Y es que ahora que “The Asylum” se ha hecho fuerte en el
ámbito televisivo, expande sus tentáculos más allá del mercado del DVD
facturando una serie de películas que, no necesariamente, tienen que ser
plagios del blockbuster de turno. Ahora también se permiten el lujo de crear
argumentos originales. Y como se trata de telefilmes, pues hacen telefilmes al
uso. En este caso un drama que no dista demasiado de lo que es un telefilme de
los de toda la vida, de los vulgarmente llamados “De Antena 3 de después de comer”.
Por otro lado, y como ya comenté en “Mercenaries”, que si bien Tarantino rescataba a viejas
glorias para volver a ponerlas en circulación, “The Asylum” rescata ahora las
que, en su momento, eran las estrellas en alza de las películas de este, así,
tenemos en este “Pesadilla entre amigas” a una Daryl Hanna (que tengamos a Uma
Thurman en una peli “Asylum” es solo cuestión de tiempo), que muy poquito
trabajo ha de tener para aceptar propuestas de este tipo, que no solo dañan su
ya de por si mermada carrera, sino que engordan las sacas de la productora de
mierda más espantosa de todos los tiempos.
También esta presencia sirve para que el espectador se de
cuenta de lo perniciosa que es la cirugía estética, y lo deformes que deja a
las actrices que se la aplican, bellas en sus momentos de juventud y que,
probablemente, lo seguirían siendo en su madurez si no se sometiesen a estas
aberraciones clínicas.
Por otro lado, “The Asylum” para este telefilme, tira de una
tendencia argumental que ya empieza a ser habitual en el cine USA: el uso de
internet y lo mucho que dependen nuestras vidas de este, como posteriormente
hizo el pretencioso hijo de Ivan Reitman, Jason, en la, sin embargo, excelente “Hombres, mujeres y niños”
Así tenemos a un grupo de adolescentes pijas que planean sus
accesos a la universidad, hasta que alguien hackea las redes de la protagonista
y empieza a subir a la Internet fotos comprometidas de sus compañeras, o a
crear perfiles falsos de las mismas en distintas páginas de folleteo, con lo
que creen que es ella la que está arruinando sus vidas en Interntet y todos se
ponen en contra de ella. Ahí entra Daryl Hanna que interpreta a la madre de la
adolescente protagonista, cuando su mera presencia, y que el título provisional
de la película era “Mother” –obvio- nos basta para intuir que la mala de la
película, la que está hackeando a su hija, es la propia Daryl Hanna. El final
es absolutamente vergonzante.
No obstante, es un producto absolutamente funcional, como
los telefilmes de toda la vida, que no busca la risa involuntaria como las
producciones “The Asylum” de corte fantástico –De hecho, no hay nada de humor
en la película, ni voluntario ni involuntario- y cuyo interés brilla por su
ausencia más allá de lo que nos pique la curiosidad, porque lo cierto es que
“Pesadilla entre amigas”, o “Social Nightmare” en su versión original, es un
rollazo de los más gordos que me he topado en lustros, que nos muestra una
situación y se reitera en la misma una y otra vez hasta hacernos desesperar.
Pero bueno, como todos esos telefilmes segundones de toda la vida.
Está doblado y disponible en la red, así que alguna de las
muchas cadenas por cable de nuestro país, la ha comprado, la ha doblado y la ha
emitido.
Dirige el bochorno Mark Quod, que ya hiciera otra puñetera
mierda para los videoclubes, esta vez, destrozando el género de la comedia
titulado “#1 Cheerleader camp”. Cágate, lorito.