lunes, 11 de mayo de 2020

ATRAPADA ENTRE DOS HOMBRES

John Cassavetes dejó muchos proyectos sin realizar antes de su muerte. De hecho, “Atrapada entre dos hombres” (estúpido título castellano para “She’s so lovely”) es una película que a finales de los 80 tenía previsto rodar con Sean Penn, pero justo antes de ponerse manos a la obra, Cassavetes fallecía aquejado de una cirrosis hepática.
El guion se quedó aparcado entre tantos otros proyectos durante más de diez años durante los cuales, Nick, el hijo de John, se forjaba como cineasta. Debutó en el cine con la su primera película, “Volver a vivir” para después pasar a formar parte de la escudería de Miramax y rodar “Atrapada entre dos hombres” bajo el auspicio de los hermanos Weinstein que en principio recibieron el proyecto con los brazos abiertos.
Nick Cassavetes, ofreció rodar la película a Sean Penn, que iba a haberla protagonizado con su padre y este aceptó de buen grado, aunque debían esperar que su agenda le permitiese poder incorporarse al rodaje. Entre tanto, Nick, adaptaba el guion al temperamento de los 90 y reescribia parcialmente algunas cosillas.
Un matrimonio un tanto desarraigado con claras muestras de trastorno mental por parte de ambos, se quiere con locura. Pero él es un estafador y suele desaparecer de casa por periodos largos de tiempo durante los cuales, debido a los celos y la impotencia, ella entra en crisis consumiendo alcohol sin medida. En una de estas, un buen día, se pondrá a tontear con el vecino que, emborrachándola, intenta tener sexo con ella. Esta al  negarse, recibe una paliza. Esa misma noche regresa su marido y verá que su mujer tiene la cara golpeada y, aunque ella le dice que esos golpes son consecuencia de una caída, al día siguiente él se imagina que ha sido cosa del vecino y entrará en una crisis esquizofrénica que propiciará que, enloquecido y buscándole para matarle, dispare accidentalmente a un cuidador social que ha acudido tras la llamada de su mujer. Entonces, es detenido e ingresado en  un manicomio. Pasan 10 años y ella ya ha rehecho su vida con otro hombre que la ha convertido en una ama de casa convencional, pese a que ella desde el primer momento le ha dicho que amaba a su marido que estaba ingresado. Sólo que ahora, su marido está recuperado de su enfermedad y ha salido del sanatorio dispuesto a reunirse con su mujer querida, cosa que al actual marido no le parece nada bien. Se complicará la cosa.
“Atrapada entre dos hombres”, que en un principio levantó gran expectación por tratarse de un guion no realizado de John Cassavetes que, por primera vez, iba a ser filmado, fue maltratado por Harvey Wenstein que en ese momento tenía proyectos que le interesaba más mover que esta pequeña película del hijo de Cassavetes, por lo que tras someterle a diversos cortes con el fin de reducir su duración, hizo con la película una autentica escabechina. Y además fue un destrozo en balde puesto que, para cuando la película se fue a estrenar, el desinterés era total y se estrenó en poquísimas salas y sin apenas promoción. Digamos, que destrozó lo que podía haber sido una de las mejores películas de los 90. No obstante, y con ganas de poder ver algún día el corte del director, el resultado no se resiente demasiado en el sentido que estamos ante una película estupenda. “Atrapada entre dos hombres” es una de las historias de amor más bonitas y menos babosas de cuantas he visto, amén de tratarse de una comedia negra, negrísima con momentos verdaderamente hilarantes. Es comenzar su visionado y quedar embobado con esta extraña y divertida historia de gente histérica.
La mano de Cassavetes padre se ve en todo momento, ya sea en el retrato de esos personajes desquiciados, ya sea en la presencia de las enfermedades mentales que solían ser recurrentes en su filmografía, ya sea en su extraña estructura de dos bloques donde predominan las diálogos y donde se dan muy poquitos detalles sobre los personajes.
En España, como todo lo de Miramax de la época, se estrenó en cines, pero el maltrato al que la película fue sometida en los USA, de rebote, alcanzó a la película por aquí también ya que se estrenó deprisa, corriendo, de tapadillo y en apenas un par de semanas de exhibición tan solo llegó a interesar a 149.000 paupérrimos espectadores del año 1998. Después apareció en vídeo de alquiler y ya no ha vuelto ha tener una edición en condiciones, quedando la película, hasta el día de hoy, inédita en DVD en nuestro país. Una autentica pena.
El siguiente paso de Nick Cassavetes, lejos de abrazar el cine independiente, fue abrazarse al sistema de estudios, facturando pequeños bodrietes mainstream como la infame “John Q” o la rematadamente edulcorada “El diaro de Noah”. Volvería a lo independiente con la correcta “Alpha Dog” y después, digamos que Cassavetes se convirtió en un director impersonal que facturaba toda suerte de peliculitas sin ninguna enjundia. No siguió los derroteros marcados por papá.
Junto a Sean Penn, tenemos a su mujer Robin Wrigth, a la que enchufó para la ocasión, un histriónico y descacharrante John Travolta, y las presencias del gran Harry Dean Stanton, Debi Mazan y James Gandolfini
Muy, muy, muy recomendable.