Con "Made in U.S.A.", "The Kentucky Fried Movie" en versión original, hablamos de una de las comedias determinantes de mi adolescencia. Entonces andaba como loco con John Landis y el "spoof" según las artes de Jim Abrahams, Jerry & David Zucker. Fue toda una revelación dscubrir que, antes de sus respectivos grandes "hits", habían colaborado en una película.
Estamos en 1977. Los ZAZ triunfaban con su teatro en el que parodiaban cine, televisión y anuncios (el "Kentucky Fried Theatre"), mientras que Landis llevaba cinco años inactivo tras debutar con "Shlock/El monstruo de las bananas". Fue el productor Robert K. Weiss el que los fusionó para una película que suponía el traslado a la gran pantalla del humor del trío judío (únicos responsables del guion). Sin saberlo, estaban dando el pistoletazo de salida a la nueva comedia norteamericana que tan buenos frutos aportó de ahí en adelante. Aquel sentido del humor, surrealista, provocador, algo transgresor y eminentemente gamberro fue un auténtico revulsivo. Rodada con evidentes pocos medios, funcionó de perlas. Y el resto, como se suele decir, es historia.
Centrarse en su contenido es tan absurdo como ella misma. Básicamente se trata de una sucesión de gags de variada temática y duración, en los que, tal y como solían proceder con el "Kentucky Fried Theatre", hacen mofa de la televisión, la publicidad y el cine. Los hay brillantes y los hay menos inspirados. Aunque la coña estrella es la ya mítica parodia de "Operación Dragón". Dura más que la mayoría e incluye algunas de las mejores ocurrencias (la "sirena humana" todavía consigue hacerme derramar lágrimas de risa), sin desmerecer de esa otra desternillante guasa a costa de las "películas/series de juicios", "Courtroom".
Motivados por el éxito, los ZAZ pensaron en parir una segunda parte de "The Kentucky Fried Movie" que incluiría otra "parodia central" de alguna película popular de la época. Pero el colega Weiss les convenció para que olvidaran el formato de acumulación de gags y se centraran en convertir dicho sketch en un largometraje. Aquel fue el gen de lo que poco después se convertiría en "Aterriza como puedas". Y el resto es... pues eso.
"The Kentucky Fried Movie" llegó a España cortesía de "Weekend Video". Inexplicablemente, la habían desprovisto de algunos sketches (e, irónicamente, una imagen de uno de estos lucía en la parte trasera de la estrambótica caratula). El doblaje interfería mucho, demasiado, con citas a Madrid y al Pisuerga... pero, curiosamente, también contribuía a hacerla más divertida. Imposible no partirse el ojal con aquello de "Entle nosotlos hay un chinito cablón". Cuando fue pésimamente editada en dvd, le quitaron todavía más material. Afortunadamente, la edición yanqui lo lleva absolutamente todo. El film es tratado con la pleitesía que merece y cuenta con un audiocomentario entre Landis, los ZAZ y Weiss, así como entrañables imágenes del rodaje tomadas con una cámara de 8mm.
A pesar de su condición modesta, pueden verse algunos rostros y nombres populares a lo largo de la proyección: Bill Bixby, George Lazenby, Henry Gibson o Donald Shuterland. Forrest J. Ackerman se marca un cameo. Uschi Digard luce sus inmensas ubres. Evan Kim, la versión coñera de Bruce Lee, luego haría de compañero de "Harry Callahan" en "La lista negra". Los propios Zucker, Abrahams, Zucker interpretan a bastantes personajes. Landis aparece protagonizando un "stunt" (cosa a la que se dedicaba en su juventud y también hizo en "Un hombre lobo americano en Londres") y, esta vez, dejó el disfraz de gorila para el colega Rick Baker.
Uno de los aspectos más reconfortantes de "Made in U.S.A." es su humor políticamente incorrecto. Gags como la familia que convive con el hijo muerto a pesar de su avanzado estado de descomposición, ese legendario "Negros de mierdaaaaa!" (que en versión original se reduce a "Niiiigroooos!"), la imagen de una angelical niña junto a un enorme hombre de color en la misma cama ("Catholic High School Girls in Trouble") o la guasa con la manera de hablar de los personajes asiáticos, seguramente hoy día serían pasto de agrias y estúpidas polémicas. También sorprendía la carga erótica, especialmente con el sketch en el que una pareja fornicadora es espiada con gozo desde la televisión por los responsables de un noticiario (tres de los cuales son los mismos ZAZ). En aquella época, me sirvió incluso para darle al manubrio alguna que otra vez.
Con los años, y la inevitable decadencia creativa, Robert K. Weiss con "Amazonas en la luna" y David Zucker con "The Onion Movie" intentaron repetir la jugada. Mientras esta segunda se saldó con resultados algo irregulares, tal y como expuse en su respectiva reseña, la de las "Amazonas..." aún tenía cierta gracia. Además, conservaba casi intacta la estructura de "Made in U.S.A.", con una guasa central a costa de un género, en este caso la ciencia ficción de serie B de los años 50.
Como anécdota personal, dejen que les narre la ocasión en la que, estando un poco de moda a nivel local aquello de programar películas "trash" en un centro cívico y/o bar, un amigo mío decidió proyectar "Made in U.S.A.". Podemos decir que el muchacho no parecía comprender la diferencia entre una película "mala pero divertida", en la que el humor surge de forma involuntaria, y un "spoof" cuya función consiste, salga bien o mal, en provocar la risa de manera expresa. Aquellos pases se caracterizaban porque el público presente, fuese o no numeroso, se pasaba todo el rato increpando a la pantalla, soltando sandeces, tacos, etc. Supuestamente tal actividad debía acompañar a la peli, formar parte de la fiesta, pero muchas veces únicamente se transformaba en una molesta pared de ruido carente de ingenio alguno. Y así ocurrió con la película de Landis que, primero, fue tratada como una basura cuando, a mi juicio, estaba lejos de serlo. Y segundo, la metralleta de hostiles berridos imposibilitaba pillar los muchos gags verbales, por lo que difícilmente iban a entender los presentes que aquello era una genuina buena comedia. Tanto me cabreé, que me piré de allí para no volver. Creo que la experiencia me hizo replantear la validez de esa clase de eventos, cosa que a la larga tendría consecuencias.
Recientemente me animé a revisar este clásico de John Landis + ZAZ. Una parte de mi estaba convencido de que ya no me iba a funcionar igual, que me daría cuenta de que en realidad era bastante mala. Sin embargo, y a pesar de algunos chistes poco acertados, la disfruté mucho, me partí de risa con sus mejores ocurrencias ("Es duro y desdentado") y, vamos, que lo pasé pipa.
"The Kentucky Fried Movie / Made in U.S.A." sigue siendo estupenda en lo suyo.