Estoy leyendo demasiadas tonterías en base a esta película.
La más recurrente el desfile de personajes excéntricos y alocados que Bong
Joon-Ho ha creado, pero también que si es una película casi de corte infantil (no le veo problema a eso) y sobre todo
que el activismo e ideas del director se han abierto paso en su trabajo. Y la
verdad es que todo esto no me parece más que mierda. En la actualidad hay críticos
de cine, y muchos que ni siquiera lo son, que se piensan, o esperan que una película
les cambie la vida. Señores, es una película, una puta película, es para
entretener y hacer caja, si además puede enseñar algo, o revolver algo en la
conciencia del espectador, miel sobre hojuelas, pero nunca hay que perder de
vista que el cine es entretenimiento, si le quitas eso no queda más que una sucesión
de imágenes que puede o no tener sentido.
Sobre los personajes excéntricos, parece que estos críticos no
han visto más películas coreanas, si me descuidas asiáticas, que esta. Estos
arquetipos son muy comunes en el cine que llega de oriente, no tendrían que
pillarnos por sorpresa. ¿Qué pueden llegar a rozar el ridículo? Puede, pero
imaginen a Alfredo Landa en plena playa, con su pelo en pecho, su tripa de
señor maduro, su escasa estatura y su slip paquetero ligando con bellas suecas
por las playas de levante. Ahora véanlo desde la perspectiva del espectador asiático.
Ridículo ¿Verdad? Pues eso. Volvemos a lo de siempre, nos creemos el ombligo
del mundo, y todo tiene que ser como ha sido siempre alrededor nuestro, si algo
se sale de la norma está mal, o es un despropósito, pues no.
¿Película infantil o casi infantil? Pues casi, pero tiene
cierta lógica, la protagonista es Mija, una niña que desde que tenía 4 años se
ha criado con Okja, la cual le es arrebatada para despedazarla cachito a cachito. Es cuando recuerdo E.T. el
extraterrestre, y es que salvo por comerse al bicho, el argumento es más o
menos similar. Creo que eso no es malo, nadie en su sano juicio diría que la película
de Spielberg es peor por estar enfocada a un público juvenil. Cierto que Okja
no lo está per se, pero es una película que perfectamente puede ver un crio,
que pasara miedo en las escenas del matadero, al igual que nos pasaba cuando veíamos
a E.T. sobre aquella camilla con doctores a su alrededor.
El activismo, el veganismo y la crítica a la industria
alimentaria. De primeras, ni la niña ni el abuelo son veganos, no se les ve
comer carne, pero bien que comen pescado, huevos y pollo (que hasta donde yo sé es carne, otra cosa es que haya quien quiera obviarlo)
y cuando aparece un personaje que es abiertamente vegano (el activista Silver) se nos presenta como un estúpido que con total
de dejar la menor huella posible en el planeta, está todo el tiempo débil y
medio enfermo. Tampoco el resto de grupo de activistas son canela en rama, cada
cual tiene su tara, incluso el líder, muy bien interpretado por Paul Dano, es
una pequeña parodia del “Todo ser vivo es hermoso y por ello te quiero”. En
cuanto al profesor Jhonny, una especie de Frank de la jungla mega histriónico,
me ha parecido un personaje interesante. Al ser tan alocado los críticos han
perdido de vista lo que realmente nos cuenta. Un hombre concienciado con su
trabajo, que al perder relevancia y a la vez autoestima, se vende a una mega
corporación de justo lo contrario a lo que el promueve. Que es excéntrico, pues
claro, así es el papel, pero a Jack Gyllenhall no se le puede poner ni una sola
pega. Hace su papel como tiene que hacerlo y consigue que te de entre asco y
medio pena, no entiendo que le caigan tantos palos por hacer lo que tenía que
hacer.
En definitiva, no hagan ni puto caso a las criticas, véanla y
juzguen.
Okja nos cuenta la historia de los supercerdos que una gran
empresa cárnica ha desarrollado. Entregan un superlechón a distintos granjeros
repartidos por el mundo, para 10 años después ver cuál es el mejor y más
sanote. Esto no es más que una maniobra de marketing a largo plazo, pero no
contaban con que una niña coreana crease unos lazos tan fuertes con el animal.
Llegado el día se llevan a Okja a EEUU y posteriormente al
matadero, el cual era su destino desde el principio, a lo que tanto Mija, la
niña, como un grupo de activistas intentaran por todos los medios liberar a
Okja.