Una alocada –y cutre- mezcla de comedia deportiva y “Sex Comedy” con ligeros toques de comedia “Spoof”, al menos, en lo referido al
estilo de muchos de sus gags ( “- Queremos tomar la ensalada del Chef” “-No va
a poder ser, el Chef es un avaricioso”, dicen en una escena). Por estructura y
contenidos, una película muy deudora de “Los Albóndigas en remojo”.
Conocida como “Off The Mark”, y también como “Crazy Legs” en
sus versiones anglosajonas, “Piernas locas, locas, locas, cuenta la historia de
un niño aspirante a alteta (corredor de Triatlón) que tras una jugada de su
amiguito ruso, acaba cayéndose de un columpio y queda incapacitado. Le operan,
pero el cirujano avisa a sus progenitores
que aunque podrá entrenar, que se olvide de convertirse en un gran atleta; tras
la caída y la posterior operación, el niño sufre la enfermedad de las “Piernas
Locas”, enfermedad esta que en momentos concretos de estrés o tensión, hará que
su cuerpo pierda el control de sus piernas actuando estas autónomamente. Al
mismo tiempo, una jovencita con las mismas inquietudes que él, comienza a ganar
carreras porque gracias al enorme tamaño de sus pechos, estos llegan segundos
antes que ella a la línea de meta, motivo por el que los chicos contra los que
compite están molestos, y motivo por el que esos mismos, poco después, se
convertirán en sus amantes.
Pasa los años, se encuentran, compatibilizan, y con un
tercero en discordia, un negro que ha perdido el alma –un “No-Soul Brother”,
entrenaran para la carrera más importante carrera de sus vidas. Todo ello
servido en un ambiente juvenil y no exento de juerga, y tetas y culos, y todos
los clichés de las populares “Sex Comedies” línea “Screwball” contemporaneo.
Verdaderamente se trata de una cinta un tanto ingenua e
infantiloide al que le han metido chistes de contenido sexual y desnudos
femeninos para que no resulte tan infantil y atraer culos a las butacas, cosa
esta que salió rana, porque al ser claificada “R” en su momento, y tener una
exhibición reducida por dicho motivo, finalmente se convirtió en una película
ignota y prácticamente desconocida para el público americano.
No obstante, y a pesar de sus momentos más aburridos, los
gags, cuando su resultado es eficaz, hacen que bien merezca la pena un
visionado.
En el cast principal, como portador de esas piernas locas,
locas, locas, tenemos a Mark Nelly,
visto en otras “Screwball Comedies” contemporaneas como puedan ser “Escuela de
Azafatas” o “ Harvard, Movida Americana” así como se despediría del mundo de la
actuación en 1994 con “Night of the Demons 2”. La dueña de esos suculentos
pechos que llegan antes a la meta que el resto tenemos a la bella Terry Farell,
a la que hemos visto paseando su palmito por diversas producciones tales como
“Regreso a la Escuela” o “Hellraiser III” para acabar con su estructura osea en
el mundo de la televisión. Como el negro que ha perdido el alma, tenemos a
Clarence Gildyar Jr. que con algo más de suerte, llegó a aparecer en “Top Gun”,
“Karate Kid II” o “Jungla de Cristal”, sin llegar a tener ninguno de los tres
más roles protagonicos que los de esta película. Segundones de por vida.
No menos que el director de la película, Bill Berry, quien
diez años de esta dirigió el “Blaxploitation” “Brotherhood of Death” y luego
ya, como dirian los catalanes, se ganó las garrofas como asistente del director
de innumerables películas de la más variada índole y el más raro pelaje, a la
vez que produjo toda suerte de productos de serie B/Z destacando entre todos
“Night of the Demons 2”, “Leprechaun 3” o “Los Chicos del Máiz 666”.
Una carrera de lo más simplona y curiosa, no obstante.
Véanla, se pueden echar alguna que otra risa.