A mediados de los ochenta, mis puntuales visitas a la feria de Sonimag solían darme algunas sorpresas. El apartado dedicado a las distribuidoras de vídeo contaba con coloristas pósters y pantallas en las que se proyectaban futuros lanzamientos. De esta guisa supe de "Sardu", "Redneck Zombies" o "El oráculo", con los consiguientes subidones y posteriores decepciones... aunque solo en algunos casos. Sin duda, uno de los más sonados fue este "Holocausto Caníbal 2", con el que flipé pepinillos el día que vi su cartel, básicamente una costrosa réplica del de la peli de Ruggero Deodato. En cuanto la descubrí para alquilar en un vídeo-club situado en la calle Sants de Barcelona, que de tan estrecho la peña tenía que rozar espalda con espalda para moverse en su interior, me llevé la copia a casa. Lo siguiente fue uno de los mayores hostiazos que me he zampado en mi vida cinéfaga. Y durante años, muchos años, consideré aquel truñete como lo peor consumido por estos cansados ojos. Por eso, cuando recientemente nos reencontramos, pensé que sería gracioso enfrentarme de nuevo a ella, sabiendo ya todo lo que sabía y con los huevos pelados de ver tantísima mierda.
Obviamente el título original de esto NO es "Holocausto Caníbal 2", eso es un invento de sendas distribuidoras en distintos lugares del mundo. En realidad fue parida como "Schiave bianche, Violenza in Amazzonia", aunque resulta obvio que sus artífices pretendían aprovecharse del "reciente" éxito de "Holocausto Caníbal", parida cinco años antes por la misma descarada cinematografía, la italiana. De esta guisa, se comprende la sucia estrategia de algunos distribuidores. Te venden el cuento de que está basada en un hecho real. Mentira. El tema musical que abre el film recuerda mucho, demasiado, al clásico de Riz Ortolani. Y, bueno, tenemos la típica ristra de imágenes de archivo de violencia entre animales (aunque al menos no es de humanos contra animales) además de ese gore tan característico de su tierra, entre lo gráfico y lo cutre, a base de primerísimos primeros planos altamente detallados. Sin llegar, por supuesto, al nivel de la peli de Deodato... ni de ninguna otra considerada de caníbales, porque este "Holocausto Caníbal 2" no va de antropófagos, ni vemos a ninguno comer carne humana, pero sí nos regalan algunas escenas de crueldad a base de supuestos rituales despiadados de la tribu de turno. Hay quien ha soltado la cantinela de que racista y bla, bla. Que si, hombre que si. Pero no suelo tener en demasiada buena consideración a los pelacañas que se toman el cine de explotación tan en serio.
La trama va así: Una adolescente rica que estudia en Londres se pira a la Amazonia a pasar el verano con sus papás. Allí son atacados por una tribu, matan a los viejos, secuestran a la chavala y esta, poco a poco, se va adaptando a la situación, hasta enamorarse de un autóctono. Luego descubre que el asesinato de los padres fue cometido en realidad por quien menos te lo esperas -o eso se supone-, lo que hará que decida vengarse a lo burro, aprovechando su actual condición asalvajada.
La trama va así: Una adolescente rica que estudia en Londres se pira a la Amazonia a pasar el verano con sus papás. Allí son atacados por una tribu, matan a los viejos, secuestran a la chavala y esta, poco a poco, se va adaptando a la situación, hasta enamorarse de un autóctono. Luego descubre que el asesinato de los padres fue cometido en realidad por quien menos te lo esperas -o eso se supone-, lo que hará que decida vengarse a lo burro, aprovechando su actual condición asalvajada.
Pues bueno, vista ya, puedo decir que, efectivamente, es un rato coñazo. Como toda fiesta de exploit made in italy, al final lo único que disfrutas son los estallidos de truculencia. Luego algo de destete, pero poco. Y los actores, pues acartonados como un tetra break. Especialmente la chavala prota. Hay romance hortera y, en fin, toda la tosquedad tan inevitable como necesaria. No terminas por odiarla, pero se olvida al micorsegundo de salir el "Fine".
El director no es otro que Mario Gariazzo, oculto tras su nombre de guerra habitual, Roy Garrett, quien, como cualquier artesano de su estilo, tiene un currículum en el que toca toda suerte de géneros populares (como ESTE), destacando a gusto personal "Hermano del espacio", una explotación ítalo-española de "E.T." que igual hasta sería diver revisar un día de estos.
Como postre, dejen que les deje ¿? aquí un recorte publicitario extraído de las páginas de la revista "Shows" en el que se da cancha a las "dos entregas" de "Holocausto Caníbal". Por procedencia debería estar en su propia sección, la del "Baúl de tío Vicente", peeeero por naturaleza, encaja mucho mejor como acompañamiento de la presente reseña. Y, así, pueden jugar al juego de las comparaciones y diferencias.... con un detalle que, si no lo digo reviento: en el cartel de la "secuela", la chica empalada se tapa las partes pudientes ella misma, mientras que en el del film de Deodato, esa tarea recae en manos del hambriento caníbal. La decencia es lo primero. Ver a una tía muerta con un palo que le entra por el culo y le sale por la boca, va después.
El director no es otro que Mario Gariazzo, oculto tras su nombre de guerra habitual, Roy Garrett, quien, como cualquier artesano de su estilo, tiene un currículum en el que toca toda suerte de géneros populares (como ESTE), destacando a gusto personal "Hermano del espacio", una explotación ítalo-española de "E.T." que igual hasta sería diver revisar un día de estos.
Como postre, dejen que les deje ¿? aquí un recorte publicitario extraído de las páginas de la revista "Shows" en el que se da cancha a las "dos entregas" de "Holocausto Caníbal". Por procedencia debería estar en su propia sección, la del "Baúl de tío Vicente", peeeero por naturaleza, encaja mucho mejor como acompañamiento de la presente reseña. Y, así, pueden jugar al juego de las comparaciones y diferencias.... con un detalle que, si no lo digo reviento: en el cartel de la "secuela", la chica empalada se tapa las partes pudientes ella misma, mientras que en el del film de Deodato, esa tarea recae en manos del hambriento caníbal. La decencia es lo primero. Ver a una tía muerta con un palo que le entra por el culo y le sale por la boca, va después.