La cabeza se la tenían que haber cortado a John Landis solo por esta película. Una secuela de "Granujas a todo ritmo" en plenos años 90, que no solo no interesaba a nadie, sino que además era la aberración fílmica del siglo. Con un niño repelente, John Goodman en vez de John Belushi (ya puestos, que lo hubiera hecho James) y un negro; Don Cheadle.
Gente más jóven fan de la primera parte, creen que esta segunda no existe... para dejar testimonio de que sí, aquí les dejo sus fotocromos.