, series B de
ciencia ficción como “Alien Warrior” en 1986 o "El cerebro" en 1988. Después no dirigió nada más hasta
que en 2014 retomó la dirección con un producto llamado “Halloween Hell”
protagonizada por Eric Roberts haciendo de Drácula, que pinta espantosa, y que
todavía no sabemos si tiene vida comercial del algún tipo. A la espera
quedamos.